virus respiratorio sincitial (VSR)
Esta enfermedad común afecta los pulmones. Puede parecerse a un resfriado, pero puede ser grave, especialmente en los niños. Conoce los síntomas y el tratamiento.
Descripción general
El virus respiratorio sincicial causa infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio. Es tan frecuente que la mayoría de los niños ya se han infectados con el virus cuando rondan los 2 años de edad. El virus respiratorio sincicial también puede infectar a los adultos.
En los adultos y en los niños mayores y sanos, los síntomas del virus respiratorio sincicial son leves y generalmente se parecen al resfriado común. Generalmente, solo necesitas medidas de cuidado personal para aliviar las molestias.
El virus respiratorio sincicial puede causar una infección grave en algunas personas, incluyendo a los bebés de 12 meses y más jóvenes, especialmente los prematuros, y en los adultos mayores, en la gente con enfermedades cardíacas y pulmonares, o cualquiera con un sistema inmunitario débil.
Síntomas
Los signos y síntomas del virus respiratorio sincicial con más frecuencia aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. En los adultos y los niños mayores, el VRS generalmente causa signos y síntomas parecidos a los del resfriado. Estos síntomas pueden incluir:
- nariz congestionada o que gotea
- tos seca
- fiebre baja
- dolor de garganta
- estornudos
- dolor de cabeza
En casos graves
El virus respiratorio sincicialpuede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis — inflamación de las pequeñas vías respiratorias que ingresan a los pulmones. Los signos y síntomas pueden incluir:
- fiebre
- tos intensa
- sibilancia al respirar, un sonido agudo que, generalmente, se escucha al exhalar
- respiración rápida o dificultad al respirar —quizás la persona prefiera estar sentada y no acostada
- color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno (cianosis)
Los lactantes se ven afectados con mayor gravedad por el VRS. Los signos y síntomas de una infección grave con el virus respiratorio sincicial en los bebés incluyen:
- respiración superficial, corta, y rápida
- gran dificultad para respirar — los músculos y la piel del pecho jalan hacia adentro cada vez que respira
- tos
- come mal
- cansancio inusual (letargo)
- irritabilidad
En su mayoría, tanto los niños como los adultos se recuperan en una a dos semanas, aunque algunos pueden tener sibilancias recurrentes Una infección grave o mortal, que requiere internación en el hospital, puede ocurrir en bebés prematuros o en cualquier persona que tenga problemas cardíacos o pulmonares crónicos.
El virus respiratorio sincicial y la COVID-19
Como tanto el virus respiratorio sincicial como la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) son tipos de virus respiratorios, algunos síntomas del virus respiratorio sincicial y de la enfermedad por coronavirus 2019 pueden ser semejantes. En los niños, la enfermedad por coronavirus 2019 con frecuencia resulta en síntomas leves, como fiebre, nariz que gotea, y tos. En los adultos con la enfermedad por coronavirus 2019, los síntomas pueden ser más graves e incluir problemas para respirar.
Tener el virus respiratorio sincicial puede reducir la inmunidad, y aumentar el riesgo de contagio con la enfermedad por coronavirus 2019 — en niños y adultos. Estas infecciones pueden presentarse juntas, lo que puede hacer que empeore la gravedad de la enfermedad por coronavirus 2019.
Si presentas síntomas de una enfermedad respiratoria, tu médico quizás recomiende que te hagas la prueba diagnóstica para la enfermedad por coronavirus 2019.
Cuándo consultar al médico
Busca atención médica inmediata si tu hijo — o cualquiera que esté a riesgo de una infección grave con el virus respiratorio sincicial — tiene dificultad para respirar, fiebre alta, o la piel de color azulado, especialmente los labios o el área alrededor de las uñas.
Causas
El virus sincicial respiratorio ingresa al cuerpo a través de los ojos, la nariz o la boca. Se trasmite fácilmente por el aire en gotitas respiratorias infectadas. Tú y tu hijo pueden infectarse si alguien con el VRS tose o estornuda cerca de ustedes. El virus también se trasmite a otros a través del contacto directo, como al dar la mano.
