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Meditación: Una manera simple y rápida de reducir el estrés

Aprende maneras rápidas y fáciles para meditar sin importar dónde estés.

Si el estrés hace que estés ansioso, tenso y preocupado, prueba la meditación. Dedicar aunque sea unos pocos minutos a la meditación puede ayudarte a recuperar la calma y paz interior.

Cualquier persona puede meditar. Es sencillo y no es costoso. Además, no necesitas ningún equipo especial.

Puedes practicar la meditación dondequiera que estés. Por ejemplo, mientras das un paseo, vas en autobús, esperas en el consultorio del médico o incluso en medio de una reunión de negocios.

Para entender la meditación

La meditación se ha practicado por miles de años. Al principio, su propósito era ayudar a profundizar la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas de la vida. En la actualidad, la meditación se utiliza con mayor frecuencia para relajarse y disminuir el estrés.

La meditación es un tipo de medicina complementaria para cuerpo y mente. Puede ayudar a que te relajes profundamente y a calmar tu mente.

Durante la meditación, concentras tu atención en algo. Eliminas todos los pensamientos que llenan tu mente y te causan estrés. Este proceso puede mejorar tu bienestar físico y emocional.

Los beneficios de la meditación

La meditación puede darte una sensación de calma, paz y equilibrio que puede mejorar tu bienestar emocional y tu salud general. También sirve para relajarte y afrontar el estrés, ya que te permite concentrar en algo que te calma. La meditación puede ayudarte a aprender a mantenerte centrado y a conservar la paz interior.

Estos beneficios no finalizan cuando termina la sesión de meditación. La meditación puede ayudarte a pasar el día de manera más calmada y a controlar los síntomas de algunas enfermedades.

Meditación y bienestar físico y emocional

Cuando meditas, puedes despejar la sobrecarga de información que se acumula todos los días y contribuye a tu estrés.

Los beneficios emocionales y físicos de la meditación incluyen los siguientes:

  • Brindarte una nueva perspectiva sobre las cosas que te causan estrés
  • Adquirir habilidades para controlar el estrés
  • Hacer que tengas más autoconciencia
  • Enfocarte en el presente
  • Reducir los pensamientos negativos
  • Ayudar a que seas más creativo
  • Ayudar a que seas más paciente
  • Disminuir la frecuencia cardíaca en reposo
  • Disminuir la presión arterial en reposo
  • Ayudar a dormir mejor

Meditación y enfermedad

La meditación también podría ser útil cuando tienes una enfermedad, en especial, una afección que el estrés empeora.

Muchas investigaciones muestran que la meditación es buena para la salud. Sin embargo, algunos expertos creen que no hay suficientes investigaciones que demuestren que la meditación es útil.

Por ello, algunos investigadores sugieren que la meditación puede ayudar a controlar los síntomas de afecciones como:

  • Ansiedad
  • Asma
  • Cáncer
  • Dolor crónico
  • Depresión
  • Enfermedad cardíaca
  • Presión arterial alta
  • Síndrome de colon irritable
  • Problemas de sueño
  • Cefaleas tensionales

No dejes de hablar con tu profesional de atención médica sobre las ventajas y las desventajas de practicar la meditación si tienes algunas de estas enfermedades u otras afecciones. A veces, la meditación podría empeorar los síntomas vinculados con algunas afecciones de salud mental.

La meditación no reemplaza el tratamiento médico. Sin embargo, puede ser útil añadirla a otros tratamientos.

Tipos de meditación

Meditación es un término general para las muchas maneras de lograr un estado de relajación. Existen muchos tipos de meditación y maneras de relajarse que aplican partes de la meditación. Todas comparten el mismo objetivo de lograr la paz interior.

A continuación, se mencionan algunas formas de meditar:

  • Meditación guiada. A veces se denomina visualización dirigida o visualización. Con este método de meditación, creas imágenes mentales de lugares, objetos o personas para ayudarte a relajar.

    Puedes intentar utilizar todos los sentidos que puedas. Esto incluye visualizar cosas que puedes oler, ver, escuchar y sentir. Un guía o un maestro puede guiarte a lo largo de este proceso.

  • Meditación con mantra. En este tipo de meditación, repites una palabra, un pensamiento o una frase calmante para evitar pensamientos no deseados.
  • Meditación con atención plena. Este tipo de meditación se basa en estar consciente de la realidad. Significa tener más consciencia del presente.

    En la meditación de atención plena, diriges tu atención a algo, como el flujo de tu respiración. Puedes observar tus pensamientos y sentimientos, pero debes dejarlos pasar sin emitir ningún juicio.

  • Qi gong. La mayoría de las veces, esta práctica combina la meditación, la relajación, el movimiento y los ejercicios respiratorios para recuperar y mantener el equilibrio. El qi gong es parte de la medicina china.
  • Taichí. Es un tipo de entrenamiento en un suave arte marcial chino. El taichí consiste en hacer una serie de posturas o movimientos de forma lenta y grácil. Además, se acompañan los movimientos con respiraciones profundas.
  • Yoga. Consiste en hacer una serie de posturas con la respiración controlada. Esto ayuda a que tu cuerpo sea más flexible y a calmar tu mente. Para hacer las posturas, necesitas equilibrio y concentración. Esto te permite enfocarte menos en tu día ajetreado y más en el momento.

Partes de la meditación

Cada tipo de meditación puede incluir determinados elementos para ayudarte a meditar. Estos pueden variar según quién te guía o da la clase. Estos son algunos de los elementos más comunes de la meditación:

  • Atención centrada. Prestar atención es uno de los elementos más importantes de la meditación.

