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Cálculos renales

Infórmate sobre los síntomas, los riesgos, las causas y el tratamiento de esta afección que generalmente es muy dolorosa.

Perspectiva general

Ilustración de cálculos renales

Los cálculos renales se forman en los riñones. A medida que los cálculos se desplazan a los uréteres (los tubos delgados que permiten el paso de la orina desde los riñones hacia la vejiga), pueden aparecer los signos y síntomas. Los signos y síntomas de los cálculos renales pueden incluir dolor intenso, náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos y presencia de sangre en la orina.

Aparato urinario femenino

El sistema urinario comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. El sistema urinario se encarga de eliminar los desechos del cuerpo a través de la orina. Los riñones se encuentran detrás de la parte superior del abdomen. Filtran los desechos y el líquido que están presentes en la sangre y producen la orina. La orina va desde los riñones a través de tubos estrechos hasta la vejiga. Estos tubos se denominan uréteres. La vejiga almacena la orina hasta que sea el momento de orinar. La orina sale del cuerpo a través de otro pequeño tubo llamado uretra.

Aparato urinario masculino

El sistema urinario comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. El sistema urinario se encarga de eliminar los desechos del cuerpo a través de la orina. Los riñones se encuentran detrás de la parte superior del abdomen. Filtran los desechos y el líquido que están presentes en la sangre y producen la orina. La orina va desde los riñones a través de tubos estrechos hasta la vejiga. Estos tubos se denominan uréteres. La vejiga almacena la orina hasta que sea el momento de orinar. La orina sale del cuerpo a través de otro pequeño tubo llamado uretra.

Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones.

La dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales. Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.

Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, los cálculos no producen daños permanentes si se detectan oportunamente. Según sea el caso, es posible que solo tengas que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros casos (por ejemplo, si los cálculos se alojan en las vías urinarias, están asociados con una infección de las vías urinarias o causan complicaciones), es posible que necesites una cirugía.

Tu médico puede recomendarte un tratamiento preventivo para disminuir el riesgo de tener cálculos renales recurrentes si corres un mayor riesgo de volver a tenerlos.

Síntomas

Un cálculo renal no suele causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por el riñón o pasa a uno de los uréteres. Los uréteres son los conductos que conectan los riñones y la vejiga.

Si un cálculo renal queda alojado en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina y hacer que el riñón se hinche y el uréter tenga espasmos, lo que puede ser muy doloroso. En ese momento, podrías experimentar los siguientes síntomas:

  • Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas
  • Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle
  • Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
  • Dolor o sensación de ardor al orinar

Otros signos y síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Orina de color rosado, rojo o marrón
  • Orina turbia o con olor desagradable
  • Necesidad constante de orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia u orinar en pequeñas cantidades
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre y escalofríos si existe una infección

El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (por ejemplo, puede trasladarse a una ubicación diferente o aumentar su intensidad) a medida que se desplaza a través de las vías urinarias.

Cuándo debes consultar a un médico

Pide una cita con el médico si tienes signos y síntomas que te preocupan.

Busca atención médica inmediata si presentas:

  • Dolor tan intenso que no puedes sentarte en posición derecha o encontrar una posición cómoda
  • Dolor acompañado por náuseas y vómitos
  • Dolor acompañado por fiebre y escalofríos
  • Sangre en la orina
  • Dificultad para orinar

Causas

Los cálculos renales, a menudo, no tienen una sola causa definida, aunque diversos factores pueden aumentar el riesgo de presentarlos.

Los cálculos renales se producen cuando la cantidad de sustancias que forman cristales, como el calcio, el oxalato y el ácido úrico, en la orina es mayor de la que pueden diluir los líquidos presentes en esta. Al mismo tiempo, la orina puede carecer de sustancias que impidan que los cristales se adhieran unos a otros, lo que crea un entorno ideal para la formación de cálculos renales.

Tipos de cálculos renales

Conocer el tipo de cálculo renal que tienes ayuda a determinar su causa, y te da un indicio de cómo reducir la formación de más cálculos renales. Si es posible, trata de guardar el cálculo renal si logras eliminarlo de tu cuerpo para que el médico pueda analizarlo.

Los tipos de cálculos renales son:

  • Cálculos de calcio. La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio, suelen producirse en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que produce el hígado diariamente o que se obtiene en la alimentación. Ciertas frutas y verduras, así como los frutos secos y el chocolate, tienen un alto contenido de oxalato.

    Los factores alimenticios, las altas dosis de vitamina D, la cirugía de baipás intestinal y varios trastornos metabólicos pueden aumentar la concentración de calcio u oxalato en la orina.

