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Diabetes tipo 2 en niños

Son cada vez más los niños a los que se les diagnostica esta afección de la glucosa sanguínea. Conoce cómo ayudar a manejar o prevenir esta enfermedad crónica en tu hijo.

Perspectiva general

En los niños, la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo de tu hijo procesa el azúcar (glucosa) para obtener energía. Sin tratamiento, el trastorno hace que el azúcar se acumule en el torrente sanguíneo, lo que puede tener graves consecuencias a largo plazo.

La diabetes tipo 2 es más común en los adultos. De hecho, solía llamarse “diabetes de la edad adulta”. Pero el aumento en la cantidad de niños con obesidad ha dado lugar a la aparición de más casos de diabetes tipo 2 en personas más jóvenes.

Hay muchas medidas que puedes tomar para ayudar a controlar o a prevenir la diabetes tipo 2 de tu hijo. Anima a tu hijo a que coma alimentos saludables, haga mucha actividad física y mantenga un peso saludable. Si la alimentación saludable y el ejercicio no son suficientes para controlar la diabetes tipo 2, es probable que se necesite un tratamiento con medicamentos orales o insulina.

Síntomas

La diabetes tipo 2 en los niños puede manifestarse de manera tan progresiva que no haya síntomas perceptibles. A veces, el trastorno se diagnostica durante un chequeo de rutina.

Algunos niños con un alto nivel de azúcar en el torrente sanguíneo pueden presentar los siguientes signos y síntomas:

  • Aumento de la sed
  • Micción frecuente
  • Aumento del hambre
  • Fatiga
  • Visión borrosa
  • Áreas oscuras en la piel, principalmente alrededor del cuello o en las axilas y en la ingle
  • Pérdida de peso involuntaria, aunque es menos común en los niños con diabetes tipo 2 que en los niños con diabetes tipo 1
  • Infecciones frecuentes

Cuándo debes consultar a un médico

Consulta al proveedor de atención médica de tu hijo si notas alguno de los signos o síntomas de la diabetes tipo 2. Si no se diagnostica, la enfermedad puede causar daños graves.

Los exámenes de detección de la diabetes se recomiendan en niños que han comenzado la pubertad o tienen al menos 10 años, tienen sobrepeso o son obesos y tienen al menos un factor de riesgo más de la diabetes tipo 2.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 2, pero los antecedentes familiares y la genética parecen ser un factor importante. Lo que está claro es que los niños con diabetes tipo 2 no pueden procesar adecuadamente el azúcar (glucosa).

La mayor parte del azúcar presente en el cuerpo proviene de los alimentos. Cuando se digiere la comida, el azúcar entra en el torrente sanguíneo. La insulina permite que el azúcar entre en las células y disminuye la cantidad de azúcar en la sangre.

La insulina es producida por una glándula situada detrás del estómago, llamada páncreas. Cuando se consumen alimentos, el páncreas libera insulina en la sangre. Cuando el nivel de glucosa sanguínea comienza a bajar, el páncreas hace más lenta la secreción de insulina en la sangre.

Si tu hijo tiene diabetes tipo 2, este proceso no funciona bien. Como resultado, en lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo de tu hijo. Esto puede deberse a lo siguiente:

  • A que el páncreas no produce suficiente insulina.
  • A que las células se vuelven resistentes a la insulina y no permiten la entrada de tanta azúcar.

Factores de riesgo

Los investigadores no entienden por completo por qué algunos niños desarrollan diabetes tipo 2 y otros no, incluso si presentan factores de riesgo similares. Sin embargo, es evidente que ciertos factores aumentan el riesgo, como los siguientes:

  • Peso. El sobrepeso es un fuerte factor de riesgo para la diabetes tipo 2 en los niños. Cuanto más tejido graso tenga tu hijo, especialmente en el interior y entre el músculo y la piel alrededor del abdomen, más resistentes se vuelven las células del cuerpo a la insulina.
  • Inactividad. Mientras menos activo sea tu hijo, más riesgo tendrá de padecer diabetes tipo 2.
  • Alimentación. Comer carne roja y carne procesada, y beber bebidas endulzadas con azúcar se asocia con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
  • Antecedentes familiares. El riesgo de los niños de padecer diabetes tipo 2 aumenta si el padre, la madre o un hermano tienen la enfermedad.
  • Raza o grupo étnico. Aunque no se sabe bien porqué, determinadas personas, como las personas de raza negra, los hispanos, los indígenas estadounidenses y los asiáticos americanos, presentan mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
  • Edad y sexo. Muchos niños desarrollan la diabetes tipo 2 en los primeros años de la adolescencia, pero puede aparecer a cualquier edad. Las adolescentes son más propensas a desarrollar diabetes tipo 2 que los adolescentes.
  • Diabetes gestacional materna. Los hijos de mujeres que tuvieron diabetes gestacional durante el embarazo corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  • Bajo peso al nacer o nacimiento prematuro. Tener bajo peso al nacer se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Los bebés que nacen prematuramente, antes de las 39 a 42 semanas de gestación, corren un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 en los niños suele estar asociada al síndrome metabólico y al síndrome de ovarios poliquísticos.

