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Reconstrucción laringotraqueal

Cirugía reparadora laringotraqueal: la descripción general exhaustiva comprende por qué se realiza y qué implica el procedimiento.

Perspectiva general

Anatomía de la garganta

La garganta incluye el esófago, la tráquea, la laringe, las amígdalas y la epiglotis.

La cirugía reconstructiva laringotraqueal ensancha la tráquea para facilitar la respiración. La reconstrucción laringotraqueal consiste en insertar un pequeño trozo de cartílago —el tejido conectivo rígido que se encuentra en muchas áreas del cuerpo— en la sección estrechada de la tráquea para hacerla más ancha.

Con mayor frecuencia, los niños presentan problemas causados por el estrechamiento de la tráquea, aunque el problema también puede ocurrir en los adultos. Esto puede suceder por muchas razones, entre ellas, lesión, infección, reflujo ácido del estómago, un defecto congénito o como resultado de la inserción de un tubo respiratorio. La tráquea de un adulto puede estrecharse por las mismas razones, pero la causa también puede ser una enfermedad que produce inflamación en los vasos sanguíneos o tejidos, como la granulomatosis de Wegener o la sarcoidosis.

El objetivo de la reconstrucción laringotraqueal es brindar una vía respiratoria segura y estable sin el uso de la asistencia de un tubo respiratorio. En las personas que ya tienen un tubo de traqueotomía como ayuda para respirar, este procedimiento a menudo hace posible deshacerse de la traqueotomía.

Por qué se debe hacer

El objetivo principal de la cirugía reparadora laringotraqueal es crear vías respiratorias permanentes y estables para que tú o tu hijo respiren sin usar una intubación endotraqueal. La cirugía también puede mejorar la voz y los problemas al tragar. Algunos motivos por los que se hace esta cirugía incluyen:

  • Estrechamiento de las vías respiratorias (estenosis). La estenosis puede producirse por una infección, enfermedad o lesión, pero con mayor frecuencia se produce por la irritación relacionada con la inserción de una sonda endotraqueal (intubación endotraqueal) en bebés que nacen con afecciones congénitos y prematuramente, o como resultado de un procedimiento médico. La estenosis puede afectar a las cuerdas vocales (estenosis glótica), la tráquea justo debajo de las cuerdas vocales (estenosis subglótica) o la parte principal de la tráquea (estenosis traqueal).
  • Malformación de la laringe. En raras ocasiones, es posible que la laringe no se haya desarrollado por completo al nacer (hendidura laríngea) o que se haya estrechado por un bulto de tejido anormal (membrana laríngea), que puede estar presente en el nacimiento o aparecer como resultado de la cicatrización de una infección o procedimiento médico.
  • Cartílago débil (traqueomalacia). Esta afección ocurre cuando al cartílago blando e inmaduro del bebé le falta rigidez para mantener una vía respiratoria despejada, con lo cual se le dificulta la respiración.
  • Parálisis de las cuerdas vocales. También denominado «parálisis del pliegue vocal», este trastorno de la voz ocurre cuando una o ambas cuerdas vocales no se abren o cierran correctamente, con lo cual dejan la tráquea y los pulmones desprotegidos. En algunos casos en los que las cuerdas vocales no se abren correctamente, pueden obstruir las vías respiratorias y dificultar la respiración. Este problema puede producirse por una lesión, una enfermedad, una infección, una cirugía anterior o un accidente cerebrovascular. En muchos casos se desconoce la causa.

Riesgos

La reconstrucción laringotraqueal es un procedimiento quirúrgico que conlleva un riesgo de efectos secundarios, entre ellos:

  • Infección. La infección en el lugar de la cirugía es un riesgo presente en todas las cirugías. Comunícate con el médico de inmediato si adviertes enrojecimiento, hinchazón o secreciones en una incisión o si tienes fiebre de 100,4 °F (38 °C) o superior.
  • Colapso pulmonar (neumotórax). El aplanamiento (colapso) parcial o total de uno o ambos pulmones puede producirse si el revestimiento o la membrana externa del pulmón (pleura) se lesiona durante la cirugía. Esta es una complicación poco frecuente.
  • Desplazamiento del tubo endotraqueal o del stent. Durante la cirugía, se podrá colocar un tubo endotraqueal o un stent a fin de asegurar que las vías respiratorias estén estables mientras se produce la curación. Si el tubo endotraqueal o el stent se desplazan, pueden surgir complicaciones, como una infección, un colapso pulmonar o un enfisema subcutáneo (un trastorno que se produce cuando el aire se filtra en el tejido del pecho o del cuello).
  • Dificultades para hablar y tragar. Tú o tu hijo pueden sentir dolor de garganta o tener una voz ronca o susurrante después de que se extraiga el tubo endotraqueal o como consecuencia de la cirugía en sí. Los especialistas del habla y el lenguaje pueden ayudar a controlar los problemas para hablar o tragar posteriores a la cirugía.
  • Efectos secundarios de la anestesia. Los efectos secundarios frecuentes de la anestesia son: dolor de garganta, escalofríos, somnolencia, boca seca, náuseas y vómitos. Estos efectos suelen ser pasajeros, pero podrían continuar durante varios días.

