Pomelo: Cuidado con las interacciones medicamentosas peligrosas

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Sí. La toronja (el pomelo) puede interferir con varios tipos de medicamentos con receta, al igual que otros cítricos, como el pomelo chino, el tangelo y la naranja amarga, que suelen utilizarse en la elaboración de mermeladas.

Mezclar ciertos medicamentos con toronja (pomelo) puede causar problemas graves de salud. Si estás tomando medicamentos con receta, consulta a un profesional de atención médica, como un médico o un farmacéutico, para saber si puedes combinarlos con toronjas (pomelos) u otros cítricos.

Tal vez tengas que eliminar los productos a base de toronjas (pomelos) de tu dieta. En la mayoría de los casos, basta con tomar el medicamento y comer toronjas (pomelos) en horarios diferentes. No obstante, puedes consultar a un profesional de atención médica si existe algún medicamento alternativo que se pueda combinar con esta fruta.

El problema es que las sustancias químicas de la fruta pueden interferir cuando el medicamento se descompone, es decir, cuando se metaboliza, en el sistema digestivo. Como resultado, el medicamento puede permanecer en el organismo durante mucho tiempo, o durante muy poco.

En la mayoría de los casos, el problema es que el medicamento permanece demasiado tiempo en el organismo, lo puede generar niveles riesgosos y aumentar los efectos secundarios. Si un medicamento se descompone demasiado rápido, no tendrá tiempo suficiente para actuar.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) requiere que en ciertos medicamentos se incluyan advertencias sobre su combinación con toronjas (pomelos) o el jugo de esta fruta. Los medicamentos que se recetan con frecuencia y que interactúan con las toronjas (los pomelos) suelen utilizarse para lo siguiente:

• Combatir infecciones.
• Disminuir el colesterol.
• Tratar la presión arterial alta.
• Tratar problemas cardíacos.
• Prevenir rechazos de órganos donados.
• Tratar la ansiedad.
• Tratar las alergias estacionales.
• Controlar las convulsiones.
• Aliviar los mareos por movimiento.
• Tratar la disfunción eréctil, es decir, la incapacidad de tener o mantener una erección.
• Reemplazar hormonas.
• Reducir la tos.
• Controlar el dolor.

Para mayor seguridad, consulta siempre a un profesional de atención médica, como un médico o un farmacéutico, cuando te receten un medicamento nuevo. Pregunta si hay algún problema al combinarlo con otros alimentos o medicamentos. Si la respuesta es afirmativa, averigua si debes eliminar alimentos de tu dieta o cambiar la administración de otros medicamentos.