Síndrome compartimental crónico por ejercicio
Obtén más información acerca de esta afección que causa dolor e hinchazón en los músculos de las piernas o los brazos durante la actividad física.
Descripción general
El síndrome compartimental crónico por ejercicio es una afección muscular y nerviosa inducida por el ejercicio, que provoca dolor, hinchazón y, a veces, discapacidad en los músculos afectados de las piernas o de los brazos. Cualquiera puede padecer esta afección, pero es más común en atletas y corredores adultos jóvenes que realizan actividades que implican impactos repetitivos.
El síndrome compartimental crónico por ejercicio puede responder a un tratamiento sin cirugía y a la modificación de actividades. Si el tratamiento sin cirugía no ayuda, el médico puede recomendar cirugía. La cirugía da buenos resultados para muchas personas y puede permitirte volver a practicar tu deporte.
Síntomas
En tus extremidades hay zonas específicas de músculos (compartimientos). En la parte inferior de la pierna, por ejemplo, hay cuatro compartimientos. El síndrome compartimental crónico por ejercicio ocurre a menudo en el mismo compartimiento de una extremidad afectada en ambos lados del cuerpo, por lo general, en la parte inferior de la pierna.
Los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:
- Dolor, ardor o calambres en un compartimiento de la extremidad afectada
- Rigidez en la extremidad afectada
- Entumecimiento u hormigueo en la extremidad afectada
- Debilidad de la extremidad afectada
- Caída del pie (en casos graves) si están afectadas las piernas
- A veces, hinchazón o abultamiento como resultado de una hernia muscular
El dolor causado por el síndrome compartimental crónico por ejercicio suele seguir este patrón:
- Comienza de manera constante cierto tiempo después de empezar a ejercitar la extremidad afectada, o tras cierta distancia recorrida o cierta intensidad de ejercicio.
- Empeora progresivamente mientras se ejercita.
- Pierde intensidad o se detiene por completo dentro de los 15 minutos de suspender la actividad.
- Con el tiempo, puede aumentar el tiempo de recuperación después de ejercitarse.
Dejar de hacer ejercicio por completo o solo hacer actividades de bajo impacto puede aliviar los síntomas, aunque suele ser un alivio temporal. Una vez que vuelves a correr, por ejemplo, los síntomas vuelven a aparecer.
Cuándo consultar al médico
Si tienes dolor, hinchazón, inflamación, debilidad o pérdida de sensibilidad inusuales y de manera recurrente debido al ejercicio o una actividad deportiva, habla con tu médico.
A veces, el síndrome compartimental crónico por ejercicio se confunde con el dolor en las espinillas, una causa más común de dolor de pierna en jóvenes que hacen mucha actividad intensa que involucra soportar el peso del cuerpo, como correr. Si crees que tienes dolor en las espinillas pero este no mejora con las medidas de cuidado personal, habla con tu médico.
Causas
La causa del síndrome compartimental crónico por ejercicio no se ha llegado a entender del todo. Cuando haces ejercicio, el volumen de tus músculos crece. Si tienes el síndrome compartimental crónico por ejercicio, el tejido que rodea el músculo afectado (fascia) no se expande con el músculo, lo que causa presión y dolor en un compartimiento de la extremidad afectada.
Algunos expertos sugieren que la forma en que te mueves cuando haces ejercicio puede tener un rol en el síndrome compartimental crónico por ejercicio. Otras causas pueden ser tener músculos que crecen en exceso durante el ejercicio, tener una fascia particularmente rígida alrededor del compartimento del músculo afectado o tener presión alta en las venas.
Factores de riesgo
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de desarrollar el síndrome compartimental crónico por ejercicio, entre los que se incluyen los siguientes:
- La edad. Aunque el síndrome compartimental crónico por ejercicio puede aparecer a cualquier edad, el trastorno es más frecuente entre los atletas menores de 30 años de ambos sexos.
- El tipo de ejercicio. La actividad repetitiva de alto impacto (como correr) aumenta el riesgo de desarrollar este trastorno.
- El entrenamiento excesivo. El ejercicio demasiado intenso o frecuente también puede aumentar el riesgo de sufrir el síndrome compartimental crónico por ejercicio.
Complicaciones
El síndrome compartimental crónico por ejercicio no es una enfermedad potencialmente fatal y generalmente no causa daño duradero si recibes el tratamiento adecuado. Sin embargo, el dolor, la debilidad y el entumecimiento asociados con el síndrome compartimental crónico por ejercicio podrían impedir que continúes realizando ejercicio o practicando un deporte con el mismo nivel de intensidad.
Diagnóstico
Otros problemas relacionados con el ejercicio son más comunes que el síndrome compartimental crónico por ejercicio; por eso, antes de realizarte análisis más especializados, el médico podría intentar descartar otras causas, como el dolor en las espinillas o las fracturas por sobrecarga.
Los resultados del examen físico para detectar el síndrome compartimental crónico por ejercicio suelen ser normales. El médico puede preferir examinarte después de que te ejercites hasta el punto en que se manifiesten los síntomas. El médico podría notar una protuberancia muscular, sensibilidad o tensión en la zona afectada.
Pruebas por imágenes
Los estudios por imágenes pueden ser los siguientes:
-
Resonancia magnética. Se puede usar una resonancia magnética típica para evaluar la estructura de los músculos en los compartimientos y descartar otras posibles causas de los síntomas.
