Rinitis alérgica
Descubre más sobre cómo diagnosticar y aliviar este trastorno común que puede hacerte sentir muy mal, tanto por temporadas como durante todo el año.
Perspectiva general
La rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno, causa síntomas parecidos a los de un resfriado. que incluyen goteo de la nariz, picazón en los ojos, congestión, estornudos y presión en los senos paranasales. Sin embargo, a diferencia del resfriado, la rinitis alérgica no es causada por un virus, sino por una respuesta alérgica a una sustancia inofensiva del interior o el exterior que el cuerpo identifica como nociva (alérgeno).
Los alérgenos comunes que pueden desencadenar síntomas de rinitis alérgica incluyen el polen y los ácaros del polvo. Las pequeñas partículas de piel de gatos, perros y otros animales con pelos o plumas (caspa de las mascotas) también pueden ser alérgenos.
Además de hacerte sentir mal, la rinitis alérgica puede afectar tu rendimiento en el trabajo o en la escuela, e interferir con tu vida en general. Sin embargo, no tienes que soportar estos síntomas molestos. Puedes aprender a evitar los factores desencadenantes y encontrar el tratamiento adecuado.
Síntomas
Los síntomas de la rinitis alérgica pueden ser los siguientes:
- Goteo de la nariz y congestión nasal.
- Ojos rojos y llorosos con picazón.
- Estornudos.
- Tos.
- Picazón en la nariz, el paladar o la garganta.
- Moco que baja por la parte posterior de la garganta, que se llama goteo posnasal.
- Piel azulada e inflamada debajo de los ojos, que se conoce como ojos morados alérgicos.
- Cansancio extremo y fatiga, con frecuencia debido a la falta de sueño.
Desencadenantes de la rinitis alérgica
Los síntomas de la rinitis alérgica pueden producirse durante todo el año o comenzar o empeorar en un momento particular del año. A estas se las conoce como alergias estacionales.
Los desencadenantes de la rinitis alérgica incluyen:
- El polen de los árboles, que es frecuente a principios de la primavera.
- El polen del césped, que es frecuente a fines de la primavera y en verano.
- El polen de la ambrosía, que es frecuente en otoño.
- El polvo de los excrementos de los ácaros y las cucarachas, que está presente durante todo el año.
- La caspa de las mascotas, que puede ser una molestia durante todo el año, pero puede causar síntomas peores durante el invierno, cuando las casas están cerradas.
- Las esporas de los hongos y mohos del interior y el exterior, que pueden ser estacionales o estar durante todo el año.
¿Rinitis alérgica o resfriado común?
Como los síntomas pueden ser similares, puede ser difícil distinguir cuál tienes.
Afección | Síntomas | Comienzo | Duración |
---|---|---|---|
Rinitis alérgica | Goteo de la nariz con secreción acuosa y escasa; sin fiebre | Inmediatamente después de la exposición a alérgenos | Mientras estés expuesto a los alérgenos |
Resfriado común | Goteo de la nariz con secreción amarillenta y acuosa o espesa; dolores corporales; febrícula | 1 a 3 días después de la exposición al virus del resfriado | 3 a 7 días |
Cuándo debes consultar a un médico
Pide una cita con un profesional de atención médica en los siguientes casos:
- No logras aliviar los síntomas de la rinitis alérgica.
- Los medicamentos para la alergia no te alivian o causan efectos secundarios.
- Tienes otra afección que puede empeorar los síntomas de rinitis alérgica, como pólipos nasales, asma o infecciones frecuentes de los senos paranasales.
Muchas personas, particularmente los niños, se acostumbran a los síntomas de la rinitis alérgica, por eso no buscan tratamiento hasta que los síntomas se vuelven graves. Sin embargo, recibir el tratamiento adecuado puede brindar alivio.