Síndrome metabólico

Cuando ciertas afecciones ocurren junto con la obesidad, se asocian con la resistencia a la insulina y pueden aumentar el riesgo de diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Una combinación de las siguientes afecciones generalmente se denomina síndrome metabólico:

  • Hipertensión arterial.
  • Nivel bajo de lipoproteínas de alta densidad (HDL), el colesterol “bueno”.
  • Triglicéridos altos.
  • Nivel alto de glucosa en la sangre.
  • Gran tamaño de la cintura.

Síndrome de ovario poliquístico

El síndrome de ovario poliquístico afecta a mujeres jóvenes después de la pubertad. Este síndrome es causado por un desequilibrio hormonal, que produce signos como aumento de peso, períodos menstruales irregulares y exceso de vello en el rostro y el cuerpo. Las personas con síndrome de ovario poliquístico a menudo tienen problemas con el metabolismo que pueden provocar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.

Complicaciones

La diabetes tipo 2 puede afectar a casi todos los órganos del cuerpo de tu hijo, incluidos los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. Las complicaciones a largo plazo de la diabetes tipo 2 se desarrollan progresivamente durante muchos años. Con el tiempo, las complicaciones de la diabetes pueden ser graves o poner en riesgo la vida.

Las complicaciones de la diabetes tipo 2 están relacionadas con una glucosa sanguínea alta e incluyen lo siguiente:

  • Colesterol alto
  • Enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos
  • Accidente cerebrovascular
  • Daño en los nervios
  • Enfermedad renal
  • Enfermedad ocular, incluida la ceguera

Mantener el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo cerca del rango normal casi siempre puede reducir en gran medida el riesgo de estas complicaciones. Para ayudar a tu hijo a prevenir las complicaciones de la diabetes, puedes hacer lo siguiente:

  • Trabajar con tu hijo para mantener un buen control de la glucosa sanguínea en la medida de lo posible
  • Enseñarle a tu hijo la importancia de una alimentación saludable y de hacer actividad física regular
  • Programar consultas regulares con el equipo para el tratamiento de la diabetes de tu hijo

Prevención

Las opciones de estilo de vida saludable pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 en los niños. Alienta a tu hijo a hacer lo siguiente:

  • Comer alimentos saludables. Ofrécele alimentos con bajo contenido en grasas y calorías. Concéntrate en las frutas, las verduras y los cereales integrales. Intenta que consuma alimentos variados para no aburrirse.
  • Hacer más actividad física. Anima a tu hijo para que se mantenga activo. Inscríbelo en un equipo deportivo o en clases de danza.

Mejor aún, haz que sea una actividad familiar. Las opciones de estilo de vida que pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 en niños pueden servir para los adultos.

Diagnóstico

Si se sospecha que tu hijo tiene diabetes, es probable que el proveedor de atención médica recomiende un examen de detección. Hay varios análisis de sangre para diagnosticar la diabetes tipo 2 en los niños:

  • Examen aleatorio de glucosa sanguínea. Se toma una muestra de sangre en un momento aleatorio, independientemente de cuándo tu hijo haya comido por última vez. Un nivel de glucosa sanguínea aleatorio de 200 miligramos por decilitro (mg/dL), o 11,1 milimoles por litro (mmol/L) o superior, sugiere diabetes.
  • Examen de glucemia en ayunas. Se toma una muestra de sangre después de que tu hijo no haya comido o bebido nada que no sea agua durante al menos ocho horas o durante la noche (ayuno). Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas de 126 mg/dL (7,0 mmol/L) o superior indica diabetes.
  • Prueba de hemoglobina glucosilada (A1c). Esta prueba indica el nivel promedio de glucosa sanguínea de tu hijo durante los últimos 3 meses. Un nivel de hemoglobina glucosilada (A1C) del 6,5 % o superior indica diabetes.
  • Examen de tolerancia oral a la glucosa. Tu hijo deberá ayunar durante la noche y luego beber un líquido azucarado en el consultorio del proveedor de atención médica o el centro en el que se realizan los análisis de laboratorio. Los niveles de glucosa en la sangre se analizan periódicamente durante las próximas dos horas. Un nivel de glucosa sanguínea de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) o superior generalmente significa que tu hijo tiene diabetes.

