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Trastornos de articulación temporomandibular

Las opciones de tratamiento para el dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula pueden incluir el control del dolor, terapias médicas y cirugía.

Perspectiva general

Articulación temporomandibular

Los trastornos de la articulación temporomandibular afectan las articulaciones temporomandibulares, que se ubican a los lados de tu cabeza frente a las orejas. Un disco de cartílago blando actúa como un amortiguador entre los huesos de la articulación, de manera que esta pueda moverse con fluidez.

La articulación temporomandibular (ATM) actúa como una bisagra deslizante, que conecta la mandíbula al cráneo. Tienes una articulación a cada lado de la mandíbula. Los trastornos de la articulación temporomandibular, un tipo de trastorno temporomandibular, pueden causar dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.

La causa exacta del trastorno de la ATM de una persona suele ser difícil de determinar. El dolor puede deberse a una combinación de factores, como la genética, artritis o una lesión de la mandíbula. Algunas personas que tienen dolor en la mandíbula también tienden a apretar o rechinar los dientes (bruxismo), aunque muchas personas habitualmente aprietan o rechinan los dientes y nunca desarrollan trastornos de la ATM.

En la mayoría de los casos, el dolor y la incomodidad asociados con los trastornos de la ATM son temporales y pueden aliviarse con atención autoadministrada o tratamientos no quirúrgicos. La cirugía suele ser el último recurso después de que las medidas conservadoras han fallado, pero algunas personas con trastornos de la ATM pueden beneficiarse de los tratamientos quirúrgicos.

Síntomas

Entre los signos y los síntomas de los trastornos temporomandibulares se pueden incluir los siguientes:

  • Dolor o sensibilidad al tacto en la mandíbula
  • Dolor en una o ambas articulaciones temporomandibulares
  • Dolor intenso dentro o del oído o a su alrededor
  • Dificultad para masticar o dolor al masticar
  • Dolor intenso en la cara
  • Bloqueo de la articulación, lo que dificulta abrir o cerrar la boca

Los trastornos temporomandibulares también pueden provocar un chasquido o una sensación chirriante al abrir la boca o al masticar. Pero si no hay dolor o limitación de movimiento asociado con el chasquido de la mandíbula, probablemente no necesites tratamiento para un trastorno temporomandibular.

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica si tienes dolor o sensibilidad persistente en la mandíbula o si no puedes abrirla o cerrarla por completo. Tu médico, dentista o especialista temporomandibular puede analizar las posibles causas y tratamientos para tu problema.

Causas

La articulación temporomandibular combina una acción de bisagra con movimientos deslizantes. Las partes de los huesos que interactúan en la articulación están cubiertas de cartílago y están separadas por un pequeño disco que absorbe los golpes, que normalmente hace que el movimiento sea suave.

Pueden ocurrir trastornos dolorosos de la articulación temporomandibular si:

  • El disco se erosiona o se mueve fuera de su alineación adecuada
  • El cartílago de la articulación está dañado por artritis
  • La articulación está dañada por un golpe u otro impacto

Sin embargo, en muchos casos no se sabe cuál es la causa de los trastornos temporomandibulares.

Factores de riesgo

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos temporomandibulares son los siguientes:

  • Distintos tipos de artritis, como la artritis reumatoide o la artrosis
  • Lesión de la mandíbula
  • Rechinar o apretar los dientes a largo plazo (crónico)
  • Ciertas enfermedades del tejido conectivo que causan problemas que pueden afectar la articulación temporomandibular

Diagnóstico

Tu médico o dentista hablará contigo sobre tus síntomas y te examinará la mandíbula. El médico, probablemente, hará lo siguiente:

  • Escuchar y sentir tu mandíbula cuando abres y cierras la boca
  • Observar el rango de movimiento de tu mandíbula
  • Presionar en las áreas alrededor de la mandíbula para identificar los sitios de dolor o malestar

