Espasmos esofágicos
Esta afección digestiva a veces se confunde con dolor cardíaco. Obtén información sobre los síntomas y el tratamiento de estas dolorosas contracciones en el esófago.
Perspectiva general
Los espasmos esofágicos son contracciones dolorosas dentro del conducto muscular que conecta la boca y el estómago (esófago). Los espasmos esofágicos se pueden sentir como un dolor en el pecho repentino e intenso que dura desde unos pocos minutos hasta horas. Algunas personas pueden confundirlo con un dolor de origen cardíaco (angina).
Los espasmos esofágicos por lo general se producen solo ocasionalmente y pueden no necesitar tratamiento. Pero, a veces, los espasmos son frecuentes y pueden evitar que la comida y los líquidos pasen por el esófago. Si los espasmos esofágicos te impiden comer o beber, hay tratamientos disponibles.
Síntomas
Algunos síntomas de los espasmos esofágicos incluyen los siguientes:
- Dolor opresivo en el pecho. El dolor por lo general es intenso y puede confundirse con dolor en el corazón (angina de pecho).
- Dificultad al tragar sólidos y líquidos, a veces relacionada con tragar sustancias específicas. El vino tinto o las bebidas extremadamente calientes o frías son causas comunes.
- La sensación de que algo quedó atascado en la garganta.
- El regreso de la comida y los líquidos al esófago (regurgitación).
Cuándo debes consultar a un médico
El dolor de pecho opresivo relacionado con los espasmos esofágicos también puede deberse a un ataque cardíaco. Si tienes dolor de pecho opresivo, busca atención médica de inmediato.
Causas
Las causas de los espasmos esofágicos no están claras. Sin embargo, parecen estar relacionados con el funcionamiento atípico de los nervios que controlan los músculos que se usan al tragar.
Un esófago sano generalmente mueve la comida hacia el interior del estómago a través de una serie de contracciones musculares coordinadas. Los espasmos esofágicos dificultan la coordinación de los músculos en las paredes de la parte inferior del esófago para mover los alimentos hacia el estómago.
Existen dos tipos de espasmos esofágicos: distal e hipercontráctil (esófago en martillo neumático).
Factores de riesgo
No existen factores de riesgo conocidos para los espasmos esofágicos.
Diagnóstico
El proveedor de atención médica podría recomendarte las siguientes pruebas:
- Manometría esofágica. Esta prueba mide las contracciones musculares rítmicas del esófago al tragar, la coordinación y la fuerza que ejercen los músculos del esófago y lo bien que se relaja o se abre el esfínter esofágico inferior al tragar.
- Radiografías del aparato digestivo superior, lo que también se conoce como esofagografía. Para estas radiografías, el paciente debe beber un líquido blanquecino que recubre la mucosa interna del tubo digestivo. El líquido le permite al proveedor de atención médica ver la silueta del esófago, del estómago y del intestino delgado.
- Endoscopia superior. El proveedor de atención médica introduce un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara por la garganta para ver el interior del esófago y del estómago. Este instrumento se llama endoscopio. La endoscopia también se puede usar para recolectar una muestra de tejido que se analiza para detectar otras enfermedades esofágicas. Esta muestra de tejido se conoce como biopsia.
Tratamiento
El tratamiento depende de la frecuencia y gravedad de los espasmos esofágicos.
Si los espasmos son ocasionales, el proveedor de atención médica podría recomendarte primero evitar los alimentos extremadamente calientes o fríos para ver si eso alivia los síntomas.
Si los espasmos hacen que te resulte difícil comer o beber, el proveedor de atención médica podría recomendarte lo siguiente:
- Control de cualquier afección subyacente. Los espasmos esofágicos a veces se asocian con afecciones como acidez estomacal o enfermedad por reflujo gastroesofágico. El proveedor de atención médica puede recomendarte inhibidores de la bomba de protones para tratar la enfermedad por reflujo gastroesofágico. En ocasiones, se puede recetar un antidepresivo, como la imipramina (Tofranil). Este medicamento puede ayudarte a reducir la sensación de dolor en el esófago.
