Antidepresivos: Recibe consejos para lidiar con los efectos secundarios
Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, aumento de peso, somnolencia, insomnio, sequedad en la boca, estreñimiento, mareos, ansiedad o efectos secundarios sexuales. Aprende cómo sobrellevarlo.
Introducción
Los antidepresivos pueden causar efectos secundarios desagradables. Los signos y síntomas como náuseas, aumento de peso o problemas de sueño pueden ser comunes al principio. Para muchas personas, estos mejoran a las pocas semanas de comenzar a tomar el antidepresivo. Sin embargo, en algunos casos, los antidepresivos causan efectos secundarios que no desaparecen.
Habla con tu médico o profesional de la salud mental acerca de los efectos secundarios que estés teniendo. En el caso de algunos antidepresivos, el monitoreo de los niveles sanguíneos puede ayudar a determinar el rango de efectividad y hasta qué punto se puede ajustar la dosis para ayudar a reducir los efectos secundarios. En raras ocasiones, los antidepresivos pueden causar efectos secundarios graves que deben tratarse de inmediato.
Si los efectos secundarios parecen intolerables, quizás te sientas tentado a dejar de tomar un antidepresivo o a reducir la dosis por tu cuenta. No lo hagas. Los síntomas pueden reaparecer y dejar de tomar el antidepresivo repentinamente puede causar síntomas similares a los de la abstinencia. Habla con tu médico para que te ayude a identificar las mejores opciones para tus necesidades específicas.
Náuseas
Por lo general, las náuseas comienzan enseguida después de comenzar a tomar un antidepresivo. Puede desaparecer después de que el cuerpo se acostumbre al medicamento.
Considera estas estrategias:
- Toma el antidepresivo con los alimentos, salvo que hayas recibido la indicación de no hacerlo.
- Come porciones pequeñas con más frecuencia.
- Come caramelos duros sin azúcar.
- Bebe mucho líquido, como agua fría. Prueba un antiácido o subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol).
- Habla con tu médico para saber si se puede cambiar la dosis o recurrir a una forma de liberación lenta del medicamento.
Mayor apetito, aumento de peso
Quizás aumentes de peso debido a la retención de líquidos o a la falta de actividad física, o porque tienes más apetito cuando se alivian los síntomas de la depresión. Algunos antidepresivos probablemente causen más aumento de peso que otros. Si te preocupa el aumento de peso, pregúntale a tu médico si es un posible efecto secundario del antidepresivo que te ha recetado y analicen las maneras de tratar este asunto.
Considera las siguientes estrategias:
- Reduce el consumo de dulces y bebidas azucaradas.
- Selecciona alimentos nutritivos bajos en calorías, como frutas y verduras, y evita las grasas trans y saturadas.
- Mantén un diario de alimentos: el seguimiento de lo que comes puede ayudarte a controlar tu peso.
- Busca el consejo de un dietista registrado.
- Haz actividad física regular o haz ejercicio la mayoría de los días de la semana.
- Habla con tu médico acerca de cambiar de medicamento, pero pregúntale las ventajas y desventajas.
Fatiga, somnolencia
La fatiga y la somnolencia son comunes, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento con un antidepresivo.
Considera estas estrategias:
- Toma una breve siesta durante el día.
- Haz algo de actividad física, como caminar.
- Evita conducir u operar maquinaria peligrosa hasta que pase la fatiga.
- Toma tu antidepresivo a la hora de acostarte si tu médico lo aprueba.
- Habla con el médico para ver si es mejor ajustar la dosis.
Insomnio
Algunos antidepresivos pueden causar insomnio, lo que dificulta dormir o permanecer dormido, por lo que puedes estar cansado durante el día.
Considera estas estrategias:
- Toma el antidepresivo por la mañana si tu médico lo aprueba.
- Evita los alimentos y bebidas con cafeína, particularmente al final del día.
- Haz actividad física o ejercicio regularmente, pero hazlo varias horas antes de acostarte, para que no interfiera en tu sueño.
- Si el insomnio es un problema continuo, consulta a tu médico acerca de la posibilidad de tomar un medicamento sedante a la hora de acostarte o pregúntale si tomar una dosis baja de un antidepresivo sedante como trazodona o mirtazapina (Remeron) antes de acostarte podría ayudarte.
Boca seca
La sequedad de boca es un efecto secundario común de muchos antidepresivos.
Considera las siguientes estrategias:
- Bebe agua regularmente o chupa trozos de hielo.
- Mastica chicle sin azúcar o chupa caramelos duros sin azúcar.
- Evita el tabaco, el alcohol y las bebidas con cafeína porque pueden hacer que tu boca se seque.
- Respira por la nariz, no por la boca.
- Cepíllate los dientes dos veces al día, usa hilo dental diariamente y visita a tu dentista regularmente. Tener la boca seca puede aumentar el riesgo de caries.
- Habla con tu médico o tu dentista acerca de los medicamentos de venta libre o recetados para tratar la sequedad de boca.
- Si la sequedad de boca continúa siendo extremadamente molesta a pesar de los esfuerzos anteriores, pregúntale a tu médico sobre los pros y contras de reducir la dosis del antidepresivo.