Causas
Cuando tienes rinitis alérgica, el sistema inmunitario identifica una sustancia inofensiva trasmitida por el aire como dañina. Esta sustancia se denomina alérgeno. El cuerpo produce anticuerpos inmunoglobulina E (IgE) para protegerse contra los alérgenos. Cuando el cuerpo está en contacto con un alérgeno, los anticuerpos le indican al sistema inmunitario que libere sustancias químicas, como histamina, al torrente sanguíneo. Esto dará lugar a una reacción que causa los síntomas de la rinitis alérgica.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar rinitis alérgica:
- Tener otras alergias o asma.
- Tener dermatitis atópica, o eczema, que es una afección que causa enrojecimiento de la piel y picazón.
- Tener un pariente consanguíneo, como padre o hermano, con alergias o asma.
- Vivir o trabajar en un entorno que te expone constantemente a alérgenos, como la caspa de animales o los ácaros del polvo.
- Estar expuesto al humo y a olores fuertes que irritan el revestimiento de la nariz.
- Tener una madre que fumó durante tu primer año de vida.
Complicaciones
Los problemas que pueden relacionarse con la rinitis alérgica incluyen los siguientes:
- Reducción de la calidad de vida. La rinitis alérgica puede interferir con el disfrute de las actividades y reducir tu productividad. Muchas personas faltan al trabajo o la escuela por los síntomas de la rinitis alérgica.
- Sueño deficiente. Los síntomas de la rinitis alérgica pueden mantenerte despierto o dificultar que sigas durmiendo. Esto puede causar fatiga y malestar general.
- Empeoramiento del asma. La rinitis alérgica puede empeorar los síntomas del asma, como la tos y la sibilancia del pecho.
- Sinusitis. La congestión prolongada de los senos paranasales debido a la rinitis alérgica puede aumentar el riesgo de tener sinusitis, una infección o inflamación de la membrana que recubre los senos paranasales.
- Infección de oído. En los niños, la rinitis alérgica suele ser un factor en la infección del oído medio, que se conoce como otitis media.
Prevención
No existe una manera de prevenir la rinitis alérgica. Si tienes rinitis alérgica, lo mejor que puedes hacer es reducir la exposición a los alérgenos que te provocan síntomas. Toma medicamentos para la alergia antes de exponerte a los alérgenos, según las indicaciones de tu profesional de atención médica.
Diagnóstico
Para diagnosticar la rinitis alérgica, el profesional de atención médica suele hacer un examen físico y preguntar sobre el estado general de salud, los síntomas y los posibles factores desencadenantes. Es posible que te recomiende una de las siguientes pruebas, o ambas:
- Prueba con punción cutánea para alergias. Se pincha la piel del brazo o la parte superior de la espalda con pequeñas cantidades de material que puede causar alergias. Luego, un profesional de la salud observa la piel para detectar reacciones alérgicas. Si alguien tiene una alergia, se forma una protuberancia elevada, que se llama urticaria, en el lugar de ese alérgeno. Todo esto suele durar entre 15 y 20 minutos. Los especialistas en alergias están mejor equipados para hacer pruebas cutáneas para alergias.
- Análisis de sangre para detectar alergias. Se envía una muestra de sangre a un laboratorio para medir la respuesta del sistema inmunitario a un alérgeno específico. Esta prueba mide la cantidad de anticuerpos en el torrente sanguíneo que causan alergias, que se conocen como anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE).
Tratamiento
Una vez que alguien conoce los desencadenantes de tu alergia, un profesional de atención médica puede ayudar a desarrollar un plan de tratamiento para reducir o eliminar los síntomas de la rinitis alérgica.
Es conveniente que limites la exposición a las sustancias que podrían causarte la rinitis alérgica. Si la rinitis alérgica no es tan intensa, los medicamentos de venta libre pueden ser suficientes para aliviar los síntomas. Si los síntomas son más graves, quizá necesites medicamentos recetados.
Muchas personas obtienen el mayor alivio al combinar medicamentos para la alergia. A veces, es necesario probar algunas opciones diferentes antes de encontrar la que funciona mejor.
Si tu hijo tiene rinitis alérgica, habla con el profesional de atención médica sobre el tratamiento. No todos los medicamentos están aprobados para el uso en niños. Lee las etiquetas atentamente.
