Dependencia de la nicotina
La adicción a la nicotina puede ser difícil de vencer, pero hay tratamientos y recursos disponibles para aumentar las posibilidades de lograrlo.
Perspectiva general
La adicción a la nicotina se produce cuando se necesita la nicotina y no se puede dejar de usarla. La nicotina es la sustancia química del tabaco que hace difícil dejar de fumar. La nicotina produce efectos placenteros en el cerebro, pero estos efectos son temporales. Así que tomas otro cigarrillo.
Cuanto más fumas, más nicotina necesitas para sentirte bien. Cuando tratas de detenerte, experimentas cambios mentales y físicos desagradables. Estos son los síntomas de la abstinencia de nicotina.
Independientemente del tiempo que hayas fumado, dejar de hacerlo puede mejorar tu salud. No es fácil, pero puedes romper tu adicción a la nicotina. Hay muchos tratamientos eficaces disponibles. Pídele ayuda al médico.
Síntomas
Para algunas personas, el consumo de cualquier cantidad de tabaco puede llevar rápidamente a la adicción a la nicotina. Los signos de que puedes ser adicto incluyen lo siguiente:
- No puedes dejar de fumar. Has hecho uno o más intentos serios, pero infructuosos, de detenerte.
- Tienes síntomas de abstinencia cuando tratas de dejar de fumar. Tus intentos por detenerte han causado síntomas físicos y relacionados con el estado de ánimo, como fuertes antojos, ansiedad, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrarse, estado de ánimo deprimido, frustración, ira, aumento del hambre, insomnio, estreñimiento o diarrea.
- Sigues fumando a pesar de los problemas de salud. Aunque hayas desarrollado problemas de salud con tus pulmones o tu corazón, no has sido capaz de parar.
- Abandonas las actividades sociales. Puedes dejar de ir a restaurantes libres de humo o dejar de socializar con la familia o los amigos porque no puedes fumar en estas situaciones.
Cuándo debes consultar a un médico
No estás solo si has tratado de dejar de fumar, pero no has podido abandonar el hábito para siempre. La mayoría de los fumadores hacen muchos intentos para dejar de fumar antes de lograr una abstinencia estable y a largo plazo.
Tienes más probabilidades de dejar de fumar para siempre si sigues un plan de tratamiento que incluya los aspectos físicos y de comportamiento de la adicción a la nicotina. Tomar medicamentos y trabajar con un consejero especialmente capacitado para ayudar a las personas a dejar de fumar (un especialista en el tratamiento del tabaquismo) aumentará significativamente tus posibilidades de éxito.
Pídele a tu equipo de atención médica que te ayude a desarrollar un plan de tratamiento que funcione para ti o que te aconseje dónde obtener ayuda para dejar de fumar.
Causas
La nicotina es la sustancia química del tabaco que hace que sigas fumando. Esta llega al cerebro a los pocos segundos de inhalar una bocanada. En el cerebro, la nicotina aumenta la liberación de sustancias químicas cerebrales llamadas neurotransmisores, que ayudan a regular el estado de ánimo y el comportamiento.
La dopamina, uno de estos neurotransmisores, se libera en el centro de recompensas del cerebro, lo que provoca sensaciones de placer y mejora el estado de ánimo.
Cuanto más fumas, más nicotina necesitas para sentirte bien. La nicotina se convierte rápidamente en parte de tu rutina diaria y se conecta con tus hábitos y sentimientos.
Estas son algunas de las situaciones comunes que desencadenan el impulso de fumar:
- Tomar café o hacer descansos en el trabajo
- Hablar por teléfono
- Consumir bebidas alcohólicas
- Conducir
- Pasar tiempo con amigos
Para superar tu adicción a la nicotina, debes ser consciente de los factores desencadenantes y hacer un plan para enfrentarlos.
Factores de riesgo
Cualquier persona que fume o consuma otras formas de tabaco corre el riesgo de convertirse en una persona dependiente de la nicotina. Los factores que influyen en quiénes consumen tabaco incluyen:
- Edad. La mayoría de las personas empiezan a fumar durante la infancia o la adolescencia. Cuanto más joven seas cuando empieces a fumar, mayores serán las posibilidades de que te vuelvas adicto.
- Genética. La probabilidad de que empieces a fumar y sigas fumando puede ser parcialmente heredado. Los factores genéticos pueden influir en la forma en que los receptores de la superficie de las células nerviosas del cerebro responden a las altas dosis de nicotina que suministran los cigarrillos.