    Es lo que ayuda a liberar la mente de muchos pensamientos que causan estrés y preocupación. Por ejemplo, puedes dirigir tu atención a un determinado objeto, una imagen, un mantra o incluso tu respiración.

  • Respiración relajada. Esta técnica implica respirar de manera profunda y uniforme con el músculo diafragma, que está entre el pecho y el abdomen, para expandir los pulmones. El objetivo es respirar lento, inhalar más oxígeno y usar menos los músculos del hombro, el cuello y parte superior del pecho para respirar a fin de hacerlo mejor.
  • Un lugar tranquilo. Si eres principiante, puede resultarte más sencillo practicar la meditación en un lugar tranquilo. Intenta alejar objetos que te distraigan, como el televisor, las computadoras y los teléfonos celulares.

    A medida que adquieras experiencia, puedes practicar la meditación en cualquier lugar. Esto incluye lugares en los que puedes sentir mucho estrés, como en una congestión vehicular, una reunión estresante de trabajo o una fila larga en el supermercado. Allí es cuando puedes aprovechar al máximo la meditación.

  • Una posición cómoda. Puedes practicar la meditación en posición sentada, acostada u otras, mientras caminas o haces otras actividades. Solo intenta estar cómodo para aprovechar al máximo la meditación. Intenta mantener una buena postura durante la meditación.
  • Una actitud abierta. Permite que los pensamientos recorran tu mente, pero no emitas juicio.

Maneras diarias de practicar la meditación

No permitas que la idea de meditar correctamente aumente tu estrés. Si lo deseas, puedes asistir a centros especiales para meditación o a clases grupales dirigidas por instructores capacitados. Pero también puedes fácilmente practicar la meditación por tu cuenta. También hay muchas aplicaciones que puedes utilizar.

Además, puedes practicar la meditación de manera formal o informal, según tus preferencias. Algunas personas hacen de la meditación parte de su rutina diaria. Por ejemplo, pueden comenzar y terminar su día con una hora de meditación. Aunque, en realidad, lo único que necesitas son unos pocos minutos al día para meditar.

Estas son algunas formas de meditar por tu cuenta, cuando quieras:

  • Respira profundamente. Es bueno para principiantes, ya que respirar es una función natural.

    Dirige toda tu atención a la respiración. Siente y escucha tu respiración mientras inhalas y exhalas por la nariz. Respira profundamente y despacio. Cuando tu mente divague, vuelve de a poco a prestar atención a tu respiración.

  • Observa tu cuerpo. Cuando apliques esta técnica, dirige tu atención a cada parte de tu cuerpo. Toma conciencia de cómo se siente tu cuerpo. Puede sentir dolor, tensión, calidez o relajación.

    Combina la técnica de observar tu cuerpo con ejercicios de respiración y piensa que inhalas y exhalas calor o relajación hacia las distintas partes de tu cuerpo y desde estas.

  • Repite un mantra. Puedes crear tu propio mantra. Puede ser religioso o no. Algunos ejemplos de mantras religiosos incluyen la oración de Jesús en la tradición cristiana, el nombre sagrado de Dios en el judaísmo o el mantra om del hinduismo, budismo y otras religiones orientales.
  • Camina y medita. Meditar mientras caminas es una forma buena y saludable de relajarse. Puedes usar esta técnica en cualquier lugar por el que camines; por ejemplo, en un bosque, una acera de la ciudad o el centro comercial.

    Cuando apliques este método, reduce la velocidad al caminar para concentrarte en cada movimiento de tus piernas o pies. No prestes atención al lugar al que vas. Presta atención a tus piernas y pies. Repite en tu mente verbos de acción, como levantar, mover y asentar, mientras levantas el pie, mueves la pierna hacia delante y asientas el pie en el suelo. Dirige tu atención a lo que ves, escuchas y hueles a tu alrededor.

  • Ora. La oración es el tipo de meditación que más se conoce y practica. Existen oraciones, ya sean orales o escritas, en la mayoría de las tradiciones religiosas.

    Puedes orar con tus propias palabras o leer oraciones que otras personas han escrito. Para ver algunos ejemplos, visita la sección de autoayuda de tu librería más cercana. Habla con tu rabino, sacerdote, pastor u otro líder espiritual sobre posibles recursos.

  • Lee y reflexiona. Muchas personas afirman que se benefician al leer poemas o textos sagrados, y al tomarse un momento para reflexionar sobre sus significados.

    Puedes escuchar música sacra, palabras o cualquier música que te relaje o inspire. Puedes escribir tus pensamientos en un diario y hablar sobre ellos con un amigo o un líder espiritual.

  • Enfoca tu amor y bondad. En este tipo de meditación, piensa en los demás con sentimientos de amor, compasión y bondad. Esto puede ayudar a que te sientas más conectado con el resto de las personas.

Cómo mejorar tu habilidad para meditar

No juzgues la forma en la que meditas, ya que puede estresarte más. La meditación requiere práctica.

Es común que tu mente divague durante la meditación, sin importar cuánto tiempo la hayas practicado. Si meditas para calmar tu mente y esta divaga, vuelve de a poco a tu punto de concentración.

Prueba distintos tipos de meditación para saber cuáles funcionan mejor para ti y qué disfrutas hacer. Adapta la meditación a lo que necesites en ese momento. Recuerda, no hay una manera correcta ni una incorrecta para meditar. Lo que importa es que la meditación te ayude a reducir el estrés y a sentirte mejor en general.

Last Updated: December 14th, 2023