Es posible que los tratamientos para la rinitis alérgica incluyan medicamentos, inmunoterapia y enjuagues nasales con solución salina.
Medicamentos para la rinitis alérgica
Corticoides nasales
Estos atomizadores nasales ayudan a prevenir y tratar la congestión nasal, y la comezón y el goteo de la nariz que causa la rinitis alérgica. Para muchas personas, los atomizadores nasales son los medicamentos más eficaces para combatir la rinitis alérgica y, con frecuencia, son el primer tipo de medicamento que se recomienda.
- Entre los atomizadores nasales de venta libre se incluyen la fluticasona (Flonase Allergy Relief), la budesonida (Rhinocort Allergy), la triamcinolona (Nasacort Allergy 24HR) y la mometasona (Nasonex 24HR Allergy).
- Entre los atomizadores nasales de venta con receta médica que combinan un antihistamínico con un esteroide se incluyen azelastina y fluticasona (Dymista), y mometasona y olopatadina (Ryaltris).
Los corticoides nasales son un tratamiento a largo plazo y seguro para la mayoría de las personas. Los efectos secundarios pueden consistir en un olor o gusto desagradable e irritación nasal. Los efectos secundarios de un atomizador nasal con esteroides son muy poco frecuentes.
Antihistamínicos
Durante una reacción alérgica el sistema inmunitario libera histamina, una sustancia química que produce síntomas. Los antihistamínicos funcionan bloqueando la histamina. Estos medicamentos pueden ayudar con la comezón, los estornudos y el goteo de la nariz, pero tienen menos efecto sobre la congestión. En general, los antihistamínicos se administran en píldoras o comprimidos. No obstante, también existen antihistamínicos en forma de atomizador nasal que pueden aliviar los síntomas nasales. Las gotas antihistamínicas para los ojos pueden ayudar a aliviar la comezón y la irritación ocular.
- Entre los antihistamínicos orales disponibles sin receta médica se incluyen la loratadina (Claritin, Alavert), la cetirizina y la fexofenadina (Allegra Allergy).
- Entre las gotas para los ojos de venta libre se incluyen la olopatadina (Pataday, Patanol) y el ketotifeno (Alaway, Zaditor).
- Entre los atomizadores nasales de venta libre se incluye la azelastina (Astepro Allergy).
- Entre los atomizadores nasales de venta con receta médica se incluye la olopatadina.
Los efectos secundarios comunes de los antihistamínicos son boca, nariz y ojos secos. Es posible que algunos antihistamínicos orales te hagan sentir somnoliento. Otros efectos secundarios de los antihistamínicos orales pueden incluir agitación, dolores de cabeza, cambios en el apetito, dificultad para dormir, y problemas con la presión arterial y para orinar. Habla con el profesional de atención médica antes de tomar antihistamínicos, especialmente si estás embarazada o amamantando, o si tienes un glaucoma o agrandamiento de la próstata.
Descongestionantes
Los descongestionantes reducen la congestión nasal y la presión debido a la hinchazón. Dado que no alivian otros síntomas de la rinitis alérgica, a veces se combinan con otros medicamentos como antihistamínicos.
Los descongestionantes están disponibles en forma de líquidos, comprimidos y atomizadores nasales. También están disponibles con y sin receta médica.
- Entre los descongestionantes orales se incluye la pseudoefedrina (Sudafed).
- Entre los atomizadores nasales descongestionantes se incluyen el clorhidrato de fenilefrina (Neo-Synephrine) y la oximetazolina (Afrin).
Los descongestionantes orales pueden causar varios efectos secundarios, incluidos el aumento de la presión arterial, el insomnio, la irritabilidad y el dolor de cabeza. También pueden causar problemas para orinar si tienes un agrandamiento de la próstata. Consulta al profesional de atención médica antes de tomar descongestionantes si tienes hipertensión arterial o una enfermedad cardíaca, o si estás embarazada.
No uses un atomizador nasal descongestionante durante más de 2 o 3 días a la vez porque puede empeorar los síntomas cuando se usa en forma continua. Esto se conoce como congestión de rebote.
Cromoglicato disódico
El cromoglicato disódico puede ayudar a aliviar los síntomas de la rinitis alérgica al evitar la liberación de histamina. Este medicamento es más eficaz si comienzas a usarlo antes de presentar síntomas. El cromolín está disponible en forma de atomizador nasal de venta libre que debe usarse varias veces al día. También está disponible en gotas para los ojos de venta con receta médica. El cromolín no tiene efectos secundarios graves.
Modificador de leucotrienos
El montelukast (Singulair) es un comprimido de venta con receta médica que se toma para bloquear la acción de los leucotrienos. Los leucotrienos son sustancias químicas del sistema inmunitario que causan síntomas de alergia, como irritación en la nariz y mucha mucosidad. Es especialmente eficaz para tratar el asma causada por alergias. A menudo se utiliza cuando no se toleran los atomizadores nasales o para el asma leve.
El montelukast puede causar dolores de cabeza. En raras ocasiones, se lo relacionó con reacciones psicológicas, como insomnio, ansiedad, depresión y pensamientos suicidas. Busca de inmediato asesoramiento médico para cualquier reacción psicológica inusual.
Ipratropio nasal
El ipratropio, disponible en forma de atomizador nasal de venta con receta médica, ayuda a aliviar el goteo de la nariz intenso al evitar que las glándulas de la nariz produzcan mucha mucosidad. No es eficaz para tratar la congestión, la comezón ni los estornudos.
Entre los efectos secundarios leves se incluye sequedad nasal, sangrado de la nariz, sequedad e irritación de los ojos y dolor de garganta. Con muy poca frecuencia, el medicamento puede causar efectos secundarios más graves, como visión borrosa, mareos y dificultad para orinar. No se recomienda este medicamento si tienes un glaucoma o agrandamiento de la próstata.
Corticoides orales
Las píldoras de corticoides, como la prednisona, a veces se usan para aliviar los síntomas graves de alergia. Debido a que el uso de corticoides a largo plazo puede causar efectos secundarios graves, como cataratas, osteoporosis y debilidad muscular, por lo general se los receta solo por períodos breves.
Inmunoterapia para la rinitis alérgica
Vacunas contra la alergia
Las vacunas contra la alergia, también llamadas inmunoterapia o terapia de insensibilización, cambian la forma en que el sistema inmunitario reacciona a los alérgenos. Si los medicamentos no alivian tus síntomas de rinitis alérgica o causan demasiados efectos secundarios, el profesional de atención médica puede recomendarte vacunas contra la alergia. Durante 3 a 5 años, recibirás con regularidad vacunas que contienen pequeñas cantidades de alérgenos. El objetivo es lograr que el cuerpo se acostumbre a los alérgenos que causan tus síntomas y disminuir la necesidad de medicamentos.
La inmunoterapia podría ser especialmente eficaz si eres alérgico a la caspa de animales, los ácaros del polvo o el polen producido por los árboles, el césped o la maleza. En los niños, la inmunoterapia puede ayudar a prevenir el asma.
Comprimidos para la alergia que se colocan debajo de la lengua (sublinguales)
En lugar de recibir vacunas, esta terapia consiste en recibir pequeñas cantidades de alérgenos en forma de píldoras que se disuelven en la lengua. A esto se lo conoce como administración sublingual. Por lo general, estas píldoras se toman a diario. Los comprimidos sublinguales para la alergia no funcionan para todos los alérgenos, pero pueden resultar útiles para el polen de césped y de ambrosía, y para los ácaros del polvo.
Enjuagues nasales con solución salina para la rinitis alérgica
Atomizador nasal de solución salina
Los atomizadores nasales de solución salina pueden humedecer las fosas nasales secas y diluir la mucosidad nasal. No se requiere una receta médica y los puedes usar con la frecuencia que necesites.
