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Amigdalectomía

Aprende cómo prepararte para una amigdalectomía y qué esperar de la cirugía.

Perspectiva general

Amígdalas inflamadas

Las amígdalas son masas carnosas ubicadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta.

La amigdalectomía es la extirpación quirúrgica de las amígdalas, dos almohadillas ovaladas de tejido que se encuentran en la parte posterior de la garganta (una de cada lado).

La amigdalectomía solía ser un procedimiento frecuente para tratar la infección y la inflamación de las amígdalas (amigdalitis). Hoy en día, se suele llevar a cabo para tratar la respiración asociada a trastornos del sueño; no obstante, aún se puede recurrir a la amigdalectomía cuando la amigdalitis ocurre con frecuencia o no responde a otros tratamientos.

También puede ser necesaria para tratar problemas respiratorios o de otro tipo relacionados con el agrandamiento de las amígdalas y enfermedades poco frecuentes de las amígdalas.

El tiempo de recuperación de una amigdalectomía suele ser de, al menos, 10 días y hasta 2 semanas.

Por qué se debe hacer

Una amigdalectomía se utiliza para tratar lo siguiente:

  • Amigdalitis recurrentes, crónicas o intensas
  • Complicaciones de las amígdalas agrandadas
  • Sangrado de las amígdalas
  • Otras enfermedades poco frecuentes de las amígdalas

Amigdalitis

Las amígdalas son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca. Esta función puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y la inflamación. No obstante, la función del sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad (un factor que puede explicar los casos pocos frecuentes de amigdalitis en adultos).

Puede recomendarse una amigdalectomía para evitar episodios frecuentes y recurrentes de amigdalitis. En general, la amigdalitis frecuente se define por lo siguiente:

  • Al menos siete episodios en el año anterior
  • Al menos cinco episodios al año en los últimos dos años
  • Al menos tres episodios al año en los últimos tres años

El procedimiento también puede recomendarse en los siguientes casos:

  • Una infección bacteriana que provoca amigdalitis no mejora con el tratamiento con antibióticos
  • Una infección que produce una acumulación de pus detrás de una amígdala (absceso tonsilar) no mejora con el tratamiento con medicamentos ni con un procedimiento de exudado

Complicaciones de las amígdalas agrandadas

Las amígdalas pueden agrandarse después de infecciones frecuentes o persistentes, o pueden ser naturalmente grandes. Se puede realizar una amigdalectomía para tratar los siguientes problemas ocasionados o complicados por las amígdalas agrandadas:

  • Dificultad para respirar
  • Interrupción de la respiración durante el sueño (apnea obstructiva del sueño)

Otras enfermedades o afecciones de las amígdalas

Una amigdalectomía también puede utilizarse para tratar otras enfermedades o afecciones poco comunes de las amígdalas, por ejemplo:

  • Tejido canceroso (malignidad) en una o ambas amígdalas, o posible malignidad
  • Sangrado recurrente de los vasos sanguíneos cerca de la superficie de las amígdalas
  • Mal aliento grave (halitosis) relacionado con desechos en las grietas de las amígdalas

Riesgos

La amigdalectomía, al igual que otras cirugías, tiene ciertos riesgos:

  • Reacciones a los anestésicos. Los medicamentos que hacen que duermas durante la cirugía suelen causar inconvenientes menores y de corto plazo, como dolor de cabeza, náuseas, vómitos o dolores musculares. Si bien uno de los riesgos de la anestesia general puede ser la muerte, los problemas graves a largo plazo son poco frecuentes.
  • Hinchazón. La hinchazón de la lengua y de la parte blanda superior de la boca (paladar blando) puede ocasionar problemas para respirar, en especial, durante las primeras horas después del procedimiento.
  • Sangrado durante la cirugía. En algunos casos excepcionales, ocurre un sangrado grave durante la cirugía que requiere tratamiento adicional y un internamiento en el hospital más prolongado.
  • Sangrado durante la cicatrización. Durante el proceso de cicatrización puede haber sangrado, en especial, si se quita demasiado pronto la costra de la herida.
  • Infección. Excepcionalmente, la cirugía puede provocar una infección que requiera otro tratamiento.

