Trastorno por atracones
Las personas que sufren esta afección, por lo general, no pueden dejar de comer y suelen ingerir una cantidad de alimento mayor a la normal. Obtén información sobre los síntomas y el tratamiento.
Perspectiva general
El trastorno alimentario compulsivo es una afección grave. Siempre porta una sensación de que no se puede parar de comer. También suele incluir la ingesta de cantidades de comida mucho mayores de lo habitual.
Casi todo el mundo come en exceso de vez en cuando, por ejemplo, repetir dos o tres veces la comida en las celebraciones. Pero tener periódicamente la sensación de que comer está fuera de control e ingerir una cantidad extraordinariamente grande de alimentos pueden ser síntomas de un trastorno alimentario compulsivo.
Las personas que padecen el trastorno alimentario compulsivo se suelen sentir avergonzadas por los atracones. Quienes padecen este trastorno suelen pasar por períodos en los que intentan restringir o reducir drásticamente su alimentación. Pero esto puede aumentar las ganas de comer y llevar a un ciclo de atracones continuos. El tratamiento del trastorno alimentario compulsivo puede ayudar a las personas a sentirse más en control y equilibradas con su alimentación.
Síntomas
Si padeces el trastorno alimentario compulsivo, es posible que tengas sobrepeso u obesidad, o puede que tu peso sea saludable. La mayoría de las personas con trastorno alimentario compulsivo se sienten molestas por el tamaño o la forma de su cuerpo, independientemente de lo que marque la balanza.
Los síntomas del trastorno alimentario compulsivo varían, pero pueden incluir lo siguiente:
- Sentir que no tienes control sobre tu conducta alimentaria, por ejemplo, que no puedes parar una vez que empiezas.
- Comer a menudo cantidades mucho mayores de lo habitual en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
- Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
- Comer muy rápido durante los atracones.
- Comer hasta que estás demasiado lleno.
- Comer solo o a escondidas con frecuencia.
- Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.
Una persona con bulimia nerviosa, otro trastorno de la alimentación, puede darse atracones y luego vomitar, utilizar laxantes o hacer ejercicio en exceso para deshacerse de las calorías adicionales. Este no es el caso del trastorno alimentario compulsivo. Si padeces el trastorno alimentario compulsivo, es posible que intentes hacer dieta o que comas menos cantidad en las comidas para compensar. Sin embargo, restringir tu alimentación puede llevarte a más atracones.
La medida en que los atracones de comida afectan tu estado de ánimo y tu capacidad para desenvolverte en la vida cotidiana da una idea de la gravedad de la afección. El trastorno alimentario compulsivo puede variar con el tiempo. La afección puede durar poco, desaparecer y volver a aparecer, o prolongarse durante años si no se trata.
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes síntomas de trastorno alimentario compulsivo, busca atención médica lo más rápido posible. Habla con tu profesional de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre tus síntomas y sentimientos.
Si te avergüenza tu forma de comer y te preocupa hablar con tu profesional de atención médica, habla primero con una persona de confianza acerca de lo que estás viviendo. Un amigo, un familiar, un maestro o un líder religioso pueden motivarte y ayudarte a dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso para el trastorno alimentario compulsivo.
Hablar con un profesional con capacitación especializada en trastornos de la alimentación o acudir a una organización que se especializa en estos trastornos pueden ser un buen punto de partida para encontrar la ayuda de una persona que entiende lo que estás viviendo.
Ayudar a un ser querido que presenta síntomas
Una persona que tiene un trastorno alimentario compulsivo puede convertirse en experta en ocultar su comportamiento. A menudo, esto se debe a que los síntomas les generan un sentimiento de vergüenza o humillación. Al ocultar los síntomas, es más difícil que otras personas noten el problema. Si piensas que un ser querido puede tener síntomas de trastorno alimentario compulsivo, háblale de forma honesta y abierta sobre tus inquietudes, pero recuerda abordar el tema con sensibilidad. Los trastornos de la alimentación son enfermedades de la salud mental, y los comportamientos no son culpa ni elección de la persona que tiene esta afección.
