Control de la vejiga: Estrategias de estilo de vida para reducir los problemas
El entrenamiento de la vejiga y evitar irritantes de la vejiga pueden ayudarte a controlar la vejiga.
Los problemas para controlar la vejiga, como la incontinencia urinaria, son frecuentes. Por suerte, hay formas sencillas de mejorar el control de la vejiga y la calidad de vida.
Estos cambios en el estilo de vida funcionan y son seguros y sencillos. Cuestan poco o nada. Inténtelos antes de probar otros tratamientos, como medicamentos o cirugías, o utilícelos en combinación con otros tratamientos.
Céntrate en los líquidos y el alimento
Los líquidos y algunos alimentos pueden afectar a la vejiga.
Demasiado líquido.
Todo el mundo debe beber la suficiente cantidad de líquidos; no obstante, una ingesta excesiva de líquidos puede hacer que los problemas con la vejiga empeoren. La cantidad de líquido necesaria dependerá de tu estado de salud, tu actividad y donde vivas.
Para aquellos que se levantan varias veces por la noche para orinar:
- Bebe más de tus líquidos por la mañana y por la tarde y no por la noche. Deja de beber unas cuantas horas antes de acostarte.
- Omite el alcohol. Limita el consumo de bebidas con cafeína, como café, té o bebidas de cola. Hacen que orines más.
- Debes saber que hay alimentos, como la sopa, que deben añadirse a la cantidad total de líquidos ingeridos.
Demasiado poco líquido
Beber muy poco líquido puede hacer que las sustancias de desecho del organismo se acumulen en la orina. Estas sustancias de desecho pueden hacer que la orina se vuelva de color amarillo oscuro y que tenga un olor fuerte. Esta acumulación puede irritar la vejiga y aumentar la necesidad de ir al baño.
Irritantes de la vejiga
Ciertos alimentos y bebidas pueden irritar la vejiga, por ejemplo:
- El café, el té y las bebidas con gas, incluso sin cafeína.
- El alcohol.
- El chocolate.
Evita estos posibles irritantes de la vejiga durante aproximadamente una semana para ver si tus síntomas mejoran. Luego, incorpora progresivamente (cada 1 o 2 días) uno a tu dieta. Anota los cambios en la cantidad de orina.
Cambiar tus hábitos alimentarios no significa que ya no puedas volver a tomar tus comidas y bebidas favoritas. Bastará con tomarlas con menos frecuencia para notar cambios.
Prueba con el entrenamiento de la vejiga
Las personas con vejigas demasiado activas se acostumbran a orinar con frecuencia o al sentir la más mínima necesidad. Algunas pueden ir al baño para evitar orinarse encima, incluso cuando no tengan necesidad de hacerlo.
Después de un tiempo, la vejiga le indica al cerebro que está llena cuando no lo está. Esto crea la necesidad de orinar.
El entrenamiento de la vejiga implica cambiar los hábitos. Significa ir al baño a horas fijas, incluso cuando no se siente el impulso de orinar. A medida que los intervalos de micción van aumentando, la vejiga se llena más. Esto contribuye a controlar el impulso de orinar.
Un programa de entrenamiento de la vejiga suele seguir estos pasos básicos:
- Encuentra el patrón. Lleva un diario durante unos días. Anota cada micción. Un proveedor de atención médica puede utilizar este diario para ayudarte a elaborar un programa para el entrenamiento de la vejiga.
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Espera más tiempo antes de orinar. El diario de la actividad urinaria puede indicarte el intervalo de espera entre micciones. Añade 15 minutos. Si normalmente orinas cada hora, trata de esperar una hora y 15 minutos.
Poco a poco, ve aumentando el tiempo de ir al baño hasta que puedas esperar entre 2 y 4 horas cada vez. Aumentar el tiempo lentamente ofrece más posibilidades de éxito.
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Sigue un horario. Una vez que hayas establecido un horario, haz todo lo posible para cumplirlo. Orina inmediatamente después de que te despiertes por la mañana. Orina también a cada hora programada, incluso si no tienes ganas de ir al baño.
