Cirugía de Mohs
Averigua qué puedes esperar durante esta cirugía de cáncer de piel que consiste en extirpar capas finas de piel hasta que solo quede tejido sin cáncer.
Perspectiva general
La cirugía de Mohs es un procedimiento que se usa para tratar el cáncer de piel. Esta cirugía implica el corte de capas finas de piel. Cada capa fina se examina detenidamente en busca de signos de cáncer. El proceso continúa hasta que no haya signos de cáncer.
El objetivo de la cirugía de Mohs consiste en extirpar todo el cáncer de piel sin dañar la piel sana que lo rodea. La cirugía de Mohs permite al cirujano estar seguro de que todo el cáncer ha desaparecido. Esto hace que sea más probable que el cáncer se cure y reduce la necesidad de otros tratamientos o de más cirugía.
Durante la cirugía de Mohs, se suele administrar un medicamento para adormecer la zona y no sentir dolor. La mayoría de las personas pueden volver a casa después de la cirugía y no necesitan permanecer en un hospital.
La cirugía de Mohs también es conocida como cirugía micrográfica de Mohs.
Por qué se debe hacer
La cirugía de Mohs se usa en el tratamiento para el cáncer de piel. Este incluye los tipos comunes de cáncer de piel, como el carcinoma de células basales y el carcinoma espinocelular. Este incluye también el melanoma y otros cánceres de piel menos comunes.
La cirugía de Mohs es más útil para los cánceres de piel que:
- Presentan un riesgo alto de recurrencia o han vuelto a aparecer después de un tratamiento previo.
- Se encuentran en zonas en las que deseas preservar la mayor cantidad de tejido sano que sea posible. Esto incluye zonas alrededor de los ojos, las orejas, la nariz, la boca, las manos, los pies y los genitales.
- Tienen bordes que son difíciles de definir.
- Son grandes o de crecimiento rápido.
Riesgos
Los problemas que se pueden presentar durante la cirugía de Mohs, o después de esta, incluyen los siguientes:
- Sangrado
- Dolor o sensibilidad alrededor de los lugares donde se hizo la cirugía
- Infección
Existen otros problemas que se pueden presentar y son menos comunes. Es posible que incluyan:
- Entumecimiento temporal o permanente del área donde se hizo la cirugía. Esto puede suceder si se cortan pequeñas terminaciones nerviosas.
- Debilidad temporal o permanente del área donde se hizo la cirugía. Esto puede suceder si se corta un nervio muscular para extirpar un cáncer de piel grande.
- Dolor intenso en la zona.
- Una cicatriz grande.
Cómo prepararte
El cirujano puede recomendar distintas maneras de prepararte para la cirugía. Es posible que te indique lo siguiente:
- Dejar de tomar determinados medicamentos. Informa al cirujano sobre los medicamentos o suplementos que tomas. Asegúrate de mencionar cualquier medicamento que diluya la sangre. Algunos suplementos pueden causarte más sangrado después de la cirugía. Por eso debes asegurarte de que el cirujano también esté al tanto de los suplementos que tomas. Continúa tomando todos los medicamentos con receta médica, a menos que el cirujano te indique lo contrario.
- Cancelar todos tus compromisos para ese día. No es posible saber cuánto tiempo tardará en hacerse la cirugía de Mohs. En la mayoría de las personas, el procedimiento tarda menos de cuatro horas. Es posible que el cirujano te indique que tiene previsto que la cirugía dure todo el día, por si acaso. No obstante, hay una pequeña posibilidad de que pueda tardar todo ese tiempo.
- Usar prendas cómodas. Usa ropa informal que sea cómoda. Vístete en capas en caso de que haga calor o frío en el quirófano.
- Traer algo que te ayude a pasar el tiempo. Seguramente haya momentos durante tu cirugía de Mohs en los que debas esperar. Trae un libro, una revista o alguna otra actividad que te ayude a pasar el tiempo.
- Comer antes de la cirugía. Por lo general, no hay problema en comer antes de la cita médica. A menos que un miembro del equipo de atención médica te diga lo contrario, puedes comer tus comidas habituales.
