Miopía
¿Estás cansado de entrecerrar los ojos para ver objetos distantes? Existen opciones de tratamiento eficaces para esta afección ocular, y están surgiendo algunas opciones preventivas.
Perspectiva general
La miopía es una afección común de la visión en la que los objetos cercanos se ven claros, pero los objetos lejanos se ven borrosos. Miopía es un término médico. Se produce cuando la forma del ojo, o la forma de determinadas partes del ojo, hace que los rayos de luz se desvíen o refracten. Los rayos de luz que se deberían enfocar en los tejidos nerviosos de la parte posterior del ojo, o retina, se enfocan delante de la retina.
La miopía suele aparecer durante la infancia y la adolescencia. Por lo general, se estabiliza entre los 20 y los 40 años. Suele ser hereditaria.
Un examen básico de los ojos puede confirmar la miopía. Puedes corregir la visión borrosa con anteojos, lentes de contacto o cirugía refractaria.
Síntomas
Algunos de los síntomas de la miopía son los siguientes:
- Visión borrosa al mirar objetos que están lejos
- Necesidad de entrecerrar los párpados para ver con claridad
- Dolores de cabeza
- Fatiga ocular
Los niños en edad escolar pueden tener dificultad para ver cosas escritas en pizarras o proyecciones de pantalla en clase. Es posible que los niños más pequeños no expresen dificultad para ver, pero pueden tener los siguientes comportamientos, que indican dificultad para ver:
- Entrecerrar los ojos constantemente
- Parecer no ser conscientes de los objetos lejanos
- Parpadear con frecuencia
- Frotarse los ojos con frecuencia
- Sentarse cerca del televisor o acercar las pantallas a la cara
Los adultos con miopía pueden tener dificultad para leer señales en la calle o letreros en una tienda. Algunas personas ven borroso cuando la luz es tenue, como al conducir de noche, aunque ven de forma clara por el día. Esta afección recibe el nombre de miopía.
Cuándo debes consultar con un médico
Solicita una cita con un oftalmólogo si tu hijo muestra algún signo de problemas de visión o si un profesor te informa de posibles problemas.
Programa una cita para ti si notas un cambio en la visión, tienes dificultades para realizar tareas, como conducir, o consideras que la calidad de la visión te impide disfrutar de las actividades.
Solicita atención médica de emergencia si tienes algunos de los siguientes síntomas:
- Aparición repentina de muchas moscas volantes, que son motas o líneas diminutas que parecen ir a la deriva por el campo de visión
- Destellos de luz en uno o ambos ojos
- Una sombra gris parecida a una cortina que cubre todo o parte del campo de visión
- Una sombra en la visión exterior, o lateral o periférica
Estos son signos de advertencia de que la retina se está desprendiendo de la parte posterior del ojo. Esta afección es una emergencia médica que requiere un tratamiento rápido. Una miopía considerable se asocia a más riesgo para desprendimiento de retina.
Exámenes oculares periódicos
Puede ocurrir que tanto los niños como los adultos no sean conscientes de los problemas de visión o de los cambios que se producen progresivamente. La American Academy of Ophthalmology (Academia Estadounidense de Oftalmología) recomienda realizar exámenes periódicos de los ojos para garantizar un diagnóstico y un tratamiento oportunos.
Niños y adolescentes
El pediatra u otro profesional de atención médica de tu hijo realizará exámenes relativamente sencillos para comprobar el estado de salud de los ojos de tu hijo en el momento del nacimiento, entre los 6 y los 12 meses, y entre los 12 y los 36 meses. Si hay algún problema, se te puede remitir a un oftalmólogo, que es un médico especializado en la salud y el cuidado de los ojos.
Los exámenes para los ojos son pruebas para saber si hay problemas en la visión. Un pediatra, un oftalmólogo, un optometrista u otro proveedor de atención médica capacitado puede realizar un examen de detección. Los exámenes para los ojos se ofrecen a menudo en los colegios o centros comunitarios.
Los momentos recomendados para realizar los exámenes de detección son los siguientes:
- Al menos una vez entre los 3 y 5 años
- Antes de ir al jardín de infantes, normalmente a los 5 o 6 años
- Una vez al año hasta el final de la escuela secundaria
Si se identifica un problema en una prueba que forma parte de los exámenes de detección, es probable que debas programar un examen ocular completo con un optometrista u oftalmólogo.