Pruebas adicionales

El proveedor de atención médica podría recomendarte pruebas adicionales para distinguir entre la diabetes tipo 1 y la tipo 2, porque las estrategias de tratamiento para cada tipo son diferentes.

Tratamiento

El tratamiento de la diabetes tipo 2 es de por vida e incluye lo siguiente:

  • Alimentación saludable
  • Actividad física regular
  • Insulina u otros medicamentos
  • Control de la glucosa en la sangre
  • Cirugía para bajar de peso, en algunos casos

Trabajarás en estrecha colaboración con el equipo para el tratamiento de la diabetes de tu hijo, que incluye un proveedor de atención médica, un especialista en diabetes y un especialista en educación sobre la diabetes y un dietista titulado y otros especialistas según sea necesario. El objetivo del tratamiento es mantener la glucosa en la sangre de tu hijo dentro de un rango determinado. Este rango deseado ayuda a mantener el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo lo más cerca posible del rango estándar.

El proveedor de atención médica de tu hijo te informará cuál es el rango deseado de glucosa en la sangre para tu hijo y también puede establecer un objetivo para la hemoglobina glucosilada A1c. Es posible que estos números cambien a medida que tu hijo crece y cambia, al igual que el plan de tratamiento de la diabetes de tu hijo.

Alimentación saludable

La comida es una parte importante de cualquier plan de tratamiento de la diabetes, pero eso no significa que tu hijo tenga que seguir una "dieta para la diabetes" estricta. El proveedor de atención médica puede recomendar la pérdida de peso para alcanzar y mantener un peso saludable. El nivel de glucosa en la sangre puede mejorar con la pérdida de peso.

El dietista de tu hijo, probablemente, recomendará que tu hijo y el resto de la familia consuman alimentos de alto valor nutritivo y bajos en grasas y calorías.

Una alimentación saludable incluye una dieta con gran cantidad de frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva. Elige alimentos con bajo contenido de grasa y calorías y con alto contenido de fibra. Come una variedad de alimentos para ayudar a tu hijo a alcanzar sus objetivos sin comprometer el sabor ni la nutrición.

El dietista de tu hijo puede ayudarte a crear un plan de comidas conforme a los objetivos de salud y preferencias alimenticias del niño, y también puede ayudarte a planear algunas golosinas para darle de manera ocasional. Es posible que el dietista recomiende lo siguiente para tu hijo:

  • Reducir el tamaño de las porciones y no sentir la necesidad de terminar todo lo que hay en el plato
  • Sustituir un alimento rico en carbohidratos por una fruta o verdura
  • Sustituir las bebidas altas en calorías, como los refrescos o los jugos de fruta, por agua
  • Comer en casa con más frecuencia en lugar de comer en restaurantes o de pedir comida para llevar
  • Pedirle que ayude a preparar las comidas
  • Comer en la mesa en lugar de hacerlo frente a la TV

Actividad física

Todas las personas necesitan hacer ejercicios aeróbicos regularmente, y los niños con diabetes tipo 2 no son la excepción. La actividad física ayuda a los niños a controlar su peso, consume azúcar para generar energía y hace que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficaz. Esto puede disminuir el nivel de glucosa sanguínea.

Haz que la actividad física sea parte de la rutina diaria de tu hijo. No es necesario concentrar toda la actividad en un solo momento; se puede hacer de manera fraccionada. Alienta a tu hijo a hacer al menos 60 minutos de actividad física diaria o, mejor aún, haz ejercicio con él.

Medicamentos

Hay tres medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en niños.

  • Metformina (Glumetza, otros). Esta pastilla reduce la cantidad de azúcar que el hígado del niño libera en el torrente sanguíneo entre las comidas y ayuda a las células del cuerpo a utilizar la insulina de manera más eficaz.
  • Liraglutida (Victoza). Este medicamento se administra en forma de inyección. La liraglutida ayuda al cuerpo a liberar más insulina del páncreas después de las comidas, cuando los niveles de glucosa sanguínea son más altos. Puede tener efectos secundarios en el sistema digestivo, como náuseas o diarrea.
  • Insulina. A veces, la insulina puede ser necesaria si los niveles de glucosa sanguínea de tu hijo son muy altos. La insulina permite que el azúcar entre en las células para generar energía y disminuye la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.

