Mordeduras de animales: primeros auxilios

Información general

Las mordeduras de animales pueden ser causadas por mascotas, como gatos, perros, hámsteres y tortugas; también por animales de granja o por animales salvajes. El tipo de cuidado necesario depende de la profundidad de la mordedura y del tipo de animal que la haya causado.

Tal vez necesites medicamentos para combatir la infección o quizás requieras una vacuna antitetánica o una antirrábica. Los animales salvajes que pueden transmitir la rabia son los coyotes, los zorros, los mapaches, las mofetas y los murciélagos, entre otros. Las mascotas que viven al aire libre pueden ser portadoras de la rabia si están enfermas, no están vacunadas, son callejeras y viven en zonas donde hay casos de rabia en animales domésticos.

Tratamiento

Para tratar una mordida o herida de garra menor de un animal, como una que solo lastima la piel, sigue estos pasos:

• Limpia la herida con agua y jabón.
• Aplica una crema o un ungüento antibiótico y cubre la mordida con un vendaje limpio.

Cuándo llamar al médico

Busca atención médica inmediata en los siguientes casos:

• Se trata de una herida punzante profunda o si no estás seguro de su gravedad.
• La piel está muy rasgada, machacada o sangra mucho. Primero aplica presión con una venda o con un paño limpio para detener el sangrado.
• Ves que aumenta la hinchazón o presentas cambios en el color de la piel, dolor o exudado. Estos son signos de infección.
• No sabes si el animal que te mordió tiene rabia. Los murciélagos suelen transmitir la rabia y pueden infectar a los humanos sin dejar signos evidentes de la mordida. Por ello, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las personas en contacto con murciélagos pidan asesoramiento médico sobre las vacunas antirrábicas. Es conveniente hacerlo aunque crean que no les han mordido.

Si no has recibido la vacuna antitetánica en los últimos cinco años y la herida es profunda o está sucia, tal vez el profesional de atención médica te recomiende un refuerzo. Solicita que se te administre una vacuna de refuerzo en un plazo de 48 horas después de la lesión.

Si un gato o un perro causaron la herida, trata de verificar si tiene la vacuna antirrábica al día. Si la causó un animal salvaje, consulta con el médico sobre qué animales son más propensos a trasmitir la rabia.