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Congelación

Aprende cómo prevenir las lesiones por frío en la piel cuando estés al aire libre a temperaturas extremadamente frías y cómo tratar la congelación y recuperarte de esta.

Perspectiva general

El congelamiento es una lesión causada por la congelación de la piel y los tejidos subyacentes. La etapa inicial del congelamiento es la congelación de primer grado. Esta causa sensación de frío seguida de entumecimiento. A medida que el congelamiento empeora, la piel afectada puede cambiar de color y endurecerse, o tener un aspecto ceroso.

La piel expuesta corre el riesgo de congelamiento en condiciones climáticas de frío intenso y ventosas o húmedas. El congelamiento puede ocurrir en la piel protegida por guantes u otras prendas.

El congelamiento leve mejora al volver a calentar la piel. Busca atención médica si el congelamiento que tienes no es leve, ya que esta afección puede causar daños permanentes en la piel, los músculos, los huesos y otros tejidos.

Síntomas

Etapas del congelamiento

La piel sin daño por frío (1) no presenta cambios de color ni de textura. La congelación leve (2) es una congelación menor que irrita la piel, provoca un cambio en su color y una sensación de frío seguida de entumecimiento. No daña la piel de forma permanente y puede tratarse con medidas de primeros auxilios. En el caso de la congelación superficial (3), la piel se siente caliente. Podría aparecer una ampolla llena de líquido entre 12 y 36 horas después de volver a calentar la piel. En el caso de la congelación profunda (4), es posible que presentes entumecimiento. Puede que las articulaciones o los músculos dejen de funcionar. Se forman ampollas grandes de 24 a 48 horas después de volver a calentarte. El tejido se vuelve negro y duro a medida que muere.

Los síntomas del congelamiento incluyen los siguientes:

  • Entumecimiento
  • Hormigueo
  • Manchas en la piel de color rojo, blanco, azul, gris, violeta o marrón; el color de la piel afectada depende de la gravedad del congelamiento y del color habitual de cada piel
  • Piel fría, dura y con aspecto ceroso
  • Torpeza debido a la rigidez de las articulaciones
  • Dolor
  • Ampollas después de volver a calentarte

El congelamiento es más común en los dedos de las manos, los dedos de los pies, las orejas, las mejillas, el pene, el mentón y la punta de la nariz. Debido al entumecimiento, es posible que no te des cuenta del congelamiento hasta que alguien te lo haga notar. Puede resultar difícil observar cambios de color en el área afectada en la piel más oscura y negra.

El congelamiento ocurre en varias etapas:

  • Congelación de primer grado. La etapa inicial del congelamiento es la congelación de primer grado. Los síntomas son dolor, hormigueo y entumecimiento. La congelación de primer grado no causa un daño permanente en la piel.
  • Congelamiento leve a moderado. El congelamiento causa cambios leves en el color de la piel. Puedes comenzar a sentir la piel caliente, que es un signo de afectación grave. En esta etapa, si vuelves a calentar la piel para tratar el congelamiento, la superficie podría tener un aspecto irregular. Puedes sentir ardor, quemazón e hinchazón en el área afectada. Podría formarse una ampolla llena de líquido entre 12 y 36 horas después de volver a calentarse. Otro nombre que se le da a esta etapa es congelamiento superficial.
  • Congelamiento profundo. A medida que el congelamiento avanza, este afecta todas las capas de la piel, incluidos los tejidos que están debajo. La piel afectada adquiere un color blanco o gris azulado. Pueden aparecer grandes ampollas de sangre entre 24 y 48 horas después de volver a calentarte. Semanas después de la lesión, el tejido puede volverse negro y duro cuando muere.

Cuándo debes consultar con un médico

Aparte del congelamiento de primer grado, un profesional de atención médica debe revisar las lesiones por congelamiento para determinar su gravedad.

Busca atención médica de emergencia en los siguientes casos:

  • Dolor intenso incluso después de tomar un analgésico y volver a calentarte
  • Escalofríos intensos
  • Habla arrastrada
  • Somnolencia
  • Problemas para caminar

Las personas con congelamiento también podrían tener hipotermia. Los escalofríos, el habla arrastrada y la somnolencia o la torpeza también son síntomas de hipotermia. En los bebés, los síntomas pueden ser piel fría, un cambio en el color de la piel y muy poca energía. La hipotermia es una afección grave en la que el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce.

Qué puedes hacer mientras tanto

Mientras esperas la atención médica de emergencia o una cita con un profesional de atención médica, toma las siguientes medidas según sea necesario:

  • Aléjate del frío y quítate la ropa mojada.
  • Si sospechas que tienes hipotermia, envuélvete en una manta caliente hasta que llegue la ayuda.
  • Protege el área lesionada para evitar más daños.
  • Si es posible, no camines con los pies o dedos de los pies congelados.
  • Toma algún analgésico si fuera necesario.
  • En lo posible, toma una bebida caliente sin alcohol.

