Asma ocupacional
El polvo, los gases y otras sustancias presentes en el lugar de trabajo pueden causar asma. Descubre cómo reconocer este tipo común de asma.
Perspectiva general
El asma ocupacional es un tipo de asma causado por inhalar vapores, gases, polvo u otras sustancias en el trabajo. Estas sustancias pueden desencadenar una respuesta del sistema inmunitario que modifica el funcionamiento de los pulmones. Al asma ocupacional también se lo conoce como asma relacionado con el trabajo.
En el asma, las vías respiratorias se estrechan y se hinchan. Además, pueden producir más mucosidad de lo normal. Esto genera dificultad para respirar y puede causar opresión del pecho, sibilancia y falta de aire.
Para controlar el asma ocupacional, es importante que evites exponerte a los desencadenantes. El tratamiento incluye medicamentos que reducen los síntomas. En el caso de las personas con un diagnóstico de asma, los medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas relacionados con los desencadenantes en el lugar de trabajo.
Si el asma ocupacional no se trata y no se evita la exposición a los desencadenantes, esta afección puede causar cambios permanentes en los pulmones.
Síntomas
Los síntomas del asma ocupacional pueden ser los siguientes:
- Sibilancia
- Tos
- Falta de aire
- Opresión del pecho
Otros síntomas posibles incluyen los siguientes:
- Goteo de la nariz
- Congestión nasal
- Ojos llorosos y que pican
Los síntomas del asma ocupacional dependen de la sustancia a la que estés expuesto, durante cuánto tiempo y con qué frecuencia estés expuesto, entre otros factores. Tus síntomas:
- Pueden comenzar inmediatamente después de la exposición a una sustancia, más tarde durante el día o después del trabajo.
- Pueden mejorar o desaparecer en los días libres o durante las vacaciones y regresar cuando vuelves al trabajo.
- Pueden presentarse al comienzo del día y no mejorar en los días libres a medida que la enfermedad avanza.
- Pueden volverse permanentes, incluso después de no asistir al trabajo durante largos períodos.
Cuándo debes consultar con un médico
Busca tratamiento médico de inmediato si tus síntomas empeoran. Los ataques de asma graves pueden poner en riesgo la vida. Los síntomas de un ataque de asma que requiere tratamiento de emergencia incluyen los siguientes:
- Falta de aire o silbido del pecho que empeora rápidamente.
- Los síntomas no disminuyen después de usar un medicamento de alivio rápido.
- Falta de aire incluso al hacer poca actividad física.
Programa una cita con tu profesional de atención médica si tienes problemas respiratorios, como tos, silbido del pecho o falta de aire, especialmente si los síntomas empeoran o no desaparecen.
Causas
Se han identificado más de 400 sustancias en el lugar de trabajo como posibles desencadenantes del asma ocupacional. Estas sustancias incluyen las siguientes:
- Proteínas animales que se encuentran en la caspa, los pelos, las escamas, el pelaje, la saliva y los desechos corporales.
- Sustancias químicas que se utilizan para fabricar pinturas, barnices, adhesivos, laminados y resina para soldaduras. Otros ejemplos son las sustancias químicas que se utilizan para fabricar aislantes, materiales de empaquetado, y colchones de espuma y tapicería.
- Enzimas que se usan en detergentes y en harinas para hornear.
- Metales, en especial el platino, el cromo y el sulfato de níquel.
- Sustancias vegetales, como las proteínas que se encuentran en el látex de caucho natural, la harina, los cereales, el algodón, el lino, el cáñamo, el centeno, el trigo y la papaya.
- Gases o partículas irritantes, como el gas de cloro, el dióxido de azufre y el humo.
Los síntomas del asma comienzan cuando los pulmones se irritan. La irritación causa inflamación, que es una reacción del sistema inmunitario. La inflamación se define como la hinchazón y otros cambios en los tejidos de las vías respiratorias como consecuencia de la actividad del sistema inmunitario. Estos cambios hacen que se estrechen las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
En el caso del asma ocupacional, una sustancia a la que la persona es alérgica, como el moho o una proteína animal, puede desencadenar la inflamación de los pulmones. A veces, esta inflamación se desencadena a causa de un irritante o una sustancia irritante, como el cloro o el humo.
Factores de riesgo
Cuanto más estés expuesto a un irritante, mayor será el riesgo de contraer asma ocupacional. Además, corres mayor riesgo de tener asma ocupacional en las siguientes circunstancias:
- Tienes alergias o asma existentes. Aunque esto puede aumentar el riesgo, muchas personas que tienen alergias o asma ocupan puestos de trabajo que las exponen a irritantes pulmonares y nunca tienen síntomas.
