Donación de órganos: no dejes que estos mitos te confundan
Esta práctica salva vidas, pero existen ideas erróneas sobre ella. Obtén información sobre cómo ser donante de órganos.
Más de 100 000 personas en los Estados Unidos están esperando un trasplante de órgano.
Desgraciadamente, muchos de ellos nunca llegan a recibir una llamada diciéndoles que se ha encontrado un donante para ellos. Pueden que muchos no tengan una segunda oportunidad de vivir. En EE. UU. mueren cerca de 17 personas al día porque no hay suficientes donantes de órganos para todos aquellos pacientes en las listas de espera de trasplante.
Pensar en la muerte puede resultar muy duro. Y pensar en la donación de órganos y de tejidos puede resultar incluso más duro. Pero los donantes de órganos salvan vidas.
Aquí encontrarás algunos mitos y preocupaciones frecuentes sobre la donación de órganos.
Mito: Si acepto donar mis órganos, el personal del hospital no se esforzará tanto para salvar mi vida.
Realidad: Cuando acudes a un hospital para recibir un tratamiento, el equipo de atención médica intentará salvar tu vida, y no la de otra persona. Obtienes el mejor tratamiento que puedes obtener.
Mito: Tal vez, no esté realmente muerto cuando firmen mi certificado de defunción.
Realidad: Se trata de un tema muy popular en las revistas. La verdad es que un paciente no se pone a mover los dedos de los pies después de que el proveedor de atención médica afirme que ha fallecido. De hecho, los pacientes que han aceptado ser donantes de órganos se someten a más pruebas para confirmar su fallecimiento que aquellos que no son donantes. Estas pruebas no suponen ningún coste para los familiares.
Mito: La donación de órganos va en contra de mi fe.
Realidad: La mayoría de las religiones aceptan la donación de órganos. Entre estas se incluyen el catolicismo, el islamismo, la mayoría de las ramas del judaísmo y la mayoría de las creencias protestantes. Algunas religiones creen que la donación de órganos es un acto de caridad. Si no sabes cuál es la postura de tu religión con respecto a la donación de órganos, pregunta a un miembro de tu clero.
Mito: Tengo menos de 18 años. Soy demasiado joven para tomar esta decisión.
Realidad: Muchos estados permiten que los menores de 18 años se registren como donantes de órganos. Sin embargo, si falleces antes de tu 18º cumpleaños, tus padres o tutores legales tomarán esta decisión. Si quieres ser donante de órganos, asegúrate de que tu familia está de acuerdo con tu voluntad. Recuerda, los niños también necesitan trasplantes de órganos y suelen necesitar órganos de menor tamaño que los de los adultos.
Mito: Las personas que donan órganos o tejidos no pueden tener un funeral con el ataúd abierto.
Realidad: Los donantes de órganos son tratados con cuidado y respeto. Y son vestidos para su entierro. Nadie puede ver si han donado órganos o tejidos.
Mito: Soy demasiado viejo para donar. Nadie querría mis órganos.
Realidad: No hay una edad límite definida para donar órganos. La decisión de usar tus órganos se basa en el estado de tus órganos, no en la edad. Deja que el equipo de atención médica decida en el momento de tu muerte si tus órganos y tejidos son adecuados para el trasplante.
Mito: No tengo buena salud. Nadie querría mis órganos o tejidos.
Realidad: Muy pocas afecciones médicas evitan que seas donante de órganos. Es posible que no puedas donar algunos órganos, pero otros órganos y tejidos sí que pueden ser aptos. De nuevo, deja que el equipo de atención médica decida en el momento de tu muerte si tus órganos y tejidos son adecuados para el trasplante.
Mito: Me gustaría donar uno de mis riñones ahora. ¿Puedo hacerlo si no es para un familiar?
Realidad: Sí. La mayoría de las donaciones en vida son entre familiares y amigos. Sin embargo, puedes elegir donar un riñón a un desconocido, siempre que sean compatibles. También puedes donar otros órganos y tejidos, como un pulmón o parte de un pulmón o hígado.
Si decides ser un donante vivo, el equipo de atención médica del centro de trasplantes te hará muchas preguntas. Quieren asegurarse de que conoces los riesgos.
Te harán pruebas para garantizar que eres compatible y que el órgano que quieres donar esté sano. El equipo de atención médica también querrá asegurarse al máximo de que la donación no supondrá un problema de salud para ti.
Mito: Los ricos y famosos encabezan la lista cuando necesitan una donación de órgano.
Realidad: Los ricos y famosos reciben el mismo tratamiento que los demás dentro del ámbito de la donación de órganos. Es cierto que los famosos reciben mucha atención por parte de los medios tras un trasplante. Sin embargo, quiénes son y la cantidad de dinero que tienen no les ayudará a conseguir un órgano. Un sistema informático y unas normas muy estrictas se encargan de garantizar esta imparcialidad.
Mito: A mi familia se le cobrará si dono mis órganos.
Realidad: A la familia del donante de órganos nunca se le cobra por la donación. La familia del donante paga todos los cuidados médicos recibidos para salvar su vida antes de la donación de los órganos. Algunas veces las familias piensan que estos costes son por la donación de órganos. Sin embargo, la persona que recibe los órganos para su trasplante paga los costes de la extracción de dichos órganos.
Por qué deberías plantearte donar órganos
Ahora que tienes los datos, puedes ver que ser donante de órganos puede tener un gran impacto. Además, la donación no solo ayuda a la persona que recibe el órgano. Al donar los órganos y tejidos al morir, puedes salvar hasta ocho vidas y mejorar hasta 75 más. Muchas familias dicen que saber que su ser querido contribuyó a salvar otras vidas les ayudó a sobrellevar la pérdida.
Plantéate convertirte en donante de órganos si perteneces a un grupo étnico minoritario. Por ejemplo, si eres afroamericano, asiático-americano o isleño del Pacífico, indio nativo americano o hispano. Las personas en estos grupos son más propensas que las personas blancas a tener determinadas enfermedades que afectan los riñones, el corazón, los pulmones, el páncreas y el hígado.
Algunos grupos sanguíneos son más comunes en los grupos minoritarios. El grupo sanguíneo del donante generalmente debe coincidir con el de la persona que recibe un órgano. Por lo tanto, son muy necesarios los órganos procedentes de donantes de grupos minoritarios.
Cómo donar
Convertirse en donante de órganos es fácil. Solo debes hacer lo siguiente:
- Inscríbete en el registro de donantes de tu estado. La mayoría de estados ofrecen maneras de registrarse. Consulta la lista en organdonor.gov.
- Marca tu elección en tu permiso de conducir. Puedes hacerlo cuando te saques el permiso o lo renueves.
- Díselo a tu familia. Asegúrate de que tu familia sepa que quieres ser donante de órganos.
Las mejores formas de convertirte en donante son inscribirte en el registro de donación de órganos de tu estado y marcar tu elección en tu permiso de conducir o identificación estatal. Pero también es importante que se lo digas a tu familia, porque los hospitales se lo preguntan a los familiares más cercanos antes de extraer los órganos.
Sin embargo, los hospitales no necesitan pedir ningún consentimiento si tienes 18 años o más y estás en el registro de donantes de tu estado o has marcado que quieres donar órganos en tu permiso de conducir o en tu tarjeta de identificación estatal.
Si has designado a alguien para que decida sobre tu atención médica en tu nombre en caso de que tú no puedas hacerlo, asegúrate de que esa persona sepa que deseas ser donante de órganos. También puedes indicar tus deseos en un testamento en vida si tienes uno. Pero es posible que el testamento no se lea justo en el momento de tu muerte.
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