Brinda tu apoyo y aliento. Ayuda a tu ser querido a encontrar un profesional de atención médica o un profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento de trastornos de la alimentación. Puedes ayudarlo a programar una cita. Puedes ofrecerte para acompañarlo.
Causas
Se desconocen las causas del trastorno alimentario compulsivo. Pero determinados genes, el funcionamiento del cuerpo, las dietas prolongadas y la presencia de otras afecciones de la salud mental aumentan el riesgo.
Factores de riesgo
El trastorno alimentario compulsivo es más común en mujeres que en hombres. El trastorno alimentario compulsivo puede presentarse a cualquier edad pero, por lo general, comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno alimentario compulsivo:
- Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un trastorno de la alimentación si tu padre, madre, hermanos o hermanas tienen (o tuvieron) algún trastorno alimentario. Esto puede indicar que hay genes que se transmiten de una generación a otra y que aumentan el riesgo de padecer un trastorno de la alimentación.
- Dieta. Muchas personas con trastorno alimentario compulsivo tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dieta o limitar las calorías a lo largo del día puede desencadenar la necesidad de comer compulsivamente.
- Afecciones de la salud mental. Muchas personas con trastorno alimentario compulsivo tienen una percepción negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden ser el estrés, una mala imagen del propio cuerpo y determinados alimentos. Ciertas situaciones también pueden ser desencadenantes, por ejemplo, estar en una fiesta, estar sin hacer nada o andar en el auto.
Complicaciones
Los atracones pueden provocar afecciones de la salud mental y problemas físicos. Las complicaciones del trastorno alimentario compulsivo pueden incluir lo siguiente:
- No sentirse cómodo ni poder disfrutar de la vida.
- Problemas para funcionar en el trabajo, en la vida personal o en situaciones sociales.
- Aislarse o sentirse aislado de los demás.
- Aumento de peso.
- Enfermedades relacionadas con el aumento de peso. Por ejemplo, problemas articulares, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico, malnutrición y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Entre las afecciones de la salud mental que suelen estar vinculadas con el trastorno alimentario compulsivo están las siguientes:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Trastornos por consumo de sustancias adictivas.
- Pensamientos y comportamiento suicidas.
Prevención
Si tu hijo tiene conductas de alimentación compulsiva, sigue los siguientes consejos:
- Sé un ejemplo para la aceptación del cuerpo, independientemente de su forma o tamaño. Deja claro que hacer dieta o restringir alimentos no es sano, a menos que exista una alergia alimentaria diagnosticada.
- Habla con el profesional de atención médica de tu hijo sobre cualquier inquietud. El profesional de atención médica puede ser un buen punto de partida para identificar los primeros síntomas de un trastorno de la alimentación y ayudar a conseguir un tratamiento especializado de inmediato. El profesional también puede recomendarte recursos útiles para ayudar a tu hijo.
Diagnóstico
Para diagnosticar el trastorno alimentario compulsivo, el profesional de atención médica puede recomendar una evaluación de la salud mental. Esto incluye hablar de tus sentimientos y hábitos alimentarios con un profesional de la salud mental. Busca un profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento de trastornos de la alimentación.
Es posible que tu profesional de atención médica también quiera hacerte otras pruebas para saber si hay problemas de salud que puedan deberse al trastorno alimentario compulsivo. Por ejemplo, colesterol alto, presión arterial alta, problemas cardíacos, diabetes, enfermedad por reflujo gastroesofágico, malnutrición, desequilibrios electrolíticos y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño. Entre las pruebas pueden estar las siguientes:
- Examen físico. Si lo autorizas, el examen puede incluir pesarte.
- Análisis de sangre y de orina.
- Una visita con un especialista en trastornos del sueño.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento del trastorno alimentario compulsivo es tener hábitos saludables y regulares en cuanto a forma de comer. Dado que los atracones suelen implicar vergüenza, mala imagen del propio cuerpo y otras emociones negativas, el tratamiento también aborda estos temas y otras afecciones pertinentes de la salud mental, como la depresión. Al obtener ayuda para tratar los atracones, también puedes aprender a sentirte más en control de tu alimentación.
El tratamiento del trastorno alimentario compulsivo puede estar a cargo de un equipo de especialistas. El equipo puede incluir médicos y otros profesionales de atención médica, profesionales de la salud mental y dietistas, todos ellos con experiencia en trastornos de la alimentación.