    Los cálculos de calcio también se pueden producir en forma de fosfato de calcio. Este tipo de cálculo es más común en trastornos metabólicos, como la acidosis tubular renal. También puede estar asociado con ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o las convulsiones, como el topiramato (Topamax, Trokendi XR, Qudexy XR).

  • Cálculos de estruvita. Los cálculos de estruvita se forman a partir de una infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, con muy pocos síntomas o pequeñas advertencias.
  • Cálculos de ácido úrico. Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que pierden demasiado líquido debido a la diarrea crónica o a la malabsorción, en aquellos que llevan una dieta rica en proteínas y en aquellos con diabetes o síndrome metabólico. Ciertos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de presentar cálculos de ácido úrico.
  • Cálculos de cistina. Estos cálculos se forman en personas con un trastorno hereditario llamado cistinuria que hace que los riñones excreten un aminoácido específico en grandes cantidades.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cálculos renales son los siguientes:

  • Antecedentes familiares o personales. Si alguien de tu familia ha tenido cálculos renales, es más probable que tú también los tengas. Si ya has tenido uno o más cálculos renales, el riesgo de que se forme otro es mayor.
  • Deshidratación. No beber suficiente agua todos los días puede aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Las personas que viven en climas cálidos y secos y las que sudan mucho pueden correr un mayor riesgo que otras.
  • Ciertas dietas. Consumir alimentos con grandes niveles de proteínas, sodio (sal) y azúcar puede aumentar el riesgo de que se formen algunos tipos de cálculos renales, como ocurre con las dietas ricas en sodio. El exceso de sal en la dieta aumenta la cantidad de calcio que deben filtrar los riñones e incrementa considerablemente el riesgo de tener cálculos renales.
  • Obesidad. Un índice de masa corporal alto, un perímetro de la cintura ancho y el aumento de peso se pueden asociar con un incremento del riesgo de tener cálculos renales.
  • Cirugía y enfermedades digestivas. La cirugía de baipás gástrico, la enfermedad intestinal inflamatoria o la diarrea crónica pueden causar cambios en el proceso digestivo que afectan a la absorción de calcio y agua, lo cual aumenta las cantidades de sustancias que forman cálculos en la orina.
  • Otras afecciones médicas como la acidosis tubular renal, la cistinuria, el hiperparatiroidismo y las infecciones recurrentes de las vías urinarias también pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales.
  • Ciertos suplementos y medicamentos, como la vitamina C, los suplementos alimentarios, los laxantes (cuando se usan en exceso), los antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión, pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales.

Diagnóstico

Si el médico sospecha que tienes un cálculo renal, es posible que te hagan pruebas y procedimientos de diagnóstico, como, por ejemplo, los siguientes:

  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden revelar un exceso de calcio o de ácido úrico en la sangre. Los resultados de los análisis de sangre sirven para controlar la salud de los riñones y pueden hacer que el médico quiera comprobar si tienes otras enfermedades.
  • Análisis de orina. El análisis de orina de 24 horas puede mostrar que estás eliminando demasiados minerales que forman cálculos o muy pocas sustancias que previenen la formación de cálculos. Para este análisis, el médico puede pedirte que hagas dos recogidas de orina en dos días consecutivos.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Las pruebas por imágenes pueden mostrar cálculos renales en las vías urinarias. La tomografía computarizada de alta velocidad o de doble energía puede revelar incluso cálculos diminutos. Los rayos X abdominales simples se usan con menos frecuencia porque pueden pasar por alto los cálculos renales pequeños.

    La ecografía, una prueba no invasiva que es rápida y fácil de realizar, es otra opción de prueba por imágenes para diagnosticar cálculos renales.

  • Análisis de los cálculos expulsados. Es posible que te pidan que orines a través de un filtro para retener los cálculos que lograron pasar. El análisis de laboratorio revelará la composición de los cálculos renales. El médico usa esta información para determinar el origen de los cálculos renales y establecer un plan para evitar que se formen otros.

Tratamiento

Glándulas paratiroides

Las cuatro pequeñas glándulas paratiroides, que están cerca de la tiroides, liberan la hormona paratiroidea. La hormona participa en el control de los niveles de los minerales calcio y fósforo en el cuerpo.

El tratamiento de los cálculos renales varía en función del tipo de cálculo y de la causa.