Una exploración por resonancia magnética avanzada puede ayudar a evaluar los volúmenes de líquido de los compartimientos. Las imágenes se toman en reposo, con el pie en movimiento hasta que aparezcan los síntomas y después del ejercicio. Este tipo de exploración por resonancia magnética ha probado tener precisión para detectar el síndrome compartimental crónico por ejercicio y puede reducir la necesidad de un análisis invasivo de la presión compartimental.
- Espectroscopia del infrarrojo cercano. La espectroscopia del infrarrojo cercano es una técnica novedosa que mide la cantidad de oxígeno en la sangre en el tejido afectado. El estudio se realiza en reposo y después de una actividad física. Esto ayuda a determinar si el compartimiento muscular tiene un menor flujo sanguíneo.
Análisis de la presión compartimental
Si los resultados de los estudios por imágenes no logran mostrar una fractura por estrés o una causa de dolor similar, el médico podría sugerir medirte la presión en los compartimientos musculares.
Esta prueba, que por lo general se denomina medición de la presión compartimental, es la prueba estándar principal para diagnosticar el síndrome compartimental crónico por ejercicio. Esta prueba consiste en introducir una aguja o catéter en el músculo antes y después de hacer un esfuerzo físico para hacer las mediciones.
Como es invasiva y medianamente dolorosa, la medición de la presión compartimental no se suele realizar, a menos que tus antecedentes médicos y otras pruebas sugieran que tienes esta afección.
Tratamiento
Las opciones para tratar el síndrome compartimental crónico por ejercicio incluyen métodos quirúrgicos y no quirúrgicos. Sin embargo, las medidas sin cirugía solo suelen ser efectivas si suspendes o reduces considerablemente la actividad que provocó la afección.
Opciones sin cirugía
Al principio, el médico puede recomendar analgésicos, fisioterapia, plantillas para el calzado deportivo (ortopédicas), masajes o un descanso de la actividad física. Cambiar la forma de pisar cuando corres o trotas también puede ser beneficioso. Sin embargo, las opciones sin cirugía no suelen asegurar beneficios a largo plazo para el verdadero síndrome compartimental crónico por ejercicio.
Las inyecciones de toxina botulínica A (bótox) en los músculos de la pierna también pueden ayudar en el tratamiento, pero se necesitan más investigaciones para esta alternativa. El médico puede aplicar inyecciones anestésicas previamente para ayudar a determinar la zona afectada y qué tipo de dosis de bótox es la necesaria.
Opciones quirúrgicas
Un procedimiento quirúrgico llamado fasciotomía es el tratamiento más eficaz del síndrome compartimental crónico por ejercicio. Consiste en cortar el tejido rígido que recubre cada compartimento muscular del tejido. Esto alivia la presión.
A veces, una fasciotomía se puede realizar mediante pequeñas incisiones, lo que puede reducir el tiempo de recuperación y permitirte volver a realizar tus actividades o deportes antes de tiempo.
A pesar de que la cirugía es efectiva para la mayoría de las personas, implica algunos riesgos y, en algunos casos, puede no aliviar por completo los síntomas asociados con el síndrome compartimental crónico por ejercicio. Algunas de las posibles complicaciones de la cirugía son infecciones, lesiones permanentes a los nervios, entumecimiento, debilidad, hematomas y cicatrices.
Autocuidados
Para aliviar el dolor del síndrome compartimental crónico por ejercicio, prueba con las siguientes opciones:
- Usa órtesis o un calzado deportivo adecuado.
- Limita las actividades físicas a las que no te causan dolor, con hincapié en las actividades de bajo impacto, como el ciclismo o la máquina elíptica. Por ejemplo, si correr te afecta las piernas, prueba nadar. O prueba correr sobre superficies más blandas.
- Haz estiramientos en la extremidad con dolor después de la actividad.
Preparación para la consulta
Es probable que primero consultes con el médico de cabecera. Este puede derivarte a un médico especializado en medicina deportiva o cirugía ortopédica.
La siguiente información te ayudará a prepararte para la cita.
Qué puedes hacer
Al momento de programar la consulta, asegúrate de preguntar si necesitas hacer algo con anticipación, como ayunar antes de hacerte un análisis específico. Haz una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la consulta
- Información personal clave, como en qué deportes participas, el tipo de ejercicios que realizas, cuánto ejercicio realizas y con qué frecuencia.
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Las preguntas para hacerle al médico.
Si es posible, obtén copias de las pruebas de diagnóstico por imágenes recientes que te hayas realizado. Pregúntale al personal del médico cómo puedes hacer para que se las envíen al médico antes de la consulta.
Pídele a un familiar o un amigo que te acompañe, de ser posible, para ayudarte a recordar la información que recibas.
En el caso del síndrome compartimental crónico por ejercicio, estas son preguntas para hacerle al médico:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué análisis necesito?
- ¿Es probable que mi trastorno sea temporal o crónico?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
- Tengo otros trastornos de salud. ¿Cómo puedo manejar mejor estas enfermedades en conjunto?
- ¿Hay restricciones que deba implementar, como por ejemplo evitar realizar determinadas actividades?
- ¿Debería ver a un especialista? Si es así, ¿a quién me recomienda?
- ¿Existen folletos u otro material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuán intensos son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas?
- ¿Cuánto tiempo pasa desde que empiezas la actividad hasta que aparecen los síntomas?
- ¿Cuán rápidamente se resuelven los síntomas después de suspender la actividad?
- ¿Notas debilidad en las piernas o en los pies?
- ¿Sientes entumecimiento u hormigueo?
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