- Padres y compañeros. Los niños que crecen con padres que fuman tienen más probabilidades de convertirse en fumadores. Los niños con amigos que fuman también son más propensos a intentarlo.
- Depresión u otra enfermedad mental. Muchos estudios muestran una asociación entre la depresión y el tabaquismo. Las personas que tienen depresión, esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático u otras formas de enfermedad mental tienen más probabilidades de ser fumadores.
- Uso de sustancias. Las personas que abusan del alcohol y de las drogas ilegales tienen más probabilidades de ser fumadores.
Complicaciones
El humo del tabaco contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer y miles de otras sustancias nocivas. Incluso los cigarrillos "totalmente naturales" o de hierbas tienen sustancias químicas nocivas.
Ya sabes que las personas que fuman cigarrillos tienen muchas más probabilidades de desarrollar y morir de ciertas enfermedades que las personas que no fuman. Pero puedes no darte cuenta de la cantidad de problemas de salud diferentes que causa el fumar:
- Cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar. Fumar es la principal causa de muerte por cáncer de pulmón. Además, fumar causa enfermedades pulmonares, como enfisema y bronquitis crónica. Fumar también empeora el asma.
- Otros tipos de cáncer. Fumar aumenta el riesgo de muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de boca, garganta (faringe), esófago, laringe, vejiga, páncreas, riñón, cuello del útero y algunos tipos de leucemia. En general, fumar causa el 30 % de todas las muertes por cáncer.
- Problemas del corazón y del sistema circulatorio. Fumar aumenta el riesgo de morir de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares), que incluyen ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Si tienes una enfermedad del corazón o de los vasos sanguíneos, como la insuficiencia cardíaca, fumar empeora tu afección.
- Diabetes. Fumar aumenta la resistencia a la insulina, lo que puede preparar el terreno para la diabetes tipo 2. Si tienes diabetes, fumar puede acelerar el avance de las complicaciones, como las enfermedades renales y los problemas oculares.
- Problemas oculares. Fumar puede aumentar el riesgo de problemas oculares graves, como cataratas y pérdida de la vista por degeneración macular.
- Infertilidad e impotencia. Fumar aumenta el riesgo de menor fertilidad en las mujeres y el riesgo de impotencia en los hombres.
- Complicaciones durante el embarazo. Las madres que fuman durante el embarazo corren un mayor riesgo de parto prematuro y de dar a luz a bebés de menor peso.
- Resfriado, gripe y otras enfermedades. Los fumadores son más propensos a las infecciones respiratorias, como los resfriados, la gripe y la bronquitis.
- Enfermedades de los dientes y las encías. Fumar se asocia con un mayor riesgo de desarrollar inflamación de las encías y una grave infección de las encías que puede destruir el sistema de soporte de los dientes (periodontitis).
Fumar también supone riesgos para la salud de los que te rodean. Los cónyuges y parejas de fumadores que no fuman tienen un mayor riesgo de cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas en comparación con las personas que no viven con un fumador. Los niños cuyos padres fuman son más propensos a tener asma más grave, infecciones de oído y resfriados.
Prevención
La mejor manera de prevenir el tabaquismo es no consumir tabaco en primer lugar.
La mejor manera de evitar que los niños fumen es que uno mismo no fume. Las investigaciones han demostrado que los niños cuyos padres no fuman o que han dejado de fumar con éxito tienen muchas menos probabilidades de empezar a fumar.
Diagnóstico
Es posible que tu médico te haga preguntas o te pida que completes un cuestionario para ver cuán dependiente eres de la nicotina. Conocer tu grado de adicción ayudará al médico a determinar el plan de tratamiento adecuado para ti. Cuantos más cigarrillos fumes cada día y cuanto antes fumes después de despertarte, más dependiente serás.
Tratamiento
Como la mayoría de los fumadores, probablemente has hecho al menos un intento serio para dejar de fumar. Pero no es frecuente dejar de fumar en el primer intento, especialmente si intentas hacerlo sin ayuda. Es mucho más probable que puedas dejar de fumar si utilizas medicamentos y asesoramiento, que han demostrado ser eficaces, especialmente combinados.
Medicamentos
Algunos productos para dejar de fumar se conocen como terapia de reemplazo de nicotina porque contienen distintas cantidades de nicotina. Algunas de estas terapias de reemplazo de nicotina requieren una receta médica, pero otras no. Hay dos medicamentos aprobados para dejar de fumar que no contienen nicotina, y ambos están disponibles solo con receta médica.