Irrigación nasal
El enjuague de las fosas nasales con una solución salina, llamado irrigación nasal, es una forma rápida y eficaz de aliviar la congestión nasal. El enjuague expulsa la mucosidad y los alérgenos de la nariz. La irrigación salina es una solución a base de agua que contiene una pequeña cantidad de sal (sodio) y otros ingredientes.
Las soluciones de irrigación salina se pueden comprar preparadas o como kits a los cuales se les agrega agua. También puedes usar una solución casera. Busca una botella comprimible o un rinocornio (un contenedor pequeño con un pico diseñado para enjuagar la nariz) en la farmacia o tienda de alimentos saludables.
Para preparar la solución de irrigación salina, no uses agua corriente, ya que puede contener organismos que podrían causar una infección. Usa agua que sea destilada o estéril. También puedes usar agua previamente hervida y fría. Otra opción es usar agua filtrada mediante un filtro con un tamaño de poro absoluto de 1 micrón o más pequeño.
Para prevenir infecciones, lava la botella o la olla con agua caliente y jabón, enjuágala después de cada uso y déjala secar al aire libre. No compartas recipientes con otras personas.
Estilo de vida y remedios caseros
Es imposible evitar por completo los alérgenos, pero puedes reducir los síntomas limitando tu exposición a estas sustancias. Si sabes a qué eres alérgico, puedes evitar los factores desencadenantes. Considera estos consejos.
Polen o moho
El polen y las esporas de moho son pequeñas partículas parecidas al polvo que las plantas usan en el proceso de fertilización. Flotan en el aire y pueden ingresar en la nariz y los ojos.
- Cierra las puertas y las ventanas durante la temporada de polen.
- No cuelgues la ropa afuera, ya que el polen se puede pegar a las sábanas y las toallas.
- Usa aire acondicionado en tu casa y en el auto.
- Usa un filtro según tu grado de alergia en el sistema de ventilación de tu casa y cámbialo regularmente.
- No hagas actividades al aire libre temprano por la mañana, que es cuando hay mayor cantidad de polen, y también en días en que hay altos niveles.
- Quédate adentro los días secos y con viento.
- Usa un deshumidificador para reducir la humedad del interior.
- Usa un filtro de partículas de aire de alta eficiencia en tu habitación y en otros lugares donde pasas mucho tiempo.
- No cortes el césped ni juntes las hojas con el rastrillo.
- Usa una mascarilla contra el polvo cuando limpies la casa o trabajes en el jardín.
- Usa lentes o anteojos de sol cuando estés al aire libre para evitar que el polen ingrese en tus ojos.
Ácaros del polvo
Los ácaros del polvo son plagas diminutas similares a los insectos que comúnmente se encuentran en el polvo. Viven en la ropa de cama, las alfombras, la tapicería y los muñecos de peluche. Los ácaros del polvo prefieren los espacios cálidos y húmedos.
- Usa fundas a prueba de alergia en colchones, bases de camas y almohadas.
- Lava las sábanas, las mantas y los muñecos de peluche, al menos, semanalmente con agua caliente a 130 °F (54 °C) como mínimo.
- Usa un deshumidificador o aire acondicionado para reducir la humedad interior.
- Aspira las alfombras semanalmente con una aspiradora que tenga un filtro para partículas pequeñas o HEPA.
- Considera la posibilidad de quitar las alfombras, especialmente cuando duermes, si eres altamente sensible a los ácaros del polvo.
- Usa un paño o un trapo húmedo para evitar que se disperse el polvo.
Cucarachas
Las cucarachas dejan gotas diminutas de excremento que pueden trasmitirse por el aire. Para deshacerse del excremento, es necesario eliminar el insecto.
- Bloquea las grietas y ranuras por las que puedan ingresar las cucarachas.
- Sella y repara los grifos y las tuberías que pierdan agua.
- Lava los platos, y saca la basura y los artículos reciclables todos los días.
- Junta las migas de comida de las encimeras y del suelo.
- Guarda los alimentos, incluso el alimento de las mascotas, en envases cerrados.
- Considera la posibilidad de contratar un servicio profesional de exterminio de plagas.
