Tumor vertebral
Infórmate sobre estos tumores que crecen en los huesos de la columna, causan dolor y debilitan la columna vertebral. Infórmate sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento.
Perspectiva general
Un tumor vertebral es una proliferación de células que se produce en los huesos de la columna vertebral. Un tumor vertebral también se denomina tumor espinal. Los huesos de la columna vertebral se denominan vértebras. La columna vertebral está formada por muchas vértebras pequeñas apiladas unas sobre otras. Las vértebras mantienen el cuerpo erguido. Encierran y protegen la médula espinal.
Los tumores vertebrales pueden ser cancerosos o no cancerosos. Un tumor vertebral no canceroso también se denomina tumor vertebral benigno. Los tumores vertebrales cancerosos se denominan tumores vertebrales malignos.
La mayoría de los tumores vertebrales malignos están causados por un cáncer que se origina en otra parte del cuerpo y se disemina a la columna vertebral. El cáncer que se disemina de un órgano a otra parte del cuerpo se denomina cáncer metastásico. Los tipos de cáncer que afectan a las células sanguíneas y a la médula ósea también pueden causar tumores vertebrales malignos.
Los tumores vertebrales que se originan en los huesos de la columna vertebral y no se han diseminado desde otro lugar son poco frecuentes. Otro nombre para estos tumores es tumores óseos primarios.
El tratamiento de un tumor vertebral puede constar de cirugía, radioterapia, quimioterapia u otros medicamentos. Los tumores vertebrales pequeños y de crecimiento lento pueden no necesitar tratamiento inmediato. El tratamiento más adecuado para tu tumor vertebral depende de tu situación. Tu equipo de atención médica tiene en cuenta el tipo de tumor que tienes, si es canceroso y su ubicación dentro de la columna vertebral.
Síntomas
Los signos y síntomas de los tumores vertebrales son los siguientes:
- Dolor de espalda en la zona del tumor.
- Dolor de espalda que se irradia o dispara desde la espalda a una zona cercana.
- Dolor de espalda que empeora por la noche.
- Cambios en la sensibilidad, como entumecimiento o sensación de pinchazos.
- Pérdida de la capacidad de mover parte del cuerpo.
- Pérdida de control sobre la vejiga y los intestinos.
- Debilidad muscular.
Cuándo debes consultar a un médico
Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupa.
Algunos síntomas de tumor vertebral son similares a los síntomas causados por otras afecciones. Por ejemplo, el dolor de espalda es muy común y generalmente el dolor de espalda no es causado por un tumor. A veces es difícil decidir si consultar con un profesional de atención médica cuando tienes dolor de espalda.
Programa una cita si sucede lo siguiente:
- El dolor es constante y está empeorando.
- El dolor no parece estar causado por una actividad determinada.
- El dolor empeora por la noche.
- Tienes antecedentes de cáncer y el dolor de espalda es algo nuevo.
Busca atención médica inmediata si tienes dolor de espalda junto con:
- Debilidad muscular en los brazos o las piernas.
- Pérdida de control del intestino o la vejiga.
- Entumecimiento u hormigueo en la zona genital.
Causas
A la mayoría de los tumores vertebrales los ocasiona un cáncer que se origina en otra parte del cuerpo. El cáncer que se disemina de un órgano a otra parte del cuerpo se denomina cáncer metastásico. Cualquier cáncer puede diseminarse a la columna vertebral. A la mayoría de los tumores vertebrales los ocasiona un cáncer que se disemina desde las mamas, los pulmones o la próstata. Otros tipos de cáncer que tienden a diseminarse a la columna vertebral son el cáncer de riñón y el cáncer de tiroides.
Los tipos de cáncer que afectan a las células sanguíneas y a la médula ósea también pueden causar tumores vertebrales. Entre estos tipos de cáncer, se encuentran el mieloma múltiple y el linfoma.
Los tumores en las vértebras que se inician en la columna vertebral son poco frecuentes. No está claro qué los causa.
Los tumores vertebrales que se originan en la columna vertebral se producen cuando las células de los huesos de la columna desarrollan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican lo que debe hacer. En las células sanas, el ADN da las instrucciones para crecer y multiplicarse a un determinado ritmo. Las instrucciones les indican a las células que deben morir en un momento determinado. En las células tumorales, los cambios en el ADN dan instrucciones diferentes. Los cambios hacen que las células tumorales se multipliquen a gran velocidad. De este modo, las células tumorales siguen viviendo mientras que las sanas mueren. Esto causa un exceso de células.
A veces, las células desarrollan cambios en su ADN que las convierten en células cancerosas. Las células cancerosas pueden invadir y destruir los tejidos sanos del cuerpo. Pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Algunos ejemplos de tumores vertebrales que se originan en la columna vertebral y no son cancerosos son los siguientes:
- Hemangioma.
