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Cáncer vulvar

Infórmate acerca de este tipo de cáncer poco frecuente que se forma en la piel que rodea la uretra y la vagina. Los tratamientos pueden ser cirugía, radiación y quimioterapia.

Perspectiva general

Cáncer vulvar

Vulvar cancer is cancer that occurs on the vulva — the fleshy area that surrounds your vagina and the tube (urethra) where urine leaves your body.

El cáncer vulvar es un tipo de cáncer que afecta la superficie externa de los genitales femeninos. La vulva es el área de piel que rodea la uretra y la vagina, y comprende el clítoris y los labios vulvares.

Por lo general, el cáncer vulvar se manifiesta como un bulto o llaga en la vulva que, con frecuencia, produce picazón. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, el cáncer vulvar se diagnostica con más frecuencia en las mujeres mayores.

El tratamiento para el cáncer vulvar generalmente implica una cirugía para extirpar el cáncer y una pequeña parte del tejido sano que lo rodea. Algunas veces, la cirugía de cáncer vulvar requiere la extirpación de toda la vulva. Cuanto antes se diagnostique el cáncer vulvar, menos probable es que el tratamiento requiera una cirugía más extensa.

Síntomas

Los signos y síntomas del cáncer vulvar pueden comprender los siguientes:

  • Comezón que no se va
  • Dolor y sensibilidad
  • Sangrado que no proviene de la menstruación
  • Cambios en la piel, como cambios de color o engrosamiento
  • Un bulto, protuberancias parecidas a verrugas o una llaga abierta (úlcera)

Cuándo consultar al médico

Pide una consulta con el médico de atención primaria o el ginecólogo si tienes síntomas persistentes que te preocupen.

Causas

No queda claro cuál es la causa del cáncer vulvar.

En general, los médicos saben que el cáncer comienza cuando una célula desarrolla cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que indican a una célula qué hacer. Las mutaciones indican a las células que crezcan y se dividan rápidamente. La célula y el producto de las divisiones continúan viviendo cuando otras células normales morirían. Las células acumuladas forman un tumor que puede ser canceroso y que invade los tejidos cercanos y se disemina a otras partes el cuerpo.

Tipos de cáncer vulvar

Determinar el tipo de célula en la que comienza el cáncer vulvar ayuda a que el médico planifique el tratamiento más eficaz. Algunos de los tipos más frecuentes de cáncer vulvar son los siguientes:

  • Carcinoma vulvar epidermoide Este tipo de cáncer comienza en las células delgadas y lisas que recubren la superficie de la vulva. La mayoría de los cánceres vulvares son carcinomas epidermoides.
  • Melanoma vulvar Este tipo de cáncer comienza en las células productoras de pigmento que se encuentran en la piel de la vulva.

Factores de riesgo

Aunque se desconoce la causa exacta del cáncer vulvar, ciertos factores aumentan el riesgo, entre ellos:

  • Edad avanzada El riesgo de padecer cáncer vulvar aumenta con la edad, aunque se puede padecer a cualquier edad. La edad promedio del diagnóstico es 65 años.
  • Exposición al virus del papiloma humano (VPH) El VPH es una infección de transmisión sexual que aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, como el cáncer vulvar y cervical. Muchas personas jóvenes sexualmente activas están expuestas al VPH, pero para la mayoría, la infección desaparece por sí sola. En algunas, la infección causa alteraciones en las células y aumenta el riesgo de padecer cáncer en el futuro.
  • Tabaquismo Fumar aumenta el riesgo de cáncer de vulva.
  • Tener un istema inmunitario debilitado Las personas que toman medicamentos para inhibir el sistema inmunitario, como las que se han sometido a un trasplante de órganos, y aquellas con afecciones que debilitan el sistema inmunitario, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), tienen un mayor riesgo de tener cáncer de vulva.
  • Antecedentes de enfermedades precancerosas de la vulva La neoplasia intraepitelial vulvar es una enfermedad precancerosa que aumenta el riesgo de padecer cáncer vulvar. La mayoría de los casos de neoplasia intraepitelial vulvar nunca se convertirán en cáncer, pero un pequeño número se convierte en cáncer vulvar invasivo. Por este motivo, el médico puede recomendarte un tratamiento para eliminar la zona de células anormales y controles periódicos de seguimiento.
  • Tener una enfermedad de la piel que afecte la vulva El liquen escleroso, que produce alisamiento y picazón en la piel de la vulva, aumenta el riesgo de padecer cáncer vulvar.

