Mold allergy
La tos, los estornudos y la picazón en los ojos a menudo acompañan esta alergia común. Averigua cómo tratar esta afección y ayudar a mantenerla bajo control.
Descripción general
Si tienes alergia al moho, tu sistema inmunitario reacciona de forma exagerada cuando respiras esporas de moho. La alergia al moho puede provocar tos, picazón de ojos y otros síntomas que te hacen sentir mal. En algunas personas, la alergia al moho está relacionada con el asma y la exposición provoca una respiración restringida y otros síntomas en las vías respiratorias.
Si tienes alergia al moho, la mejor defensa es reducir tu exposición a los tipos de moho que provocan tu reacción. Los medicamentos pueden ayudar a mantener bajo control las reacciones alérgicas al moho.
Síntomas
La alergia al moho provoca los mismos signos y síntomas que otros tipos de alergias del tracto respiratorio superior. Los signos y síntomas de la rinitis alérgica causada por una alergia al moho pueden comprender los siguientes:
- Estornudos
- Congestión o goteo nasal
- Tos y goteo nasal posterior
- Picazón en ojos, nariz y garganta
- Ojos llorosos
- Piel seca y escamosa
Los síntomas de la alergia al moho varían según la persona y van de leves a graves. Podrías tener síntomas todo el año o solamente durante ciertas épocas. Podrías notar los síntomas cuando está húmedo o si te encuentras en espacios interiores o exteriores con alta concentración de moho.
Alergia al moho y asma
Si tienes alergia al moho y asma, los síntomas del asma se pueden desencadenar por la exposición a las esporas del moho. En algunas personas, la exposición a ciertos tipos de moho puede causar un ataque de asma grave. Los signos y síntomas del asma son:
- Tos
- Sibilancia
- Falta de aire
- Opresión del pecho
Cuándo consultar al médico
Consulta a tu médico si tienes nariz congestionada, estornudos, ojos llorosos, dificultad para respirar, respiración sibilante, u otros síntomas molestos.
Causas
Como cualquier otra alergia, los síntomas de alergia al moho se desencadenan por una respuesta excesivamente sensible del sistema inmunitario. Cuando inhalas esporas de moho diminutas transmitidas por el aire, el cuerpo las ve como invasores extraños y desarrolla anticuerpos que causan alergia para combatirlos.
La exposición a las esporas de moho puede provocar una reacción inmediata, o la reacción puede retrasarse.
Existen diferentes mohos comunes en interiores y al aire libre. Solo ciertos tipos de moho provocan alergias. Ser alérgico a un tipo de moho no significas que seas alérgico a otro. Algunos de los mohos más comunes que causan alergias incluyen la alternaria, el aspergillus, el cladosporium y el penicillium.
Factores de riesgo
Hay una serie de factores que pueden hacer que sea más probable que desarrolles una alergia al moho o que empeoren tus síntomas de alergia al moho, entre ellos:
- Tener antecedentes familiares de alergia. Si hay alergias y asma en tu familia, es más probable que desarrolles una alergia al moho.
- Trabajar en una ocupación que te expone al moho. Las ocupaciones en las que la exposición al moho puede ser alta incluyen la agricultura, el trabajo en el sector lácteo, la tala de árboles, la panadería, la carpintería, el trabajo en invernaderos, la elaboración de vinos y la reparación de muebles.
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Vivir en una casa con mucha humedad. Tener una humedad interior superior al 50 % puede aumentar el moho en tu casa.
El moho puede crecer prácticamente en cualquier lugar si se dan las condiciones adecuadas: en los sótanos, detrás de las paredes en las estructuras, en la lechada jabonosa y en otras superficies húmedas, en las almohadillas de las alfombras y en la propia alfombra. La exposición a altos niveles de moho en el hogar puede desencadenar síntomas de alergia al moho.
- Trabajar o vivir en un edificio que ha estado expuesto a un exceso de humedad. Algunos ejemplos son las tuberías con fugas, las filtraciones de agua durante las tormentas y los daños por inundación. En algún momento, casi todos los edificios tienen algún tipo de humedad excesiva, que puede favorecer la aparición de moho.
