Es una afección poco frecuente en la que los músculos del cuello se contraen. Esto hace que la cabeza se tuerza hacia uno de los lados.
La tortícolis puede estar presente desde el nacimiento, y en este caso se la llama tortícolis congénita. Esta clase suele ocurrir de 2 a 4 semanas después del nacimiento. Puede desaparecer sin tratamiento. En la mayoría de los casos, la tortícolis es un síntoma de una afección subyacente, como una infección, pero también puede presentarse a causa de una lesión.
El tipo más frecuente hace que el mentón se incline hacia un hombro. Algunos de los síntomas son la dificultad para mover la cabeza, el dolor de cabeza o el de cuello.
El tratamiento depende de la causa. Por lo general, se trata con fisioterapia. Inyectar toxina botulínica en los músculos afectados puede reducir los síntomas de ciertos tipos de tortícolis. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía.