Asma causada por el ejercicio físico
Hacer ejercicio de forma regular es beneficioso en muchos sentidos, pero para algunas personas puede desencadenar problemas respiratorios. Los medicamentos pueden ayudar.
Descripción general
El asma causada por el ejercicio físico se produce cuando las vías respiratorias se estrechan o comprimen al hacer actividad física intensa. Causa falta de aire, silbido del pecho, tos y otros síntomas mientras se hace ejercicio o después.
El término médico preferido para esta afección es “broncoconstricción inducida por el ejercicio”. Muchas personas con asma padecen de broncoconstricción inducida por el ejercicio. Sin embargo, quienes no tienen asma también pueden sufrirla.
La mayoría de las personas que tienen broncoconstricción inducida por el ejercicio puede seguir haciendo actividad física si trata los síntomas. El tratamiento incluye medicamentos para el asma y medidas para evitar los síntomas antes de comenzar la actividad física.
Síntomas
Los síntomas de la broncoconstricción inducida por el ejercicio suelen comenzar durante o poco después del ejercicio. Estos síntomas pueden durar una hora o más si no se tratan. Entre los síntomas se incluyen los siguientes:
- Tos.
- Sibilancia.
- Falta de aire.
- Dolor u opresión del pecho.
- Fatiga al hacer ejercicio.
- Menor rendimiento deportivo de lo esperado.
- Evasión de la actividad física, especialmente en los niños pequeños.
Cuándo consultar al médico
Consulta al proveedor de atención médica si tienes síntomas de broncoconstricción inducida por el ejercicio. Hay algunas afecciones que pueden ocasionar síntomas similares, por lo que es importante obtener un diagnóstico lo más pronto posible.
Busca tratamiento médico de emergencia si tienes los siguientes síntomas:
- Falta de aire o sibilancia que empeora rápidamente y dificulta la respiración.
- Ninguna mejora incluso después de usar un inhalador recetado para los ataques de asma.
Causas
La causa de la broncoconstricción inducida por el ejercicio no es clara. Durante mucho tiempo, se pensó que la causa era el aire frío. Sin embargo, en estudios recientes se descubrió que el aire seco es una causa más probable. El aire frío tiene menos humedad que el aire caliente. Respirar aire frío y seco deshidrata las vías respiratorias. Esto hace que se contraigan, lo que reduce el flujo de aire. Otros factores, como el cloro u otros gases, pueden irritar las paredes de las vías respiratorias y contribuir también a las dificultades respiratorias.
Factores de riesgo
Es más probable que la broncoconstricción inducida por el ejercicio ocurra en las siguientes personas:
- Personas con asma. Aproximadamente el 90 % de las personas con asma tienen broncoconstricción inducida por el ejercicio. Sin embargo, la afección también puede ocurrir en personas sin asma.
- Atletas de élite. Aunque cualquier persona puede padecer broncoconstricción inducida por el ejercicio, es más habitual en atletas de alto nivel.
Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de la afección o actuar como desencadenantes son los siguientes:
- Aire seco.
- Aire frío.
- Contaminación del aire.
- Cloro en las piletas de natación.
- En un gimnasio, el olor a perfume, pintura, equipos o alfombras nuevos.
- Actividades que involucran respiraciones profundas por períodos prolongados, como correr largas distancias, nadar o jugar al fútbol.
Complicaciones
Si no se trata, la broncoconstricción inducida por el ejercicio puede causar lo siguiente:
- Dificultad para respirar grave o que pone en riesgo la vida, particularmente en las personas que no reciben un tratamiento adecuado para el asma.
- Menor calidad de vida debido a la incapacidad de hacer ejercicio.
Diagnóstico
Para diagnosticar la broncoconstricción inducida por el ejercicio, el proveedor de atención médica primero pregunta sobre los antecedentes médicos y hace un examen físico. Es posible que te hagan pruebas para controlar el funcionamiento de los pulmones y descartar otras afecciones.
Prueba de la función pulmonar actual
Es probable que el proveedor de atención médica te realice una prueba de espirometría. Este examen muestra cómo funcionan los pulmones cuando no estás haciendo ejercicio. Un espirómetro mide cuánto aire inhalas, así como cuánto exhalas y con qué rapidez lo exhalas.
Es posible que el proveedor de atención médica te pida repetir la prueba después de que inhales un medicamento para abrir los pulmones. Este medicamento se conoce como broncodilatador. El proveedor de atención médica compara los resultados de las dos mediciones para ver si el broncodilatador mejoró el flujo de aire. Esta prueba inicial de la función pulmonar es importante para descartar el asma crónica como causa de los síntomas.
Pruebas de provocación por ejercicio
Durante una prueba de provocación por ejercicio, debes correr en una caminadora o usar otros equipos fijos para hacer ejercicio que aumenten la frecuencia respiratoria.
El ejercicio debe ser lo suficientemente intenso como para desencadenar los síntomas. Si es necesario, quizás te pidan que hagas una prueba de provocación por ejercicio de la vida real, por ejemplo, subir escaleras. Las pruebas de espirometría anteriores y posteriores a la provocación pueden brindar evidencias de broncoconstricción inducida por el ejercicio.
Prueba respiratoria de provocación con metacolina
Esta prueba implica inhalar un agente, que suele ser metacolina, que produce el estrechamiento de las vías respiratorias en algunas personas que tienen broncoconstricción causada por el ejercicio. Después, se controla la función pulmonar con una prueba de espirometría. Esta prueba imita las condiciones que probablemente desencadenen la broncoconstricción causada por el ejercicio.
Tratamiento
Es posible que el proveedor de atención médica te recete medicamentos que deberás tomar poco antes de hacer ejercicios o diariamente, como control a largo plazo.
