Leucoplasia
Esta afección de la boca se presenta en forma de manchas blancas y gruesas en las encías, las mejillas y la parte inferior de la boca, y no se las puede raspar.
Perspectiva general
Con la leucoplasia, se forman parches blancos y espesos en las encías. También se pueden formar en la parte interna de los pómulos y en la parte inferior de la boca. A veces, los parches se forman en la lengua. Estos parches no pueden eliminarse mediante raspado.
Los médicos desconocen la causa exacta de la leucoplasia. Pero la irritación continua provocada por el tabaco, ya sea de fumar, de chupar o de mascar, puede ser la causa más común. El consumo prolongado de alcohol es otra posible causa.
Si bien la mayoría de los parches de la leucoplasia no son cancerosos, algunos presentan signos iniciales de cáncer. Algunos tipos de cáncer de boca pueden ocurrir cerca de los focos de leucoplasia. Los focos blancos mezclados con focos rojos, también denominada leucoplasia moteada, pueden posiblemente derivar en cáncer. Por lo tanto, es mejor que consultes con tu dentista o médico si tienes cambios persistentes en la boca.
Un tipo de leucoplasia en la boca, denominada leucoplasia pilosa, afecta principalmente a las personas cuyo sistema inmunitario se haya debilitado a causa de una enfermedad, en especial el VIH o el SIDA.
Síntomas
La leucoplasia suele aparecer en las encías, el interior de las mejillas, el fondo de la boca, debajo de la lengua y, a veces, en la lengua. Normalmente no duele y puede que no se note durante un tiempo.
La leucoplasia puede presentarse de la siguiente manera:
- Como parches blancos o grisáceos que no desaparecen al limpiar la zona.
- Como parches con una superficie rugosa, estriada, arrugada o lisa, o una combinación de estas características.
- Como parches con formas y bordes que no son regulares.
- Como zonas engrosadas o endurecidas.
Pueden aparecer parches blancos de leucoplasia junto con zonas abultadas y rojas denominadas eritroplasia. Esta combinación se denomina leucoplasia moteada. Estos parches son más propensos a mostrar cambios que pueden derivar en cáncer.
Leucoplasia vellosa
La leucoplasia vellosa causa manchas blancas y borrosas que se asemejan a pliegues o rugosidades. Las manchas generalmente se forman en los costados de la lengua. A menudo, la leucoplasia vellosa se confunde con la candidiasis bucal, que es una infección que causa manchas blancas y cremosas que se pueden limpiar. La candidiasis bucal también es común en personas con sistemas inmunitarios débiles.
Cuándo debes consultar a un médico
Aunque la leucoplasia generalmente no causa malestar, a veces indica una afección más grave.
Consulta con tu médico u otro profesional de atención médica si presentas cualquiera de estos síntomas:
- Manchas blancas o llagas en la boca que no sanan solas en un período de dos semanas
- Bultos en la boca
- Manchas blancas, rojas u oscuras en la boca
- Cambios en la cavidad bucal que no desaparecen
- Dolor de oído
- Problemas para tragar
- Problemas para abrir la mandíbula
Causas
Aunque se desconoce la causa de la leucoplasia, se cree que la irritación prolongada, como la que provoca el consumo de tabaco, ya sea en cigarrillos o tabaco sin humo, es el factor responsable en la mayoría de los casos. A menudo, los consumidores habituales de productos de tabaco sin humo desarrollan leucoplasia en los lugares donde sostienen el tabaco, entre las encías y las mejillas.
El consumo de nuez de betel, también denominada nuez de areca, puede ser una causa de leucoplasia. El paquete de nuez de betel se sostiene entre la encía y la mejilla, igual que el tabaco sin humo.
Otras posibles causas pueden ser la irritación prolongada debido a lo siguiente:
- Consumo excesivo y prolongado de alcohol.
- Dientes irregulares, partidos o filosos que se frotan contra la superficie de la lengua.
- Dentaduras postizas rotas o que no calzan correctamente.
Tu médico u otro profesional de atención médica puede hablar contigo sobre lo que puede estar causando la leucoplasia.
Leucoplasia vellosa
La leucoplasia vellosa se produce por una infección por el virus de Epstein-Barr. Si contrajiste la infección por el virus de Epstein-Barr, este permanece en el cuerpo de por vida. Generalmente, el virus no está activo y no causa síntomas. Sin embargo, si tu sistema inmunitario se debilita, en especial a causa del VIH o el SIDA, el virus puede activarse. Esto puede derivar en afecciones como la leucoplasia vellosa.
Factores de riesgo
El consumo de tabaco, sobre todo el tabaco sin humo, aumenta el riesgo para leucoplasia y cáncer de boca. El consumo excesivo y prolongado de alcohol aumenta el riesgo. El consumo de alcohol combinado con el tabaco aumenta aún más el riesgo.
Leucoplasia vellosa
Las personas que tienen VIH o SIDA son particularmente propensas a desarrollar leucoplasia vellosa. Usar medicamentos que hacen más lenta la actividad del VIH o que la previenen redujo la cantidad de personas con leucoplasia vellosa. Sin embargo, sigue afectando a muchas personas VIH positivas. Puede ser uno de los signos tempranos de la infección por VIH.
Complicaciones
La leucoplasia no suele causar daños permanentes en el interior de la boca, pero aumenta el riesgo para cáncer de boca. Los tipos de cáncer de boca suelen formarse cerca de los parches de leucoplasia y los propios parches pueden mostrar cambios cancerosos. Incluso después de que se extraigan los parches de la leucoplasia, el riesgo de contraer cáncer de boca continúa.
Leucoplasia vellosa
Es poco probable que la leucoplasia vellosa derive en cáncer. Sin embargo, puede ser un síntoma temprano de VIH o SIDA.