Adultos
La American Academy of Ophthalmology (Academia Estadounidense de Oftalmología) recomienda que los adultos sanos sin problemas conocidos de visión ni enfermedades oculares se sometan a un examen ocular completo según la siguiente programación:
- Al menos una vez entre los 20 y 29 años
- Al menos dos veces entre los 30 y 39 años
- Cada 2 a 4 años desde los 40 hasta los 54 años
- Cada 1 a 3 años desde los 55 hasta los 64 años
- Cada 1 a 2 años después de los 65 años
Si tienes diabetes, antecedentes familiares de enfermedades oculares, presión arterial alta u otros riesgos para enfermedades cardíacas o vasculares, es probable que necesites exámenes oculares con más periodicidad. Además, es probable que necesites más exámenes periódicos si ya usas anteojos o lentes de contacto graduadas, o si te has sometido a una cirugía de corrección de la visión. El profesional de atención médica o el oftalmólogo pueden recomendarte la frecuencia con la que deben hacerte un examen.
Causas
El ojo tiene dos partes encargadas de enfocar las imágenes:
- La córnea es la superficie transparente con forma de domo que está en la parte frontal del ojo.
- El cristalino es una estructura transparente de tamaño y forma similares a los de un frijol pinto.
Para poder ver, la luz tiene que pasar por la córnea y el cristalino. Estas partes del ojo curvan o refractan la luz para que esta se enfoque directamente en la retina, en la parte posterior del ojo. Estos tejidos convierten la luz en señales que se envían al cerebro, lo que te permite percibir imágenes.
Errores de refracción
La miopía es un error de refracción. Este problema ocurre cuando la forma o el estado de la córnea, o la forma del ojo en sí, hace que no se enfoque bien la luz que pasa por el ojo.
La miopía suele deberse a que el ojo es muy largo o tiene una forma ovalada en lugar de redonda. También puede deberse a que la curva de la córnea es demasiado pronunciada. Estos cambios hacen que los rayos de luz lleguen a un punto delante de la retina y se crucen. Los mensajes enviados de la retina al cerebro se perciben borrosos.
Otros errores de refracción incluyen los siguientes:
- Hipermetropía. En la hipermetropía, el globo ocular es más corto que en un ojo normal o la córnea tiene muy poca curvatura. Algunas personas perciben objetos que están lejos con cierta claridad, pero ven borrosos los objetos que están cerca. Para algunas personas con hipermetropía, los objetos se ven borrosos en todas las distancias.
- Astigmatismo. El astigmatismo ocurre cuando la córnea o el cristalino se curvan más pronunciadamente en una dirección que en otra. La visión se distorsiona o es borrosa en todas las distancias.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar miopía, tales como los siguientes:
- Genética. La miopía suele heredarse. Si alguno de tus progenitores tiene miopía, se aumenta el riesgo de que desarrolles la afección. El riesgo es aún más alto si el padre y la madre tienen miopía.
- Actividades prolongadas que requieren visión de cerca. Leer o realizar otras actividades de cerca durante mucho tiempo se relaciona con más riesgo para miopía.
- Tiempo frente a las pantallas. Los estudios han demostrado que los niños que usan computadoras o dispositivos inteligentes durante mucho tiempo tienen un riesgo más alto para miopía.
- Condiciones ambientales. Algunos estudios apoyan la idea de que pasar poco tiempo al aire libre puede aumentar el riesgo para miopía.
Complicaciones
La miopía se asocia con una variedad de complicaciones, como las siguientes:
- Malas experiencias escolares. Los niños con miopía u otros problemas de visión pueden retrasarse en la lectura u otras aptitudes académicas, tener dificultad con las interacciones sociales y baja autoestima.
- Reducción de la calidad de vida. Si la miopía no se corrige, puede impedirte realizar bien las tareas cotidianas o disfrutar de las actividades.
- Fatiga ocular. Si no se corrige, la miopía puede causar fatiga ocular persistente y dolores de cabeza.
- Menor seguridad. Tu seguridad y la de los demás puede verse comprometida si tienes un problema de visión. Esto puede ser realmente grave si conduces un automóvil u operas maquinarias pesadas.
- Otros problemas de los ojos. La miopía aguda te pone en un riesgo más alto para desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas y otras afecciones oculares graves.
Diagnóstico
La miopía se diagnostica mediante un examen básico de los ojos. Es probable que el oftalmólogo te pregunte por tus antecedentes médicos o los de tu hijo, y te pregunte por los medicamentos que tomas.