- Algunos de tus familiares tienen asma o alergias. Tu padre y tu madre pueden trasmitirte genes que aumenten las probabilidades de que tengas asma.
- Trabajas cerca de factores conocidos que pueden desencadenar asma. Se sabe que algunas sustancias irritan los pulmones y desencadenan el asma.
- Fumas. Fumar aumenta el riesgo de tener asma si te expones a ciertos tipos de irritantes.
Trabajos de alto riesgo
Es posible desarrollar asma ocupacional en casi cualquier lugar de trabajo, pero el riesgo aumenta en algunos lugares específicos. Algunos de los trabajos más riesgosos en relación con sustancias que causan asma son los siguientes:
Empleos | Sustancias que causan asma |
---|---|
Manipuladores de adhesivos | Sustancias químicas |
Manipuladores de animales, veterinarios | Proteínas animales |
Panaderos, molineros, agricultores | Granos de cereal |
Fabricantes de alfombras | Gomas vegetales |
Trabajadores del metal | Cobalto, níquel |
Productores de alimentos | Leche en polvo, polvo de huevo |
Trabajadores forestales, carpinteros, fabricantes de muebles | Aserrín |
Peluqueros | Tinturas |
Personal de salud | Látex y sustancias químicas |
Trabajadores farmacéuticos, panaderos | Medicamentos, enzimas |
Procesadores de mariscos | Arenque, cangrejo de la nieve |
Pintores que usan rociadores, instaladores de aislantes, trabajadores de las industrias de plásticos y gomaespuma, soldadores, trabajadores metalúrgicos, fabricantes de sustancias químicas, manipuladores de goma laca | Sustancias químicas |
Trabajadores textiles | Tintes, plásticos |
Usuarios de plásticos o resinas epoxi, fabricantes de sustancias químicas | Sustancias químicas |
Complicaciones
Cuanto más tiempo estés expuesto a una sustancia que puede causar asma ocupacional, peores pueden ser los síntomas. Además, tardarán más en mejorar cuando ya no estés expuesto. En algunos casos, la exposición a los desencadenantes del asma transmitidos por el aire puede causar cambios permanentes en los pulmones.
Prevención
La mejor manera de evitar el asma ocupacional es controlar la exposición a sustancias químicas y de otra clase que se sabe causan irritación. En los lugares de trabajo, se pueden implementar controles para prevenir las exposiciones, utilizar sustancias menos nocivas y brindar equipos de protección personal a los trabajadores.
Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas y a controlar la inflamación relacionada con el asma ocupacional. No obstante, puedes tomar varias medidas para mantenerte saludable y disminuir la probabilidad de sufrir ataques, tales como las siguientes:
- Si fumas, deja de hacerlo. No fumar puede ayudar a prevenir o a disminuir los síntomas del asma ocupacional.
- Solicita que te apliquen la vacuna contra la gripe. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades que afectan a los pulmones.
- Evita los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y otros medicamentos que puedan empeorar los síntomas. Pregúntale a tu profesional de atención médica sobre los medicamentos que sueles tomar.
- Baja de peso. En el caso de las personas con obesidad, perder peso puede ayudarlas a mejorar los síntomas y la salud pulmonar en general.
Si te encuentras en los Estados Unidos y tienes un trabajo de alto riesgo, la compañía debe seguir reglas para protegerte contra sustancias químicas peligrosas. Conforme a las pautas establecidas por la Occupational Safety and Health Administration (Administración de Salud y Seguridad Laboral), el empleador tiene la obligación de hacer lo siguiente:
- Informarte si vas a trabajar con sustancias químicas peligrosas
- Capacitarte para que manejes de forma segura estas sustancias químicas
- Capacitarte para que sepas cómo reaccionar ante una emergencia, como un derrame de sustancias químicas
- Proporcionarte equipos de protección, como mascarillas y máscaras antigás
- Ofrecerte capacitación adicional cuando se utilice una nueva sustancia química en el lugar de trabajo
Según las pautas de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), tu empleador tiene la obligación de conservar las hojas de datos de seguridad de los materiales correspondientes a cada sustancia química peligrosa que se utilice en el lugar de trabajo. Se trata de un documento que el fabricante de la sustancia química debe entregarle a tu empleador. Tienes el derecho legal de consultar esos documentos y hacerles copias. Si sospechas que eres alérgico a una determinada sustancia, muéstrale las hojas de datos sobre seguridad de los materiales a tu profesional de atención médica.