Si tu médico o dentista sospecha que hay un problema, es posible que necesites lo siguiente:

  • Radiografías dentales para examinar tus dientes y mandíbula
  • Tomografía computarizada para proporcionar imágenes detalladas de los huesos involucrados en la articulación
  • Resonancia magnética para revelar problemas con el disco de la articulación o el tejido blando circundante

La artroscopia temporomandibular se usa a veces en el diagnóstico de un trastorno temporomandibular. Durante la artroscopia temporomandibular, el médico inserta un tubo delgado y pequeño (cánula) en el espacio de la articulación, y luego se inserta una pequeña cámara (artroscopio) para ver el área y ayudar a determinar un diagnóstico.

Tratamiento

Artrocentesis para la ATM

Con la artrocentesis, se hacen pequeñas aberturas en la ATM para poder hacer pasar líquido a través de la articulación y eliminar los desechos.

Artrocentesis para la ATM

Con la artrocentesis, se hacen pequeñas aberturas en la ATM para poder hacer pasar líquido a través de la articulación y eliminar los desechos.

En algunos casos, los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular desaparecen sin tratamiento. Si tus síntomas persisten, el médico te recomendará una variedad de opciones de tratamiento, a menudo más de una que se administren al mismo tiempo.

Medicamentos

Junto con otros tratamientos no quirúrgicos, estás opciones de medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor asociado con los trastornos temporomandibulares:

  • Analgésicos y antiinflamatorios. Si los analgésicos de venta libre no son suficientes para aliviar el dolor temporomandibular, el médico o dentista te puede recetar analgésicos más fuertes durante un tiempo limitado, como ibuprofeno en concentraciones de venta con receta.
  • Antidepresivos tricíclicos. Estos medicamentos, tales como la amitriptilina, se usan principalmente para la depresión, pero en dosis bajas, a veces se usan para el alivio del dolor, el control del bruxismo y el insomnio.
  • Relajantes musculares. Estos tipos de medicamentos a veces se usan durante algunos días o semanas para ayudar a aliviar el dolor causado por los trastornos temporomandibulares creados por espasmos musculares.

Terapias

Las terapias no farmacológicas para los trastornos temporomandibulares incluyen:

  • Férulas orales o protectores bucales (aparatos oclusales). A menudo, las personas con dolor de mandíbula se beneficiarán al usar un dispositivo suave o firme insertado sobre los dientes, pero las razones por las que estos dispositivos son beneficiosos no se conocen bien.
  • Fisioterapia. Junto con los ejercicios para estirar y fortalecer los músculos de la mandíbula, los tratamientos pueden incluir ultrasonido, calor húmedo y hielo.
  • Asesoramiento psicológico. La educación y el asesoramiento pueden ayudarte a comprender los factores y comportamientos que pueden agravar tu dolor, para que puedas evitarlos. Los ejemplos incluyen apretar o rechinar los dientes, apoyarse en la barbilla o morderse las uñas.

Cirugía u otros procedimientos

Cuando los otros métodos no den resultado, el médico podría sugerir procedimientos tales como:

  • Artrocentesis. La artrocentesis es un procedimiento mínimamente invasivo que implica la inserción de pequeñas agujas en la articulación para que se pueda irrigar líquido a través de la articulación para eliminar los desechos y productos secundarios inflamatorios.
  • Inyecciones. En algunas personas, las inyecciones de corticoesteroides en la articulación pueden ser útiles. En casos excepcionales, la inyección de toxina botulínica tipo A (Botox, otros) en los músculos de la mandíbula utilizados para masticar puede aliviar el dolor asociado a los trastornos temporomandibulares.
  • Artroscopia temporomandibular. En algunos casos, la cirugía artroscópica puede ser tan efectiva para tratar distintos tipos de trastornos temporomandibulares como la cirugía de articulación abierta. Se coloca un pequeño tubo delgado (cánula) en el espacio articular, luego se inserta un artroscopio y se usan pequeños instrumentos quirúrgicos para la cirugía. La artroscopia temporomandibular tiene menos riesgos y complicaciones que la cirugía de articulación abierta, pero también tiene algunas limitaciones.
  • Condilotomía modificada. La condilotomía modificada aborda la ATM de manera indirecta, con cirugía en la mandíbula, pero no en la articulación en sí. Podría resultar útil para el tratamiento del dolor o si se experimenta bloqueo de la articulación.
  • Cirugía de articulación abierta. Si el dolor en la mandíbula no se resuelve con tratamientos más conservadores y parece deberse a un problema estructural en la articulación, el médico o dentista puede sugerir una cirugía de articulación abierta (artrotomía) para reparar o reemplazar la articulación. Sin embargo, la cirugía de articulación abierta implica más riesgos que otros procedimientos y se debe considerar muy cuidadosamente, después de analizar las ventajas y desventajas.

Si el médico recomienda cirugía u otros procedimientos, asegúrate de analizar los posibles beneficios y riesgos, y pregunta cuáles son todas tus opciones.

Estilo de vida y remedios caseros

Tomar conciencia de los hábitos relacionados con la tensión, como apretar la mandíbula, rechinar los dientes o masticar lápices, te ayudará a reducir la frecuencia. Los siguientes consejos pueden ayudarte a reducir los síntomas del trastorno de articulación temporomandibular:

  • Evita el uso excesivo de los músculos de la mandíbula. Come alimentos blandos. Corta los alimentos en trocitos. Evita la comida pegajosa o dura. Evita la goma de mascar.
  • Estiramientos y masajes. Tu médico, dentista o fisioterapeuta puede mostrarte cómo hacer ejercicios para estirar y fortalecer los músculos de la mandíbula y cómo masajearte los músculos.
  • Calor o frío. Aplicar calor tibio y húmedo o hielo al costado de la cara puede ayudarte a aliviar el dolor.

Medicina alternativa

Las técnicas de Medicina Complementaria y Alternativa pueden ayudar a controlar el dolor crónico a menudo relacionado con los trastornos de articulación temporomandibular. Por ejemplo:

  • Acupuntura. Un especialista en acupuntura trata el dolor crónico mediante la inserción de agujas del tamaño de un cabello en lugares específicos de tu cuerpo.
  • Técnicas de relajación. Respirar más despacio intencionalmente y realizar inhalaciones profundas y regulares puede ayudar a relajar la tensión muscular y así reducir el dolor.
  • Biorretroalimentación. Los dispositivos electrónicos que controlan la rigidez de determinados músculos pueden ayudarte a practicar técnicas de relajación efectivas.

Preparación antes de la cita

Es probable que primero consultes con tu médico de cabecera o con el dentista sobre tus síntomas temporomandibulares. Si los tratamientos sugeridos no brindan alivio suficiente, pueden derivarte a un médico que se especialice en trastornos temporomandibulares.

Qué puedes hacer

Tal vez quieras preparar una lista que responda las siguientes preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaron tus síntomas?
  • ¿Ya te había pasado esto anteriormente?
  • ¿Tu nivel de estrés aumentó recientemente?
  • ¿Tienes dolores frecuentes de cabeza, cuello o muelas?
  • ¿Qué medicamentos y suplementos toma regularmente?

Qué esperar del médico o dentista

Es posible que el médico te haga las siguientes preguntas:

  • ¿El dolor es constante o los síntomas aparecen y desaparecen?
  • ¿Hay alguna actividad que parezca desencadenar el dolor?
  • ¿Tu mandíbula hace un chasquido o salta cuando la mueves? ¿Es doloroso ese chasquido?
  • ¿Te resulta difícil abrir la boca normalmente?

Tu médico o dentista te hará preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Anticiparte y preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar tu tiempo al máximo.

Last Updated: March 16th, 2019