Terapia de conversación
La terapia de conversación o psicoterapia puede ayudarte a aprender cómo cambiar los hábitos no saludables por otros saludables y a reducir los atracones. La terapia de conversación puede realizarse en sesiones individuales o de grupo. Algunos ejemplos de los tipos de terapia de conversación que pueden ayudar en el trastorno alimentario compulsivo son los siguientes:
- Terapia cognitivo conductual. La terapia cognitivo conductual puede ayudarte a afrontar mejor los problemas que pueden desencadenar los atracones, como los sentimientos negativos acerca de tu cuerpo o un estado de ánimo deprimido. También puede darte más sensación de control sobre tu comportamiento y ayudarte a incorporar patrones de alimentación saludables. Un tipo de terapia cognitivo conductual denominado terapia cognitivo conductual mejorada se creó específicamente para tratar los trastornos de la alimentación.
- Terapia cognitivo afectiva integrativa. Este tipo de terapia de conversación puede ser útil para los adultos con trastorno alimentario compulsivo. Esta terapia puede ayudarte a cambiar las emociones y los comportamientos que desencadenan los atracones.
- Terapia dialéctico conductual. Este tipo de terapia de conversación puede ayudarte a aprender habilidades conductuales para afrontar el estrés, manejar tus emociones y mejorar tus relaciones con los demás. Estas habilidades pueden disminuir el deseo de comer compulsivamente.
Medicamentos
El dimesilato de lisdexanfetamina (Vyvanse) es un medicamento para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Se trata del primer medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para tratar el trastorno alimentario compulsivo de moderado a grave, pero solo en adultos. Por ser un estimulante, este medicamento puede generar dependencia y abuso. Los efectos secundarios más comunes son de sequedad en la boca y problemas para dormir, pero también pueden ocurrir efectos secundarios más graves.
Algunos ejemplos de otros tipos de medicamentos que pueden ayudar a reducir los síntomas del trastorno alimentario compulsivo son ciertos anticonvulsivos y antidepresivos.
Estilo de vida y remedios caseros
Además de buscar ayuda profesional, puedes adoptar estas medidas de cuidado personal como parte de tu plan de tratamiento:
- Sigue con tu tratamiento. No faltes a las sesiones de terapia. Si tienes un plan de comidas, haz todo lo posible por seguirlo. No permitas que los contratiempos te impidan continuar el tratamiento.
- No hagas dietas. Si intentas hacer dieta, esto podría desencadenar más atracones, lo que generará un ciclo vicioso difícil de romper.
- Come con regularidad. Por ejemplo, come cada 2 o 3 horas para intentar romper el ciclo de restricción y atracón.
- Planifica con antelación para las situaciones desencadenantes. Estar cerca de ciertos alimentos puede desencadenar atracones en algunas personas. Planifica qué hacer cuando estés cerca de alimentos tentadores.
- Incorpora los nutrientes adecuados. Solo porque comas mucho durante los atracones no significa que consumas los tipos de alimentos que tienen todos los nutrientes que necesitas. Pregúntale a tu profesional de atención médica si necesitas ajustar tu alimentación para obtener vitaminas y minerales esenciales.
- Mantente conectado. No te aísles de familiares y amigos que se preocupan por ti y quieren verte saludable. Rodéate de personas que velen por tus intereses.
- Mantente activo. Pregúntale a tu profesional de atención médica qué tipo de actividad física es mejor para ti.
Medicina alternativa
La mayoría de los suplementos alimentarios y de los productos herbarios para reducir el apetito o ayudar a perder peso son ineficaces y las personas con trastornos de la alimentación pueden abusar de ellos. Natural no siempre significa seguro. Algunos suplementos o plantas medicinales para bajar de peso pueden tener efectos secundarios graves e interactuar de forma peligrosa con otros medicamentos.