Puede sobrevivir durante horas sobre los objetos duros, como las encimeras, las barandas de la cuna, y los juguetes. Si te tocas la boca, la nariz o los ojos después de tocar un objeto contaminado, es muy probable que te infectes con el virus.
La persona infectada es más contagiosa durante aproximadamente la primera semana después de la infección. Pero en los bebés y las personas con inmunidad debilitada, el virus quizás continúe propagándose aun después de que los síntomas desaparezcan, por hasta cuatro semanas.
Factores de riesgo
A los 2 años, la mayoría de los niños habrá tenido una infección por virus respiratorio sincicial, pero pueden volver a infectarse con el virus respiratorio sincicial más de una vez. Los niños que asisten a centros de cuidado infantil o tienen hermanos que van a la escuela tienen mayor riesgo de exposición y reinfecciones. La temporada para el virus respiratorio sincicial — cuando tienden a ocurrir los brotes — es del otoño al fin de la primavera.
Las personas con mayor riesgo de sufrir infecciones graves o que a veces ponen en riesgo la vida, con el virus respiratorio sincicial incluyen:
- los bebés, especialmente los prematuros o los de 6 meses o menores
- los niños que tienen una enfermedad cardíaca de nacimiento (enfermedad cardíaca congénita) o enfermedad pulmonar crónica
- los niños o adultos con el sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el cáncer o por tratamientos como la quimioterapia
- los niños que tienen trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular
- los adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares
- los adultos mayores, en particular aquellos de 65 años y mayores
Complicaciones
Las complicaciones del virus respiratorio sincicial pueden ser:
- Hospitalización. Una infección grave con el virus respiratorio sincicial quizás requiera hospitalización para que los médicos puedan vigilar y tratar los problemas respiratorios y dar líquidos intravenosos.
- Neumonía.El virus respiratorio sincicial es la causa más común de la inflamación de los pulmones (neumonía) o de las vías respiratorias pulmonares (bronquiolitis) en los bebés. Estas complicaciones pueden ocurrir cuando el virus se extiende al aparato respiratorio inferior. La inflamación de los pulmones puede ser bastante grave para los lactantes, niños pequeños, adultos mayores, las personas con el sistema inmunitario debilitado, o las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas.
- Infección del oído medio. Si los microbios entran al espacio detrás del tímpano, pueden causar una infección del oído medio (otitis media). Esto les ocurre con más frecuencia a los bebé o niños pequeños.
- Asma. Puede haber una asociación entre una infección grave con el virus respiratorio sincicial en los niños y la posibilidad de desarrollar asma más tarde en la vida.
- Infecciones recurrentes. Si has tenido una infección con el virus respiratorio sincicial una vez, podrías volver a infectarte. Hasta es posible que esto ocurra durante la misma temporada del virus respiratorio sincicial. Pero en general los síntomas no son tan graves — usualmente ocurre en la forma de un resfriado común. Pero pueden ser graves en los adultos mayores o en las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas.
Prevención
Medicamentos para proteger a los bebés y los niños pequeños que están a alto riesgo
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), recomiendan el uso de un medicamento llamado nirsevimab (Beyfortus) para ayudar a proteger a los niños pequeños del virus respiratorio sincitial (VRS). El medicamento, que se administra en una sola dosis por inyección antes o durante la temporada del virus, es un anticuerpo monoclonal. Es para los bebés menores de 8 meses que nacieron durante o en su primera temporada del virus respiratorio sincitial.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también recomiendan que se dé el nirsevimab a los niños que estén entre las edades de 8 y 19 meses y a alto riesgo de una enfermedad grave con el virus respiratorio sincitial durante su segunda temporada de VRS. Esta temporada del virus generalmente se da entre el otoño y la primavera.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas elaboradas en un laboratorio. Ayudan al cuerpo a combatir los virus dañinos que pueden causar enfermedades. La protección que brindan disminuye con el paso del tiempo.
