Leucemia de células pilosas
Este tipo de cáncer de crecimiento lento no siempre necesita un tratamiento inmediato. Cuando se requiere tratamiento para la tricoleucemia, este suele empezar con quimioterapia.
Perspectiva general
La tricoleucemia es un cáncer que se produce en los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos luchan contra los gérmenes. Existen algunos tipos diferentes de glóbulo blancos. Los glóbulos blancos implicados en la tricoleucemia se llaman células B. Estas células también se conocen como linfocitos B.
En un caso de tricoleucemia, el cuerpo genera demasiadas células B. Las células no lucen como células B sanas. Por el contrario, han sufrido cambios y se han transformado en células leucémicas. Las células leucémicas tienen un aspecto "velloso" cuando se observan bajo un microscopio.
Las células de la tricoleucemia permanecen vivas cuando las células sanas hubieran muerto como parte del ciclo de vida celular natural. Las células leucémicas se acumulan en el cuerpo y causan los síntomas.
A menudo, la tricoleucemia empeora gradualmente. Es posible que el tratamiento no sea necesario de inmediato. De ser necesario, el tratamiento suele consistir en quimioterapia.
Los científicos descubrieron un tipo de cáncer que luce como tricoleucemia, pero que empeora con mayor velocidad. Este otro tipo de cáncer se denomina variante de tricoleucemia. Se considera un tipo de cáncer distinto de la tricoleucemia, aunque tenga un nombre similar.
Síntomas
Es posible que la tricoleucemia no cause síntomas. A veces, el proveedor de atención médica la detecta por accidente en un análisis de sangre que se hace por otra afección.
Cuando la tricoleucemia causa síntomas, estos pueden incluir lo siguiente:
- Una sensación de saciedad en el abdomen que puede hacer que sea incómodo comer más de una cantidad pequeña a la vez
- Fatiga
- Moretones que se producen con facilidad
- Infecciones recurrentes
- Debilidad
- Pérdida de peso de forma no intencional
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes signos y síntomas persistentes que te preocupan, programa una cita con el proveedor de atención médica.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la tricoleucemia,
un tipo de cáncer que comienza en los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos ayudan a combatir los gérmenes en el organismo. Existen varios tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos blancos implicados en la tricoleucemia se denominan “células B”.
La tricoleucemia se produce cuando las células B sufren cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene todas las instrucciones que le señalan a la célula qué hacer. Los cambios les indican a las células B que se multipliquen en exceso, lo que da lugar a la producción de muchas células que no funcionan correctamente y que permanecen vivas cuando las células sanas mueren como parte del ciclo de vida celular natural.
Las células B que no funcionan correctamente desplazan a las células sanguíneas sanas en la médula ósea y otros órganos. Esto provoca los síntomas y las complicaciones de la tricoleucemia. Por ejemplo, las células sobrantes pueden causar hinchazón en el bazo, el hígado y los ganglios linfáticos. Si no hay suficiente espacio para las células sanguíneas sanas, esto puede provocar infecciones frecuentes, aparición de moretones con facilidad y sensación de mucho cansancio.
Factores de riesgo
El riesgo de sufrir tricoleucemia puede ser más elevado en las siguientes personas:
- Adultos mayores. La tricoleucemia puede suceder a cualquier edad; sin embargo, la mayoría de las personas a las que se les diagnostica tricoleucemia tienen entre 50 y 70 años. Es poco frecuente en niños.
- Hombres. La tricoleucemia puede darse en personas de cualquier género; sin embargo, es más frecuente en los hombres.
Complicaciones
A menudo, la tricoleucemia empeora muy gradualmente. En ocasiones, se estabiliza durante muchos años. Por esta razón, pueden suceder algunas complicaciones de la enfermedad.
Cantidad muy baja de células sanguíneas sanas
Si hay demasiadas células leucémicas en el cuerpo, estas pueden desplazar a las células sanguíneas sanas. Esto puede ocasionar lo siguiente:
- Infecciones. El cuerpo necesita glóbulos blancos sanos para luchar contra los gérmenes. Si el cuerpo no puede producir la cantidad suficiente de glóbulos blancos sanos, podrías tener más infecciones.
- Sangrado. El cuerpo necesita tener plaquetas sanas para poder controlar el sangrado. Si tienes un nivel bajo de plaquetas en la sangre, es posible que notes que te salen moretones con mayor facilidad. También podrías tener sangrados en la nariz o en las encías.
