Trastorno neurológico funcional o trastorno de conversión
Este trastorno incluye síntomas del sistema nervioso que afectan el movimiento o los sentidos, y que no son causados por la enfermedad. El tratamiento puede ayudar con la recuperación.
Descripción general
El trastorno neurológico funcional (un término más nuevo y amplio que incluye lo que algunas personas llaman trastorno de conversión) presenta síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden atribuir a una enfermedad neurológica u otra afección médica. Sin embargo, los síntomas son reales y causan dolor considerable o problemas para desenvolverse en la vida diaria.
Los signos y síntomas varían según el tipo de trastorno neurológico funcional, y pueden incluir patrones específicos. Por lo general, este trastorno afecta el movimiento o los sentidos, como la capacidad de caminar, tragar, ver u oír. La gravedad de los síntomas puede variar, y estos pueden ser recurrentes o persistentes. Sin embargo, no puedes generar o controlar intencionalmente los síntomas.
Se desconoce la causa del trastorno neurológico funcional. Es posible que la afección la desencadene un trastorno neurológico o una reacción al estrés o a los traumas psicológicos o físicos, pero este no es siempre el caso. El trastorno neurológico funcional está relacionado con la forma en que funciona el cerebro, en lugar de con el daño a la estructura cerebral (como debido a un accidente cerebrovascular, la esclerosis múltiple, una infección o una lesión).
El diagnóstico y tratamiento tempranos, especialmente informarse sobre la afección, puede ayudar en la recuperación.
Síntomas
Los signos y síntomas del trastorno neurológico funcional pueden variar según el tipo de síntomas neurológicos funcionales, y son lo suficientemente significativos como para provocar una discapacidad y justificar la evaluación médica. Los síntomas pueden afectar el movimiento y la función corporales, y los sentidos.
Los signos y los síntomas que afectan el movimiento y la función corporales pueden incluir los siguientes:
- Debilidad o parálisis
- Movimiento anormal, como temblores o dificultad para caminar
- Pérdida de equilibrio
- Dificultad para tragar o sentir un bulto en la garganta
- Convulsiones o episodios de sacudidas y pérdida evidente del conocimiento (crisis no epilépticas)
- Episodios de falta de reacción
Los signos y los síntomas que afectan los sentidos pueden incluir los siguientes:
- Entumecimiento o pérdida de sensibilidad al tacto
- Problemas del habla, como incapacidad para hablar o habla arrastrada
- Problemas de visión, como visión doble o ceguera
- Problemas de audición o sordera
- Dificultades cognitivas que involucran a la memoria y la concentración
Cuándo consultar al médico
Busca atención médica si presentas signos y síntomas que te preocupan o que interfieren en tu capacidad para desempeñarte en la vida diaria. Si la causa subyacente es una enfermedad neurológica u otra afección médica, el diagnóstico y el tratamiento rápidos pueden ser importantes. Si el diagnóstico es un trastorno neurológico funcional, el tratamiento puede mejorar los síntomas y ayudar a prevenir futuros problemas.
Causas
Se desconoce la causa exacta del trastorno neurológico funcional. Las teorías con respecto a lo que sucede en el cerebro para provocar síntomas son complejas e implican diversos mecanismos que pueden variar según el tipo de síntomas del trastorno neurológico funcional.
Básicamente, pueden estar involucradas las partes del cerebro que controlan el funcionamiento de los músculos y los sentidos, aunque no exista ninguna enfermedad o anomalía.
Los síntomas del trastorno neurológico funcional pueden aparecer repentinamente después de un acontecimiento estresante, o con un trauma emocional o físico. Es posible que otros desencadenantes sean cambios o alteraciones en la forma en la que funciona el cerebro a nivel estructural, celular o metabólico. Sin embargo, no siempre se puede identificar el desencadenante de los síntomas.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer un trastorno neurológico funcional, se incluyen los siguientes:
- padecer una enfermedad o trastorno neurológico, como epilepsia, migrañas o un trastorno del movimiento;
- haber pasado recientemente por un estrés considerable o un trauma emocional o físico;
- padecer una afección de salud mental, como un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad, un trastorno disociativo o determinados trastornos de la personalidad;
- tener un familiar con una afección neurológica o los síntomas de una;
- tener antecedentes de abuso físico o sexual o descuido durante la infancia.