El medicamento palivizumab (Synagis) también es un anticuerpo monoclonal. Se da en forma de inyección, puede ayudar a proteger a ciertos bebés y niños pequeños, de 24 meses de edad y menores, que están a alto riesgo de complicaciones graves debidas al virus respiratorio sincitial. Los niños en este grupo etario que están a alto riesgo incluyen aquellos que nacieron prematuros o que tienen enfermedades pulmonares persistentes, ciertos defectos cardíacos, o un sistema inmunitario debilitado.
La primera inyección de palivizumab se administra al comienzo de la temporada del virus respiratorio sincitial, con inyecciones mensuales que se dan durante la temporada. No se recomienda el uso de palivizumab en niños sanos ni en adultos.
Estos medicamentos solo ayudan a prevenir la infección con el virus respiratorio sincitial, no ayudan con su tratamiento. Habla con el doctor de tu hijo o su equipo de atención médica para informarte más sobre los medicamentos que ayuden a proteger a tu hijo del virus respiratorio sincitial.
Hábitos de estilo de vida
Estos hábitos pueden ayudar a prevenir el contagio con esta infección:
- Lávarse las manos con frecuencia. Enseña a tus hijos la importancia de lavarse las manos.
- Evitar la exposición. Cúbrete la boca y la nariz al toser o estornudar. Limita el contacto que tenga tu bebé con las personas que tienen fiebre o están resfriadas.
- Mantener todo limpio. Asegúrate de limpiar las superficies en la cocina y el baño, los pestillos de las puertas, y cualquier asa o mango que se toque. Pon los pañuelos descartables usados en la basura inmediatamente.
- No compartir el vaso para beber con otros. Usa tu propio vaso o usa vasos desechables cuando estés enfermo o lo esté otra persona. Escribe el nombre de cada persona en su vaso.
- No fumar. Los bebés que están expuestos al humo de tabaco corren más riesgo de tener el virus respiratorio sincitial con la probabilidad de síntomas de más gravedad. Si fumas, nunca lo hagas dentro de la casa ni en el automóvil.
- Lavar los juguetes de manera regular. Lávalos especialmente si tu hijo está enfermo, o lo está un compañero suyo de juegos.
Diagnóstico
Tu médico puede sospechar que tienes el virus respiratorio sincicial según los hallazgos de una exploración física y la época del año en la que aparezcan los síntomas. Durante el examen, el médico puede escuchar los pulmones con un estetoscopio en busca de sibilancia al respirar u otro sonido anormal.
Generalmente no se necesitan análisis de laboratorio ni pruebas por imágenes. Pero pueden ayudar en el diagnóstico de las complicaciones del virus respiratorio sincicial o descartar otras enfermedades que puedan causar síntomas similares. Algunas de las pruebas son:
- análisis de sangre para controlar el recuento de los glóbulos blancos o determinar si hay virus, bacterias y otros microbios presentes
- radiografías de tórax para verificar si tienes inflamación de los pulmones
- exudados de secreciones del interior de la boca o la nariz para ver si hay signos del virus
- oximetría de pulso, un monitor indoloro en la piel, para detectar niveles de oxígeno más bajos de lo normal en la sangre
Tratamiento
El tratamiento del virus respiratorio sincitial generalmente comprende medidas de cuidado personal para que tu hijo se sienta más cómodo (atención complementaria). Sin embargo, en casos de síntomas graves, es posible que sea necesaria la atención hospitalaria.
Atención complementaria
Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre, como el paracetamol (Tylenol y otros) para bajar la fiebre. (Nunca le des aspirina a un niño.) El uso de gotas nasales salinas y de una ventosa puede ayudar a destapar una nariz congestionada. Es posible que el médico recete un antibiótico si existe una complicación bacteriana como neumonía bacteriana.