Examen de la agudeza visual
En el examen de la agudeza visual, se evalúa si tu visión es aguda a una cierta distancia. Te cubres un ojo, y el oftalmólogo te pide que leas una tabla optométrica con letras o símbolos de distintos tamaños. Después, haces lo mismo con el otro ojo. Hay tablas especiales diseñadas para niños muy pequeños.
Prueba con foróptero
En esta prueba, lees una tabla optométrica mientras miras a través de un dispositivo que tiene diferentes lentes. Esta prueba ayuda a determinar una graduación adecuada para corregir los problemas de visión.
Otras pruebas para comprobar la salud ocular
Tu oftalmólogo puede realizar otras pruebas sencillas para comprobar lo siguiente:
- La respuesta de las pupilas a la luz
- El movimiento ocular
- La visión lateral o periférica
- La presión en los ojos
- El estado de la córnea, la pupila, el cristalino y los párpados
Examen del interior del ojo
Tu oftalmólogo usará una lente específica con una luz para examinar el estado de la retina y el nervio óptico. Es probable que el especialista te ponga gotas en los ojos para dilatarlos. Esto permite ver mejor el interior del ojo. Es probable que los ojos queden sensibles a la luz durante unas horas. Usa unas gafas de sol que te proporcionará el especialista o las tuyas.
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento de la miopía es mejorar la visión. Para ello, ayuda a enfocar la luz en la retina mediante el uso de lentes correctivas o con cirugía refractaria. Controlar la miopía también incluye recibir un vigilancia regular para detectar complicaciones de la afección, como glaucoma, cataratas y desprendimiento de retina.
Lentes con receta
Al usar lentes correctoras para tratar la miopía, se contrarresta el aumento de la curvatura de la córnea o la mayor longitud del ojo. Algunos de los tipos de lentes graduadas son los siguientes:
- Anteojos. Usar anteojos es una manera simple y segura de corregir los problemas de la vista que causa la miopía. Las lentes de los anteojos también pueden estar diseñadas para corregir una combinación de errores de refracción, como la miopía, el astigmatismo o la presbicia.
- Lentes de contacto. Las lentes de contacto son unos pequeños discos de plástico que se colocan directamente en la córnea. Una sola lente de contacto puede corregir más de un error de refracción. Hay muchos materiales y requisitos de atención médica. Un proveedor de atención médica ocular puede recomendar las lentes de contacto más apropiadas para tu graduación y estilo de vida.
Cirugía refractaria
La cirugía refractiva reduce la necesidad de usar anteojos y lentes de contacto. El cirujano ocular usa láser para remodelar la córnea, lo que disminuye la necesidad de usar anteojos graduados para la miopía. Incluso después de la cirugía, es posible que necesites usar anteojos en algún momento.
- Queratomileusis in situ asistida por láser (cirugía LASIK, por sus siglas en inglés). Con este procedimiento, el cirujano de ojos crea un colgajo articulado delgado en la córnea. Luego, el cirujano emplea un láser para quitar tejido de la córnea a fin de aplanar su forma redondeada. La recuperación posterior a la cirugía LASIK suele ser más rápida y ocasiona menos malestar que las otras cirugías de córnea.
- Queratectomía subepitelial asistida por láser (cirugía LASEK, por sus siglas en inglés). El cirujano crea un colgajo ultradelgado solo en el epitelio, que es la cubierta protectora externa de la córnea. Se utiliza un láser para remodelar la córnea y aplanar su curvatura. Luego, el epitelio se coloca nuevamente en su lugar.
- Queratectomía fotorrefractiva. Este procedimiento es similar a la cirugía LASEK, excepto que el cirujano extrae el epitelio completo. A continuación, el cirujano utiliza el láser para remodelar la córnea. Una lente de contacto protectora temporal cubre la córnea hasta que el epitelio vuelve a formarse de manera natural y constituye la nueva forma de la córnea.
- Extracción lenticular por incisión pequeña. En este procedimiento, no hay colgajo ni extracción del epitelio. En su lugar, se utiliza un láser para cortar un lentículo, que es una pequeña pieza de la córnea en forma de disco. Luego, se retira el lentículo mediante una incisión muy pequeña en la córnea.
Los tratamientos quirúrgicos no son una opción para todas las personas con miopía. La cirugía solo se recomienda si la miopía deja de avanzar. Tu cirujano te explicará los beneficios y riesgos de las opciones de tratamiento quirúrgico.
