Presión arterial elevada
Si tu presión arterial es ligeramente elevada, comer mejor y estar más en movimiento puede ayudar a prevenir que la prehipertensión se convierta en presión arterial alta.
Descripción general
La presión arterial elevada es la presión arterial ligeramente superior a la que se considera ideal.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). El American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología) y la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) dividen la presión arterial en cuatro categorías generales.
- Presión arterial normal. La presión arterial es menos de 120/80 milímetros de mercurio.
- Presión arterial elevada. El valor superior varía entre 120 y 129 milímetros de mercurio y el valor inferior está por debajo (no por encima) de 80 milímetros de mercurio.
- Hipertensión de etapa 1. El valor superior varía entre 130 y 139 milímetros de mercurio o el valor inferior está entre 80 y 89 milímetros de mercurio.
- Hipertensión de etapa 2. El valor superior es 140 milímetros de mercurio o más, o el valor inferior es 90 milímetros de mercurio o más.
La presión arterial elevada se considera una categoría, no una afección propiamente dicha como la presión arterial alta (hipertensión). Sin embargo, la presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo, a menos que se controle correctamente. Por eso, es importante verificar y controlar la presión arterial con regularidad. Los hábitos de estilo de vida saludables, como el ejercicio regular y una alimentación saludable, pueden ayudar a prevenir y controlar la presión arterial alta (hipertensión).
Si la presión arterial elevada y la hipertensión no se controlan, aumentan los riesgos de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Según algunas investigaciones, la presión arterial elevada a largo plazo puede provocar cambios en la memoria, el lenguaje, el pensamiento o el juicio (deterioro cognitivo).
Síntomas
La presión arterial elevada no provoca síntomas. La única forma de detectarla es hacerse chequeos regulares de la presión arterial. Mídete la presión arterial cuando visites al proveedor de atención médica. También puedes controlártela en casa con un dispositivo de control de la presión arterial.
Cuándo consultar al médico
En los niños, la presión arterial debe controlarse durante las citas de bienestar de rutina a partir de los 3 años. Si el niño tiene presión arterial alta, esta se debe medir en cada cita de seguimiento.
Los adultos mayores de 18 años deben hacerse un control de la presión arterial al menos cada dos años. Es posible que tú o tu hijo necesiten controles más frecuentes si tienen presión arterial elevada u otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas.
Causas
Cualquier factor que incremente la presión contra las paredes arteriales puede provocar una presión arterial elevada. La acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales (ateroesclerosis) puede provocar una presión arterial elevada. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario: la presión arterial alta (hipertensión) puede causar ateroesclerosis.
En ocasiones, no se identifica la causa de la presión arterial alta o elevada.
Entre las afecciones y los medicamentos que pueden provocar presión arterial alta se encuentran los siguientes:
- Trastornos de las glándulas suprarrenales
- Problemas cardíacos presentes al nacer que afecten a los vasos sanguíneos (defecto cardíaco congénito)
- Drogas ilícitas, como la cocaína y las anfetaminas
- Enfermedad renal
- Apnea obstructiva del sueño
- Ciertos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas, los medicamentos antigripales y descongestionantes, los analgésicos de venta libre con cafeína y algunos fármacos con receta médica
- Enfermedad de la tiroides
Habla con tu proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que tomas, incluso los que hayas comprado sin receta médica.
Factores de riesgo
Cualquiera puede tener presión arterial elevada, incluso los niños.
Los factores de riesgo de la presión arterial elevada incluyen los siguientes:
- Obesidad o tener sobrepeso. La obesidad aumenta las probabilidades de tener hipertensión arterial. La hipertensión arterial es un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
- Antecedentes familiares de hipertensión arterial. Si tienes un padre, una madre o hermanos con presión arterial elevada, es más probable que desarrolles la afección.
- Falta de actividad física. La falta de ejercicio puede causar el aumento de peso. El aumento de peso puede aumentar el riesgo de padecer presión arterial elevada.
- Dieta rica en sal (sodio) o baja en potasio. El sodio y el potasio son dos nutrientes que necesita el cuerpo para controlar la presión arterial. Si tienes demasiado sodio o muy poco potasio en la dieta, puedes desarrollar presión arterial elevada.
- Consumo de tabaco. Fumar cigarrillos, mascar tabaco o estar cerca de otras personas que fuman (humo de segunda mano) puede aumentar la presión arterial.