- Osteoma osteoide.
- Osteoblastoma.
- Quiste óseo aneurismático.
- Osteocondroma.
- Encondroma.
- Condroblastoma.
Algunos ejemplos de tumores vertebrales que se originan en la columna vertebral y son cancerosos son los siguientes:
- Condrosarcoma.
- Sarcoma de Ewing.
- Osteosarcoma.
- Cordoma.
Factores de riesgo
El riesgo de tumores vertebrales es mayor en las personas que presentan cáncer o han recibido tratamiento contra el cáncer. La causa de la mayoría de los tumores vertebrales es un cáncer que se origina en otra parte del cuerpo y se disemina a la columna vertebral. El cáncer que se disemina a la columna vertebral con frecuencia se inicia en las mamas, los pulmones o la próstata.
Complicaciones
Las complicaciones ocasionadas por los tumores vertebrales incluyen las siguientes:
- Compresión de la médula espinal. La compresión de la médula espinal se produce cuando un tumor aumenta de tamaño hasta presionar la médula espinal o los nervios cercanos. Al principio suele causar dolor de espalda. Más adelante puede causar debilidad y entumecimiento en la parte del cuerpo controlada por los nervios afectados. Puede haber dificultad para caminar y pérdida de control de la vejiga y los intestinos.
- Inestabilidad de la columna. La inestabilidad de la columna puede producirse si un tumor vertebral debilita los huesos de la columna vertebral. Los huesos debilitados por tumores pueden romperse o desalinearse. Esto puede dificultar que la columna vertebral mantenga el cuerpo erguido. La inestabilidad de la columna vertebral suele causar dolor y puede derivar en debilidad.
Los tratamientos pueden ayudar a prevenir o tratar estas complicaciones.
Diagnóstico
El diagnóstico de los tumores vertebrales suele comenzar con un examen físico y preguntas sobre los síntomas. Los estudios por imágenes pueden mostrar el tamaño y la ubicación del tumor. Se podría extraer una muestra de tejido del tumor y analizarla en un laboratorio para hacer el diagnóstico.
Pruebas
Tu profesional de atención médica podría comenzar preguntando sobre tus síntomas y tu historial médico. Si tienes cáncer o has recibido tratamiento contra el cáncer en el pasado, informa a tu profesional de atención médica. La causa de la mayoría de los tumores vertebrales es un cáncer que se origina en otra parte del cuerpo y se disemina a la columna vertebral. Conocer tu historial médico completo puede ser útil para comprender tus síntomas.
El profesional de atención médica puede examinarte el cuerpo. Esto podría implicar la revisión de la columna vertebral en busca de puntos dolorosos y otros síntomas que puedan ser preocupantes. Esta evaluación también puede incluir un examen neurológico. Este examen pone a prueba diferentes partes del cuerpo para comprender cómo funcionan los nervios. El profesional de atención médica puede comprobar tu equilibrio, coordinación, fuerza y reflejos.
Estudios por imágenes
Estos estudios por imágenes consisten en tomar imágenes del cuerpo. Pueden mostrar la ubicación y el tamaño del tumor vertebral. Los estudios por imágenes podrían incluir los siguientes:
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
- Tomografía computarizada.
- Tomografía por emisión de positrones
Biopsia
Una biopsia es un procedimiento que consiste en extraer una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. En el caso de los tumores vertebrales, el tejido se extrae con una aguja fina. La aguja atraviesa la piel y se introduce en el tumor. El profesional de atención médica emplea pruebas por imágenes, como la tomografía computarizada, para guiar la aguja hacia el lugar correcto. El profesional de atención médica utiliza la aguja para extraer una muestra de las células tumorales.
La muestra de la biopsia se envía a un laboratorio para que la analicen. Las pruebas pueden mostrar el tipo de tumor y si es canceroso. Hay otras pruebas especiales que proporcionan más detalles. El equipo de atención médica tiene en cuenta estos resultados para crear un plan de tratamiento.
Determinar el tipo de biopsia que necesitas y los detalles para realizarla requiere una planificación cuidadosa por parte del equipo de atención médica. Los profesionales de atención médica deben realizar la biopsia de forma tal que no interfiera con una cirugía futura para extraer el tumor. Por este motivo, píde que te remitan a un equipo de atención médica con amplia experiencia en tratar tumores vertebrales antes de la biopsia.
Tratamiento
Los tratamientos para tumores vertebrales incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y otros medicamentos. Otras opciones podrían incluir procedimientos de invasión mínima para dañar las células tumorales o estabilizar los huesos de la columna vertebral. No todos los tumores vertebrales necesitan tratamiento. A veces se puede vigilar cuidadosamente un tumor vertebral para ver si crece.