Cómo prepararte

Sigue cuidadosamente las instrucciones del médico sobre cómo prepararte para la cirugía.

Ropa y elementos personales

Si tu hijo se va a someter a una cirugía, puedes ayudarlo a que se sienta más cómodo en la sala del hospital con sus elementos favoritos de casa, como un peluche, una manta o fotos. Esto puede ayudar a hacer más fluido el proceso de recuperación.

Evita comer o beber

El médico debería indicarte en qué momento tú o tu hijo deben dejar de comer y beber en las horas previas a la cirugía. Comer o beber antes de la cirugía podría dar lugar a complicaciones durante el procedimiento, como la inhalación de alimentos parcialmente digeridos en los pulmones (aspiración). En el caso de los niños pequeños, la cirugía se suele programar por la mañana. Si tú o tu hijo comen o beben después del tiempo límite indicado, es probable que la cirugía se deba posponer.

Lo que puedes esperar

Amígdalas inflamadas

Las amígdalas son masas carnosas ubicadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta.

Antes del procedimiento

La cirugía reparadora laringotraqueal puede realizarse mediante varias técnicas distintas:

  • Un enfoque endoscópico supone insertar instrumentos a través de la boca para llegar hasta las vías respiratorias.
  • La cirugía de vías respiratorias abiertas supone realizar una incisión en el cuello. Esta cirugía puede realizarse en una sola o en múltiples etapas (procedimientos).

Las cirugías endoscópica y de vías respiratorias abiertas de una etapa suelen recomendarse para casos de estenosis leve, cuando tú o tu hijo no tienen las vías respiratorias muy estrechas.

Para casos de estenosis más grave, o si tienes enfermedades que pueden complicar la cirugía (cardíacas, pulmonares o neurológicas), el médico puede recomendar un enfoque más lento y conservador, y realizar una reconstrucción de las vías respiratorias abiertas de múltiples etapas, que supone una serie de procedimientos en un período que va de unas pocas semanas a varios años.

Después de evaluar tu enfermedad o la de tu hijo y otros problemas médicos, el médico analizará el curso de acción más adecuado.

Pruebas y estudios prequirúrgicos

Con frecuencia se deben realizar algunos estudios o pruebas antes de la cirugía de reconstrucción laringotraqueal. El objetivo de cada estudio o prueba es ayudar a evaluar las enfermedades que pueden causar problemas en las vías respiratorias o alterar el plan quirúrgico, así como preparar al individuo para la atención de seguimiento.

  • El examen endoscópico brinda una vista directa de las vías respiratorias y permite evaluar con precisión la ubicación, la longitud y la gravedad del estrechamiento de las vías respiratorias. Debido a la asociación frecuente del reflujo ácido, puede combinarse con la endoscopía gastrointestinal superior para ver el esófago y el estómago.
  • Las pruebas de función pulmonar determinan si tus pulmones o los de tu hijo pueden recibir ciertos procedimientos de reconstrucción de las vías respiratorias.
  • Las pruebas por tomografía computarizada y resonancia magnética pueden usarse para ver con mayor detalle la anatomía laringotraqueal y los pulmones.
  • Las evaluaciones de dificultad para tragar (disfagia) registran el proceso de tragar cuando tú o tu hijo comen o beben.
  • La evaluación de la voz ayuda a determinar la causa de los problemas vocales y a planificar un tratamiento eficaz.
  • Los estudios con sonda de pH/impedancia ayudan a determinar si el ácido del estómago está regresando hacia el esófago y las vías respiratorias.
  • Los estudios del sueño (polisomnografías) buscan alteraciones causadas por las vías respiratorias en tus patrones de sueño o los de tu hijo.