- Consumo excesivo de alcohol. Se ha asociado el consumo de alcohol con la presión arterial elevada, especialmente en hombres.
- Ciertas afecciones crónicas. La enfermedad renal, la diabetes y la apnea del sueño, entre otras afecciones, pueden aumentar el riesgo de padecer presión arterial elevada.
- Edad. El solo hecho de envejecer aumenta el riesgo de padecer presión arterial elevada.
- Raza. La presión arterial elevada es particularmente frecuente en las personas de raza negra y, a menudo, aparece a una edad más temprana en comparación con las personas de raza blanca.
Si bien la presión arterial alta y la hipertensión arterial son comunes en personas adultas, también puede aparecer en los niños. En algunos niños, la presión arterial alta puede deberse a problemas en los riñones o en el corazón. Los malos hábitos en el estilo de vida, como una dieta poco saludable, la obesidad y la falta de ejercicio, contribuyen al aumento de la presión arterial en los niños.
Complicaciones
La presión arterial elevada puede empeorar y convertirse en una afección crónica llamada “hipertensión arterial”. La hipertensión daña los órganos del cuerpo. Además, aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, aneurismas e insuficiencia renal.
Prevención
Los mismos cambios saludables en el estilo de vida que se recomiendan para tratar la presión arterial alta también ayudan a prevenirla. Come comida saludable, consume menos sal, no fumes, haz ejercicio regularmente, mantén un peso saludable, evita o limita el consumo de alcohol y controla el estrés.
Diagnóstico
Una prueba de presión arterial sirve para diagnosticar una presión arterial elevada. Es posible que se haga una prueba de la presión arterial como parte de un control médico de rutina o como un examen de detección de presión arterial alta (hipertensión).
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial tiene dos valores:
- El valor superior (sistólica) es la presión del flujo sanguíneo cuando el músculo cardíaco se contrae (aprieta) y bombea sangre.
- El valor inferior (diastólica) es la presión en las arterias medida entre los latidos del corazón.
La presión arterial elevada es una medición de 120 a 129 milímetros de mercurio y un valor inferior por debajo (no por encima) de 80 milímetros de mercurio.
El diagnóstico de presión arterial elevada se basa en el promedio de dos o más lecturas de la presión arterial. Las mediciones deben tomarse en diferentes ocasiones de la misma manera. La primera vez que te controles la presión arterial, debes hacerlo en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Después de ello, se debe usar el brazo que arrojó la lectura más alta.
Se puede hacer una prueba de control de la presión arterial más prolongada para controlar la presión arterial en horarios regulares durante seis o 24 horas. Esto se denomina control ambulatorio de la presión arterial. Sin embargo, los dispositivos que se utilizan para la prueba no están disponibles en todos los centros médicos. Consulta con la aseguradora para saber si el control ambulatorio de la presión arterial es un servicio cubierto.
El proveedor de atención médica también podría sugerirte que te controles la presión arterial en casa. Los monitores de presión arterial domésticos están disponibles en las tiendas y farmacias locales. Algunos dispositivos guardan las mediciones en la memoria.
Pruebas
Si tienes presión arterial elevada o alta, tu proveedor de atención médica puede indicarte análisis de sangre y orina para detectar afecciones que puedan causarla. Es posible que las pruebas incluyan las siguientes:
- Hemograma completo
- Prueba de colesterol (perfil de lípidos)
- Prueba de glucosa sanguínea (glucosa)
- Análisis de la función renal
- Pruebas de la función tiroidea
También, pueden hacerse otras pruebas.
Pueden hacerte un electrocardiograma (ECG) para ver cómo late el corazón. Un electrocardiograma es una prueba rápida e indolora. Durante un electrocardiograma, se adhieren sensores (electrodos) al pecho y, a veces, a los brazos o las piernas. Los cables conectan los sensores a una máquina, que imprime o muestra los resultados.
Tratamiento
Se recomienda a todas las personas con presión arterial alta o elevada hacer cambios para llevar un estilo de vida saludable.
Si tienes presión arterial elevada y diabetes, enfermedad renal o enfermedad cardíaca, el proveedor de atención médica puede recomendarte medicamentos para la presión arterial.
Si tienes presión arterial elevada y no tienes factores de riesgo por otras enfermedades cardíacas, los beneficios de los medicamentos no son tan evidentes.
