Malformación arteriovenosa espinal
Obtén más información sobre cómo esta rara afección de los vasos sanguíneos puede afectar la médula espinal.
Perspectiva general
La malformación arteriovenosa espinal es una maraña de vasos sanguíneos que se forma sobre la médula espinal, dentro o cerca de ella. Esto genera conexiones irregulares entre las arterias y las venas. Sin tratamiento esta afección poco frecuente puede dañar la médula espinal de manera persistente.
La sangre rica en oxígeno ingresa a la médula espinal por las arterias. Normalmente, las arterias se ramifican en vasos sanguíneos más pequeños que se conocen como capilares. La médula espinal utiliza el oxígeno de la sangre en los capilares. La sangre entra en las venas y pasa desde la médula espinal hacia el corazón y los pulmones.
En una malformación arteriovenosa espinal, la sangre pasa directamente desde las arterias hacia las venas. Este cambio en el flujo sanguíneo hace que las células que la rodean no reciban la cantidad de oxígeno necesaria. A causa de esto, las células del tejido medular pueden debilitarse o morir.
La malformación arteriovenosa espinal también puede causar la ruptura de las arterias y las venas enredadas y causar sangrado en la médula espinal. A veces, la malformación arteriovenosa se agranda con el aumento del flujo sanguíneo. La malformación arteriovenosa puede presionar la médula espinal y causar debilidad u otros síntomas.
Es posible que no sepas que tienes una malformación arteriovenosa espinal a no ser que tengas síntomas. La afección puede tratarse con cirugía para detener o, posiblemente, revertir una parte del daño medular.
Síntomas
Los síntomas de una malformación arteriovenosa pueden variar de una persona a otra. Los síntomas dependen de dónde se haya encontrado la malformación arteriovenosa o de la gravedad de esta. Algunas personas pueden no notar síntomas durante muchos años, si es que los tienen. Otras pueden presentar síntomas que ponen en riesgo la vida.
Los síntomas comienzan con frecuencia a partir de los 20 años, aunque pueden aparecer a edades más tempranas o más tardías. Algunas personas reciben el diagnóstico cuando son menores de 16 años.
Los síntomas pueden comenzar repentina o lentamente y pueden incluir los siguientes:
- Dificultad para caminar o subir escaleras.
- Entumecimiento, hormigueo o dolor repentino en las piernas
- Debilidad en uno o ambos lados del cuerpo.
A medida que la afección empeora, es posible que presentes más síntomas, incluidos los siguientes:
- Dolor de espalda intenso y repentino.
- Falta de sensibilidad en las piernas.
- Dificultad para orinar o evacuar.
- Dolor de cabeza
- Rigidez en el cuello.
Cuándo debes consultar a un médico
Pide una cita con tu profesional de atención médica si tienes síntomas de una malformación arteriovenosa espinal.
Causas
Se desconoce la causa de la malformación arteriovenosa espinal. La mayoría de las malformaciones arteriovenosas están presentes al nacer y por tanto se las conoce con el nombre de congénitas. Sin embargo, pueden surgir otras más adelante.
Factores de riesgo
No existen factores de riesgo conocidos relacionados con las malformaciones arteriovenosas medulares. La enfermedad se desarrolla por igual en hombres y mujeres.
Complicaciones
Sin tratamiento, la malformación arteriovenosa espinal puede causar una discapacidad que empeora con el tiempo. Esto se debe a los daños en la médula espinal y los tejidos que la rodean. Esto puede causar lo siguiente:
- Dificultad para moverse.
- Dolor, hormigueo y entumecimiento.
- Daño a la columna vertebral.
- Dilatación del vaso sanguíneo, conocida como aneurisma.
- Presión arterial alta en las vena, conocida como hipertensión venosa. A causa de esto, puede haber aumento de líquido, conocido como edema. También puede causar la muerte de los tejidos por falta de oxígeno conocido como infarto de la médula espinal.
- Hemorragia, la cual puede acelerar el daño a la médula espinal.
Diagnóstico
Las malformaciones arteriovenosas pueden ser difíciles de diagnosticar. Los síntomas son similares a los de otras afecciones de la médula espinal. Otras afecciones pueden incluir la fístula arteriovenosa dural espinal, la estenosis espinal, la esclerosis múltiple o un tumor de la médula espinal.
Posiblemente, el profesional de atención médica te recomiende algunas pruebas para descartar otras causas de los síntomas, como por ejemplo:
- Una resonancia magnética, que consiste en usar poderosos imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas de la médula espinal. Una resonancia magnética espinal puede mostrar un tumor causado por una conexión anormal de vasos sanguíneos de una malformación arteriovenosa.