- Anemia. El cuerpo necesita glóbulos rojos sanos para transportar el oxígeno por todo el cuerpo. Tener una cantidad muy baja de glóbulos rojos se conoce como anemia. La anemia puede hacer que te sientas muy cansado.
Aumento del riesgo de otros tipos de cáncer
Algunos estudios han demostrado que las personas con tricoleucemia pueden tener un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer. Los otros tipos de cáncer pueden incluir el linfoma no hodgkiniano, el linfoma de Hodgkin y otros. No resulta claro si los otros tipos de cáncer son causados por la tricoleucemia o por los tratamientos oncológicos.
Diagnóstico
Para diagnosticar la tricoleucemia, el proveedor de atención médica puede recomendar lo siguiente:
- Exploración física. El proveedor de atención médica puede palparte el bazo para ver si está demasiado grande. El bazo es un órgano de forma ovalada que se encuentra en la parte superior izquierda del abdomen. Si está demasiado grande, es posible que tengas una sensación de hinchazón en el vientre. Además, podrías sentir dolor o malestar al comer.
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Análisis de sangre. Es posible que te hagan un análisis de sangre para medir los niveles de células sanguíneas en la sangre. Esta prueba se denomina “hemograma completo con diferencial”.
Tienes tres tipos principales de células sanguíneas en la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Cuando tienes tricoleucemia, el hemograma completo puede indicar que todos los niveles de estas células son demasiado bajos.
Otro tipo de análisis de sangre podría consistir en observar una muestra de sangre a través del microscopio. Esta prueba puede detectar células de tricoleucemia y se denomina “frotis de sangre periférica”.
- Biopsia de médula ósea. Una biopsia de médula ósea es un procedimiento mediante el cual se extrae una parte de la médula ósea para analizarla. El proveedor de atención médica extraerá una pequeña cantidad de médula ósea del área de la cadera. Esta muestra se utilizará para detectar las células de tricoleucemia.
- Análisis de laboratorio para analizar las células de leucemia. Las células de tricoleucemia que se obtienen de la muestra de médula ósea se analizan en un laboratorio. Estas pruebas se realizan para analizar los cambios en el ADN de las células. De esta forma, el proveedor de atención médica podrá comprender tu pronóstico y qué tratamientos son los más adecuados para ti.
- Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada muestra imágenes detalladas del interior del cuerpo. El proveedor de atención médica puede indicar este tipo de examen para detectar hinchazón en el bazo y los ganglios linfáticos.
Tratamiento
Los tratamientos para la tricoleucemia son buenos para controlar esta enfermedad, pero no hacen que desaparezca por completo. En su lugar, los tratamientos permiten controlar el cáncer para que puedas continuar con tu vida normal. Las personas que padecen tricoleucemia pueden vivir muchos años con esta enfermedad.
Es posible que el tratamiento no sea necesario de inmediato
El tratamiento de la tricoleucemia no siempre debe iniciarse de inmediato. Este tipo de cáncer, por lo general, empeora muy lentamente. Puedes optar por esperar y recibir tratamiento cuando el cáncer comience a dar síntomas.
Si no recibes tratamiento, tendrás citas médicas periódicas con el proveedor de atención médica. Es posible que te hagan análisis de sangre para ver si la tricoleucemia empeora.
Es posible que decidas iniciar el tratamiento si aparecen síntomas de tricoleucemia. La mayoría de las personas con tricoleucemia, en algún momento, necesitan tratamiento.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos en el que se utilizan fármacos potentes para destruir las células cancerosas. Suele ser el primer tratamiento para la tricoleucemia, ya que resulta muy eficaz para combatir esta afección. La mayoría de las personas logran una remisión completa o parcial después de la quimioterapia. El término “remisión” significa que no hay signos de cáncer.
La quimioterapia para la tricoleucemia se puede administrar en forma de inyección, o bien como infusión en una vena.
Si la tricoleucemia reaparece, el proveedor de atención médica podría recomendar que se repita la quimioterapia con el mismo fármaco o que se pruebe con otro diferente. Otra opción puede ser la terapia dirigida con medicamentos.
Tratamiento dirigido con fármacos
Los tratamientos dirigidos con fármacos atacan sustancias químicas específicas que están presentes dentro de las células cancerosas. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos con fármacos pueden destruir las células cancerosas.