Cálculos pequeños con síntomas mínimos

La mayoría de los cálculos renales pequeños no requiere un tratamiento invasivo. Es posible que puedas expulsar un cálculo pequeño de las siguientes maneras:

  • Consumo de agua. Beber entre 2 y 3 cuartos de galón (1,8 a 3,6 litros) por día mantiene la orina diluida y puede prevenir la formación de cálculos. A menos que tu médico te indique lo contrario, bebe suficiente líquido, idealmente agua, para que la orina sea transparente o casi transparente.
  • Analgésicos. Expulsar un cálculo pequeño puede provocar cierta molestia. Para aliviar el dolor leve, es posible que el médico te recomiende analgésicos, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) o naproxeno sódico (Aleve).
  • Tratamiento médico. El médico puede administrarte un medicamento para ayudarte a expulsar el cálculo renal. Este tipo de medicamento, conocido como alfabloqueador, relaja los músculos del uréter y te ayuda a expulsar el cálculo renal más rápido y con menos dolor. Los alfabloqueadores incluyen, por ejemplo, tamsulosina (Flomax) y la combinación de dutasterida y tamsulosina (Jalyn).

Cálculos grandes y cálculos que producen síntomas

Los cálculos renales que son demasiado grandes para expulsar con la orina o que causan hemorragias, daños en los riñones o infecciones de las vías urinarias en curso pueden requerir un tratamiento más extenso. Los procedimientos pueden incluir:

  • Usar ondas sonoras para romper los cálculos. Para ciertos cálculos renales, según el tamaño y la ubicación, el médico puede recomendar un procedimiento llamado "litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOCH)".

    La litotricia extracorpórea por ondas de choque usa ondas sonoras para crear vibraciones fuertes (ondas de choque) que rompen los cálculos en pequeños pedazos para que puedan expulsarse con la orina. El procedimiento dura entre 45 y 60 minutos y puede producir dolor moderado; por lo tanto, es posible que estés sedado o que te den anestesia suave para que te sientas cómodo.

    La litotricia extracorpórea por ondas de choque puede provocar sangre en la orina, formación de hematomas en la espalda o en el abdomen, sangrado alrededor del riñón y otros órganos cercanos, y molestias cuando eliminas los fragmentos del cálculo a través de las vías urinarias.

  • Cirugía para extraer los cálculos renales muy grandes. Un procedimiento llamado "nefrolitotomía percutánea" consiste en la extracción quirúrgica de un cálculo renal mediante instrumentos y telescopios pequeños que se introducen a través de una pequeña incisión que se realiza en la espalda.

    Te darán una anestesia general durante la cirugía y permanecerás en el hospital durante uno o dos días para recuperarte. Su médico puede recomendar esta cirugía si la litotricia extracorpórea por ondas de choque no tiene éxito.

  • Usar un endoscopio para extraer los cálculos. Para extraer un cálculo pequeño alojado en el uréter o en el riñón, el médico puede introducir un tubo delgado que posee una luz y una cámara (ureteroscopio) a través de la uretra y de la vejiga hasta llegar al uréter.

    Una vez que se localiza el cálculo, las herramientas especiales pueden atrapar el cálculo y romperlo en trozos que se eliminarán con la orina. Después, el médico puede colocar un pequeño tubo (estent) en el interior del uréter para mejorar la hinchazón y promover la cicatrización. Posiblemente, necesites anestesia local o general durante este procedimiento.

  • Cirugía de la glándula paratiroides. Algunos cálculos de fosfato de calcio se forman a causa de glándulas paratiroides hiperactivas, las cuales están ubicadas en los cuatro extremos de la glándula tiroides, justo debajo de la nuez de Adán. Cuando esas glándulas producen demasiada hormona paratiroidea (hiperparatiroidismo), los niveles de calcio pueden aumentar demasiado y, en consecuencia, se pueden formar cálculos renales.

    A veces, el hiperparatiroidismo aparece cuando se forma un pequeño tumor benigno en una de las glándulas paratiroides o si manifiestas otra afección que hace que estas glándulas produzcan más hormona paratiroidea. Extirpar el crecimiento de la glándula detiene la formación de los cálculos renales. O bien, tu médico puede recomendarte un tratamiento para la afección que provoca que las glándulas paratiroides produzcan la hormona.

Prevención

La prevención de los cálculos renales puede requerir una combinación de cambios de estilo de vida y de medicamentos.

Cambios en el estilo de vida

Cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de cálculos renales:

  • Bebe agua todo el día. En el caso de las personas con antecedentes de cálculos renales, los médicos suelen recomendar que beban suficientes líquidos para eliminar unos 2,1 cuartos de galón (2 litros) de orina al día. Tu médico puede pedirte que midas la cantidad de orina que eliminas para asegurarse de que bebes suficiente agua.

    Si vives en un lugar de clima caluroso y seco, o si haces ejercicios con frecuencia, tal vez tengas que beber más cantidad de agua para producir suficiente orina. Si la orina es clara y transparente, es probable que estés tomando la cantidad suficiente de agua.