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La angiografía, que generalmente se necesita para determinar la ubicación y las características de los vasos sanguíneos que forman parte de la malformación arteriovenosa.
En una angiografía, se introduce una sonda delgada conocida como catéter en una arteria en la ingle. Esta se guía hasta llegar a la médula espinal. Se inyecta una sustancia de contraste en los vasos sanguíneos de la médula espinal para que sean visibles en las imágenes por rayos X.
Tratamiento
El tratamiento de una malformación arteriovenosa puede comprender una combinación de enfoques. El tratamiento puede reducir los síntomas y disminuir el riesgo de posibles complicaciones. La elección del tratamiento depende del tamaño, el lugar y el flujo sanguíneo de la malformación arteriovenosa espinal. También pueden tenerse en cuenta los resultados de tu examen neurológico y tu salud general.
El objetivo del tratamiento de la malformación arteriovenosa espinal es disminuir el riesgo del sangrado por malformación arteriovenosa. El tratamiento también puede detener el empeoramiento de la discapacidad y otros síntomas, o bien prevenirlo.
Medicamentos
Se pueden usar analgésicos para reducir síntomas como dolor y rigidez de espalda y rigidez, pero la mayoría de las malformaciones arteriovenosas pueden necesitar eventualmente cirugía.
Cirugía
Generalmente, es necesario realizar una cirugía para extirpar la malformación arteriovenosa espinal del tejido que la rodea. Hay tres formas de extirpar una malformación arteriovenosa espinal:
- Cirugía convencional. Un cirujano realiza una incisión en la piel para extirpar la malformación arteriovenosa. El cirujano toma los recaudos necesarios para no dañar la médula espinal y las zonas que la rodean. La cirugía generalmente se hace cuando la malformación arteriovenosa es bastante pequeña y está en un zona de la médula espinal de fácil acceso.
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Embolización endovascular. La embolización endovascular puede reducir el riesgo de sangrado y otras complicaciones de la malformación arteriovenosa espinal.
Se introduce un catéter en una arteria de la pierna. El catéter luego se ensarta en una arteria de la médula espinal que alimenta la malformación arteriovenosa Se inyectan partículas pequeñas de una sustancia similar a un pegamento. Esto bloquea la arteria y reduce el flujo sanguíneo en la malformación arteriovenosa. Este procedimiento no destruye permanentemente la malformación arteriovenosa.
Es posible que necesites embolización endovascular antes de otros tipos de cirugía. Esto puede reducir el riesgo de sangrado durante la cirugía o reducir la malformación arteriovenosa para que la cirugía sea más exitosa.
- Radiocirugía. Este procedimiento utiliza radiación enfocada directamente en la malformación arteriovenosa para destruir los vasos sanguíneos de esta. Con el tiempo, esos vasos sanguíneos se rompen y se cierran. La radiocirugía se usa con mayor frecuencia para tratar pequeñas malformaciones arteriovenosas que no presentan rupturas.
El equipo de atención médica analizará contigo los beneficios y riesgos de la cirugía para extirpar la malformación arteriovenosa espinal. Dado que la malformación arteriovenosa está tan cerca de la médula espinal, la cirugía por malformación arteriovenosa espinal es compleja. Consulta con un neurocirujano experimentado para este tipo de cirugía.
Preparación antes de la cita
Es probable que te remitan a un neurólogo, que es un médico especialista en trastornos del cerebro y del sistema nervioso.
Qué puedes hacer
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que no parezcan estar relacionados con el motivo por el que programaste la cita médica.
- Haz una lista de todos tus medicamentos, vitaminas y suplementos.
- Anota información médica crucial, como otras afecciones que tengas.
- Anota información personal crucial, como cambios o situaciones estresantes recientes en tu vida.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica.
Preguntas para hacerle al médico
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas deben hacerme?
- ¿Qué tratamientos hay, y qué tipos de efectos secundarios puedo esperar?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
- ¿Debo limitar mis actividades?
Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer otras preguntas durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Seguramente te harán varias preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para repasar los puntos que deseas analizar en mayor profundidad. Es posible que te pregunten lo siguiente:
- ¿Has tenido dificultad para caminar o sentido debilidad en las piernas?
- ¿Has tenido entumecimiento, hormigueo o dolor en las piernas?
- ¿Has tenido dolor de cabeza o de espalda?
- ¿Cuándo comenzaste a tener estos síntomas? ¿Han sido continuos u ocasionales?
- ¿Los síntomas empeoran cuando haces ejercicio?
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