Lo que puedes esperar
Para la cirugía de Mohs, generalmente se acude a un centro quirúrgico ambulatorio o al consultorio médico. El procedimiento se hace en un quirófano o en una sala de procedimientos. Estos cuentan con un laboratorio cerca.
La mayoría de las veces, el procedimiento toma menos de cuatro horas. Sin embargo, puede resultar difícil saber la extensión de un cáncer de piel con solo mirar. Por lo tanto, los proveedores de atención médica suelen recomendar reservar todo el día para el procedimiento.
Es poco probable que debas usar una bata quirúrgica, salvo que sea necesario por la ubicación del cáncer. Se limpia la zona de la piel que se operará y luego se delinea con un marcador especial. Después, se aplica una inyección en la zona con un medicamento llamado anestésico local. La inyección puede doler durante unos segundos, y luego el medicamento adormece la piel. Esto se hace para que no sientas dolor durante el procedimiento.
Durante el procedimiento
Después de que la anestesia haga efecto, el cirujano usa un cuchillo denominado bisturí para extirpar la parte visible del cáncer. El cirujano también extrae una fina capa de tejido por debajo y alrededor del cáncer. Se coloca un vendaje temporal en el lugar donde se extirpó la piel. Esto tarda solo unos pocos minutos.
A continuación, el tejido se lleva al laboratorio para su análisis. Esta parte del procedimiento suele ser la más larga.
Esperarás alrededor de una hora en una sala de espera. Puede ser útil que lleves un libro o una revista para pasar el tiempo. Puedes usar el baño o tomar un refrigerio, si lo necesitas. No obstante, no podrás salir hasta que el procedimiento haya terminado.
El cirujano o el técnico corta la muestra de tejido en secciones y las examinan con un microscopio. El cirujano elabora un registro para hacer un seguimiento del lugar exacto en el que se ha extraído cada trozo de tejido. De esa manera, si se encuentra una pequeña zona de cáncer en un trozo de tejido, el cirujano sabrá dónde continuar con la operación.
Si hay más cáncer, la cirugía de Mohs continúa. El cirujano extrae una capa adicional de tejido de la zona afectada. El cirujano procura extraer tejido con cáncer y dejar la mayor cantidad de tejido sano posible. Una vez más, deberás esperar mientras el cirujano examina el tejido en el laboratorio.
Este proceso continúa hasta que la última muestra de tejido extraída no tenga cáncer. Se te puede administrar otra inyección de anestésico local si es necesario.
Después del procedimiento
Después de haber extraído todo el cáncer, tú y el cirujano pueden decidir cómo tratar la herida. Esto incluye lo siguiente:
- Dejar que la herida cicatrice por sí sola
- Usar puntos para cerrar la herida
- Halar la piel de una zona cercana para tapar la herida
- Usar un injerto de piel de otra parte del cuerpo, como detrás de la oreja, para tapar la herida
La mayoría de las heridas se reparan al final de la cirugía de Mohs. Si la herida es grande o compleja, el cirujano puede cerrar temporalmente la herida. Podría ser necesaria otra operación para reparar la herida, aunque esto es poco frecuente.
Es posible que sientas un leve dolor y molestias después de la cirugía. Los analgésicos que se venden sin receta médica pueden ayudar. El dolor intenso después de la cirugía no es frecuente. Ponte en contacto con el proveedor de atención médica si el dolor es intenso.
Se espera que lleve un vendaje sobre la herida durante una semana o más. Sin embargo, el tiempo exacto en el que necesitarás un vendaje dependerá de tu situación. El proveedor de atención médica te dará instrucciones sobre cómo cuidar la herida. Es posible que te pidan que cambies el vendaje todos los días.
Resultados
Una de las ventajas de la cirugía de Mohs es que se conocen los resultados de inmediato. Por lo general, la cita no finaliza hasta que se haya extirpado todo el cáncer de piel. Es posible que tengas otra consulta con el cirujano o proveedor principal de atención médica para asegurarte de que la herida está cicatrizando correctamente.
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