Cualquiera de estos productos puede ayudar a reducir los antojos de nicotina y los síntomas de abstinencia, lo que hace más probable que dejes de fumar para siempre. El uso de más de uno puede ayudarte a obtener mejores resultados.
Aunque puedes comprar algunos productos para dejar de fumar sin receta médica, es una buena idea hablar primero con tu médico. Juntos pueden explorar qué productos podrían ser adecuados para ti, cuándo empezar a tomarlos y los posibles efectos secundarios.
Asesoramiento psicológico
Los medicamentos te ayudan a sobrellevar la situación al reducir los síntomas de abstinencia y los antojos, mientras que los tratamientos conductuales te ayudan a desarrollar las habilidades que necesitas para dejar el tabaco para siempre. Cuanto más tiempo pases con un consejero, mejores serán los resultados de tu tratamiento.
Durante el asesoramiento individual o grupal, aprendes técnicas que puedes utilizar para dejar de fumar. Muchos hospitales, planes de atención médica, proveedores de atención médica y empleadores ofrecen programas de tratamiento. Algunos centros médicos ofrecen programas de tratamiento residencial, el tratamiento más intensivo disponible.
Métodos que se deben evitar
No hay evidencias de que los cigarrillos electrónicos (e-cigarrillos) sean más seguros o más eficaces para ayudar a las personas a dejar de fumar que los medicamentos para reemplazo de la nicotina. De hecho, muchas personas que utilizan los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar usan ambos productos en lugar de dejar de fumar.
No es una buena idea sustituir el tabaquismo por otro tipo de consumo de tabaco. El tabaco, en cualquiera de sus formas, no es seguro. Mantente alejado de estos productos:
- Productos de tabaco solubles
- Tabaco sin humo
- Palillos y bálsamos de nicotina
- Cigarros y pipas
- Pipas de agua
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
El apoyo social es clave para lograr una vida estable y sólida, libre de humo. Pide a tu familia, amigos y compañeros de trabajo que te apoyen y te motiven. Sé directo y hazles saber qué es lo que más te ayudaría.
Considera también la posibilidad de probar estos recursos:
- Grupos de apoyo. Los grupos de apoyo, que a menudo están disponibles a un costo bajo o son gratuitos, ofrecen entrenamiento y apoyo de otras personas que intentan dejar de fumar. Los grupos de Fumadores Anónimos están disponibles en muchos lugares.
- Asesoramiento telefónico. Las líneas de ayuda para dejar de fumar ofrecen un acceso práctico a consejeros capacitados. En los EE. UU., llama al 800-QUIT-NOW (800-784-8669) para conectarte directamente a la línea de ayuda para dejar de fumar de tu estado.
- Mensajes de texto y aplicaciones móviles. Hay una serie de servicios disponibles para recibir recordatorios y consejos en tu teléfono móvil.
- Programas basados en la web. Sitios como BecomeAnEX ofrecen apoyo personalizado gratuito, guías y herramientas interactivas, y grupos de análisis para ayudarte a dejar de fumar.
Preparación antes de la cita
Es probable que primero consultes al médico de atención primaria. La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del médico.
Qué puedes hacer
Para prepararte para la cita:
- Considera los factores que desencadenan el tabaquismo. Enumera las circunstancias en las que es más probable que desees fumar. ¿En qué situaciones fumar se ha convertido en un ritual?
- Toma nota de cualquier síntoma que pueda estar relacionado con el tabaquismo. Incluye la duración de cada uno de ellos.
- Haz una lista de tus medicamentos. Incluye cualquier vitamina, plantas medicinales u otros suplementos.
- Invita a un familiar o amigo. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita.
Qué esperar del médico
Estar preparado para responder las preguntas del médico puede dejarte tiempo para consultar otros aspectos a los que quieras dedicarles más tiempo. Estas son algunas preguntas que podría hacerte el médico:
- ¿Cuántos cigarrillos fumas al día? ¿Qué tan pronto después de despertarte comienzas a fumar?
- ¿Has intentado dejar de fumar anteriormente? Si es así, ¿qué pasó? ¿Qué funcionó? ¿Qué es lo que no funcionó?
- ¿Qué te motiva a dejar de fumar ahora?
- ¿Tienes algún problema de salud física, como una enfermedad cardíaca o diabetes, que sospecha que está relacionado con el tabaquismo?
- ¿El fumar ha causado algún problema en el trabajo o en sus relaciones?
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