- Vivir en una casa con poca ventilación. Los cierres herméticos de puertas y ventanas pueden atrapar la humedad en el interior e impedir una ventilación adecuada, creando así las condiciones ideales para el crecimiento del moho. Las zonas húmedas, como baños, cocinas y sótanos, son las más vulnerables.
Complicaciones
La mayoría de las respuestas alérgicas al moho incluyen síntomas parecidos a la rinitis alérgica (fiebre del heno) que pueden hacerte sentir muy mal pero no son graves. Sin embargo, ciertas afecciones alérgicas causadas por el moho son más graves. Algunas de ellas son:
- Asma inducida por el moho. En las personas alérgicas al moho, respirar las esporas puede provocar un ataque de asma. Si eres alérgico al moho y tienes asma, asegúrate de tener un plan de emergencia en caso de un ataque de asma grave.
- Sinusitis fúngica alérgica. Aparece por una reacción inflamatoria al hongo en los senos paranasales.
- Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Esta reacción al hongo en los pulmones puede ocurrir en personas que tienen asma o fibrosis quística.
- Neumonitis por hipersensibilidad. Esta afección rara ocurre cuando hay exposición a partículas trasmitidas por el aire, como las esporas del moho que causan inflamación pulmonar. En el trabajo, puede desencadenarla la exposición al polvo que causa alergia.
Otros problemas causados por el moho
Además de los alérgenos, el moho puede suponer otros riesgos para la salud de las personas propensas. Por ejemplo, el moho puede causar infecciones en la piel o en las membranas mucosas. Pero en general el moho no causa infecciones sistémicas excepto a las personas con sistemas inmunitarios deteriorados, como aquellas que tienen VIH o SIDA o que toman medicamentos inmunosupresores.
Prevención
Para reducir el crecimiento de moho en tu casa, ten en cuenta estos consejos:
- Elimina las fuentes de humedad en los sótanos, como fugas en las tuberías o filtraciones de agua subterránea.
- Utiliza un deshumidificado en cualquier zona de tu casa que huela a humedad. Mantén el nivel de humedad a menos de 50 %. Acuérdate de limpiar el cubo de recolección y las bobinas de condensación con regularidad.
- Utiliza un aire acondicionado y considera la posibilidad de instalar uno central con un filtro de aire para partículas de alta eficiencia. Este filtro puede atrapar las esporas de moho del aire exterior antes de que circulen dentro de tu casa.
- Cambia los filtros de la caldera y del aire acondicionado con regularidad. Haz inspeccionar los conductos de la calefacción de aire a presión y, si es necesario, límpialos.
- Asegúrate de que todos los cuartos de baño estén bien ventilados, y haz funcionar el ventilador durante la ducha o el baño e inmediatamente después para secar el aire. Si no tienes un ventilador, abre una ventana o una puerta mientras te duchas o te bañas.
- No coloques alfombras en los baños y en los sótanos.
- Promueve el drenaje de las aguas subterráneas lejos de tu casa retirando las hojas y la vegetación de los alrededores de los cimientos y limpiando los canalones de la lluvia con frecuencia. Asegúrate de que el suelo tiene una pendiente que se aleja de los cimientos.
- Mantén limpios y secos los recipientes para plantas orgánicas, como los de paja, mimbre o cáñamo.
- Tira o recicla los libros y periódicos viejos. Si se dejan en lugares húmedos, como los sótanos, pueden enmohecerse rápidamente.
Diagnóstico
Además de considerar tus signos y síntomas, tu doctor quizás quiera hacerte un examen físico para identificar o excluir otros problemas de salud. Las pruebas utilizadas para identificar una alergia incluyen:
- Prueba cutánea con punción. Esta prueba usa cantidades diluidas de alérgenos comunes o sospechados, como mohos que se encuentran en el área. Durante la prueba, estas sustancias se aplican a la piel en el brazo o la espalda por medio de punciones diminutas. Si eres alérgico, se formará un bulto elevado (urticaria) en la piel donde se hizo la prueba.
