Embarazo en el primer trimestre: qué esperar
En los primeros meses del embarazo puede haber cambios físicos y emocionales, como sensibilidad en las mamas, náuseas, ansiedad y emoción.
Durante los primeros meses del embarazo, hay cambios sorprendentes que ocurren con rapidez. Esta parte del embarazo se conoce como el primer trimestre. Conocer qué cambios físicos y emocionales puedes esperar quizás ayude a que te enfrentes con confianza a los meses venideros.
Tu cuerpo
El primer síntoma del embarazo puede haber sido la ausencia de una menstruación. Sin embargo, puedes esperar otros cambios físicos en las próximas semanas, como los siguientes:
- Mamas sensibles e hinchadas. Poco después de lograr un embarazo, las mamas pueden presentar sensibilidad o inflamación debido a los cambios hormonales. Es probable que sientas menos molestia después de unas pocas semanas a medida que tu cuerpo se adapta a los cambios hormonales.
- Malestar estomacal con o sin vómitos. Las ganas de vomitar durante el embarazo se conocen como náuseas del embarazo. Son frecuentes y pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Las náuseas del embarazo suelen comenzar entre la semana 4 y la 9 del embarazo. Esto podría deberse al aumento de los niveles hormonales. Para aliviar el malestar estomacal, prueba los siguientes consejos:
- Evita tener el estómago vacío. Come despacio y en pequeñas cantidades cada 1 o 2 horas.
- Elige alimentos ligeros con bajo contenido de grasas. Algunos ejemplos son las bananas, el arroz, el puré de manzana y las tostadas. Incorpora proteínas magras, como lácteos bajos en grasas o sin grasas, frutos secos, mantequilla de nuez y semillas.
- Los alimentos que contienen jengibre podrían ayudar a calmar el estómago.
- Evita los alimentos o los olores que empeoran el malestar estomacal.
- Bebe muchos líquidos fríos y transparentes.
- Aumento de la micción. Es posible que orines más a menudo de lo normal. La cantidad de sangre aumenta en el cuerpo durante el embarazo. Esto hace que los riñones procesen líquido adicional que termina en la vejiga.
- Fatiga. Es frecuente sentir mucho cansancio al principio del embarazo, ya que aumentan los niveles de la hormona progesterona. Descansa todo lo que puedas. Duerme una siesta de 15 minutos durante el día si puedes. Una alimentación saludable y hacer ejercicio podrían aumentar la energía.
- Antojos de comida y alimentos que no te gustan. Cuando hay un embarazo, el sentido del gusto podría cambiar. Algunos olores también pueden parecer más fuertes. Como ayuda, prueba a usar un ventilador cuando cocinas. Si es posible, pide a algún familiar o a tu pareja que saque la basura. Como la mayoría de los síntomas del embarazo, las preferencias alimenticias se deben a los cambios hormonales.
- Acidez estomacal. Las hormonas del embarazo hacen más lenta la digestión de los alimentos. Además, relajan la válvula entre el estómago y el esófago. Esto puede permitir que el ácido del estómago se filtre hacia el esófago y cause acidez estomacal. Para prevenir la acidez estomacal, haz lo siguiente:
- Come poco y con frecuencia.
- Bebe entre las comidas.
- No comas frituras, frutas cítricas, chocolate ni alimentos picantes.
- No te acuestes justo después de comer.
- Intenta no comer ni beber durante algunas horas antes de irte a dormir.
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Estreñimiento. Los niveles altos de la hormona progesterona pueden hacer más lento el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo. Esto puede hacer que las deposiciones sean menos o dolorosas. También puede causarlo el útero en crecimiento, que tal vez ejerza presión sobre los intestinos.
Para evitar o aliviar el estreñimiento, come muchos alimentos con fibra. Por ejemplo, frutas frescas o deshidratadas, verduras crudas, y cereales y panes integrales. Además, debes beber muchos líquidos, especialmente agua y jugo de ciruela seca o de otras frutas. Reduce el consumo de bebidas con cafeína. La actividad física regular también ayuda. De ser necesario, habla con el profesional de atención médica sobre un ablandador de heces.
Llama al profesional de atención médica si empeora el malestar estomacal o los vómitos.
Habla con el profesional de atención médica si estas medidas no te alivian lo suficiente. Hay medicamentos seguros para aliviar la acidez estomacal.
Tus emociones
El embarazo podría generarte sentimientos de felicidad, ansiedad, emoción y agotamiento; a veces, todos a la vez. Incluso si te entusiasma el embarazo, un nuevo bebé agrega estrés emocional a tu vida.
Es natural sentir preocupación por la salud del bebé, tu adaptación a la maternidad o a la paternidad y las exigencias económicas que implica la crianza de un hijo. Si trabajas, es posible que te preocupe cómo equilibrar las exigencias de la familia y la carrera. Quizás también tengas cambios del estado de ánimo. Lo que sientes es normal. Cuídate y busca comprensión y apoyo en tus seres queridos. Si tus cambios de estado de ánimo se vuelven intensos o graves, consulta con tu profesional de atención médica. También acude a un control médico si sientes mal humor, tristeza o agobio por más de dos semanas.
Cuidado prenatal
Puedes optar por recibir cuidados médicos de distintos profesionales de atención médica durante tu embarazo. Algunos de estos profesionales son un médico de cabecera, un obstetra, un miembro del personal de enfermería o una partera, u otro especialista en embarazos. No importa a quién elijas, el profesional de atención médica puede tratarte, informarte y tranquilizarte durante el embarazo.
Los primeros controles del embarazo se centran en lo siguiente:
- Evaluar tu salud en general.
- Descubrir factores de riesgo que podrían afectar tu salud o la de tu bebé.
- Saber la edad gestacional, es decir, la etapa del embarazo en que estás.
El profesional de atención médica te hará preguntas detalladas sobre tu historial médico. Habla con sinceridad. Si sientes incomodidad al hablar sobre tu historial médico delante de tu pareja, programa una cita médica privada. También se te informará sobre los exámenes de detección de anomalías cromosómicas que se hacen en el primer trimestre.
Probablemente tendrás controles cada cuatro semanas durante las primeras 28 semanas del embarazo. Tal vez necesites controles con más o menos frecuencia. Dependerá de tu salud y tus antecedentes médicos. Durante estas citas médicas, comenta cualquier preocupación que tengas sobre el embarazo, sobre dar a luz o sobre la vida con un recién nacido. Recuerda que ninguna pregunta es tonta ni poco importante, y las respuestas pueden ayudarte a cuidar de ti y de tu bebé.
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