  • Consume menos alimentos ricos en oxalatos. Si tienes tendencia a formar cálculos de oxalato de calcio, tu médico puede recomendarte que reduzcas los alimentos ricos en oxalatos. Entre ellos se encuentran el ruibarbo, la remolacha, el quimbombó, las espinacas, la acelga suiza, las batatas, los frutos secos, el té, el chocolate, la pimienta negra y los productos de soja.
  • Elige una dieta con bajo contenido de sal y proteínas animales. Reduce la cantidad de sal que comes y elige fuentes de proteína no animales, como las legumbres. Considera usar un sustituto de la sal, como Mrs. Dash.
  • Sigue consumiendo alimentos ricos en calcio, pero ten cuidado con los suplementos de calcio. El calcio de los alimentos no afecta el riesgo de cálculos renales. Sigue consumiendo alimentos ricos en calcio, a menos que tu médico te aconseje lo contrario.

    Pregúntale a tu médico antes de tomar suplementos de calcio, ya que estos se asociaron con un aumento del riesgo de cálculos renales. Puedes reducir el riesgo si tomas los suplementos junto con las comidas. En algunas personas, las dietas con bajo contenido de calcio pueden aumentar la formación de cálculos renales.

    Pídele a tu médico que te derive a un dietista para que te ayude a elaborar un plan de alimentación a fin de reducir el riesgo de tener cálculos renales.

Medicamentos

Los medicamentos pueden controlar la cantidad de minerales y sales en la orina y pueden ser útiles para aquellas personas que desarrollan ciertos tipos de cálculos. El tipo de medicamento que te prescriba el médico dependerá de la clase de cálculo renal que tengas. A continuación se describen algunos ejemplos:

  • Cálculos de calcio. Para prevenir la formación de cálculos de calcio, el médico puede recetarte un diurético con tiazida o una preparación que contenga fosfato.
  • Cálculos de ácido úrico. El médico puede recetarte alopurinol (Zyloprim, Aloprim) para bajar los niveles de ácido úrico en la sangre y en la orina, además de un medicamento para que la orina se mantenga alcalina. En algunos casos, el alopurinol y un agente alcalinizante pueden disolver los cálculos de ácido úrico.
  • Cálculos de estruvita. Para prevenir los cálculos de estruvita, el médico puede recomendar estrategias para mantener la orina libre de bacterias que producen infecciones, incluida la ingesta de líquidos para mantener un buen flujo de orina y la micción frecuente. En casos poco frecuentes, el uso prolongado de antibióticos en dosis pequeñas o intermitentes puede ayudar a lograr este objetivo. Por ejemplo, para tratar los cálculos renales, el médico puede recomendarte un antibiótico antes y un tiempo después de la cirugía.
  • Cálculos de cistina. El médico puede recomendarte que bebas más líquidos para que produzca mucha más orina, además de una dieta baja en sal y proteínas. Si eso solo no ayuda, el médico también puede recetarte un medicamento que aumente la solubilidad de la cistina en la orina.

Preparación antes de la cita

El médico de cabecera puede tratar los cálculos renales pequeños que no bloquean el riñón ni causan otros problemas. Pero si tienes un cálculo renal grande y padeces dolor intenso o problemas renales, el médico puede derivarte a un especialista que trate problemas en las vías urinarias (urólogo o nefrólogo).

Qué puedes hacer

Para prepararte para la cita:

  • Pregunta si hay algo que debes hacer antes de la cita, como limitar tu dieta.
  • Toma nota de tus síntomas, incluso de los que parezcan no tener relación con los cálculos renales.
  • Haz un seguimiento de la cantidad de líquido que bebes y que orinas durante un período de 24 horas.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Asiste a la consulta con un familiar o con un amigo, si es posible, para que te ayude a recordar lo que hablas con el médico.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

En el caso de los cálculos renales, algunas preguntas básicas son:

  • ¿Tengo un cálculo renal?
  • ¿De qué tamaño es el cálculo renal?
  • ¿Dónde está ubicado el cálculo renal?
  • ¿Qué tipo de cálculo renal tengo?
  • ¿Necesitaré medicamentos para tratar mi enfermedad?
  • ¿Necesitaré una cirugía u otro procedimiento?
  • ¿Cuál es la probabilidad de que desarrolle otro cálculo renal?
  • ¿Cómo puedo prevenir los cálculos renales en el futuro?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlos de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debería consultar a un especialista? De ser así, ¿el seguro suele cubrir los servicios de un especialista?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
  • ¿Tienes algún material educativo que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
  • ¿Necesito una consulta de seguimiento?

Aparte de las preguntas que preparas con anticipación, no dudes en hacer otras a medida que se te ocurran durante la cita.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?
  • ¿Tienes algún familiar que haya tenido cálculos renales?
Last Updated: June 3rd, 2022