- Análisis de sangre. Un análisis de sangre, a veces llamado prueba radioalergosorbente, puede medir la respuesta del sistema inmunitario al moho, ya que mide la cantidad de determinados anticuerpos (llamados anticuerpos inmunoglobulina E o IgE) en el torrente sanguíneo. Se envía una muestra de sangre a un laboratorio médico, donde se puede evaluar si hay indicios de sensibilidad a tipos específicos de moho.
Tratamiento
La mejor manera de controlar una alergia es evitar la exposición a los desencadenantes. Sin embargo, el moho es común y no puedes evitarlo por completo.
Aunque no hay una manera segura de curar la rinitis alérgica causada por una alergia al moho, hay varios medicamentos que pueden aliviar tus síntomas. Algunas de ellas son:
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Corticoesteroides nasales. Estos aerosoles nasales ayudan a prevenir y tratar la inflamación causada por una alergia al moho de las vías respiratorias superiores. Para muchas personas, son los medicamentos más eficaces contra la alergia y a menudo son los primeros que se recetan.
Los ejemplos incluyen ciclesonida (Omnaris, Zetonna), fluticasona (Flonase Allergy Relief, Xhance), mometasona (Nasonex), triamcinolona y budesonida (Rhinocort). El sangrado nasal y la sequedad nasal son los efectos secundarios más comunes de estos medicamentos, que generalmente son seguros para su uso a largo plazo.
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Antihistamínicos. Estos medicamentos pueden ayudar con la comezón, los estornudos y la secreción nasal. Funcionan bloqueando la histamina, una sustancia química inflamatoria liberada por el sistema inmunitario durante una reacción alérgica.
Los antihistamínicos de venta libre incluyen loratadina (Alavert, Claritin), fexofenadina (Allegra Allergy) y cetirizina (Zyrtec Allergy). Causan poca o ninguna somnolencia o sequedad en la boca.
Los atomizadores nasales de azelastina (Astelin, Astepro) y olopatadina (Patanase) están disponibles con receta médica. Los efectos secundarios de los atomizadores nasales pueden incluir un sabor amargo en la boca y sequedad nasal.
- Descongestionantes orales. Los descongestionantes orales de venta libre, como el Sudafed 12 horas y Drixoral Cold, pueden aumentar la presión arterial, por lo que debe evitarlos si tiene presión arterial alta (hipertensión). Otros posibles efectos secundarios incluyen insomnio, pérdida de apetito, latidos fuertes del corazón (palpitaciones), ansiedad y agitación.
- Atomizadores nasales descongestionantes. Estos incluyen oximetazolina (Afrin, otros). No uses estos medicamentos por más de tres o cuatro días, ya que pueden hacer que la congestión vuelva con síntomas peores cuando dejes de usarlos. Otros posibles efectos secundarios incluyen dolores de cabeza, insomnio y nerviosismo.
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Montelukast. Montelukast (Singulair) es un comprimido que se toma para bloquear la acción de los leucotrienos, sustancias químicas del sistema inmunitario que causan síntomas de alergia, como el exceso de moco. Sin embargo, la preocupación por los efectos secundarios, como la ansiedad, el insomnio, la depresión y las ideas suicidas, es cada vez mayor. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. puso recientemente una advertencia en la caja acerca de la administración del medicamento.
Al igual que los antihistamínicos, este medicamento no es tan eficaz como los corticosteroides inhalados. Se ha utilizado cuando no se toleran los atomizadores nasales o cuando se presenta asma leve.
Otros tratamientos de la alergia al moho incluyen los siguientes:
- Inmunoterapia. Este tratamiento, una serie de inyecciones contra alergias, puede ser muy efectivo para algunas alergias, como la fiebre del heno. Las inyecciones contra alergias se usan solo para ciertos tipos de alergia al moho.