Prevención

Reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual

Para reducir el riesgo de cáncer de vulva, reduce el riesgo de contraer las infecciones de transmisión sexual por VPH:

  • Utiliza un preservativo cada vez que tengas relaciones sexuales. Los preservativos pueden reducir el riesgo de contraer el virus del papiloma humano, pero no pueden protegerte totalmente contra el virus.
  • Aplícate la vacuna contra el VPH. Las niñas y adultas jóvenes pueden considerar la vacuna contra el VPH, que protege contra las cepas del virus que se cree que causan la mayoría de los casos de cáncer de vulva.

Consulta con el médico sobre los exámenes pélvicos

Consulta con tu médico con qué frecuencia deberías realizarte exámenes pélvicos. Estos exámenes permiten que el médico examine visualmente la vulva y manualmente los órganos reproductores internos para detectar anomalías.

Habla con el médico acerca de tus factores de riesgo de cáncer vulvar y otros tipos de cáncer pélvico para determinar el programa de exámenes de detección más adecuado para ti.

Diagnóstico

Cómo diagnosticar el cáncer vulvar

Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el cáncer vulvar son:

  • Examinar la vulva Es probable que el médico te realice una exploración física de la vulva para detectar anomalías.
  • Utilizar un dispositivo de aumento especial para examinar la vulva Durante la colposcopía, el médico utiliza un dispositivo que funciona como una lupa para inspeccionar de cerca la vulva y detectar zonas anormales.
  • Extracción de una muestra de tejido para analizarla (biopsia). Para determinar si una zona de piel sospechosa en la vulva es cáncer, el médico puede recomendar la extracción de una muestra de piel para su análisis. Durante una biopsia, se insensibiliza la zona con anestésico local y se utiliza un bisturí u otra herramienta de corte especial para extraer parte o la totalidad de la zona sospechosa.

Cómo determinar la extensión del cáncer

Una vez que se confirma el diagnóstico, el médico trabaja para determinar el tamaño y la extensión (estadio) del cáncer. Las pruebas para establecer el estadio pueden comprender lo siguiente:

  • Examen de la zona pélvica para determinar si el cáncer se ha propagado. El médico puede realizar un examen más minucioso de la pelvis para detectar signos de que el cáncer se ha propagado.
  • Pruebas por imágenes. Las imágenes de tórax o abdomen pueden mostrar si el cáncer se ha propagado a esas zonas. Las pruebas por imágenes pueden consistir en rayos X, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (IRM) y tomografías por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).

Los estadios del cáncer vulvar se indican con números romanos que van del I al IV, donde el estadio más bajo indica que el cáncer se limita a la vulva. En el estadio IV, se considera que el cáncer está avanzado y se ha propagado a otras estructuras cercanas, como la vejiga o el recto, o a zonas distantes del cuerpo.

Tratamiento

Vulvectomía parcial y vulvectomía radical

El tratamiento para el cáncer de vulva puede implicar la extracción de una parte de la vulva (vulvectomía parcial) o de la totalidad de la vulva (vulvectomía radical).

Las opciones de tratamiento para el cáncer vulvar dependen del tipo y del estadio del cáncer, de la salud general y de las preferencias personales.

Cirugía

Entre las operaciones utilizadas para tratar el cáncer vulvar, se incluyen las siguientes:

  • Extirpación del cáncer y de una parte de tejido sano (escisión). Este procedimiento, que también se conoce como escisión local amplia o escisión radical, implica eliminar el cáncer y una pequeña parte del tejido normal que lo rodea. El corte de lo que los médicos denominan margen de tejido de aspecto normal ayuda a garantizar que se eliminen todas las células cancerosas.
  • Extirpación de parte de la vulva o su totalidad (vulvectomía). La cirugía para extirpar parte de la vulva (vulvectomía parcial) o su totalidad, incluido el tejido subyacente (vulvectomía radical), puede ser una opción cuando el cáncer es más grande. Las personas cuyo cáncer es más grande también pueden considerar un tratamiento que combine radioterapia y quimioterapia para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía, lo que puede permitir una operación menos extensa.
  • Extirpación de algunos ganglios linfáticos cercanos (biopsia de ganglio centinela). Para determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos, el cirujano puede utilizar un procedimiento conocido como biopsia de ganglio centinela. Este procedimiento identifica los ganglios linfáticos con mayor probabilidad de tener cáncer para poder extirparlos y analizarlos. Si no se encuentra cáncer en esos primeros ganglios linfáticos, es poco probable que se encuentre en otros.
  • Extirpación de varios ganglios linfáticos. Si el cáncer se diseminó a los ganglios linfáticos, se pueden extirpar varios ganglios para reducir el riesgo de que se continúe diseminando a zonas distantes del cuerpo.

La cirugía conlleva un riesgo de complicaciones, por ejemplo, infección y problemas de cicatrización alrededor de la incisión. La extirpación de los ganglios linfáticos puede causar retención de líquidos e hinchazón en las piernas, afección que se conoce como linfedema.

Radioterapia

La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia, como los rayos X y los protones, para destruir las células cancerosas. La radioterapia para el cáncer vulvar suele aplicarse con una máquina que se mueve alrededor de tu cuerpo y dirige la radiación a puntos precisos en la piel (radioterapia de haz externo).

A veces, la radioterapia se utiliza para reducir el tamaño de los tumores vulvares malignos y aumentar las probabilidades de éxito de la cirugía. A veces, la radioterapia se combina con la quimioterapia; esta hace que las células cancerosas sean más vulnerables a la radiación.

Si se descubren células cancerosas en los ganglios linfáticos, el médico puede recomendarte que te apliques radiación en la zona que rodea los ganglios linfáticos para destruir las células cancerosas que podrían quedar después de la cirugía. En estos casos, suele combinarse la radiación con quimioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos en el que se utilizan sustancias químicas para destruir las células cancerosas. En general, los medicamentos de la quimioterapia se administran a través de una vena en el brazo o por vía oral.

Para quienes padecen cáncer vulvar avanzado que se ha propagado a otras partes del cuerpo, la quimioterapia puede ser una buena opción.

En ocasiones, la quimioterapia se combina con la radioterapia para reducir el tamaño de los cánceres vulvares grandes a fin de aumentar las probabilidades de que la cirugía tenga éxito. La quimioterapia también se puede combinar con radiación para tratar el cáncer que se ha diseminado a los ganglios linfáticos.

Terapia con medicamentos específicos

Los tratamientos con fármacos con diana específica se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con fármacos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas

La terapia dirigida podría ser una alternativa para tratar el cáncer vulvar en etapa avanzada.

Inmunoterapia

La inmunoterapia utiliza tu sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario que lucha contra las enfermedades de tu cuerpo puede no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia interfiere en ese proceso.

Podría ser una opción para tratar el cáncer vulvar avanzado.

Pruebas de seguimiento después del tratamiento

Después de completar el tratamiento oncológico contra el cáncer vulvar, el médico puede recomendar exámenes de seguimiento periódicos para detectar una posible reaparición del cáncer. Incluso después de un tratamiento satisfactorio, el cáncer vulvar puede volver a aparecer. El médico determinará el cronograma de análisis de seguimiento adecuado para ti. Los médicos suelen recomendar de dos a cuatro exámenes por año para los primeros dos años después de un tratamiento contra el cáncer vulvar.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Vivir con cáncer vulvar puede ser un desafío. Si bien no hay soluciones fáciles para hacer frente al cáncer vulvar, las siguientes sugerencias pueden ser útiles:

  • Obtén información suficiente sobre el cáncer vulvar para que te sientas cómoda al tomar decisiones acerca del tratamiento. Pídele al médico que te explique los conceptos básicos de tu tipo de cáncer, como por ejemplo cuáles son los tipos de células que se ven afectadas y en qué estadio se encuentra la enfermedad. También pídele al médico o al personal de enfermería que te recomienden fuentes de información confiables. Obtén información suficiente sobre tu tipo de cáncer para que te sientas cómoda al hacer preguntas y hablar sobre las opciones de tratamiento con el médico.
  • Habla con alguien acerca de tus sentimientos. Cuando estés lista, considera la posibilidad de hablar con alguien en quien confíes acerca de tus esperanzas y tus miedos al enfrentar el tratamiento oncológico. Puede ser un amigo, un familiar, tu médico, un trabajador social, un consejero espiritual o un terapeuta.
  • Ponte en contacto con otros sobrevivientes de cáncer. Puede resultarte útil hablar con otras personas que padezcan cáncer vulvar. Pueden contarte cómo han enfrentado problemas similares a los que estás encarando. Pide al médico que te brinde información sobre los grupos de apoyo de tu zona. O comunícate con organizaciones de apoyo, como la American Cancer Society (Sociedad Estadounidense contra el Cáncer). Los foros de mensajes por Internet, como los que ofrece la Red de Sobrevivientes del Cáncer de la American Cancer Society, también pueden ponerte en contacto con otras mujeres que padecen cáncer vulvar.
  • No tengas miedo a las relaciones íntimas. Es probable que evites las relaciones íntimas como reacción natural a los cambios en el cuerpo. Aunque quizás no sea fácil, habla con tu pareja sobre tus sentimientos. También te puede ser útil hablar con un terapeuta, ya sea en terapia individual o de pareja. Recuerda que puedes expresar tu sexualidad de muchas maneras. El contacto, las demostraciones de afecto, los abrazos y las caricias pueden convertirse en actos mucho más importantes para ti y para tu pareja.

Preparación antes de la cita

Tu primera cita generalmente será con tu médico de atención primaria o con un ginecólogo. Si el médico o el ginecólogo sospechan o diagnostican que tienes cáncer, es probable que te deriven a un oncólogo ginecológico que se especializa en la cirugía de diferentes tipos de cáncer ginecológico.

Dado que las consultas pueden ser breves, y es difícil recordar todo lo que quieres conversar con el médico, es recomendable que estés preparado. A continuación, te damos algunas sugerencias para prepararte y para que sepas qué puedes esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañen para ayudarte a recordar lo que diga el médico.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso preparar una lista de preguntas puede ser útil para aprovechar al máximo el tiempo juntos. Organiza tus preguntas de la más importante a la menos importante por si se acaba el tiempo. En el caso del cáncer vulvar, algunas preguntas básicas que puedes hacer son las siguientes:

  • ¿Qué clase de pruebas necesitaré hacerme?
  • ¿Tengo que hacer algo para prepararme para estas pruebas?
  • Además del cáncer vulvar, ¿existen otras causas posibles de estos síntomas?
  • ¿Qué tipo de cáncer vulvar tengo?
  • ¿En qué estadio se encuentra el cáncer?
  • ¿Qué tipos de opciones quirúrgicas hay disponibles para mí?
  • ¿Cuáles son las tasas de éxito de cada tipo de cirugía?
  • ¿Cuáles son las desventajas de cada tipo de cirugía?
  • ¿Tendré que usar una bolsa de ostomía?
  • ¿Y la radiación y la quimioterapia? ¿Son opciones disponibles para mí?
  • ¿Cuáles son las tasas de éxito de esos tratamientos?
  • ¿Qué tipos de efectos secundarios tiene cada tratamiento?
  • ¿Cómo afectarán estos tratamientos mi sexualidad?
  • ¿Podré tener hijos después del tratamiento?
  • ¿Cómo debo prepararme para el tratamiento?
  • ¿Qué plan de acción me recomienda?
  • ¿Cuáles son las probabilidades de recurrencia?
  • ¿Cuál es mi pronóstico?

Además de las preguntas que preparaste para hacerle al médico, no dudes en hacer cualquier otra pregunta que se te ocurra.

Qué esperar del médico

Probablemente, el médico también quiera hacerte varias preguntas. Algunas de las preguntas que tu médico podría hacerte incluyen:

  • ¿Cuándo notaste por primera vez estos síntomas?
  • ¿Con qué frecuencia tienes estos síntomas?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Hay algo que mejore tus síntomas?
  • ¿Hay algo que los empeore?
  • ¿Alguna vez te han diagnosticado liquen escleroso?
  • ¿Alguna vez tuviste resultados anormales en un examen de Papanicolaou?
  • ¿Alguna vez te diagnosticaron VPH?
Last Updated: October 9th, 2024