Caspa de mascotas
La caspa de las mascotas son partículas minúsculas de piel que pierden gatos, perros y otros animales con pelos o plumas. La orina y la saliva de las mascotas también pueden contener alérgenos.
- Mantén a las mascotas fuera de tu casa, si es posible.
- Baña a los perros dos veces por semana, si es posible. No se ha comprobado el beneficio de bañar a los gatos.
- Mantén a las mascotas fuera de la habitación y alejadas de los muebles.
- Aspira las alfombras a menudo con una aspiradora equipada con un filtro para partículas pequeñas o un filtro de aire de partículas de alta eficiencia.
- Lávate las manos después de acariciar un animal.
- Lava la ropa tras entrar en contacto con un animal.
- Pide a una persona no alérgica que se encargue del aseo y la limpieza de las zonas de mascotas.
- Considera la posibilidad de quitar las alfombras, especialmente cuando duermes, si eres muy sensible a la caspa de mascotas.
- Utiliza un paño o un trapo húmedo para evitar que se disperse la caspa de mascotas.
Medicina alternativa
Aunque no hay mucha evidencia sobre su funcionamiento, muchas personas prueban tratamientos alternativos para la rinitis alérgica. Algunos ejemplos incluyen los siguientes:
-
Remedios y suplementos a base de hierbas. Los extractos del arbusto de petasita pueden ayudar a prevenir los síntomas de alergia estacional. Si pruebas la petasita, asegúrate de usar un producto sin alcaloides pirrolizidínicos, que significa que no contiene sustancias potencialmente tóxicas.
Hay cierta evidencia limitada de que la espirulina y la "Tinospora cordifolia" también pueden ser eficaces. Aunque sus beneficios no son claros, otros remedios a base de hierbas para las alergias estacionales son el pimiento, la miel, la vitamina C y el aceite de pescado.
Los remedios y suplementos a base de hierbas no están evaluados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de la misma forma que los medicamentos. Habla con el proveedor de atención médica sobre estos productos antes de usarlos.
- Acupuntura. Algunas personas sostienen que la acupuntura puede mejorar los síntomas de la alergia estacional. Hay poca evidencia de que estos tratamientos funcionen, pero también hay poca evidencia de que produzcan daño.
Preparación antes de la cita
Lo más probable es que empieces por acudir a tu profesional de atención primaria. Sin embargo, en algunos casos, cuando llamas para programar una cita médica, es posible que te remitan a un alergista u otro especialista.
Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. Alguien que te acompañe puede ayudarte a recordar la información.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita. Antes de la cita, prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, el momento en el que se producen y lo que los desencadena. Incluye los síntomas que no parezcan estar relacionados con la rinitis alérgica.
- Los cambios recientes en tu vida, como una mudanza a una casa nueva o a otra parte del país.
- Todos los medicamentos que tomas, incluso las vitaminas, plantas medicinales u otros suplementos, y las dosis.
- Preguntas para hacer durante la cita médica.
En cuanto a la rinitis alérgica, estas son algunas preguntas que puedes hacer:
- ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
- ¿Qué pruebas deben hacerme?
- ¿Hay probabilidades de que la afección desaparezca sola?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- ¿Qué otros tratamientos o maneras de evitar los factores desencadenantes me puede sugerir?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
- ¿Hay restricciones que deba respetar?
- ¿Debería consultar con un especialista?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas durante la cita.
Qué esperar del médico
Es probable que el profesional de atención médica te haga algunas preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Han sido los síntomas continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la intensidad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca causar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Alguno de tus parientes consanguíneos, como padres o hermanos, tiene rinitis alérgica u otras alergias?
- ¿Los síntomas interfieren en tu trabajo, escuela o descanso?
Qué puedes hacer mientras tanto
Mientras esperas tu cita médica, los remedios de venta sin receta pueden ayudarte a aliviar los síntomas de la rinitis alérgica. Estos incluyen píldoras, líquidos, atomizadores nasales y gotas para los ojos. También recomendamos que intentes reducir la exposición a posibles factores desencadenantes, si es posible.
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