Medicamentos previos a hacer ejercicio
Si el proveedor de atención médica te receta un medicamento que debes tomar antes de hacer ejercicio, pregúntale cuánto tiempo tienes que esperar desde que lo tomas hasta iniciar la actividad física.
- Los agonistas beta de acción rápida son los medicamentos que se recetan con mayor frecuencia para tomar antes de hacer ejercicio. Estos medicamentos incluyen albuterol (ProAir HFA, Proventil-HFA, Ventolin HFA) y levalbuterol (Xopenex HFA). Los Agonistas beta de acción rápida son medicamentos inhalados que abren las vías respiratorias. No uses estos medicamentos de forma diaria porque esto puede reducir su eficacia.
- El ipratropio (Atrovent HFA) es un medicamento inhalado que relaja las vías respiratorias y puede ser eficaz para algunas personas. También se puede tomar una versión genérica de ipratropio con un dispositivo llamado nebulizador.
Medicamentos de control a largo plazo
Es posible que el proveedor de atención médica te recete un medicamento de control a largo plazo para el asma subyacente o los síntomas si el tratamiento antes del ejercicio no funciona por sí solo. Estos medicamentos por lo general se toman diariamente. Algunos son:
- Corticoides inhalados, que ayudan a calmar la inflamación de las vías respiratorias. Estos medicamentos se administran mediante inhalación. Es posible que tengas que seguir este tratamiento por un máximo de cuatro semanas para obtener el máximo beneficio.
- Inhaladores combinados, que contienen un corticoide y un agonista beta de acción prolongada, un medicamento que relaja las vías respiratorias. Estos inhaladores se recetan para el control a largo plazo, pero es posible que el proveedor de atención médica te recomiende usarlos antes de hacer ejercicio.
-
Modificadores de leucotrienos, que son medicamentos que, en algunos casos, bloquean la actividad inflamatoria. Estos se administran por vía oral. Se pueden usar diariamente o antes de hacer ejercicio si se toman con al menos dos horas de anticipación.
Los posibles efectos secundarios de los modificadores de leucotrienos son cambios en la conducta y en el estado de ánimo, así como pensamientos suicidas. Habla con el proveedor de atención médica si tienes alguno de estos síntomas.
No dependas solo de medicamentos de alivio rápido
También puedes tomar medicamentos previos a hacer ejercicio como tratamiento de alivio rápido para los síntomas. Sin embargo, no deberías usar el inhalador previo al ejercicio más veces de las recomendadas.
Mantén un registro de los siguientes detalles:
- Cuántas veces por semana usas el inhalador.
- Con qué frecuencia usas el inhalador previo a hacer ejercicio como prevención.
- Con qué frecuencia lo usas para tratar los síntomas.
Si usas el inhalador a diario o lo usas con frecuencia para aliviar los síntomas, el proveedor de atención médica podría hacer ajustes en el medicamento de control a largo plazo.
Autocuidados
El ejercicio es una parte importante de un estilo de vida saludable para todos, incluida la mayoría de las personas con broncoconstricción inducida por el ejercicio. Además de tomar tus medicamentos, puedes adoptar las siguientes medidas para prevenir o reducir los síntomas:
- Haz un calentamiento de 15 minutos aproximadamente que varíe en intensidad antes de comenzar con el ejercicio regular.
- Respira por la nariz para calentar y humedecer el aire antes de que entre a los pulmones.
- Utiliza una mascarilla o bufanda cuando hagas ejercicio, especialmente en climas fríos y secos.
- Si tienes alergias, evita los desencadenantes. Por ejemplo, no hagas ejercicio al aire libre cuando la concentración de polen sea elevada.
- Trata de evitar áreas con altos niveles de contaminación del aire, como carreteras con mucho tráfico.
En la escuela
Si tu hijo sufre de broncoconstricción inducida por el ejercicio, consulta con tu proveedor de atención médica para ver un plan de acción. Este documento provee instrucciones paso a paso para maestros, personal de enfermería y entrenadores que explican lo siguiente:
- Qué tratamiento necesita tu hijo.
- Qué tratamientos deben administrarse.
- Qué debes hacer si tu hijo presenta síntomas.
Medicina alternativa
La evidencia clínica sobre los tratamientos alternativos que beneficien a las personas con broncoconstricción inducida por el ejercicio es limitada. Por ejemplo, se ha sugerido que el aceite de pescado, la vitamina C o los suplementos de vitamina C pueden ayudar a prevenir la broncoconstricción inducida por el ejercicio, pero no hay suficiente evidencia que demuestre su utilidad.
Preparación para la consulta
Es probable que primero consultes con el proveedor principal de atención médica. Posiblemente este te remita a un médico que se especialice en asma, como un alergólogo-inmunólogo o un neumólogo.
Prepárate para contestar las siguientes preguntas:
- ¿Qué síntomas has tenido?
- ¿Comienzan inmediatamente cuando empiezas a hacer ejercicio, en algún punto durante el ejercicio o después?
- ¿Cuánto duran los síntomas?
- ¿Tienes dificultad para respirar cuando no estás haciendo ejercicio?
- ¿Cuáles son tus actividades recreativas o de ejercicios típicas?
- ¿Has realizado modificaciones en tu rutina de ejercicio recientemente?
- ¿Los síntomas aparecen cada vez que te ejercitas o solo en determinados ambientes?
- ¿Te han diagnosticado alergias o asma?
- ¿Qué otras enfermedades tienes?
- ¿Qué medicamentos tomas? ¿Cuál es la dosis de cada uno?
- ¿Qué suplementos alimenticios o medicamentos a base de hierbas tomas?
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