Las mujeres pueden ser más propensas que los hombres a desarrollar un trastorno neurológico funcional.
Complicaciones
Algunos síntomas del trastorno neurológico funcional, sobre todo si no se tratan, pueden provocar una discapacidad importante y una mala calidad de vida, similar a los problemas causados por afecciones médicas o enfermedades.
El trastorno neurológico funcional puede estar asociado con lo siguiente:
- dolor
- trastornos de ansiedad (incluido el trastorno de pánico)
- depresión
- insomnio
- fatiga
Diagnóstico
No hay pruebas estándares para los trastornos neurológicos funcionales. En el diagnóstico se suele evaluar los síntomas existentes y descartar cualquier afección neurológica u otra afección médica que pueda causar los síntomas.
Los trastornos neurológicos funcionales se diagnostican según lo que se manifiesta, como patrones específicos de signos y síntomas, y no solo por lo que está ausente, como la falta de cambios estructurales en una resonancia magnética o anormalidades en un electroencefalograma.
Durante las pruebas y el diagnóstico, se suele contar con la participación de un neurólogo, pero también puede haber un psiquiatra u otro profesional de la salud mental. Tu proveedor de atención médica puede utilizar cualquiera de estos términos: trastornos neurológicos funcionales, trastornos de síntomas neurológicos funcionales o, como se los solía llamar anteriormente, trastornos de conversión.
Algunas veces el trastorno puede designarse con un término que especifica el tipo de síntomas neurológicos funcionales que tienes. Por ejemplo, si tus síntomas incluyen problemas para caminar, es posible que tu proveedor de atención médica lo llame trastorno funcional de la marcha o debilidad funcional.
La evaluación puede incluir lo siguiente:
- Examen físico. Tu proveedor de atención médica te examina y te hace preguntas detalladas sobre tu salud y los signos y síntomas que tienes. Algunas pruebas pueden descartar que una enfermedad neurológica u otros trastornos médicos sean la causa de tus síntomas. Las pruebas a las que te someterás dependerán de tus signos y síntomas.
- Examen psiquiátrico. Si corresponde, tu neurólogo puede remitirte a un profesional de la salud mental. Este profesional te hará preguntas acerca de tus pensamientos, sentimientos y comportamiento, y analizará tus síntomas. Con tu permiso, la información de los familiares u otras personas puede resultar útil.
- Criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés). Tu proveedor de atención médica puede comparar tus síntomas con los criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Americana de Psiquiatría).
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales enumera estos criterios para los trastornos de conversión (trastornos de síntomas neurológicos funcionales):
- Uno o más síntomas que afecten el movimiento del cuerpo o los sentidos
- Síntomas que no se puedan explicar mediante una afección neurológica u otra afección médica, u otro trastorno de la salud mental
- Los síntomas causan sufrimiento emocional importante o problemas sociales, laborales o en otras áreas, o son tan significativos que se recomienda una evaluación médica.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno neurológico funcional dependerá de los signos y síntomas concretos. Para algunas personas, podría ser adecuado aplicar un enfoque de equipo multidisciplinario que incluya un neurólogo; un psiquiatra u otro profesional de la salud mental; terapeutas del habla, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales; u otros profesionales.
Informarse sobre el trastorno neurológico funcional
Comprender lo que es el trastorno neurológico funcional, que los síntomas son reales y que es posible una mejora puede ayudarte con la recuperación y a elegir el tratamiento. Los síntomas pueden mejorar después de que el proveedor de atención médica te explique la afección y te tranquilice al informarte de que los síntomas no se deben a un trastorno neurológico subyacente o médico de otro tipo que sea grave.
Para algunas personas, recibir información y tranquilidad en relación con que no padecen un problema médico grave es el tratamiento más eficaz. Para otras, los tratamientos adicionales pueden ser beneficiosos. Involucrar a los seres queridos puede resultar útil para que puedan comprenderte y apoyarte.
Tratamiento de trastornos médicos
El equipo médico trata todas las enfermedades neurológicas subyacentes y cualquier otra enfermedad que pueda ser un desencadenante de tus síntomas.
Terapias
De acuerdo con tus necesidades, las terapias pueden incluir las siguientes:
- Fisioterapia o terapia ocupacional. Trabajar con un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional puede mejorar los síntomas relacionados con el movimiento y evitar complicaciones. Por ejemplo, el movimiento regular de los brazos y las piernas puede evitar la rigidez y debilidad muscular si tienes parálisis o pérdida de movilidad. Los aumentos progresivos del ejercicio pueden mejorar la capacidad de funcionamiento.