Prevención
Puedes prevenir la leucoplasia si evitas todos los productos del tabaco o el consumo de alcohol. Habla con tu médico u otro profesional de atención médica sobre cómo ayudarte a dejar de fumar. Si sigues fumando o mascando tabaco o bebiendo alcohol, hazte revisiones dentales con frecuencia. Por lo general, los tipos de cáncer de boca son indoloros hasta que están avanzados. Dejar el tabaco y el alcohol es la mejor forma de prevenir el cáncer de boca.
Leucoplasia vellosa
Si tu sistema inmunitario está debilitado, es posible que no puedas prevenir la leucoplasia vellosa. Sin embargo, diagnosticarla a tiempo puede ayudar a que recibas el tratamiento adecuado.
Diagnóstico
La mayoría de las veces, tu médico, dentista u otro profesional de atención médica averiguará si tienes leucoplasia al realizar lo siguiente:
- Mirar los parches en la boca.
- Tratar de limpiar los parches blancos.
- Analizar tus antecedentes médicos y factores de riesgo.
- Descartar otras posibles causas.
Análisis del cáncer
Si tienes leucoplasia, es muy probable que tu médico analice una muestra de células de tu boca para detectar signos precoces de cáncer, lo que se denomina biopsia:
- Biopsia por cepillado oral. En esta prueba, las células se retiran de la superficie del parche con un pequeño cepillo giratorio. Esta prueba no siempre da un diagnóstico definitivo.
- Biopsia por escisión. En esta prueba, se extrae un pequeño trozo de tejido del parche de leucoplasia. Si el parche es pequeño, puede retirarse todo el parche. Una biopsia por escisión tiene como resultado un diagnóstico definitivo.
Si la biopsia muestra cáncer y tu médico extirpó todo el parche de leucoplasia con una biopsia por escisión, es posible que no necesites más tratamiento. Si el parche es grande o si no se ha podido quitar todo, es posible que tengas que acudir a un cirujano dental o a un otorrinolaringólogo para que te trate.
Leucoplasia pilosa
Si tienes leucoplasia pilosa, es probable que te examinen para detectar afecciones que puedan causar un debilitamiento del sistema inmunitario.
Tratamiento
El tratamiento de la leucoplasia es más eficaz cuando se encuentra el parche y se lo trata temprano, mientras es pequeño. Los controles regulares son importantes. Igual que revisarse la boca con regularidad para detectar cambios en las mejillas, las encías y la lengua.
Para la mayoría de las personas, lo único que hace falta para liberarse de la afección es eliminar el origen de la irritación, como dejar de consumir tabaco o alcohol.
Cuando estos cambios en el estilo de vida no funcionan o si el parche muestra signos precoces de cáncer, el plan de tratamiento puede incluir lo siguiente:
- Una intervención quirúrgica para eliminar los parches de leucoplasia. Los parches pueden extirparse con un pequeño bisturí. También se puede extirpar el parche y destruir las células cancerosas con un láser o instrumento que utiliza calor, o con otro instrumento que utiliza frío extremo.
- Visitas de seguimiento para revisar el área. Después de haber tenido leucoplasia, es común que vuelva a aparecer.
Tratamiento de la leucoplasia pilosa
En general, no se necesita tratamiento para la leucoplasia pilosa. A menudo, la afección no causa síntomas y es probable que no derive en cáncer de boca.
Si tu médico u otro profesional de atención médica te recomienda un tratamiento, puede incluir:
- Medicamentos. Es posible que tomes pastillas, como medicamentos antivirales. Estos medicamentos pueden mantener bajo control el virus de Epstein-Barr, causante de la leucoplasia pilosa. También puede utilizarse un tratamiento que se aplica directamente sobre el parche.
- Consultas de seguimiento. Una vez que suspendes el tratamiento, los parches blancos de leucoplasia pilosa pueden reaparecer. Tu médico puede recomendarte visitas periódicas de seguimiento para detectar cambios en la boca.
Preparación antes de la cita
Es probable que comiences por consultar con tu médico, dentista u otro profesional de atención médica. Para el diagnóstico y el tratamiento, es posible que te remitan a un cirujano dental o a un otorrinolaringólogo.
Qué puedes hacer
Para prepararte para tu cita, haz una lista con lo siguiente:
- Tus síntomas, aunque no parezcan estar relacionados con tu afección.
- Información médica y dental crucial, como síntomas y tratamientos anteriores, si los hubo.
- Todos los medicamentos, las vitaminas, los productos herbarios u otros suplementos que tomes, y las dosis.
- Preguntas que debes hacerle al médico para aprovechar al máximo la cita.
Algunas preguntas básicas son las siguientes:
- ¿Qué puede estar causando esta afección?
- ¿Existen otras causas posibles de mi enfermedad?
- ¿Necesito pruebas especiales?
- ¿Puede mi afección ser temporal o crónica?
- ¿Qué tratamientos existen? ¿Cuál me recomienda?
- ¿Existen otras opciones además del enfoque principal que sugiere?
- ¿Debo respetar alguna restricción?
- ¿Hay algún material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas que tengas durante la cita.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico u otro profesional de atención médica te haga preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste cambios en la boca por primera vez?
- ¿Sientes algún dolor o presentas sangrado en la zona problemática?
- ¿Fumas?
- ¿Consumes tabaco de mascar?
- ¿Qué cantidad de alcohol bebes?
- ¿Tienes alguna dificultad para tragar?
- ¿Has notado algún bulto o alguna protuberancia en el cuello?
- ¿Sientes algún dolor?
- ¿Sientes entumecimiento en alguna parte de la lengua o los labios?
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