Causas

La causa más común de congelamiento es la exposición al frío intenso. El riesgo aumenta si el clima está húmedo y ventoso. El congelamiento también puede presentarse por contacto directo con hielo, metales congelados o líquidos muy fríos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para congelamiento incluyen los siguientes:

  • Exponerse a condiciones de frío intenso sin ropa de protección
  • Tener determinadas enfermedades, como diabetes, agotamiento, flujo sanguíneo deficiente o insuficiencia cardíaca congestiva
  • Fumar tabaco de forma regular
  • Alteración del juicio en condiciones climáticas muy frías
  • Haber tenido congelamiento u otra lesión por frío en el pasado
  • Ser bebé o un adulto mayor en condiciones climáticas frías, ya que las personas de estos grupos etarios tienen más dificultades para generar y retener el calor corporal
  • Estar a una gran altura en condiciones climáticas frías

Complicaciones

Las complicaciones del congelamiento incluyen las siguientes:

  • Hipotermia
  • Aumento de la sensibilidad al frío y un riesgo más alto para congelamiento en el futuro
  • Entumecimiento a largo plazo en la zona afectada
  • Sudoración excesiva o hiperhidrosis
  • Cambios en las uñas o pérdida de ellas
  • Problemas de crecimiento en los niños si el congelamiento daña la placa epifisaria de un hueso
  • Infección
  • Tétanos
  • Gangrena, que puede derivar en la extirpación o amputación del área afectada

Prevención

El congelamiento se puede prevenir. A continuación, incluimos algunos consejos que te ayudarán a mantenerte a salvo y abrigado.

  • Limita el tiempo al aire libre en condiciones climáticas de frío intenso y ventosas o húmedas. Presta atención a los pronósticos meteorológicos y las mediciones de sensación térmica. El riesgo de congelamiento aumenta mientras más tiempo pases en condiciones de frío intenso. Además, puedes tener congelamiento en un instante si la piel desnuda entra en contacto con algo frío, como metales congelados.
  • Vístete con capas sueltas. El aire atrapado entre las capas ayuda a aislarte del frío. Escoge ropa interior que mantenga la humedad lejos de la piel. Luego, ponte una prenda hecha de vellón o lana. Para la capa externa, usa ropa a prueba de viento y agua. Cámbiate guantes, gorros y medias húmedos tan pronto como sea posible.
  • Usa un gorro o una banda para la cabeza diseñados para climas fríos y asegúrate de que te cubra las orejas.
  • Usa mitones, ya que proporcionan una mejor protección que los guantes. Debajo de un par de mitones gruesos, usa revestimientos para guantes, que mantienen la humedad lejos de la piel.
  • Usa medias y revestimientos para medias. Asegúrate de que te calcen bien, absorban la humedad y proporcionen aislamiento.
  • Presta atención a los síntomas del congelamiento. Los signos tempranos de congelamiento son cambios leves en el color de la piel, cosquilleo y entumecimiento. Busca un refugio cálido si notas estos síntomas.
  • Planifica protegerte. Cuando viajes con un clima frío, lleva suministros de emergencia y ropa abrigada en caso de que quedes varado. Si estarás en lugares alejados, diles a otras personas cuál será tu recorrido y la fecha estimada de regreso.
  • No bebas alcohol si tienes pensado estar al aire libre en un clima frío. Las bebidas alcohólicas causan que el cuerpo pierda calor más rápido y pueden afectar el juicio.
  • Aliméntate de manera equilibrada y mantente hidratado. Hacer esto antes de exponerte al frío ayuda a mantener el calor.
  • Mantente en movimiento. El ejercicio puede hacer que la sangre fluya y ayudarte a mantener el calor, pero no lo hagas hasta agotarte.

Diagnóstico

El diagnóstico de congelamiento se basa en tus síntomas y en una revisión de las actividades recientes durante las que estuviste expuesto al frío.

El equipo de atención médica puede realizarte una radiografía o una resonancia magnética para saber si hay daños en el hueso o el músculo. Pueden pasar de 2 a 4 días después de volver a calentarte para conocer la extensión del daño del tejido.

Tratamiento

Los primeros auxilios para el congelamiento son los siguientes:

  • Si sospechas que alguien tiene hipotermia, llama para pedir ayuda de emergencia.
  • Protege el área lesionada para evitar más daños. No intentes volver a calentar la piel congelada si es probable que esta vuelva a congelarse.
  • La persona afectada debe refugiarse del frío, quitarse la ropa mojada y envolverse en una manta abrigada.
  • Si es posible, sumerge la piel congelada en una tina o lavabo con agua caliente durante 30 minutos aproximadamente. Para el congelamiento de la nariz o las orejas, cubre la zona con paños húmedos calientes durante 30 minutos aproximadamente.

    Otra opción es calentar la piel afectada con calor corporal. Por ejemplo, mete los dedos congelados debajo de una axila.

  • Si es posible, no camines con los pies o dedos de los pies congelados.
  • Toma algún analgésico de venta sin receta médica, según sea necesario.
  • Toma una bebida caliente sin alcohol.
  • Quítate anillos u otros elementos ajustados. Haz esto antes de que la zona lesionada se hinche tras volver a calentarla.
  • No apliques calor directo. Por ejemplo, no calientes la piel con una compresa caliente, una lámpara de calentamiento, un secador de pelo o la calefacción de un automóvil.
  • No frotes la piel congelada.