    Hay varias insulinas diferentes, pero para la diabetes tipo 2 en niños se suelen utilizar una insulina de acción prolongada que se administra una vez al día y una insulina de acción corta o rápida con las comidas. La insulina se administra normalmente a través de una jeringa o una pluma para insulina.

    Con cambios en el estilo de vida y otros medicamentos, es posible que tu hijo disminuya progresivamente la administración de insulina.

Control de azúcar en sangre

Tu proveedor de atención médica te dirá con qué frecuencia tú o tu hijo deben controlar y registrar el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo. Los niños que toman insulina suelen tener que hacerse pruebas con más frecuencia, posiblemente cuatro veces al día o más.

Según las necesidades de tratamiento, el control continuo de la glucosa puede ser una opción. Hacer pruebas de manera frecuente es la única manera de asegurarse de que el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo se mantenga dentro del rango objetivo.

Cirugía para pérdida de peso

Estos procedimientos no son una opción para todos. Pero para los adolescentes con una obesidad considerable, un índice de masa corporal (IMC) superior a 35, someterse a una cirugía de pérdida de peso puede conducir a un mejor tratamiento de la diabetes tipo 2.

Atención médica continua

Tu hijo necesitará citas periódicas para llevar un buen control de la diabetes. Las visitas al proveedor de atención médica de tu hijo pueden incluir una revisión de los patrones de glucosa sanguínea de tu hijo, los hábitos alimenticios, la actividad física, el peso y los medicamentos que tome. Los cambios de estilo de vida saludables pueden reducir la necesidad de medicamentos.

Es posible que el proveedor de atención médica revise el nivel de HbA1c de tu hijo. La Asociación Americana de la Diabetes generalmente recomienda una HbA1c del 7 % o inferior en niños y adolescentes con diabetes.

El proveedor de atención médica también revisará lo siguiente en tu hijo de manera regular:

  • Crecimiento.
  • Presión arterial.
  • Nivel de colesterol.
  • Función renal y hepática.
  • Ojos, normalmente una vez al año.
  • Pies.
  • Riesgo de síndrome de ovario poliquístico y apnea obstructiva del sueño.

El proveedor de atención médica de tu hijo probablemente recomendará una vacuna contra la gripe para tu hijo cada año y es posible que también le recomiende la vacuna contra la neumonía y la vacuna contra la COVID-19 si tu hijo tiene 5 años o más.

Signos de problemas

Pese a todos tus esfuerzos, a veces surgirán problemas. Algunas complicaciones a corto plazo de la diabetes tipo 2, como niveles bajos o altos de glucosa en la sangre, cetoacidosis diabética y un estado hiperglucémico hiperosmolar, requieren atención médica inmediata.

Nivel bajo de glucosa sanguínea (hipoglucemia)

La hipoglucemia es un nivel de glucosa en la sangre menor al rango objetivo de tu hijo. Los niveles de glucosa en la sangre pueden disminuir por muchas razones, entre ellas, saltearse una comida, comer menos carbohidratos de los planificados, hacer más actividad física de lo normal o inyectarse demasiada insulina. Los niños con diabetes tipo 2 tienen menos riesgo de tener un nivel bajo de glucosa en la sangre que los niños con diabetes tipo 1.

Los signos y síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre incluyen los siguientes:

  • Palidez
  • Temblores
  • Hambre
  • Sudoración
  • Irritabilidad y otros cambios en el estado de ánimo
  • Dificultad para concentrarse o confusión
  • Mareos o aturdimiento
  • Pérdida de la coordinación
  • Habla arrastrada
  • Pérdida del conocimiento
  • Convulsiones

Explícale a tu hijo cuales son los síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre. En caso de duda, siempre se le debe hacer un análisis de glucosa en la sangre. Si no dispones de un glucómetro y tu hijo tiene síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre, administra el tratamiento correspondiente y hazle una prueba lo más pronto posible.

Si tu hijo tiene una lectura de nivel bajo de glucosa en la sangre:

  • Dale un carbohidrato de acción rápida. Pídele a tu hijo que consuma de 15 a 20 gramos de un carbohidrato de acción rápida, como jugo de fruta, tabletas de glucosa, pastillas, gaseosa común (no dietética) u otra fuente de azúcar. Los alimentos con grasas agregadas, como el chocolate o el helado, no elevan tan rápidamente la glucosa en la sangre porque la grasa reduce la absorción de la azúcar.
  • Vuelve a controlar el nivel de glucosa en la sangre. Vuelve a controlar el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo después de unos 15 minutos para verificar que esté de nuevo dentro del rango objetivo. Si no lo está, vuelve a darle un carbohidrato de acción rápida y a hacer un control tras 15 minutos según sea necesario hasta que el resultado se encuentre dentro de su rango objetivo.

Alto nivel de glucosa sanguínea (hiperglucemia)

La hiperglucemia es un nivel de glucosa en la sangre por encima del rango deseado para tu hijo. Los niveles de glucosa en la sangre pueden aumentar por muchos motivos, entre ellos, por enfermedad, por comer demasiado, por comer ciertos tipos de alimentos y por no tomar suficientes medicamentos para la diabetes o insulina.

Los signos y síntomas de un alto nivel de glucosa en la sangre incluyen los siguientes:

  • Micción frecuente
  • Aumento de la sed o sequedad bucal
  • Visión borrosa
  • Cansancio
  • Náuseas

Si sospechas que tu hijo tiene hiperglucemia, comprueba su nivel de glucosa en la sangre. Podrías tener que hacer ajustes en el plan de comidas o en los medicamentos de tu hijo. Comunícate con el proveedor de atención médica de tu hijo si su nivel de glucosa en la sangre está regularmente por encima de su rango deseado.

Cetoacidosis diabética

Una grave falta de insulina hace que el cuerpo de tu hijo produzca ciertos ácidos tóxicos (cetonas). Si se acumula un exceso de cetonas, tu hijo puede desarrollar una afección potencialmente mortal conocida como cetoacidosis diabética. La cetoacidosis diabética es más frecuente en niños con diabetes tipo 1, pero a veces puede ocurrir en niños con diabetes tipo 2.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la cetoacidosis diabética:

  • Sed o boca muy seca
  • Aumento de la frecuencia en que se orina
  • Piel seca o enrojecida
  • Náuseas, vómitos o dolor abdominal
  • Un olor dulce y frutal en el aliento de tu hijo
  • Desorientación

Si sospechas cetoacidosis diabética, comprueba el exceso de cetonas en la orina de tu hijo con un kit de prueba de cetonas de venta libre. Si los niveles de cetonas son altos, llama al proveedor de atención médica de tu hijo o busca atención de emergencia.

Estado hiperglucémico hiperosmolar

Es posible que los niños con diabetes tipo 2 desarrollen un estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés) durante unos pocos días. El nivel extremadamente alto de glucosa en la sangre del estado hiperglucémico hiperosmolar (600 mg/dl o más) puede presentarse con infecciones graves, enfermedades u otras afecciones de la salud. El intento del cuerpo por eliminar este alto nivel de glucosa a través de la orina provoca una deshidratación grave.

Entre los signos y síntomas del estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés), se incluyen los siguientes:

  • Ausencia o mínima cantidad de cetonas en la orina.
  • Aumento de la frecuencia de micción.
  • Aumento de la sed.
  • Sequedad en la boca y piel seca y caliente.
  • Confusión o agresividad.
  • Convulsiones.
  • Estado de coma.

El estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés) puede poner en riesgo la vida y requiere atención médica de emergencia.

Estilo de vida y remedios caseros

Ayudar a tu hijo a seguir su plan de tratamiento para la diabetes conlleva un compromiso permanente. Pero un control cuidadoso de la diabetes tipo 2 puede reducir el riesgo de complicaciones graves de tu hijo.

A medida que tu hijo crece:

  • Aliéntalo para que participe de manera más activa en el control de la diabetes
  • Destaca la importancia del cuidado de la diabetes de por vida
  • Enséñale cómo medir la glucosa sanguínea y a tomar el medicamento o inyectarse insulina si es necesario
  • Ayúdalo a elegir alimentos saludables
  • Aliéntalo para que se mantenga físicamente activo y limite el tiempo que pasa frente a una pantalla electrónica
  • Fomenta una relación entre tu hijo y su equipo para el tratamiento de la diabetes
  • Asegúrate de que utilice una etiqueta de identificación médica

La escuela y la diabetes

Tendrás que trabajar con el personal de enfermería y los profesores de la escuela de tu hijo para asegurarte de que conozcan los síntomas de los niveles altos y bajos de glucosa sanguínea. Es posible que el personal de enfermería de la escuela necesite administrar insulina o comprobar los niveles de glucosa sanguínea de tu hijo.