- Terapia del habla. Si tus síntomas incluyen problemas para hablar o tragar, trabajar con un terapeuta del habla (patólogo del habla y del lenguaje) puede ayudarte.
- Técnicas de reducción del estrés o de distracción. Las técnicas de reducción del estrés pueden incluir algunos métodos, como la relajación muscular progresiva, los ejercicios de respiración, la actividad física y el ejercicio. Las técnicas de distracción pueden incluir música, hablar con otra persona o cambiar deliberadamente la forma de caminar o de moverse.
Opciones para la salud mental
Aunque los síntomas neurológicos funcionales no están en tu cabeza, las emociones y los pensamientos pueden tener una repercusión en tus síntomas y tu recuperación. Entre las opciones de tratamiento psiquiátrico, se incluyen las siguientes:
- Terapia cognitivo conductual. La terapia cognitivo conductual es un tipo de psicoterapia que te ayuda a tomar conciencia de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones con mayor claridad y responder a ellas de forma más efectiva. La terapia cognitivo conductual también puede ayudarte a aprender cómo manejar mejor las situaciones estresantes de la vida y los síntomas. Esto puede ser particularmente beneficioso si tus síntomas incluyen convulsiones no epilépticas. Otros tipos de psicoterapia pueden ser útiles si tienes problemas interpersonales o un historial de trauma o abuso.
- Tratar otras enfermedades de salud mental. La ansiedad, la depresión y otros trastornos de salud mental pueden empeorar los síntomas del trastorno neurológico funcional. Tratar las enfermedades de salud mental conjuntamente con el trastorno neurológico funcional puede favorecer la recuperación.
Medicamentos
Los medicamentos no son eficaces para el trastorno neurológico funcional, y la Administración de Alimentos y Medicamentos no ha aprobado medicamentos específicamente como tratamiento. Sin embargo, los medicamentos como los antidepresivos pueden resultar útiles si también sufres depresión u otros trastornos del estado de ánimo, o si tienes dolor o insomnio.
Seguimiento periódico
Es importante que hagas un seguimiento periódico con el equipo médico para que pueda controlar tu recuperación y realizar cambios en el plan de tratamiento a medida que sean necesarios.
Preparación para la consulta
Puedes comenzar por ver al proveedor principal de atención médica. Este puede remitirte a un neurólogo. Si es posible, pídele a un familiar o un amigo que te acompañe para ayudarte a recordar la información y para brindarte apoyo.
Qué puedes hacer
Para prepararte para la cita médica, elabora una lista de lo siguiente:
- Cualquier síntoma que tengas, incluso los que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita.
- Tu información personal, familiar y social más importante, incluso lo que te genere mayor estrés o cualquier cambio reciente en tu vida.
- Todos los medicamentos, las vitaminas, las plantas medicinales u otros suplementos que tomes y las dosis.
- Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.
Entre algunas preguntas para hacerle al proveedor de atención médica, se incluyen las siguientes:
- ¿Qué podría estar provocando mis síntomas o mi afección?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
- ¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
- ¿Durante cuánto tiempo necesitaré seguir un tratamiento?
- ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de que mis síntomas vuelvan a aparecer?
- ¿Debería consultar con un especialista?
- Si debo tomar medicamentos, ¿cuáles son sus principales efectos secundarios?
- ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me receta?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda consultar?
- ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Es probable que tu proveedor de atención médica te haga una serie de preguntas. Estar preparado para responderlas te ahorrará tiempo que podrás utilizar para revisar los puntos a los que quieras dedicarle más tiempo. El proveedor de atención médica podría preguntarte lo siguiente:
- ¿Cuáles son los síntomas?
- ¿Cuándo notaste por primera vez estos síntomas?
- ¿Cómo cambiaron los síntomas con el tiempo?
- ¿Cómo repercuten los síntomas en tu capacidad de desenvolverte?
- ¿Qué crees que podría ocasionar los síntomas?
- ¿Se te diagnosticó alguna otra afección médica o algún problema de salud mental?
- ¿Consumes alcohol o fármacos recreativos? ¿Con qué frecuencia?
El proveedor de atención médica te hará otras preguntas basadas en tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita.
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