Cuando estés en el trabajo, presta atención para ver si hay condiciones que puedan no ser seguras o saludables. Informa a tu supervisor sobre cualquier inquietud que tengas. Si es necesario, comunícate con la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) al teléfono 800-321-OSHA (
Diagnóstico
Diagnosticar el asma ocupacional es similar a diagnosticar otros tipos de asma. Sin embargo, el profesional de atención médica también tratará de identificar si la causa de los síntomas es una sustancia que está presente en el lugar de trabajo e intentará determinar cuál.
El diagnóstico de asma se debe confirmar con un estudio de la función pulmonar, que demuestra la eficacia con la que funcionan los pulmones. La prueba cutánea para alergias con punción puede mostrar si tienes reacciones alérgicas a algunas sustancias que causan alergia. Es posible que sea necesario hacer análisis de sangre, radiografías u otras pruebas para descartar una causa que no sea el asma ocupacional.
Cómo se prueba la función pulmonar
Los estudios de la función pulmonar incluyen lo siguiente:
-
Espirometría. Durante esta prueba, que dura de 10 a 15 minutos, haces varias inspiraciones profundas y exhalas con fuerza dentro una manguera conectada a una máquina que se llama espirómetro. Un espirómetro mide la cantidad de aire que pueden contener tus pulmones y la rapidez con la que puedes exhalar. Es la prueba que más se usa para diagnosticar el asma.
Te harán de nuevo la prueba después de que inhales medicamentos para el asma que ayudan a abrir las vías respiratorias. Una mejora en la función pulmonar después de usar el medicamento respalda un diagnóstico de asma.
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Medición del flujo espiratorio máximo. Tal vez te pidan que uses un dispositivo portátil pequeño que se conoce como medidor de flujo espiratorio. Este dispositivo mide la rapidez con la que puedes exhalar el aire de los pulmones. Cuanto más lento exhales, más grave es tu afección.
Probablemente, se te pida que uses un medidor de flujo espiratorio máximo en ciertos momentos, dentro y fuera del horario de trabajo. Si tu respiración mejora significativamente cuando no estás en el trabajo, es posible que tengas asma ocupacional.
Pruebas para detectar las causas del asma ocupacional
Puede que se necesiten pruebas para comprobar si tienes una reacción a determinadas sustancias. Las pruebas pueden incluir:
- Pruebas cutáneas para alergias. Durante una prueba cutánea, se raspa la piel para introducir pequeñas cantidades de sustancias que comúnmente causan alergia. Luego, se observa el área por unos 15 minutos. La hinchazón o el cambio de color en la piel indican una alergia a la sustancia. Estas pruebas pueden mostrar una alergia a los animales, al moho, a los ácaros del polvo, a las plantas y al látex. No se pueden usar para medir una reacción a las sustancias químicas.
- Prueba de desafío. Deberás inhalar un aerosol que contiene una cantidad pequeña de una sustancia química sospechosa para ver si desencadena una reacción. La función pulmonar se examinará antes y después de realizar la prueba para ver si la sustancia química afecta tu capacidad para respirar.
- Radiografía de tórax. El asma ocupacional es un tipo de enfermedad pulmonar ocupacional. Es posible que necesites una radiografía de tórax para diagnosticar otros tipos de problemas respiratorios relacionados con el trabajo.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es prevenir los síntomas y detener un ataque de asma en progreso.
Es importante evitar la sustancia que causa los síntomas en el lugar de trabajo. Una vez que te vuelves sensible a una sustancia, los síntomas del asma pueden desencadenarse con cantidades muy pequeñas, incluso si usas una mascarilla o una máscara protectora.
Es posible que necesites medicamentos para que el tratamiento sea satisfactorio. Se utilizan los mismos medicamentos para tratar el asma ocupacional y el no ocupacional.
El medicamento adecuado para ti depende de varios factores. Estos incluyen la edad, los síntomas, los desencadenantes del asma y lo que parece funcionar mejor para controlar tu afección.
Medicamentos para control a largo plazo
- Corticoides inhalados. Los corticoides inhalados reducen la inflamación y presentan un riesgo relativamente bajo de efectos secundarios.
- Modificadores de leucotrienos. Estos medicamentos son alternativas a los corticoides. Algunas veces, se toman junto con corticoides.
- Agonistas beta de acción prolongada. Los agonistas beta de acción prolongada abren las vías respiratorias y reducen la inflamación. Para el asma, por lo general, los agonistas beta de acción prolongada se deben tomar solamente en combinación con un corticoide inhalado.
- Inhaladores combinados. Estos medicamentos contienen un agonista beta de acción prolongada y un corticoide.
Medicamentos de alivio rápido a corto plazo
- Agonistas beta de acción rápida. Estos medicamentos alivian los síntomas durante un ataque de asma.