Después de los primeros auxilios por congelamiento, busca tratamiento de un profesional de atención médica. El tratamiento puede implicar volver a calentar la zona afectada, atender la herida, realizar una cirugía u otras medidas según la gravedad de la lesión.

  • Vuelve a calentar la piel. Si aún no se volvió a calentar la piel, el equipo de atención médica lo hará con un baño de agua caliente durante 15 a 30 minutos. Es posible que la piel se ablande. Puede que te pidan mover la zona afectada suavemente a medida que se vuelve a calentar.
  • Toma analgésicos. Debido a que el proceso para volver a calentarte puede ser doloroso, es posible que te receten un analgésico.
  • Protege la lesión. Una vez que la piel se descongele, es posible que el equipo de atención médica envuelva la zona holgadamente con una tela, toallas o vendajes estériles para proteger la piel. Puede que debas elevar la zona afectada para reducir la hinchazón.
  • Toma baños de inmersión en una bañera de hidromasaje. Este tipo de baño puede ayudar a la cicatrización, ya que mantiene la piel limpia y elimina el tejido muerto de forma natural.
  • Toma medicamentos que combaten infecciones. Si la piel o las ampollas parecen infectadas, el equipo de atención médica puede recetarte antibióticos por vía oral.
  • Toma medicamentos. En un vena, pueden administrarte una inyección de un medicamento que ayuda a restaurar el flujo sanguíneo. Este tipo de medicamento se conoce como trombolítico. Un ejemplo es el activador tisular del plasminógeno. Los estudios en personas con congelamiento grave muestran que el activador tisular del plasminógeno puede reducir el riesgo para amputación. Sin embargo, este medicamento puede causar sangrado grave. Suele usarse en situaciones graves y en un plazo de 24 horas de la exposición al frío.

    Otro medicamento que mejora el flujo sanguíneo es el iloprost (Aurlumyn). La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó este medicamento recientemente para los casos de congelamiento grave en adultos. Puede reducir el riesgo para amputación de dedos de las manos o de los pies. Los efectos secundarios de este medicamento incluyen dolor de cabeza, rubor y palpitaciones cardíacas.

  • Extracción del tejido dañado. Para curarse adecuadamente, es necesario que la piel congelada no tenga tejido dañado, muerto ni infectado. El procedimiento para extraer este tejido es el desbridamiento.
  • Cuida las ampollas y las heridas. Las ampollas pueden actuar como un apósito natural. Según el tipo de ampollas, el equipo de atención médica puede dejar que se cicatricen por sí solas o drenarlas. Se pueden utilizar diversas técnicas para la atención médica de la herida según la extensión de la lesión.
  • Sométete a una cirugía. Es posible que las personas que tuvieron una congelamiento grave necesiten, con el tiempo, una cirugía o una amputación para eliminar el tejido muerto o en descomposición.

Estilo de vida y remedios caseros

Después de volver a calentarte, puedes dejar de sentir hormigueo en la piel y esta puede volver a su color habitual en algunas horas. Las lesiones en los tejidos profundos pueden sanar con lentitud y estar muy sensibles al tacto durante semanas. Toma todos los medicamentos según las indicaciones del equipo de atención médica. En el caso de congelamiento leve, un analgésico de venta sin receta médica puede ayudar a aliviar los síntomas.

Preparación antes de la cita

Busca atención médica si sospechas que tienes congelamiento. En caso de congelamiento grave, es probable que te indiquen que vayas a una sala de emergencias.

Si tienes tiempo antes de la cita, utiliza la información a continuación para prepararte.

Lo que puedes hacer

  • Haz una lista de los síntomas que tengas y cuánto tiempo los tuviste. Esto ayudará al equipo de atención médica a tener la mayor cantidad de detalles posibles sobre la exposición al frío y a saber si los síntomas han cambiado.
  • Anota tu información médica más importante, como otras afecciones que te hayan diagnosticado. Anota también todos los medicamentos que estés tomando, incluidos los que son sin receta y los suplementos.
  • Anota la fecha de tu última vacuna contra el tétanos. El congelamiento aumenta el riesgo para tétanos. Si no te han administrado la vacuna contra el tétanos o no la has recibido en los últimos cinco años, el equipo de atención médica puede recomendar que te vacunes.
  • Anota las preguntas que quieras hacerle al equipo de atención médica. Estar preparado te ayuda a aprovechar al máximo el tiempo con el equipo de atención médica.

En el caso de la congelamiento, algunas de las preguntas básicas son las siguientes:

  • ¿Se necesitan pruebas para confirmar el diagnóstico?
  • ¿Cuáles son las opciones de tratamiento y las ventajas y desventajas de cada una?
  • ¿Qué resultados puedo esperar?
  • ¿Qué rutinas para el cuidado de la piel son recomendables mientras se cura el congelamiento?
  • ¿Qué tipo de seguimiento, si lo hay, debo esperar?
  • ¿Cuáles son los cambios en la piel que debo observar?

No dudes en hacer cualquier otra pregunta que se te ocurra.

Last Updated: November 7th, 2024