Procedimientos quirúrgicos adicionales

Una o más de las siguientes cirugías se pueden recomendar antes de realizar una reconstrucción de las vías respiratorias:

  • Eliminación de adenoides o amígdalas (adenoidectomía o amigdalectomía). Las amígdalas son los dos nódulos redondeados de tejido visible en la parte posterior de la garganta, mientras que las adenoides están más elevadas en la garganta, detrás de la nariz. A veces, estos tejidos pueden infectarse e hincharse y obstruir las vías respiratorias.
  • Eliminación de tejido en la laringe (supraglotoplastia). Esta cirugía puede ser necesaria para reparar la laringe si está parcialmente colapsada (laringomalacia) al eliminar todo tejido que pueda obstruir las vías respiratorias.
  • Fundoplicatura de Nissen. Este tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico ayuda a que el ácido del estómago no regrese al esófago, lo cual puede provocar inflamación y contribuir al estrechamiento de las vías respiratorias.

Durante el procedimiento

La reconstrucción laringotraqueal con vías respiratorias abiertas puede realizarse en una o en múltiples etapas, con diferentes técnicas, en función de la gravedad de tu enfermedad o la de tu hijo.

Muchas personas que se someten a una cirugía reparadora laringotraqueal ya recibieron una traqueotomía, que consiste en un tubo insertado quirúrgicamente desde el cuello directamente hasta la tráquea, para ayudarlas a respirar.

Durante la reconstrucción de una etapa:

  • Si el paciente tiene un tubo de traqueotomía, este se retira.
  • El cirujano ensancha (reconstruye) las vías respiratorias insertando piezas con forma exacta de cartílago (injertos) de las costillas, el oído o la tiroides hasta la tráquea.
  • Se coloca un tubo temporal que se inserta a través de la boca o la nariz hasta la tráquea (tubo endotraqueal) para sostener los injertos de cartílago. Normalmente, el tubo endotraqueal se dejará colocado de unos días a aproximadamente dos semanas, según el tiempo que lleve sanar la zona, un factor que se determina en mayor medida por la cantidad y la posición de los injertos de cartílago.

Durante una reconstrucción de dos etapas:

  • El cirujano ensancha (reconstruye) las vías respiratorias insertando piezas con forma exacta de cartílago de las costillas, el oído o la tiroides hasta la tráquea.
  • Para proporcionar un marco para que sanen las vías respiratorias, se deja colocado el tubo de traqueotomía o se inserta un stent (un tubo hueco recto o con forma de T). El stent se deja colocado hasta que sana la zona, un proceso que lleva de cuatro a seis semanas o más, y se retirará en la próxima etapa.

En ocasiones, la parte estrecha de la tráquea se elimina por completo, y los segmentos restantes se cosen entre sí. Esto se denomina «resección».

En 2013, algunos cirujanos elaboraron una tercera opción, denominada «reconstrucción híbrida» o «de una etapa y media», que combina los aspectos de la reconstrucción de una etapa con aquellos de la de dos etapas. Con esta técnica, se coloca un solo stent largo en el tubo de traqueotomía existente y uno más pequeño a través de una abertura en la tráquea (traqueostoma) para crear una vía respiratoria secundaria y segura durante y después del procedimiento.

La reconstrucción laringotraqueal endoscópica es un procedimiento menos invasivo. Durante la cirugía endoscópica, el médico inserta instrumentos quirúrgicos y una varilla equipada con una luz y una cámara a través de un tubo de visualización rígido (laringoscopio) en tu boca o la de tu hijo, y los mueve por las vías respiratorias para realizar la cirugía, sin realizar incisiones externas.

En algunos casos, el cirujano puede usar este enfoque para colocar los injertos de la laringotraqueoplastia. En otros, el cirujano puede usar láseres, balones u otros métodos para liberar el estrechamiento de manera endoscópica, sin necesidad de realizar una laringotraqueoplastia completa. Es posible que esta opción quirúrgica no sea recomendable si las vías respiratorias están muy estrechas o tienen muchas cicatrices.

Después del procedimiento

Es posible que tu hijo necesite la ayuda de una máquina para respirar (respirador) o sedación para ayudar a evitar que se salga el tubo de respiración. El tiempo que tu hijo requiera sedación o respiración asistida depende de otras enfermedades que tenga y de su edad.

La mayoría de las personas permanece en el hospital entre 7 y 14 días después de la cirugía de reconstrucción laringotraqueal con vías respiratorias abiertas, aunque en algunos casos puede permanecer más tiempo. En ocasiones, la cirugía endoscópica se realiza de forma ambulatoria, por lo que tú o tu hijo pueden irse a casa el mismo día o permanecer varios días en el hospital.

El tratamiento y la recuperación después de la cirugía varían según el procedimiento que reciban tú o tu hijo. La recuperación completa puede tomar entre algunas semanas y varios meses.

En las semanas posteriores a la cirugía, el médico realiza exámenes endoscópicos regulares para comprobar el progreso de la curación de las vías respiratorias. Es posible que se recomiende terapia del habla para ayudar con cualquier problema para hablar o tragar.

Last Updated: July 30th, 2020