Tratamientos para ralentizar o detener la evolución de la miopía
Los investigadores y los profesionales de la salud continúan buscando enfoques más eficaces para detener la progresión de la miopía en niños y adolescentes. Las terapias más prometedoras incluyen las siguientes:
- Atropina. Las gotas de atropina se usan con frecuencia para dilatar la pupila del ojo, a menudo como parte de los exámenes de la vista o antes y después de la cirugía ocular. La atropina en dosis bajas también puede retardar la evolución de la miopía.
- Pasar más tiempo en exteriores. Pasar tiempo en el exterior durante la infancia, la adolescencia y los primeros años de la adultez puede disminuir el riesgo de tener miopía más adelante.
- Lentes de contacto de doble enfoque. Se ha comprobado que un tipo de lente de contacto de doble enfoque hace algo más lento el desarrollo de la miopía.
- Ortoqueratología. Una lente de contacto rígida, que se usa por las noches de manera temporaria, modifica la forma de la córnea. Este tipo de lente no se lleva durante el día. Varios estudios han demostrado que esta terapia puede hacer más lento el avance de la miopía.
Estilo de vida y remedios caseros
Algunos de los pasos que puedes poner en práctica para favorecer la salud ocular y la visión incluyen los siguientes:
- Tener exámenes oculares regulares
- Proteger los ojos del sol
- Usar anteojos de protección cuando hagas deporte o trabajos que puedan dañar los ojos
- Usar una buena iluminación cuando leas o trabajes
- Usar lentes correctoras graduadas según se indique
- Cuidar de los anteojos o las lentes de contacto graduados según se indique
- Descansar la vista cada 20 minutos de la computadora u otro trabajo en el que tengas que mirar de cerca y dirigir la vista a algo que esté a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos
- Alimentarse de manera saludable
- Hacer ejercicio regularmente
- Controlar las enfermedades, como la presión arterial alta o la diabetes, que puedan afectar la visión
- No fumar
Preparación antes de la cita
Proveedor de atención médica ocular
Es posible que encuentres tres tipos de especialistas cuando busques ayuda para tratar trastornos oculares:
- Oftalmólogo. Un oftalmólogo es un especialista en los ojos con un título de doctor en medicina o en osteopatía que realizó una residencia de oftalmología. Los oftalmólogos están capacitados para realizar exploraciones oculares completas, recetar lentes correctoras, diagnosticar y tratar trastornos oculares comunes y complejos, y realizar cirugías oculares.
- Optometrista. Un optometrista tiene el título de doctor en optometría. Los optometristas están capacitados para llevar a cabo evaluaciones oculares completas, recetar lentes correctivas, y diagnosticar y tratar trastornos visuales comunes.
- Ópticos. Un óptico es un especialista que se encarga de ayudar a las personas al preparar sus anteojos o lentes de contacto según las prescripciones del oftalmólogo o del optometrista. En algunos estados, los ópticos deben estar matriculados. Los ópticos no están capacitados para diagnosticar o tratar enfermedades oculares.
Lo que puedes hacer
- Si ya usas anteojos, llévalos a la cita médica. El oftalmólogo tiene un aparato que mide la graduación de tus anteojos actuales. Si usas lentes de contacto, lleva a la cita un estuche vacío para lentes de contacto para cada ojo.
- Haz una lista de los síntomas que presentas, como dificultad para leer de cerca o para conducir de noche.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomas.
- Prepara una lista de preguntas para hacerle al oftalmólogo.
Preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al máximo tu visita. Si tienes miopía, algunas preguntas básicas que puedes hacer incluyen las siguientes:
- ¿Cuándo debo comenzar a usar lentes correctivas?
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de usar anteojos?
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de usar lentes de contacto?
- ¿Con qué frecuencia recomienda una revisión de la vista?
- ¿Son una opción para mí los tratamientos más permanentes, como la cirugía ocular?
- Si es así, ¿cuál me recomienda?
- ¿Qué tipo de efectos secundarios pueden presentarse con estos tratamientos?
- ¿Pagará mi seguro los procedimientos quirúrgicos o la adaptación de las lentes de contacto?
- ¿Tiene folletos u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar de tu médico
Es posible que el especialista en atención oftálmica te pregunte lo siguiente:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Mejora tu visión si entrecierras los ojos o mueves los objetos más cerca (o más lejos)?
- ¿Usa algún familiar anteojos o lentes de contacto? ¿Sabes qué edad tenían estas personas cuando comenzaron a tener problemas en la visión?
- ¿Cuándo comenzaste a usar anteojos o lentes de contacto?
- ¿Tienes algún problema médico, como diabetes?
- ¿Comenzaste a tomar medicamentos, suplementos o preparados a base de hierbas?
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