La ley federal protege a los niños con diabetes, y las escuelas deben realizar arreglos razonables para garantizar que todos los niños tengan una educación adecuada.

Casos en los que debes comunicarte con el equipo de atención médica de la diabetes

Si el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo está constantemente fuera del rango objetivo que recomendó el proveedor de atención médica, comunícate con dicho proveedor, con un especialista diplomado en educación y atención médica de la diabetes o con un dietista titulado entre cada cita. Comunícate también con el equipo de atención médica si no estás seguro de qué hacer en una situación determinada.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Vivir con diabetes tipo 2 no es fácil, ni para ti ni para tu hijo. Un buen control de la diabetes requiere mucho tiempo y esfuerzo, en especial, al comienzo. Por eso algunos especialistas en diabetes habitualmente incluyen un trabajador social o un psicólogo como parte de sus equipos de atención médica de la diabetes. No olvides que no estás solo y que tu equipo de tratamiento de la diabetes puede ayudar.

Si notas que tu niño o adolescente está persistentemente triste o pesimista, o experimenta cambios drásticos en sus hábitos de sueño, rendimiento en la escuela o en su relación con sus amigos, llévalo al médico para que lo evalúen y determinar si tiene depresión.

La rebeldía también puede ser un problema, especialmente en el caso de los adolescentes. Un paciente que cumplió correctamente con el plan de tratamiento de la diabetes durante la niñez, puede rebelarse en la adolescencia e ignorar sus cuidados. Además, experimentar con sustancias ilícitas, con alcohol y fumar puede ser aún más peligroso para las personas con diabetes.

Es posible que hablar con un consejero o terapeuta ayude a tu hijo o a ti a hacer frente a los cambios drásticos de estilo de vida que conlleva el diagnóstico de la diabetes tipo 2. Entre los sitios web que ofrecen apoyo se encuentra la Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés).

Preparación antes de la cita

El proveedor de atención médica o el pediatra de tu hijo probablemente será quien haga el diagnóstico inicial de diabetes. Sin embargo, probablemente te remitirán a un médico que se especialice en trastornos metabólicos en niños (endocrinólogo pediátrico).

El equipo de atención médica de tu hijo también suele incluir a un especialista en diabetes y un especialista en educación sobre la diabetes y a un dietista titulado.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Antes de tu cita médica, haz lo siguiente:

  • Pregunta sobre las restricciones previas a la cita médica. Si el proveedor de atención médica va a analizar el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo, puede que tu hijo deba estar en ayunas durante ocho horas, según el tipo de análisis.
  • Haz una lista de todos los síntomas que tiene tu hijo, incluso aquellos que no tengan ninguna relación aparente con el motivo de la cita médica.
  • Si es posible, pídele a algún familiar o amigo que te acompañe. Para el control de la diabetes, es necesario que recuerdes mucha información. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que se te pasó por alto o que olvidaste.
  • Prepara una lista de preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.

Algunas preguntas básicas para hacerle al proveedor de atención médica de tu hijo incluyen las siguientes:

  • ¿Con qué frecuencia tengo que controlar el nivel de glucosa en la sangre de mi hijo?
  • ¿Cuáles deben ser los niveles de glucosa en la sangre de mi hijo durante el día y antes de acostarse?
  • ¿Qué cambios hay que hacer en la alimentación de la familia?
  • ¿Cuánto ejercicio debe hacer mi hijo por día?
  • ¿Necesitará mi hijo tomar medicamentos? En ese caso, ¿de qué tipo y cuántos?
  • ¿A qué signos y síntomas de complicaciones debo prestar atención?
  • Mi hijo tiene otra afección médica. ¿Cómo podemos controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Con qué frecuencia son necesarios los controles para la diabetes de mi hijo? ¿A qué especialistas debemos consultar?

No dudes en hacer más preguntas durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Cómo de cómodo te sientes con el control de la diabetes de tu hijo?
  • ¿Cómo es la alimentación diaria habitual de tu hijo?
  • ¿Tu hijo hace ejercicio? Si es así, ¿con qué frecuencia?
  • ¿Cómo crees que tu hijo está sobrellevando la diabetes y su tratamiento?
Last Updated: November 18th, 2023