Tu equipo de atención médica tiene en cuenta muchos factores al crear un plan de tratamiento para el tumor vertebral. Estos factores incluyen el tipo de tumor vertebral que tengas y su ubicación. Tu equipo también tiene en cuenta tu estado general de salud y tus preferencias.
Control cuidadoso
Muchos tumores vertebrales se encuentran antes de que causen síntomas. Es posible que no necesites tratamiento de inmediato. En su lugar, el equipo de atención médica puede controlar cuidadosamente el tumor para ver si crece. Algunos tumores vertebrales nunca requieren tratamiento.
El control cuidadoso puede ser el enfoque adecuado para pequeños tumores que no son cancerosos. También puede ser adecuado para tumores de crecimiento lento que no causan síntomas.
Cirugía
El objetivo de la cirugía es extirpar todas las células del tumor vertebral. Los cirujanos toman precauciones para no lesionar la médula espinal ni los nervios circundantes durante la cirugía.
A veces, no es posible extirpar todo el tumor. En estas situaciones, el cirujano puede extirpar la mayor cantidad posible del tumor. Después de la cirugía pueden utilizarse otros tratamientos para dañar las células tumorales que queden. Las opciones pueden ser radiación, quimioterapia o tratamientos de ablación.
También se puede recurrir a la cirugía para aliviar los síntomas causados por un tumor vertebral. Si el tumor causa un dolor que no se alivia con otros tratamientos o si el tumor presiona la médula espinal, la cirugía puede ayudar a aliviarte.
Vertebroplastia
La vertebroplastia es un tratamiento en el que se inyecta cemento óseo en un hueso de la columna que está fisurado o debilitado. Un procedimiento similar se denomina cifoplastia. Estos procedimientos pueden ayudar a fortalecer el hueso que está debilitado por un tumor. Pueden ayudar a aliviar el dolor.
Tratamientos de ablación
La ablación es un procedimiento que aplica el tratamiento directamente a las células tumorales para dañarlas. Algunos tipos de ablación aplican energía a las células tumorales para calentarlas. Estos procedimientos pueden ser la ablación por radiofrecuencia o la ablación por microondas. Se puede usar frío extremo para dañar las células tumorales, lo que se denomina crioablación, y, a veces, la ablación se puede hacer con alcohol.
Radioterapia
La radioterapia trata los tumores con haces de energía potente. La energía puede provenir de rayos X, protones u otras fuentes.
Para los tumores vertebrales, se puede usar radioterapia después de la cirugía, que tiene la capacidad de dañar cualquier célula tumoral que pudiera haber quedado. Cuando la cirugía no es una opción, se puede reemplazar por radioterapia. También se puede recurrir a la radioterapia para aliviar los síntomas causados por un tumor vertebral. Puede retardar la proliferación de un tumor vertebral y aliviar el dolor.
Los equipos de atención médica ponen mucha atención para dirigir la radiación al punto exacto necesario para controlar el tumor. Esto sirve para limitar la cantidad de radiación que llega a los órganos cercanos, incluida la médula espinal y ayuda a reducir el riesgo de complicaciones causadas por la radioterapia. Entre los tipos de radioterapia que pueden ayudar en este sentido se encuentran la radioterapia corporal estereotáctica y la radioterapia con rayo de protones.
Quimioterapia y otros medicamentos
La quimioterapia trata el cáncer con medicamentos fuertes. Esta terapia puede ser una opción para el tratamiento de los tumores vertebrales cancerosos, ya que puede retardar la proliferación del cáncer. La mayoría de los tumores vertebrales que no son cancerosos no responden a los tratamientos de quimioterapia.
Los medicamentos de terapia dirigida también pueden ser una opción para tratar los tumores vertebrales cancerosos. La terapia dirigida contra el cáncer es un tratamiento que utiliza medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células cancerosas. Las células cancerosas pueden ser analizadas para ver si la terapia dirigida puede ayudarte.
Medicina alternativa
No se ha demostrado que los tratamientos de medicina alternativa curen los tumores vertebrales. Pero algunos tratamientos utilizados junto con los tratamientos de tu equipo de atención médica pueden ayudarte a afrontar el diagnóstico de un tumor vertebral.
Entre los tratamientos que podrían ayudarte, se incluyen los siguientes:
- Terapia artística.
- Ejercicio físico.
- Meditación.
- Musicoterapia.
- Ejercicios de relajación.
Habla con el equipo de atención médica sobre tus opciones.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Saber que tienes un tumor vertebral puede ser abrumador. Pero hay algunas medidas que puedes tomar para encarar la situación después del diagnóstico. Intenta hacer lo siguiente:
Averigua todo lo que puedas sobre tu tumor vertebral específico.
