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Cirugía maxilar

La cirugía maxilar corrige irregularidades en los huesos maxilares y realinea las mandíbulas y los dientes para mejorar su funcionamiento, y también suele mejorar la apariencia.

Perspectiva general

La cirugía maxilar, también conocida como «cirugía ortognática», corrige irregularidades en los huesos maxilares y realinea las mandíbulas y los dientes para mejorar su funcionamiento. Realizar estas correcciones también podría mejorar tu aspecto facial.

La cirugía maxilar puede ser una opción correctiva si tienes problemas de mandíbula que no pueden solucionarse solo con ortodoncia. En la mayoría de los casos, también debes usar aparatos de ortodoncia en los dientes antes de la cirugía y durante la recuperación posterior a ella, hasta que se completen la curación y la alineación. El ortodoncista puede trabajar con el cirujano bucal, mandibular y facial (maxilofacial) para determinar un plan de tratamiento.

La cirugía maxilar es adecuada una vez finalizado el crecimiento, por lo general, entre los 14 y 16 años para las mujeres y entre los 17 y 21 años para los hombres.

Por qué se debe hacer

La cirugía maxilar puede ayudar a lo siguiente:

  • Facilitar la mordedura y la masticación, y mejorar la masticación general
  • Corregir problemas para tragar o hablar
  • Minimizar el desgaste excesivo y la rotura de los dientes
  • Corregir problemas de mordida o de cierre de la mandíbula, como cuando los molares se tocan pero los dientes frontales, no (mordida abierta)
  • Corregir desequilibrios faciales (asimetrías), como el mentón pequeño, el prognatismo, la sobremordida y la mordida cruzada
  • Mejorar la capacidad de los labios para cerrarse de forma completa y cómoda
  • Aliviar el dolor causado por un trastorno de articulación temporomandibular u otros problemas de la mandíbula
  • Reparar lesiones faciales o defectos congénitos
  • Brindar alivio para la apnea obstructiva del sueño

Riesgos

La cirugía maxilar, por lo general, es segura cuando la realiza un cirujano oral y maxilofacial, a menudo con la colaboración de un ortodoncista.

Los riesgos de la cirugía pueden comprender los siguientes:

  • Pérdida de sangre
  • Infección
  • Lesiones nerviosas
  • Fractura de mandíbula
  • Reubicación de la mandíbula en su posición original
  • Problemas de mordida y dolor articular mandibular
  • Necesidad de otra cirugía
  • Necesidad de endodoncia en determinados dientes
  • Pérdida de una parte de la mandíbula

Después de la cirugía, podrías:

  • Sentir dolor e hinchazón
  • Tener problemas al comer que pueden tratarse con suplementos nutricionales o la consulta con un dietista
  • Vivir un período breve de adaptación al nuevo aspecto facial

Cómo prepararte

En la mayoría de los casos, un ortodoncista coloca aparatos de ortodoncia en los dientes antes de la cirugía. Por lo general, los aparatos de ortodoncia permanecen colocados de 12 a 18 meses antes de la cirugía para nivelar y alinear los dientes a modo de preparación para la cirugía.

El ortodoncista y el cirujano oral y maxilofacial trabajan en conjunto para crear un plan de tratamiento. Se realizan radiografías, imágenes y modelos de los dientes como parte de la planificación para la cirugía maxilar. A veces, la diferencia en la manera en la que se ajustan los dientes requiere remodelarlos, cubrirlos con coronas o las dos cosas para completar la corrección.

Pueden utilizarse tomografías computarizadas tridimensionales, planificación de tratamientos guiados por computadora y dispositivos de sujeción de ortodoncia temporales para ayudar con el movimiento de los dientes y disminuir el tiempo de uso de aparatos de ortodoncia. A veces, estas iniciativas eliminan por completo la necesidad de realizar una cirugía mandibular.

En ocasiones, se utiliza la planificación quirúrgica virtual a fin de guiar al cirujano para que pueda ajustar y corregir la posición del segmento de la mandíbula durante el procedimiento, y así lograr el resultado más óptimo.

Lo que puedes esperar

Antes del procedimiento

Cirujanos bucales y maxilofaciales realizan la cirugía maxilar. La cirugía se suele realizar con anestesia general. Tiene lugar en el hospital y requiere una estancia de dos a cuatro días.

Durante el procedimiento

Por lo general, la cirugía se puede realizar en el interior de la boca, por lo que no deja cicatrices faciales en el mentón, la mandíbula o alrededor de la boca. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario realizar pequeñas incisiones fuera de la boca.

El cirujano realiza cortes en las mandíbulas y las mueve en la posición correcta. Una vez finalizado el movimiento de las mandíbulas, es posible que se utilicen pequeñas placas, tornillos, alambres y gomas elásticas para asegurar los huesos en la posición nueva. Estos tornillos, que son más pequeños que un soporte utilizado para los aparatos de ortodoncia, se integran en la estructura ósea con el transcurso del tiempo.