El tratamiento para la hipertensión de grado 1 o grado 2 suele incluir medicamentos para la presión arterial y cambios para llevar un estilo de vida saludable.
Autocuidados
A medida que la presión arterial aumenta, también lo hace el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Por este motivo, es muy importante controlar la presión arterial elevada. La clave yace en el compromiso con los cambios saludables en el estilo de vida. Prueba estos consejos:
- Come alimentos saludables. Lleva una alimentación saludable. Prueba la dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión, o dieta DASH. Elige frutas, verduras, granos integrales, carne de aves, pescado y productos lácteos descremados. Consume mucho potasio de fuentes naturales, lo que puede ayudar a bajar la presión arterial. Consume menos grasas saturadas y grasas trans.
- Consume menos sal (sodio). Las carnes procesadas, los alimentos enlatados, las sopas comerciales, las cenas congeladas y ciertos panes pueden ser fuentes ocultas de sal. Revisa la cantidad de sodio en las etiquetas de los alimentos. El objetivo es limitar el sodio a, como mínimo, 1000 mg por día. Una ingesta de sodio menor (de 1500 mg o menos por día) es ideal para la mayoría de los adultos.
- Controla el peso. Perder peso si tienes sobrepeso u obesidad puede ayudarte a controlar la presión arterial y disminuir el riesgo de tener complicaciones. Pregúntale al proveedor de atención médica cuál sería tu peso ideal. En general, la presión arterial desciende aproximadamente 1 mm Hg con cada kilogramo (unas 2,2 libras) de peso que se pierde. En el caso de las personas con presión arterial alta, la disminución de la presión arterial puede incluso ser más significativa en función de los kilogramos de peso perdido.
- Incrementa la actividad física. Hacer ejercicio con regularidad mantiene el cuerpo sano. El ejercicio puede disminuir la presión arterial, aliviar el estrés, controlar el peso y reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Por semana, intenta hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa, o una combinación de ambas.
- Limita el consumo de alcohol. Si eliges beber alcohol, hazlo con moderación. En los adultos sanos, beber con moderación significa una bebida al día en el caso de las mujeres y hasta dos bebidas al día en el caso de los hombres.
- No fumes. El tabaco daña las paredes de los vasos sanguíneos y acelera el proceso de endurecimiento de las arterias. Si fumas, pídele al proveedor de atención médica que te recomiende estrategias para abandonar este hábito.
- Controla el estrés. Busca maneras de reducir el estrés emocional. Hacer más ejercicio, practicar la atención plena y conectarte con otros en grupos de apoyo son algunas maneras de reducir el estrés.
Preparación para la consulta
Si piensas que puedes tener presión arterial alta o elevada, solicita una cita con tu proveedor de atención médica de cabecera para que controle tu presión arterial.
No se necesita ninguna preparación especial. Para obtener una lectura precisa de la presión arterial, evita la cafeína, el ejercicio y el tabaco durante al menos 30 minutos antes de la prueba.
Dado que algunos medicamentos pueden aumentar la presión arterial, lleva a la cita médica una lista de los medicamentos, las vitaminas y otros suplementos que tomas, y las dosis. No dejes de tomar ningún medicamento con receta médica que pienses que pueda afectar la presión arterial sin indicación del proveedor de atención médica.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.
Lo que puedes hacer
Prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, si es que los tienes, incluso si no parecen estar relacionados con la razón por la cual programaste la cita médica, y cuándo comenzaron
- Información personal importante, incluidos los antecedentes familiares de presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o diabetes, y cualquier episodio de estrés importante o cambios recientes en tu vida
- Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.
Para la presión arterial elevada, entre las preguntas para hacerle al proveedor de atención médica, se incluyen las siguientes:
- ¿Qué pruebas necesito hacerme?
- ¿Necesito tomar medicamentos?
- ¿Qué alimentos debería comer o evitar?
- ¿Cuál es el nivel adecuado de actividad física?
- ¿Con qué frecuencia debo controlarme la presión arterial?
- ¿Debo controlarme la presión arterial en casa?
- Tengo otras afecciones. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga una serie de preguntas, que incluyen las siguientes:
- ¿Cómo son tus hábitos alimenticios y de actividad física?
- ¿Bebes alcohol? ¿Cuántas bebidas alcohólicas consumes a la semana?
- ¿Fumas?
- ¿Cuándo fue la última vez que te controlaste la presión arterial? ¿Cuál fue el resultado?
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