Vitaminas prenatales: ¿está bien que las tomen las mujeres que no están embarazadas?
Vitaminas prenatales: por qué pueden no ser adecuadas si no estás embarazada.
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No hay ninguna razón para tomar suplementos alimentarios prenatales si no estás embarazada ni estás intentando quedar embarazada.
Algunas personas toman suplementos prenatales debido a afirmaciones no probadas de que ayudan a tener un cabello más grueso y uñas más fuertes. Otras personas los toman porque tienen la idea de que recibir más de un nutriente es mejor. Pero cuando tu cuerpo no lo necesita, tomar suplementos podría ponerte en peligro con el tiempo.
Los suplementos prenatales aportan las vitaminas y minerales adicionales necesarios antes y durante el embarazo. Estos tipos de suplementos tienen diferentes cantidades y tipos de vitaminas, minerales y otros aditivos, como los ácidos grasos omega-3. Pero la principal diferencia entre una vitamina prenatal y un multivitamínico es la cantidad de ácido fólico y la cantidad de hierro.
Consumir suficiente folato a través de los alimentos o ácido fólico mediante suplementos y alimentos fortificados al inicio del embarazo reduce el riesgo de ciertos defectos congénitos. La cantidad de ácido fólico sugerida para las personas que planean un embarazo es de 400 a 800 microgramos (mcg) al día. La cantidad típica de ácido fólico para un adulto es de 400 mcg al día.
Tener suficiente hierro ayuda al organismo a producir las células sanguíneas adicionales necesarias durante el embarazo. La cantidad de hierro necesaria durante el embarazo es de 27 miligramos (mg) al día. En cuanto al hierro, la cantidad diaria típica es de 8 mg para los hombres y 18 mg para las mujeres.
La ingesta de hierro y ácido fólico en cantidades superiores a las recomendadas puede acercar a las personas al límite máximo de estos nutrientes. En el caso del ácido fólico como suplemento, la cantidad máxima diaria es de 1000 mcg al día para los adultos. La cantidad máxima de hierro, que incluye alimentos y suplementos, es de 45 mg al día para los adultos.
Superar esos límites puede aumentar el riesgo de problemas de salud. En el caso del ácido fólico, un exceso podría empeorar algunos síntomas de la carencia de vitamina B-12. Y en cuanto al hierro, un exceso puede afectar a los niveles de zinc en el organismo. Un exceso de hierro puede provocar náuseas. También puede provocar heces blandas o difíciles de evacuar.
La mayoría de las veces, una alimentación nutritiva y equilibrada hace innecesaria la toma de cualquier suplemento alimentario para adultos sanos que no sean mujeres embarazados. El hierro y el folato se encuentran de forma natural en muchos alimentos. Por ejemplo, las espinacas son una buena opción para el hierro y el folato. Otros alimentos, como los cereales para el desayuno, están fortificados con hierro y ácido fólico.
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