Los tratamientos dirigidos con fármacos suelen ser el primer tratamiento para la tricoleucemia. También pueden usarse con quimioterapia. Este tipo de terapia dirigida suele considerarse con mucha más frecuencia si el cáncer vuelve a aparecer tras la quimioterapia.
El proveedor de atención médica hará analizar tus células cancerosas para determinar si el tratamiento dirigido con fármacos podría ser eficaz para tu caso.
Medicina alternativa
No hay medicamentos alternativos para tratar la tricoleucemia. Pero sí pueden ayudar de otra manera. Pueden ayudarte a lidiar con el estrés de un diagnóstico de cáncer y los efectos secundarios del tratamiento.
Habla con el proveedor de atención médica acerca de tus opciones, como las siguientes:
- Terapia artística
- Ejercicio
- Meditación
- Musicoterapia
- Ejercicios de relajación
- Espiritualidad
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Un diagnóstico de cáncer puede ser abrumador. Para ayudarte a afrontar esta situación, podrías considerar intentar lo siguiente:
- Obtén información suficiente para tomar decisiones sobre tu atención médica con tranquilidad. Obtén información acerca del tratamiento para la tricoleucemia y el cáncer. Es posible que esto te ayude a sentir más confianza para tomar decisiones sobre el tratamiento. Pídele al proveedor de atención médica que te brinde fuentes de información confiables para empezar.
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Comunícate con otros sobrevivientes de cáncer. Los amigos y la familia constituyen una red de apoyo importante durante tu experiencia con el cáncer, pero no siempre pueden entender lo que es enfrentar el cáncer. Otros sobrevivientes del cáncer pueden ser una red de apoyo única.
Pregunta a tus proveedor de atención médica sobre grupos de apoyo u organizaciones comunitarias que puedan conectarte con otros sobrevivientes de cáncer. Las organizaciones como Hairy Cell Leukemia Foundation (Fundación para la Tricoleucemia) y la Leukemia & Lymphoma Society (Sociedad de Leucemia y Linfoma) ofrecen maneras de conectarse con otros por internet.
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Cuídate. No puedes controlar la reaparición de la tricoleucemia, pero sí puedes controlar otros aspectos de tu salud.
Cuídate con una alimentación equilibrada compuesta por una gran cantidad de frutas y verduras. Haz ejercicio con regularidad. Duerme lo suficiente para levantarte con una sensación de descanso. Busca formas saludables de lidiar con las tensiones en tu vida diaria.
Preparación antes de la cita
Comienza por consultar a tu proveedor de atención médica habitual si tienes síntomas que te preocupan. Si el proveedor de atención médica sospecha que puedes tener tricoleucemia, es posible que te sugiera que consultes con un especialista. Puede ser un médico que trate las enfermedades de la sangre y la médula ósea. A este médico se lo conoce como hematólogo.
Las citas médicas pueden ser breves, por lo que se aconseja estar bien preparado. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte.
Lo que puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, asegúrate de preguntar si hay algo que debes hacer previamente. Por ejemplo, es posible que debas restringir tu alimentación.
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
- Anota tu información personal esencial, como situaciones estresantes o cambios recientes en tu vida que sean importantes.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomes.
- Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita médica. La persona que te acompañe podría ayudarte a recordar información que tú pasaste por alto u olvidaste.
- Escribe preguntas para hacerle al médico.
El tiempo con el proveedor de atención médica es breve. Prepara una lista de preguntas con antelación para que puedas aprovechar al máximo el tiempo que estén juntos. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. Si tienes tricoleucemia, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
- ¿Necesitaré tratamiento para la tricoleucemia?
- Si no recibo tratamiento, ¿la leucemia empeorará?
- Si necesito tratamiento, ¿cuáles son mis opciones?
- ¿El tratamiento curará la tricoleucemia?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios de cada opción de tratamiento?
- ¿Hay algún tratamiento que considere más adecuado para mí?
- ¿De qué forma el tratamiento oncológico afectará mi vida diaria?
- Tengo otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas conjuntamente?
- ¿Hay alguna restricción que deba seguir?
- ¿Debería consultar a un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar más tiempo para hablar de los temas que quieras tratar. El proveedor de atención médica podría hacerte estas preguntas:
- ¿Cuándo comenzaste a tener síntomas?
- ¿Has tenido síntomas de forma continua u ocasional?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?
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