En algunos casos, puede agregarse hueso extra a la mandíbula. El cirujano transfiere hueso de la cadera, la pierna o la costilla y lo fija con placas y tornillos. En otros casos, se puede remodelar el hueso para que se adapte mejor.

La cirugía maxilar puede realizarse en la mandíbula superior, la mandíbula inferior, el mentón o en una combinación de ellos.

Cómo prepararte

En una cirugía de mandíbula superior, el cirujano hace cortes en la mandíbula superior, la mueve adelante, atrás, arriba o abajo según sea necesario, y la fija con placas y tornillos.

En una cirugía de mandíbula superior, el cirujano hace cortes en la mandíbula superior, la mueve adelante, atrás, arriba o abajo según sea necesario, y la fija con placas y tornillos.

La mandíbula inferior se divide y la sección frontal se mueve hacia adelante o hacia atrás, y se fija con placas y tornillos.

La mandíbula inferior se divide y la sección frontal se mueve hacia adelante o hacia atrás, y se fija con placas y tornillos.

Ilustración de una cirugía de mentón que muestra cómo la mandíbula se divide y desplaza hacia adelante.

En la cirugía para agrandar el mentón (genioplastia), se divide la parte delantera de la mandíbula inferior; esa parte se desplaza hacia adelante y se fija con placas y tornillos.

Mandíbula superior (osteotomía maxilar)

Puede realizarse una cirugía en la mandíbula superior para corregir lo siguiente:

  • Mandíbula superior considerablemente retirada o sobresalida
  • Mordida cruzada
  • Los dientes se muestran demasiado o muy poco
  • Mordida abierta
  • Crecimiento facial reducido del medio de la cara (hipoplasia del tercio medio de la cara)

El cirujano corta el hueso por encima de los dientes para que toda la mandíbula superior, incluidos el techo de la boca y los dientes superiores, pueda moverse como una unidad. La mandíbula y los dientes superiores se mueven hacia adelante hasta que encajen debidamente con los dientes inferiores. Esto puede planificarse en una computadora para determinar si se necesitará trabajo adicional, como ortodoncia, para ayudar a corregir cualquier diferencia de ajuste que haga falta.

Una mordida abierta se produce cuando un exceso de hueso crece por encima de los molares, lo que origina un ángulo en una superficie normalmente plana y pareja. Para resolver esto, el cirujano rebaja o extrae el exceso de hueso.

Una vez realineada la mandíbula, el hueso se mantiene en su nueva posición con placas y tornillos.

Mandíbula inferior (osteotomía mandibular)

Una osteotomía mandibular puede corregir lo siguiente:

  • Mandíbula inferior retraída
  • Mandíbula inferior sobresaliente

El cirujano efectúa cortes detrás de los molares y a lo largo de la mandíbula para que el frente de la mandíbula pueda moverse como una unidad. Luego, la mandíbula se puede mover a su nueva posición, hacia adelante o hacia atrás. La mandíbula se mantiene unida mediante placas y tornillos mientras se cura.

Cirugía de mentón (genioplastia)

Una genioplastia puede corregir un mentón pequeño (mentón deficiente). Un mentón pequeño, a menudo, se presenta junto con una mandíbula inferior extremamente retirada.

Por lo general, los cirujanos pueden alterar la mandíbula y reestructurar el mentón durante la misma cirugía. El cirujano corta un pedazo del hueso del mentón en la parte frontal de la mandíbula, lo mueve hacia adelante y lo fija en una nueva posición con placas y tornillos.

Después del procedimiento

Después de la cirugía, el médico te dará instrucciones. Estas suelen incluir las siguientes:

  • Qué puedes comer
  • Higiene bucal
  • Evitar el tabaco
  • Evitar las actividades extenuantes
  • Medicamentos para controlar el dolor
  • Cuándo puedes volver al trabajo, que suele ser en una a tres semanas

Por lo general, la curación inicial de la mandíbula lleva, aproximadamente, 6 semanas después de la cirugía, pero la curación completa puede llevar hasta 12 semanas.

Después de la curación inicial de la mandíbula, en aproximadamente 6 semanas, el ortodoncista termina de alinear los dientes con los aparatos de ortodoncia. Todo el proceso de ortodoncia, incluida la cirugía y los aparatos de ortodoncia, puede durar varios años. Una vez que se quiten los aparatos de ortodoncia, se pueden usar retenedores para mantener la posición de los dientes.

Resultados

La corrección de la alineación de la mandíbula y los dientes con cirugía maxilar puede dar como resultado:

  • Aspecto equilibrado de la parte inferior del rostro
  • Mejor funcionamiento de los dientes
  • Beneficios para la salud a partir de la capacidad mejorada para dormir, respirar, masticar y tragar
  • Mejora de los deterioros del habla

Los beneficios secundarios de la cirugía maxilar pueden comprender los siguiente:

  • Aspecto mejorado
  • Mayor autoestima
Last Updated: January 3rd, 2018