Antes de utilizar cualquier suplemento alimentario o planta medicinal, habla sobre los posibles beneficios y riesgos con tu profesional de atención médica.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Vivir con un trastorno de la alimentación puede ser difícil. Estos son algunos consejos para ayudarte a enfrentar la situación:
- Cuida bien de ti mismo. Vivir con un trastorno de la alimentación y tratarlo es muy duro. A menudo los demás no entienden por lo que tú estás pasando. Cuida bien de ti mismo, aunque el plan de tratamiento no surta efecto de inmediato. Intenta encontrar comunidades en las que haya personas que puedan apoyar tus esfuerzos.
- Identifica las situaciones que pueden desencadenar conductas alimentarias problemáticas. Identificar estos desencadenantes puede ayudarte a desarrollar un plan de acción para afrontarlos.
- Busca modelos positivos. Busca modelos a seguir que no aumenten involuntariamente tu insatisfacción con tu cuerpo ni te presionen para comer de forma poco saludable. Recuerda que los modelos, actores y personas influyentes que aparecen en los medios de comunicación o en las redes sociales a menudo no representan cuerpos sanos ni realistas.
- Busca a un familiar o amigo de confianza. Busca a alguien con quien puedas hablar de lo que te ocurre.
- Busca formas saludables de cuidarte. Haz algo por diversión o para relajarte, como yoga, meditación o caminar.
- Considera la posibilidad de escribir en un diario sobre tus sentimientos y comportamientos. Escribir un diario puede hacer que tomes conciencia de tus sentimientos y acciones, y cómo se relacionan.
- Visita sitios web de confianza. Entre las organizaciones que ofrecen apoyo a las personas afectadas por trastornos de la alimentación está la National Eating Disorders Association (Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación). La organización Families Empowered And Supporting Treatment for Eating Disorders (Familias Empoderadas que Apoyan el Tratamiento de los Trastornos de la Alimentación) ofrece apoyo a las familias.
Obtén apoyo
Si tienes un trastorno alimentario compulsivo, tú y tu familia pueden buscar grupos de apoyo que brinden estímulo, esperanza y consejos para afrontar la situación. Los miembros del grupo de apoyo pueden comprender lo que estás atravesando porque ya lo vivieron. Pregunta a tu profesional de atención médica o profesional de la salud mental cómo encontrar un grupo en tu área.
Preparación antes de la cita
A continuación, encontrarás información que te ayudará a preparar para la cita médica. Considera la posibilidad de pedirle a un familiar o amigo que te acompañe. Si alguien te acompaña, puede ayudarte a recordar los puntos más importantes y, con tu permiso, dar más información sobre tu situación.
Qué puedes hacer
Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:
- Síntomas. Incluye aquellos que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
- Información personal crucial. Anota todos los eventos de gran estrés o cambios recientes en tu vida.
- Todos los medicamentos que estés tomando. Incluye toda planta medicinal, vitamina u otro suplemento, y las dosis.
- Lo que comes en un día normal. Durante unos días, haz una lista de lo que comes para ayudar a tu profesional de atención médica o de la salud mental a entender tus hábitos alimentarios.
- Preguntas para tu profesional de atención médica o de la salud mental.
Estas son algunas preguntas que puedes hacer:
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
- Si los medicamentos son una parte del tratamiento, ¿hay algún genérico disponible?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas que tengas durante la cita.
Qué esperar del médico
Es probable que el profesional de atención médica o de la salud mental te haga preguntas, como las siguientes:
- ¿En qué consiste habitualmente tu ingesta diaria de alimentos?
- ¿Comes cantidades de comida mucho mayores de lo habitual o hasta que estás demasiado lleno?
- ¿Sientes que tu forma de comer está fuera de control?
- ¿Has intentado bajar de peso? Si es así, ¿cómo?
- ¿Piensas en comida con frecuencia?
- ¿Comes incluso cuando estás lleno o no tienes hambre?
- ¿Alguna vez comes a escondidas?
- ¿Te sientes deprimido, avergonzado o culpable con respecto a tu alimentación?
- ¿Te has provocado vómito alguna vez para deshacerte de la comida que ingeriste?
- ¿Te preocupa tu peso?
- ¿Haces actividad física? ¿Qué tipo de actividad física o ejercicio realizas y con qué frecuencia?
Prepárate para contestar preguntas, de modo que tengas tiempo de conversar sobre lo que sea más importante para ti.
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