- Corticoides orales e intravenosos. Alivian la inflamación de las vías respiratorias en los casos de asma grave. Se toman por vía oral o se administran en forma de inyección. A largo plazo, pueden causar efectos secundarios graves.
Si necesitas usar un inhalador de alivio rápido con una frecuencia mayor que la recomendada, es posible que necesites modificar el medicamento de control de uso prolongado.
Además, si las alergias desencadenan o empeoran el asma, puedes beneficiarte de tratamientos contra la alergia. Estos incluyen medicamentos orales o mediante un atomizador nasal. Los antihistamínicos ayudan a bloquear la actividad del sistema inmunitario que causa los síntomas de la alergia. Los descongestionantes ayudan a aliviar la congestión nasal.
Medicina alternativa
Muchas personas afirman que los remedios alternativos reducen los síntomas del asma. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se necesita más investigación para comprobar si funcionan y si tienen posibles efectos secundarios. Los remedios alternativos que se deben seguir estudiando son los siguientes:
- Técnicas de respiración. Estas incluyen programas de respiración estructurados, como el método Buteyko, el método Papworth, el entrenamiento de los músculos pulmonares y los ejercicios de respiración del yoga. Si bien estas técnicas pueden ayudar a mejorar la calidad de vida, no se ha demostrado que alivien los síntomas del asma.
- Acupuntura. Esta técnica proviene de la medicina china tradicional. Consiste en colocar agujas muy finas en puntos estratégicos del cuerpo. La acupuntura es segura y, por lo general, no produce dolor, pero no hay evidencia suficiente que demuestre que sirve para tratar el asma.
Preparación antes de la cita
Lo más probable es que empieces por acudir a tu profesional de atención primaria. O bien puedes comenzar por consultar a un médico que se especialice en asma, como un alergista inmunólogo o un neumólogo.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a preparar para la cita.
Lo que puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones previas a la cita. Cuando programes la cita médica, pregunta si debes hacer algo con anticipación. Quizá debas dejar de tomar antihistamínicos si existe la posibilidad de que te realicen una prueba cutánea para alergias.
- Anota cualquier síntoma que tengas, incluidos los que parezcan no estar relacionados con tus problemas para respirar.
- Anota los momentos en los que aparecen los síntomas de asma; por ejemplo, si empeoran en el trabajo y mejoran cuando no estás trabajando.
- Haz una lista de todos los irritantes pulmonares posibles en el lugar de trabajo y cualquier otra cosa que parezca desencadenar tus síntomas. Te recomendamos que, si están disponibles, leas las hojas de datos sobre seguridad de los materiales de tu área de trabajo. En esta hoja, se mencionan las sustancias tóxicas y los irritantes que se utilizan en tu lugar de trabajo. Recuerda que, en las hojas de datos sobre seguridad de los materiales, no se mencionan todos los factores que desencadenan el asma ocupacional.
- Anota información personal crucial, como situaciones de gran estrés o cambios recientes en tu vida y en tu empleo o lugar de trabajo.
- Trae una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomas.
- Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañen. La persona que te acompañe puede recordar información que hayas pasado por alto u olvidado.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica.
A continuación, encontrarás algunas preguntas básicas que puedes hacer sobre el asma ocupacional:
- ¿Es posible que un irritante en el lugar de trabajo sea la causa de mis problemas respiratorios o ataques de asma?
- ¿Cuáles serían otras causas posibles de mis síntomas o mi afección?
- ¿Qué pruebas deben hacerme? ¿Requieren estas pruebas alguna preparación especial?
- ¿Suele esta afección ser temporal o crónica?
- ¿Cómo puedo tratar el asma ocupacional? ¿Debo renunciar a mi trabajo?
- ¿Cuáles son las alternativas al tratamiento que sugiere?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
- ¿Debo respetar alguna restricción?
- ¿Debería consultar con un especialista?
- ¿Existe alguna alternativa genérica a los medicamentos que me receta?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que tu profesional de atención médica te haga varias preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?
- Si ya usas medicamentos para el asma, ¿con qué frecuencia usas un inhalador de alivio rápido?
- ¿Tienes problemas para respirar cuando estás fuera del trabajo o solamente ocurren cuando estás trabajando?
- ¿Son continuos los síntomas o aparecen y desaparecen?
- ¿Te han diagnosticado alergias o asma?
- ¿Estás expuesto a vapores, gases, humo, agentes irritantes, sustancias químicas o sustancias derivadas de plantas o animales en el trabajo? De ser así, ¿con qué frecuencia y por cuánto tiempo?
- ¿Trabajas en condiciones laborales poco comunes, como expuesto a calor, frío o sequedad extremos?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?
- ¿Tienes algún familiar que padece alergias o asma?
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