Envenenamiento con ricina

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Si piensas que has estado expuesto al ricino, sal al aire libre y llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato.

El ricino es un veneno que puede fabricarse a partir de los residuos que quedan al transformar las semillas de ricino en aceite de ricino. El veneno puede entrar en las células del cuerpo y matarlas al impedirles producir las proteínas que necesitan.

El ricino puede utilizarse como arma. Puede transformarse en un aerosol e inhalarse. También, puede consumirse en alimentos envenenados o de un suministro de agua que lo contenga. O bien, puede administrarse en una inyección.

Los síntomas de la intoxicación por ricino dependen de si la persona inhala el ricino, lo ingiere o se le administra en una inyección. Cuando se inhala, el ricino causa fiebre, opresión del pecho, tos y problemas respiratorios. El ricino puede causar edema pulmonar, que es una acumulación de líquido en los pulmones.

Si el ricino se ingiere, puede causar vómitos y diarrea. También, puede causar sangrado intestinal y daño en los órganos. El veneno puede matar a una persona en tres días. Incluso una pequeña cantidad de ricino puede ser letal.

No hay ninguna prueba eficaz para confirmar la exposición al ricino. No hay ninguna vacuna ni forma de contrarrestar el envenenamiento por ricino. El tratamiento puede disminuir los efectos del veneno.

Mientras esperas a que llegue la atención médica de emergencia, sigue estos pasos indicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades:

• Aléjate de la zona donde está el ricino lo más rápido posible. Sal al aire libre.
• Quítate la ropa que pueda tener ricino. No te quites la ropa por la cabeza. Córtala si es necesario.
• Lava la piel que haya estado expuesta al ricino con agua y jabón. Si te arden los ojos o ves borroso, enjuágatelos con agua durante 10 o 15 minutos. Quítate los lentes de contacto y ponlos con la ropa expuesta que vaya a desecharse. Lava tus anteojos con agua y jabón.
• Para deshacerte de la ropa que haya estado expuesta, colócala en una bolsa de plástico sellada. Pon la bolsa en otra bolsa de plástico y cierra esa bolsa también.

No toques la ropa. Utiliza guantes de goma, pinzas y otros objetos similares. Infórmales a los trabajadores de emergencias dónde está la bolsa de ropa. No toques la bolsa.