Asma: pasos en los análisis y el diagnóstico

El diagnóstico del asma se basa en varios factores, incluidos antecedentes médicos detallados, una exploración física, tus síntomas, el estado de salud general y los resultados de los exámenes.

Historia clínica

El primer paso para diagnosticar el asma es hablar con el equipo de atención médica sobre tus síntomas y tu salud. Esto puede proporcionar indicios de si es el asma u otra cosa lo que está causando los síntomas. Es probable que el equipo de atención médica te haga preguntas sobre tus síntomas y tu exposición a sustancias relacionadas con el asma. Las preguntas podrían ser las siguientes:

• ¿Qué síntomas tienes? ¿Cuándo se producen? ¿Hay algo que parezca desencadenarlos?
• ¿Te expones a menudo al humo del tabaco, a los gases de sustancias químicas, al polvo o a otros irritantes transmitidos por el aire?
• ¿Tienes fiebre del heno u otra afección alérgica?
• ¿Tienes parientes consanguíneos, como un padre o una madre, una tía, un abuelo o un primo, con asma, fiebre del heno u otras alergias?
• ¿Qué problemas de salud tienes?
• ¿Qué medicamentos o suplementos herbales tomas?
• ¿A qué te dedicas?
• ¿Tienes aves de mascota o crías palomas?

Exploración física

El profesional de atención médica puede hacer lo siguiente:

• Examinarte la nariz, la garganta y las vías respiratorias superiores.
• Usar un estetoscopio para escuchar la respiración. Las sibilancias, que son sonidos de silbidos agudos al exhalar, son uno de los principales signos de asma.
• Examinarte la piel en busca de signos de afecciones alérgicas como eccema y urticaria.

El profesional de atención médica querrá saber si tienes síntomas comunes del asma, como por ejemplo:

• Sibilancias recurrentes
• Tos
• Dificultad para respirar
• Opresión del pecho
• Síntomas que se producen o empeoran durante la noche
• Síntomas que se desencadenan por el aire frío, el ejercicio o la exposición a alérgenos

Síntomas del asma en niños

En los niños, existen otros síntomas que pueden indicar asma. Entre estos se encuentran los siguientes:

• Respiración más fuerte o más rápida de lo habitual
• Tos frecuente o tos que empeora después del juego activo
• Tos, mucosidad transparente y goteo de la nariz causados por la fiebre del heno
• Faltas frecuentes a la escuela
• Participación limitada en las actividades físicas

Pruebas

Es posible que el profesional de atención médica use varias pruebas para comprobar si tus pulmones funcionan bien.

Espirometría

Esta es la prueba principal que suelen usar los médicos para diagnosticar asma en personas de 5 años o más.

Para determinar si tus pulmones funcionan bien, debes respirar profundo y exhalar con fuerza dentro de un tubito conectado a un espirómetro. Esto registra la cantidad de aire que exhalas y la velocidad con la que lo haces. Si algunas mediciones se encuentran por debajo de lo habitual para una persona de tu edad, podría significar que el asma ha estrechado las vías respiratorias.

Después de las mediciones de la prueba pulmonar, puede que te indiquen que inhales un medicamento para el asma con el fin de que se te abran las vías respiratorias y repitan la prueba. Una mejora significativa después de tomar el medicamento podría significar que tienes asma.

Prueba de provocación

Si los resultados del espirómetro son normales o están cerca de lo normal, el profesional de atención médica podría tratar de desencadenar los síntomas del asma. Para esto, debes inhalar una sustancia que hace que las vías respiratorias se estrechen en las personas que tienen asma, como la metacolina.

Si se cree que tienes asma inducida por el ejercicio quizás te pidan que hagas actividad física para ver si eso desencadena los síntomas.

En cualquiera de los dos casos, repetirás la espirometría. Si las mediciones de la espirometría siguen normales, es probable que no tengas asma. Pero si las mediciones han bajado considerablemente, hay posibilidades de que sí tengas asma.

Pruebas pulmonares en niños

Las pruebas pulmonares no se suelen usar en niños menores de 5 años. En su lugar, el diagnóstico generalmente se basa en los síntomas del niño, los antecedentes médicos y un examen físico. Diagnosticar asma en niños pequeños puede ser especialmente difícil porque hay muchas afecciones que causan síntomas similares a los del asma a esa edad.

Si el profesional de atención médica de tu hijo sospecha que puede tener asma, es posible que le recete un broncodilatador, que es un medicamento que abre las vías respiratorias. Si los síntomas mejoran tras usar el broncodilatador, quizás su hijo tenga asma.

Análisis de óxido nítrico espirado

Consiste en respirar por un tubito conectado a una máquina que mide la cantidad de gas de óxido nítrico en tu respiración. El cuerpo normalmente produce gas de óxido nítrico, pero los niveles altos en la respiración pueden significar que las vías respiratorias están inflamadas, lo que es un signo de asma.

Pruebas adicionales: cómo descartar afecciones además del asma

Si el profesional de atención médica sospecha que tienes una afección además del asma u otra, es posible que necesites pruebas como las siguientes:

• Radiografía o tomografía computarizada de tórax
• Tomografía computarizada de los senos paranasales
• Análisis de sangre
• Evaluación de reflujo gastroesofágico
• Examen de las flemas en los pulmones para detectar signos de una infección viral o bacteriana

Es posible que el profesional de atención médica también quiera ver si tienes otras afecciones que a menudo ocurren con el asma y pueden empeorar los síntomas. Entre ellas, se encuentran las siguientes:

• Acidez estomacal, también conocida como enfermedad por reflujo gastroesofágico
• Fiebre del heno
• Sinusitis

Es posible que el profesional de atención médica también realice pruebas de alergia. Pueden ser pruebas de la piel, análisis de sangre o ambos. Aunque no se utilizan para diagnosticar el asma, las pruebas de alergia pueden ayudar a identificar una afección alérgica, como la fiebre del heno, que puede estar causando tus síntomas o empeorando el asma existente.

A veces, diagnosticar la causa de los problemas respiratorios es un desafío. Puede ser difícil diferenciar el asma de otras afecciones, especialmente en niños pequeños.

Cuando el asma se produce con otra afección que afecta la respiración, puede complicar aún más el diagnóstico.

Incluso si el diagnóstico no es seguro, el profesional de atención médica puede recetarte medicamentos u otro tratamiento para ver qué funciona. Puede llevar tiempo y paciencia obtener el diagnóstico correcto y decidir cuál es el mejor tratamiento.