- Medicamentos para relajar los músculos que utilizas al tragar. El aceite de yerbabuena, las inyecciones de toxina botulínica A (Botox) o los bloqueadores de los canales de calcio, como el diltiazem (Cardizem, Tiazac, entre otros), pueden hacer que los espasmos sean menos intensos.
- Cirugía (miotomía). Si el medicamento no funciona, el proveedor de atención médica podría recomendarte un procedimiento que consiste en cortar el músculo del extremo inferior del esófago. Este procedimiento, denominado miotomía, puede ayudar a atenuar las contracciones esofágicas. Debido a que no existen estudios a largo plazo de este enfoque, por lo general, la miotomía no se recomienda para los espasmos esofágicos. Sin embargo, se podría considerar si otros tratamientos no funcionan.
- Miotomía endoscópica por vía oral. El procedimiento de miotomía endoscópica por vía oral es mínimamente invasivo. Esta técnica reciente consiste en introducir un endoscopio por la boca y bajarlo por la garganta. Esto permite al cirujano hacer una incisión en el revestimiento interior del esófago. Luego, como en la miotomía estándar, el cirujano corta el músculo en el extremo inferior del esófago. Al igual que en la miotomía estándar, la miotomía endoscópica por vía oral generalmente se considera solo si los demás tratamientos no funcionan.
Estilo de vida y remedios caseros
Para ayudarte a lidiar con los espasmos esofágicos ocasionales, intenta lo siguiente:
- Evita exponerte a los factores desencadenantes. Haz una lista de los alimentos y bebidas que te provocan espasmos esofágicos.
- Elige alimentos tibios o frescos. Deja reposar los alimentos y las bebidas que estén muy calientes o muy fríos unos minutos antes de consumirlos.
- Chupa una pastilla de yerbabuena. El aceite de yerbabuena es un relajante del músculo liso y puede ayudar a aliviar los espasmos esofágicos. Coloca la pastilla de yerbabuena debajo de la lengua.
Preparación antes de la cita
Es posible que te remitan a un proveedor de atención médica que se especialice en el aparato digestivo (gastroenterólogo).
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita médica, por ejemplo, hacer ayuno antes de la cita.
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica.
- Toma nota de cualquier factor desencadenante de los síntomas, como, por ejemplo, ciertos alimentos.
- Haz una lista de todos tus medicamentos, vitaminas y suplementos.
- Anota información médica clave, incluidas otras afecciones que tengas.
- Anota información personal importante, incluido cualquier cambio o situación estresante reciente en tu vida.
- Anota las preguntas que quieras hacer durante la cita médica.
- Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañe para ayudarte a recordar lo que diga el médico.
Preguntas para hacerle al médico
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Qué pruebas necesito? ¿Existe alguna preparación especial para ellas?
- ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
- ¿Qué tratamientos hay disponibles?
- ¿Qué tipos de comidas suelen empeorar mis síntomas?
- Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer otras.
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para revisar los puntos a los que quieras dedicar más tiempo. Es posible que te pregunte lo siguiente:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas? ¿Cuál es su gravedad?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Existe algo que parezca mejorar o empeorar los síntomas?
- ¿Hacer esfuerzo te provoca dolor en el pecho?
- ¿El dolor en el pecho está relacionado con el dolor en el brazo o en la mandíbula, la falta de aire o las náuseas?
- ¿Tus síntomas están relacionados con las comidas? ¿Se desencadenan a causa de algún alimento o tipo de comida en particular?
- ¿Tienes síntomas de acidez estomacal después de comer, como una sensación de ardor en el pecho o un sabor ácido en la boca?
- ¿Alguna vez te levantaste durante la noche con acidez estomacal, dolor de pecho o con sabor ácido en la boca?
- ¿Tienes dificultad para tragar la comida, o tuviste que cambiar tu alimentación para no tener dificultades al tragar?
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