Estreñimiento
A menudo se asocia el estreñimiento con los antidepresivos tricíclicos porque estos interrumpen el funcionamiento normal del tracto digestivo y de otros sistemas orgánicos. Otros antidepresivos también causan estreñimiento algunas veces.
Considera estas estrategias:
- Bebe mucha agua.
- Come alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras frescas, salvado y cereales integrales.
- Haz ejercicio en forma regular.
- Toma un suplemento de fibra (Citrucel, Metamucil u otros).
- Pídele consejo a tu médico sobre los ablandadores de heces si las otras medidas no funcionan.
Mareo
El mareo es más común con los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) que con otros antidepresivos. Estos medicamentos pueden causar presión arterial baja, lo que resulta en mareos.
Considera estas estrategias:
- Levántate lentamente si estás sentado y quieres ponerte de pie.
- Usa pasamanos, bastones u otros artículos resistentes como apoyo.
- Evita conducir u operar maquinaria.
- Evita la cafeína, el tabaco y el alcohol.
- Bebe mucho líquido.
- Toma tu antidepresivo a la hora de acostarte si tu médico lo aprueba.
Nerviosismo, agitación, ansiedad
La agitación, la irritabilidad o la ansiedad pueden ser el resultado del efecto estimulante de ciertos antidepresivos. Aunque tener más energía puede ser algo positivo, quizás signifique que no puedas relajarte o quedarte quieto aunque lo desees.
Considera las siguientes estrategias:
- Haz ejercicio con regularidad, por ejemplo, trotar, andar en bicicleta o hacer ejercicios aeróbicos, o algún tipo de actividad física, como caminar. Habla primero con tu médico acerca del tipo de ejercicios o actividad física más convenientes para ti.
- Practica ejercicios de respiración profunda, relajación muscular o yoga.
- Consulta con tu médico acerca de la posibilidad de tomar un medicamento relajante o sedante temporalmente, o cambiar a un antidepresivo que no sea tan estimulante.
Presta atención si tienes pensamientos acelerados o impulsivos junto con un aumento de energía. Si esto ocurre, habla con tu médico de inmediato porque pueden ser signos de trastorno bipolar u otro trastorno grave.
Efectos secundarios sexuales
Muchos antidepresivos causan efectos secundarios sexuales, como la disminución del deseo sexual y la dificultad para llegar al orgasmo. Algunos antidepresivos pueden causar dificultades para tener o mantener una erección (disfunción eréctil). Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) tienen más probabilidades de causar efectos secundarios sexuales que otros antidepresivos.
Considera las siguientes estrategias:
- Considera la posibilidad de tomar un medicamento que solo requiera una dosis diaria y programa la actividad sexual antes de tomar esa dosis.
- Habla con tu médico acerca de cambiar a un antidepresivo que pueda tener menos efectos, como el bupropión (Wellbutrin, SR, Wellbutrin XL, otros), o de ajustar la dosis del medicamento actual para aliviar los efectos secundarios sexuales.
- Habla con tu pareja acerca de los efectos secundarios sexuales y de cómo cambian tus necesidades. Ajustar tu rutina sexual puede ser útil. Por ejemplo, quizás necesitas una mayor estimulación antes de tener relaciones sexuales.
- Habla con tu médico acerca de las opciones de medicamentos, como el sildenafil (Viagra), que pueden aliviar temporalmente los efectos secundarios sexuales o tratar la disfunción eréctil y cualquier riesgo asociado. Evita los suplementos de hierbas de venta libre que prometen un mayor deseo y desempeño sexual: no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y algunos podrían ser peligrosos para tu salud.
Efectos relacionados con el corazón
En función de la salud de tu corazón y del tipo de antidepresivo que tomes, es posible que necesites un electrocardiograma (ECG) antes del tratamiento o periódicamente durante su curso. El electrocardiograma se usa para monitorear lo que se llama el intervalo QT para asegurarse de que no sea prolongado. Un intervalo QT prolongado es una afección del ritmo cardíaco que puede aumentar el riesgo de ritmos cardíacos irregulares graves (arritmias).
Ciertos antidepresivos no deben usarse si ya tienes problemas cardíacos o si estás tomando un inhibidor de la monoaminoxidasa. Habla con tu médico acerca de tu salud cardíaca y de cualquier medicamento para el corazón u otros medicamentos que tomes.
Variaciones genéticas
Algunos estudios indican que las variaciones en los genes pueden jugar un papel en la efectividad y el riesgo de sufrir efectos secundarios de antidepresivos específicos. Así que tus genes pueden, al menos en parte, determinar si un cierto antidepresivo funcionará bien para ti y si es probable que presentes ciertos efectos secundarios.
Algunos lugares ya ofrecen pruebas genéticas limitadas para ayudar a determinar la elección de antidepresivos, pero las pruebas no son rutinarias y no siempre están cubiertas por el seguro.
Se están realizando más estudios para determinar cuál podría ser la mejor opción de antidepresivo basada en la composición genética. Sin embargo, las pruebas genéticas son parte, no un reemplazo, de un examen psiquiátrico completo y de las decisiones clínicas.
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