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Lavado nasal. Para aliviar los síntomas nasales irritantes, el médico puede recomendarte que te enjuagues la nariz diariamente con agua salada. Usa una botella exprimible especialmente diseñada, como la que se incluye en los kits de solución salina (Sinus Rinse y otros), una pera de goma o un rinocornio para irrigar los conductos nasales. Este remedio casero, denominado lavaje nasal, puede ayudar a eliminar los agentes irritantes de la nariz.
Usa agua destilada, estéril, previamente hervida y fría, o filtrada mediante un filtro con un tamaño de poro absoluto de 1 micrón o más pequeño para hacer la solución para la irrigación. Asegúrate de enjuagar el dispositivo de irrigación, después de cada uso, con agua igualmente destilada, estéril, previamente hervida y enfriada o agua filtrada y déjalo secar al aire libre.
Autocuidados
Toma estas medidas para mantener a raya los síntomas de alergia al moho:
- Duerme con las ventanas cerradas para que no entre el moho del exterior. La concentración de esporas de moho transmitidas por el aire es mayor en la noche, cuando el aire es frío y húmedo.
- Mantén la humedad interior por debajo del 50 % y corrige cualquier humedad o daño causado por el agua en la casa. Puedes medir la humedad relativa con un pequeño medidor de humedad, disponible en muchas ferreterías.
- Usa una mascarilla antipolvo que cubra la nariz y la boca para evitar que entren las esporas del moho si tienes que rastrillar las hojas, cortar el césped o trabajar cerca de abono.
- Evita salir al exterior en determinados momentos, como inmediatamente después de una tormenta, en tiempo de niebla o humedad, o cuando el recuento de moho publicado es alto.
Preparación para la consulta
Muchas personas son diagnosticadas y tratadas por alergias por sus médicos de atención primaria. Sin embargo, dependiendo de la gravedad de las alergias, tu médico de atención primaria podría remitirte a un médico que se especialice en el tratamiento de alergias.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.
Qué puedes hacer
- Pregunta si hay alguna restricción previa a la cita médica al pedirla. Por ejemplo, si vas a someterte a pruebas de alergia, es probable que tu médico quiera que dejes de tomar medicamentos para la alergia durante varios días antes de la prueba.
- Anota tus síntomas, así como dónde estabas y qué estabas haciendo cuando comenzaron los síntomas.
- Enumera todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al médico.
En el caso de una alergia al moho, algunas de las preguntas que puedes hacer incluyen lo siguiente:
- ¿Qué crees que está causando estos síntomas?
- ¿Existen pruebas que puedan confirmar una alergia específica? ¿Tengo que prepararme para estas pruebas?
- ¿Cómo puedo tratar una alergia al moho?
- ¿Qué efectos secundarios podrían provocar los medicamentos para la alergia?
- ¿Cómo puedo eliminar el moho de mi casa?
- Tengo otra afección médica. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
- ¿Tienes folletos u otro material impreso que pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomiendas?
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga preguntas como las siguientes:
- Exactamente ¿cuáles son los síntomas?
- ¿Qué parece desencadenar los síntomas o empeorarlos?
- ¿Los síntomas empeoran en determinadas épocas del año o en determinados momentos del día?
- ¿Se agudizan los síntomas cuando te encuentras en determinados lugares, como en el exterior o en el sótano?
- ¿Qué otros problemas de salud tienes?
- ¿Tienes algún familiar que padece alergias? ¿De qué clase?
- ¿Estás expuesto al moho, al polvo, a los gases o a las sustancias químicas en el trabajo?
- ¿Sabes si tienes moho en tu casa?
Qué puedes hacer mientras tanto
Mientras esperas para ver a tu médico, hay muchos medicamentos para la alergia de venta libre que pueden aliviar los síntomas.
Si tienes hongos visibles en tu casa, haz que alguien que no sea alérgico al moho limpie el área usando una solución de 1 taza (250 ml) de lavandina con 1 galón (3,8 litros) de agua o un producto disponible en el mercado para limpiar hongos. Si tienes que limpiar el moho tú mismo, asegúrate de usar guantes largos de goma, gafas de seguridad y una mascarilla para limitar tu exposición al moho.
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