Si tienes ganas, pero no es hora de ir, trata de esperar. Haz algo para distraerte o intenta relajarte de alguna manera, como practicar la respiración profunda. Si sientes que vas a tener un accidente, ve al baño, pero luego vuelve a tu horario.
No te desanimes si no lo consigues las primeras veces. Sigue intentándolo. Es probable que vayas ganando control.
Fortalece el suelo pélvico
Los músculos del suelo pélvico ayudan a controlar la micción. Hacer ejercicios del suelo pélvico de manera regular puede fortalecer estos músculos.
Los músculos del suelo pélvico abren y cierran el conducto, conocido como uretra, que transporta la orina desde la vejiga hacia fuera del cuerpo. Estos músculos también sostienen la vejiga al caminar, pararse, levantar objetos y estornudar.
Fortalecer los músculos del suelo pélvico:
- Practica ejercicios del suelo pélvico, que también se conocen como ejercicios de Kegel. Aprieta los músculos del suelo pélvico como si trataras de detener el flujo de orina durante tres segundos. Relájate, cuenta hasta tres y repite varias veces. Haz una serie de estos ejercicios tres o cuatro veces al día. Hazlos acostado, sentado y de pie.
Para asegurarte de hacerlos bien, pide orientación a tu proveedor de atención médica. También puedes ver a un fisioterapeuta que tenga conocimientos sobre ejercicios de suelo pélvico.
- Biorretroalimentación. La biorretroalimentación puede ayudar a entrenar los músculos del suelo pélvico. Los sensores que se colocan cerca de los músculos envían información a un ordenador sobre la intensidad con la que trabajan los músculos. La información se muestra en la pantalla del ordenador.
Ver que estás usando los músculos correctos podría ayudarte con los ejercicios de Kegel. A veces, algunos ejercicios de biorretroalimentación se pueden hacer en casa.
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Pesas vaginales. Las pesas en forma de cono son otra opción para ayudar a hacer los ejercicios de Kegel. Debes colocar un peso en la vagina. Luego, aprieta los músculos del suelo pélvico para evitar que el peso se caiga.
Muchos conos vienen en conjuntos de diferentes pesos. De este modo, puedes aumentar el peso a medida que se fortalecen los músculos del suelo pélvico.
Otros factores
Determinados medicamentos, el sobrepeso, el tabaquismo y la falta de actividad física pueden influir en los problemas de control de la vejiga. Los siguientes aspectos pueden contribuir a controlar la vejiga:
- Gestionar medicamentos. Los medicamentos para la presión arterial alta, los medicamentos para el corazón, los diuréticos, los relajantes musculares, los antihistamínicos, los sedantes y los antidepresivos pueden influir en los problemas de control de la vejiga. Si no puedes retener la orina o no puedes orinar mientras tomas estos medicamentos, habla con el proveedor de atención médica.
- Mantén un peso saludable. El sobrepeso puede afectar el control de la vejiga. El sobrepeso corporal ejerce presión sobre el estómago y la vejiga. Esto puede causar fugas. Perder peso podría ayudar.
- Deja de fumar. Los fumadores son más propensos a tener problemas de control de la vejiga y a tener peores síntomas. Los fumadores empedernidos también tienden a toser. La tos puede ejercer más presión sobre la vejiga y hacer que sea más difícil de controlar. Si toses mucho por cualquier motivo, pregúntale a tu proveedor de atención médica acerca de los tratamientos.
- Trata de evitar el estreñimiento. Hacer mucho esfuerzo durante las deposiciones puede dañar el suelo pélvico. Desafortunadamente, algunos medicamentos que se utilizan para tratar los problemas de control de la vejiga pueden empeorar el estreñimiento. Para aliviar el estreñimiento, haz ejercicio, bebe suficiente agua y come alimentos ricos en fibra, como lentejas, frijoles (alubias, porotos), verduras y frutas.
Tu rol en el tratamiento
Las terapias conductuales requieren tiempo y práctica. Pero si sigues el programa, es probable que veas una mejora en tus síntomas. Si eso no funciona, habla con tu proveedor de atención médica para probar otra estrategia.
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