Impétigo
Infórmate sobre los síntomas, las causas y el tratamiento de esta infección bacteriana de la piel que es muy contagiosa y común entre los bebés y niños pequeños.
Descripción general
El impétigo es una infección cutánea muy contagiosa que afecta principalmente a los bebés y a los niños pequeños. Por lo general, se manifiesta mediante la aparición de llagas rojas en la cara, en especial alrededor de la nariz y la boca, y en las manos y los pies. En el transcurso de aproximadamente una semana, las llagas revientan y producen costras de color miel.
El tratamiento con antibióticos puede limitar el contagio del impétigo a otras personas. No lleves a los niños a la escuela ni a la guardería hasta que dejen de contagiar, lo que suele suceder 24 horas después de comenzar el tratamiento con antibióticos.
Síntomas
Los síntomas principales del impétigo son llagas rojizas que generalmente aparecen alrededor de la nariz y la boca. Las llagas se rompen rápidamente, exudan durante algunos días y luego forman costras amarillentas. Las llagas pueden propagarse a otras áreas del cuerpo mediante el contacto, la ropa y las toallas. La picazón y el dolor generalmente son leves.
Existe un tipo menos común de esta afección, que se denomina impétigo bulloso, que provoca grandes ampollas en el tronco en bebés y niños pequeños. La ectima es un tipo de impétigo grave que provoca llagas dolorosas que están llenas de líquido o pus.
Cuándo consultar al médico
Si sospechas que tú o tu hijo tienen impétigo, consulta con el médico de cabecera, el pediatra de tu hijo o un dermatólogo.
Causas
El impétigo es causado por bacterias, generalmente estafilococos.
Puedes estar expuesto a las bacterias que causan impétigo cuando entras en contacto con las llagas de alguien infectado o con elementos que hayas tocado, como ropa, ropa de cama, toallas e incluso juguetes.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de padecer impétigo incluyen lo siguiente:
- Edad. El impétigo es más frecuente en niños de entre 2 y 5 años.
- Contacto estrecho. El impétigo se contagia fácilmente entre familiares, en ambientes concurridos, como escuelas y guarderías, y por participar en deportes en los que hay contacto de piel a piel.
- Clima cálido y húmedo. Las infecciones por impétigo son más comunes donde el clima es cálido y húmedo.
- Lesiones en la piel. Las bacterias que causan el impétigo generalmente ingresan a la piel a través de un pequeño corte, una picadura de insecto o un sarpullido.
- Otras afecciones médicas. Los niños que tienen otras afecciones cutáneas, como dermatitis atópica (eccema), son más propensos a padecer impétigo. Las personas mayores, los diabéticos o las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado también son más propensos a contraerlo.
Complicaciones
Por lo general, el impétigo no es peligroso, y las llagas en las formas leves de la infección suelen sanar sin dejar cicatrices.
En ocasiones poco frecuentes, el impétigo puede causar las siguientes complicaciones:
- Celulitis. Esta infección potencialmente mortal afecta los tejidos que están por debajo de la piel y, con el tiempo, puede diseminarse a los ganglios linfáticos y el torrente sanguíneo.
- Problemas renales. Uno de los tipos de bacterias que causan el impétigo también puede dañar los riñones.
- Formación de cicatrices. Las llagas asociadas con el ectima pueden dejar cicatrices.
Prevención
Mantener la piel limpia es la mejor manera de que esté saludable. Es importante lavar de inmediato los cortes, las raspaduras, las picaduras de insectos y otras heridas.
Para evitar la transmisión del impétigo a otras personas, sigue estos consejos:
- Lava de forma cuidadosa las áreas afectadas con agua corriente y un jabón suave, y luego cúbrela ligeramente con una gasa.
- Lava la ropa, las sábanas y las toallas de la persona infectada todos los días con agua caliente y no las compartas con nadie más de la familia.
- Usa guantes cuando apliques el ungüento antibiótico y luego lávate bien las manos.
- Córtale las uñas al niño infectado para evitar que se lastime al rascarse.
- Fomenta el lavado de manos regular y a consciencia, y la buena higiene en general.
- Mantén al niño con impétigo en casa hasta que el médico diga que ya no contagia.
Diagnóstico
Para diagnosticar el impétigo, el médico puede buscar llagas en la cara o el cuerpo. En general, no es necesario hacer análisis de laboratorio.
Si las llagas no desaparecen, incluso con un tratamiento con antibióticos, el médico podría tomar una muestra del líquido producido por una llaga y analizarlo para determinar qué tipo de antibiótico funcionaría mejor en ella. Muchas de las bacterias que causan impétigo se han vuelto resistentes a determinados tipos de antibióticos.
Tratamiento
El impétigo se trata con cremas o ungüentos con mupirocina, un antibiótico recetado, que se aplican directamente sobre las llagas dos o tres veces por día durante 10 días.
Antes de aplicar el medicamento, sumerge el área en agua tibia o aplica compresas con un paño húmedo durante algunos minutos. Luego, seca dando golpecitos suaves y retira con cuidado las costras para que el antibiótico pueda penetrar en la piel. Coloca un vendaje antiadherente sobre el área para ayudar a evitar que las llagas se propaguen.
Para el ectima o si hay muchas llagas como consecuencia del impétigo, el médico podría recetar antibióticos para tomar por vía oral. Debes completar todo el tratamiento aunque las llagas hayan cicatrizado.
Autocuidados
Para las infecciones menores que no se han propagado a otras áreas, puedes intentar tratar las llagas con cremas o ungüentos con antibióticos de venta libre. Colocar un vendaje antiadherente sobre el área puede ayudar a evitar que las llagas se propaguen. Evita compartir artículos personales, como toallas o equipos deportivos mientras contagies.
Preparación para la consulta
Cuando llames a tu médico de cabecera o al pediatra de tu hijo para pedir una cita, pregúntale si tienes que hacer algo para no contagiar a otras personas en la sala de espera.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.
Qué puedes hacer
Haz una lista de lo siguiente como preparación para la consulta:
- Síntomas que tienes o que tiene tu hijo
- Todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tomas o que toma tu hijo
- Información médica clave, incluidas otras afecciones
- Preguntas para hacerle a tu médico
Preguntas para hacerle a tu médico
- ¿Cuál podría ser la causa de las llagas?
- ¿Necesito hacerme pruebas para confirmar el diagnóstico?
- ¿Cuál es el mejor modo de proceder?
- ¿Qué puedo hacer para evitar que la infección se expanda?
- ¿Qué rutinas de cuidado de la piel me recomienda mientras se cura la afección?
Además de las preguntas que hayas preparado para hacer a tu médico, no dudes en hacer otras preguntas durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, tales como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron las úlceras?
- ¿Qué aspecto tenían las úlceras cuando aparecieron?
- ¿Has tenido cortes, raspaduras o picaduras de insectos de forma reciente en la zona afectada?
- ¿Las úlceras te causan picazón o dolor?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore o empeore las úlceras?
- ¿Alguien de tu familia ya tiene impétigo?
- ¿Te ha ocurrido este problema en el pasado?
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