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Vagina: lo que es típico y lo que no lo es

La salud vaginal es importante. Usa esta información para proteger tu salud vaginal y detectar posibles problemas.

La salud vaginal es una parte importante de la salud general de la mujer. Los problemas vaginales pueden afectar a la fertilidad, al deseo sexual y a la capacidad de alcanzar el orgasmo. Los problemas continuos de salud vaginal también pueden causar estrés o problemas en la relación, así como afectar a la confianza en uno mismo. Aprende sobre los signos y síntomas de los problemas vaginales y lo que puedes hacer para proteger la salud vaginal.

¿Qué afecta la salud de la vagina?

Órganos reproductivos femeninos

Los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello del útero y la vagina (conducto vaginal) conforman el sistema reproductor femenino.

Genitales femeninos externos (vulva)

La vagina es un canal muscular que se extiende desde la vulva hasta el cuello del útero. La vagina es el lugar donde el tejido que recubre el útero se desprende durante la menstruación, donde se produce la penetración durante las relaciones sexuales y por donde desciende el bebé durante el parto.

La vagina es un conducto muscular cerrado que se prolonga desde la parte externa de la zona genital femenina (vulva), hasta el cuello del útero. Varios factores pueden afectar la salud de la vagina, incluidos los siguientes:

  • Sexo. Las relaciones sexuales sin protección pueden provocar infecciones de trasmisión sexual. Las relaciones sexuales vigorosas o una lesión en el área pélvica pueden causar traumatismo vaginal.
  • Ciertas afecciones médicas y tratamientos. Algunas afecciones, como la endometriosis y la enfermedad inflamatoria pélvica, podrían provocar dolor durante las relaciones sexuales. Las cicatrices de una cirugía pélvica y algunos tratamientos oncológicos también pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales. El uso de algunos antibióticos aumenta el riesgo de una candidiasis vaginal.
  • Anticonceptivos y productos de higiene femenina. Los anticonceptivos de barrera, como los preservativos, los diafragmas y el espermicida asociado, pueden provocar irritación en la vagina. El uso de rociadores, desodorantes o lavados vaginales puede causar o empeorar la irritación.
  • Embarazo y trabajo de parto. Durante el embarazo, la secreción vaginal suele aumentar. Los desgarros vaginales son relativamente comunes durante el trabajo de parto. En algunos casos, es necesario hacer una incisión en el tejido del orificio vaginal (episiotomía) durante el trabajo de parto. Un parto vaginal también puede reducir el tono muscular en la vagina.
  • Problemas psicológicos. La ansiedad y la depresión pueden contribuir a un nivel bajo de excitación y, como consecuencia, causar malestar o dolor durante las relaciones sexuales. Los traumas, como el abuso sexual o una experiencia sexual dolorosa, también pueden causar dolor relacionado con las relaciones sexuales.
  • Niveles hormonales. Los cambios en los niveles hormonales también pueden afectar la vagina. Por ejemplo, la producción de estrógeno disminuye después de la menopausia y durante la lactancia. La falta de estrógeno puede provocar adelgazamiento del revestimiento vaginal (atrofia vaginal), lo que causa dolor durante las relaciones sexuales.

¿Cuáles son los problemas vaginales más frecuentes?

Las afecciones que podrían alterar la vagina incluyen las siguientes:

  • Problemas sexuales. Estos podrían incluir dolor recurrente o persistente inmediatamente antes, durante o después de tener relaciones sexuales (dispareunia). El dolor durante la penetración podría ser causado por espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal (vaginismo). Los músculos del suelo pélvico pueden ponerse tensos, lo que provoca dolor crónico y dolor durante las relaciones sexuales. La sequedad vaginal, que con frecuencia ocurre después de la menopausia, también puede provocar dolor durante las relaciones sexuales.
  • Infecciones de trasmisión sexual. Varias infecciones de trasmisión sexual pueden afectar la vagina, incluidos la clamidia, la gonorrea, las verrugas genitales, la sífilis y el herpes genital. Los signos podrían incluir secreción vaginal anormal o llagas genitales.
  • Vaginitis. Una infección o un cambio en el equilibrio normal de las levaduras o las bacterias vaginales pueden provocar inflamación en la vagina (vaginitis). Los síntomas incluyen secreción vaginal, olor, picazón y dolor. Los tipos comunes de vaginitis incluyen vaginosis bacteriana, candidiasis y tricomoniasis.
  • Relajación del suelo pélvico. Si los ligamentos y los tejidos conectivos que mantienen el útero y las paredes vaginales colocados se debilitan, el útero, la vejiga, el recto o las paredes vaginales podrían deslizarse hacia abajo (prolapso). Esto podría provocar un bulto en la vagina o pérdida de orina al toser y estornudar.
  • Otras afecciones poco frecuentes. Los quistes vaginales pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales o dificultar la colocación de un tampón. El cáncer vaginal, que al principio podría manifestarse como sangrado vaginal después de la menopausia o las relaciones sexuales, también es una posibilidad poco frecuente.

¿Cuáles son los signos o síntomas de problemas vaginales?

Consulta con el proveedor de atención médica si notas lo siguiente:

  • Un cambio en el color, el olor o la cantidad de secreción vaginal
  • Enrojecimiento o picazón vaginal
  • Sangrado vaginal entre los períodos, después de las relaciones sexuales o después de la menopausia
  • Una protuberancia o un bulto en la vagina
  • Dolor durante las relaciones sexuales

Es posible que no sea necesario que consultes con tu proveedor de atención médica cada vez que tienes irritación y secreción vaginal, especialmente si te diagnosticaron una infección vaginal por levaduras en el pasado y presentas signos y síntomas similares. Sin embargo, si los síntomas no desaparecen después de haber recurrido a un medicamento que obtienes en la farmacia, consulta con tu proveedor de atención médica.

¿Qué puedo hacer para mantener la vagina saludable?

Puedes tomar medidas para proteger la salud vaginal y tu salud general. Por ejemplo:

  • Actúa con responsabilidad al tener relaciones sexuales. Usa preservativos o mantén una relación mutuamente monógama con una pareja que no tenga infecciones de trasmisión sexual. Si usas juguetes sexuales, límpialos después de cada uso.
  • Vacúnate. Las vacunas pueden protegerte del virus del papiloma humano (VPH), el virus asociado con el cáncer del cuello del útero, así como de la hepatitis B, una infección hepática grave que puede trasmitirse por contacto sexual.
  • Haz los ejercicios de Kegel. Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a tonificar los músculos del suelo pélvico si sufres prolapso, pérdida de orina o debilidad del suelo pélvico.
  • Infórmate sobre tus medicamentos. Habla con tu proveedor de atención médica sobre el uso de medicamentos y los posibles efectos secundarios para la vagina.
  • Limita la cantidad de alcohol que bebes y no fumes. El abuso crónico de alcohol puede afectar la función sexual. La nicotina podría afectar la excitación sexual. El abuso de sustancias también podría relacionarse con una salud física y mental deficientes, lo que puede afectar la función sexual.

Si bien no se pueden prevenir todos los problemas vaginales, las revisiones médicas periódicas pueden ayudar a garantizar que los problemas que afectan a la vagina se diagnostiquen lo antes posible. No dejes que la vergüenza te impida hablar con tu proveedor de atención médica acerca de cualquier inquietud que puedas tener sobre la salud de tu vagina.

Last Updated: March 18th, 2023