Anota las preguntas que tengas y llévalas a las consultas. Cuando el profesional de atención médica responda a tus preguntas, toma notas. Pídele a algún amigo o miembro de la familia que te acompañe para tomar notas.
Cuanto más se informen tú y tu familia sobre tu atención y cuanto más comprendan acerca de ella, más confianza tendrán a la hora tomar decisiones sobre el tratamiento.
Obtén apoyo
Busca alguien con quien puedas compartir tus sentimientos e inquietudes. Quizás tengas algún familiar o amigo cercano que sepa escuchar. O puedes hablar con un miembro de la iglesia o con un orientador.
Cuídate
Elige una dieta saludable, rica en frutas, vegetales y granos integrales, siempre que sea posible. Consulta a tu profesional de atención médica para ver cuándo puedes empezar a hacer actividad física nuevamente. Duerme lo suficiente para sentirte descansado.
Reduce el estrés en tu vida tomándote tiempo para realizar actividades relajantes, como escuchar música o escribir un diario.
Preparación antes de la cita
Si tienes algún síntoma que te preocupa, programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica. Si tienes un tumor vertebral, es probable que te remitan a un médico especialista.
Los especialistas que brindan atención médica a las personas con tumores vertebrales incluyen los siguientes:
- Médicos que diagnostican y tratan afecciones cerebrales y de la médula espinal, o neurólogos.
- Cirujanos que hacen operaciones en el cerebro y la médula espinal, o neurocirujanos.
- Médicos que diagnostican y tratan tumores que afectan a los huesos, u oncólogos ortopédicos.
- Cirujanos que operan huesos y articulaciones, o cirujanos ortopédicos.
- Médicos que usan la radiación para tratar tipos de cáncer y tumores, o radiooncólogos.
- Médicos que usan medicamentos para tratar el cáncer, u oncólogos.
A continuación, encontrarás información que ayudará a que te prepares para la cita médica.
Qué puedes hacer
- Escribe los síntomas que has estado presentando y por cuánto tiempo te han afectado.
- Detalla tu información médica más importante, como todas las afecciones que tienes y los nombres de los medicamentos que estés tomando. Incluye los medicamentos con prescripción y los que se pueden comprar sin receta médica.
- Señala cualquier antecedente familiar de tumores cerebrales o espinales, en especial si corresponde a un familiar de primer grado, como tu padre o madre, o hermanos.
- Pídele a un familiar o amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se te proporciona durante una cita. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica.
Las preguntas que puedes hacer en la primera cita médica incluyen las siguientes:
- ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué tipo de pruebas deben hacerme? ¿Requieren estas pruebas alguna preparación especial?
- ¿Cuáles son las próximas medidas que recomienda para determinar mi diagnóstico y tratamiento?
- ¿Debería consultar con un especialista?
Algunas preguntas para hacerle al oncólogo o neurólogo incluyen las siguientes:
- ¿Tengo un tumor vertebral?
- ¿Qué tipo de tumor tengo?
- ¿Cómo crecerá el tumor con el tiempo?
- ¿Cuáles podrían ser las consecuencias?
- ¿Cuáles son los objetivos de mi tratamiento?
- ¿Soy candidato para una cirugía? ¿Cuáles son los riesgos?
- ¿Soy candidato para recibir radiación? ¿Cuáles son los riesgos?
- ¿Puede servir la quimioterapia?
- ¿Qué enfoque de tratamiento recomienda?
- Si el primer tratamiento no da resultado, ¿qué probaremos después?
- ¿Cuál es el pronóstico de mi afección?
- ¿Debo buscar una segunda opinión?
Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer cualquier otra pregunta que surja durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Prepárate para responder preguntas sobre tus síntomas y tu historial médico. Estas son algunas de esas preguntas:
- ¿Qué síntomas tienes?
- ¿Cuándo notaste estos síntomas por primera vez?
- ¿Empeoraron con el tiempo?
- Si sientes dolor, ¿dónde parece comenzar?
- ¿El dolor se extiende hacia otras partes del cuerpo?
- ¿Has participado en alguna actividad que pueda explicar el dolor, como nuevos ejercicios o actividades de jardinería durante un período prolongado?
- ¿Has sentido debilidad o entumecimiento en las piernas?
- ¿Has tenido alguna dificultad para caminar?
- ¿Has tenido algún problema relacionado con la funcionalidad de la vejiga o los intestinos?
- ¿Te diagnosticaron alguna otra enfermedad?
- ¿Estás tomando actualmente algún medicamento, entre los que se incluyen medicamentos recetados y medicamentos que se pueden obtener sin receta?
- ¿Tienes antecedentes familiares de tumores cancerosos o no cancerosos?
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