Mantén a tu hijo lo más cómodo que sea posible. Ofrécele abundante líquido y observa los signos de pérdida de líquidos corporales (deshidratación), como boca seca, poca producción de orina o nada, ojos hundidos y agitación o somnolencia extrema.
Atención hospitalaria
Si la infección con el VRS es grave, quizás sea necesaria una internación en el hospital. Los tratamientos en el hospital pueden comprender:
- líquidos intravenosos
- oxígeno húmedo
- un respirador (ventilación mecánica), raras veces
Se ha probado que un inhalador (broncodilatador) o esteroides no ayudan en el tratamiento de la infección con el virus respiratorio sincicial.
Autocuidados
Es posible que no logres acortar la duración de la infección por el virus sincicial respiratorio, pero puedes aliviar algunos signos y síntomas.
Si tu hijo tiene el virus respiratorio sincicial, haz todo lo posible por distraerlo o reconfortarlo; abrázalo, léele un libro o juega con él a un juego tranquilo. Otros consejos para aliviar los síntomas:
- Humidifica el aire que respira. Mantén el cuarto caliente, pero no demasiado. Si el aire está seco, un humidificador de vapor frío o un vaporizador pueden humedecer el aire y aliviar la congestión y la tos. Asegúrate de mantener el humidificador bien limpio para evitar la proliferación de bacterias y moho.
- Bebe mucho líquido. Continúa amamantando o alimentando con biberón al lactante como lo harías normalmente. Para los niños mayores y los adultos, asegúrate que siempre tengan agua fresca al lado de la cama. Ofrécele líquidos calientes, como sopa, que puede ayudar a aflojar las secreciones que se hayan vuelto espesas. Las paletas heladas también pueden aliviar.
- Prueba con gotas nasales de solución salina. Las gotas de venta libre son un método seguro y efectivo de aliviar la congestión, aun para los niños. Sigue las recomendaciones del médico y las instrucciones en el producto.
- Utiliza analgésicos de venta libre. Los medicamentos de venta libre para el dolor como el acetaminofén (Tylenol, otros) pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor de garganta. Pregúntale al médico cuál es la dosis correcta para la edad de tu hijo.
- Aléjate del humo de cigarrillo. El humo de segunda mano puede agravar los síntomas.
Preparación para la consulta
A menos que haya síntomas graves que exijan ir a la sala de urgencias, es probable que empieces consultando al médico de cabecera o al médico de tu hijo. La siguiente información te ayudará a prepararte para la consulta y a saber qué esperar del médico.
Qué puedes hacer
Antes de la cita, es aconsejable hacer una lista de:
- Cualquier síntoma que hayas notado, y cuándo comenzó, aunque no esté relacionado con una infección respiratoria superior.
- Información médica de importancia, como si tu hijo nació prematuro o si tiene un problema cardíaco o pulmonar.
- Detalles sobre el cuidado del niño, que incluyen otros lugares donde tu familia pueda haberse expuesto a infecciones respiratorias.
- Preguntas para hacerle a tu médico. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo.
Las preguntas para hacerle al médico pueden incluir las siguientes:
- ¿Cuál es la causa probable de estos síntomas? ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué pruebas pueden ser necesarias?
- ¿Cuánto tiempo suelen durar los síntomas?
- ¿Cuál es el mejor tratamiento?
- ¿Será necesario tomar medicación? ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento de marca que me recetó?
- ¿Qué puedo hacer para que mi hijo se sienta mejor?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web recomienda?
- ¿Cuánto debo aislar a mi hijo mientras tenga la infección?
No dudes en hacer preguntas adicionales que se te ocurran durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?
- ¿Los síntomas aparecen y desaparecen, o son continuos?
- ¿Cuán intensos son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, los empeore?
- ¿Hay alguien más en tu familia que esté enfermo? ¿Qué síntomas tiene?
El médico te hará otras preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar preguntas y anticiparlas te ayudará a aprovechar al máximo tu tiempo con el médico.
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