Cómo prepararte

Recibirás indicaciones del hospital sobre cómo prepararte o preparar a tu hijo para una amigdalectomía.

La información que posiblemente te pidan que brindes comprende lo siguiente:

  • Todos los medicamentos, incluidos los medicamentos de venta libre y los suplementos alimentarios, que tomas regularmente.
  • Antecedentes personales o familiares de reacciones adversas a la anestesia.
  • Antecedentes personales o familiares de trastornos de sangrado.
  • Alergia conocida u otras reacciones negativas a medicamentos, como los antibióticos.

Las instrucciones para prepararte comprenderán lo siguiente:

  • Es posible que el médico te pida que suspendas algunos medicamentos o que modifiques las dosis de los medicamentos varios días antes a la cirugía.
  • No comas nada después de la medianoche previa a la cirugía programada. Tu cirujano te dará indicaciones sobre la ingesta de comida y líquidos antes de presentarte en el hospital.
  • Haz los arreglos para que alguien te lleve a tu casa.
  • Planifica un tiempo de recuperación de 10 días a dos semanas o más. Los adultos pueden necesitar más tiempo que los niños.

Algunas de las preguntas para hacerle a tu médico o al personal del hospital para ti o en nombre de tu hijo son las siguientes:

  • ¿Cuáles son las restricciones en mi dieta antes de la cirugía?
  • ¿Cuándo debo llegar al hospital?
  • ¿Dónde debo registrarme?
  • ¿Qué medicamentos con receta médica puedo tomar los días previos a la cirugía? ¿Cuándo puedo tomar la última dosis?
  • ¿Cuál es el tiempo de recuperación esperado?
  • ¿Qué restricciones en las actividades o en la dieta debo esperar durante la recuperación?

Es posible que se necesiten pruebas o análisis de sangre antes de la cirugía. Tu médico también puede solicitarte un estudio del sueño (polisomnografía) si una amigdalectomía está diseñada para tratar la apnea obstructiva del sueño, otras obstrucciones de las vías respiratorias y algunas otras afecciones.

Lo que puedes esperar

La amigdalectomía suele realizarse como procedimiento ambulatorio. Esto significa que podrás volver a tu casa el mismo día de la cirugía. Es posible que se requiera la estadía nocturna si surgen complicaciones, si la cirugía se realiza en un niño pequeño o si tienes una afección médica compleja.

Antes del procedimiento

El personal de enfermería usa una lista de comprobación para hacerte una serie de preguntas antes de la cirugía, pueden preguntarte tu nombre y el motivo de la cirugía. Este es un procedimiento estándar para garantizar la seguridad de los pacientes.

Durante el procedimiento

Debido a que la amigdalectomía se realiza con anestesia general, tú o tu hijo no estarán conscientes durante el procedimiento ni sufrirán dolor durante la cirugía.

El cirujano extirpará las amígdalas con un bisturí (escalpelo) o con una herramienta quirúrgica especializada que utiliza calor o calor de alta energía u ondas de sonido para extraer o destruir tejidos y detener el sangrado.

Después del procedimiento

Los problemas más comunes después de una amigdalectomía son los siguientes:

  • Dolor de garganta de moderado a intenso durante una o dos semanas
  • Dolor en los oídos, el cuello o en el hueso maxilar
  • Náuseas y vómitos durante algunos días
  • Fiebre leve durante varios días
  • Mal aliento por hasta dos semanas
  • Hinchazón de la lengua o la garganta
  • Sensación de tener algo atorado en la garganta
  • Ansiedad o alteraciones del sueño en los niños

Los pasos para controlar el dolor y promover una buena recuperación incluyen los siguientes:

  • Medicamentos. Toma los analgésicos según las indicaciones del cirujano o del personal del hospital.
  • Líquidos. Es importante tomar mucho líquido después de la cirugía para evitar deshidratarte. El agua y las paletas heladas son buenas opciones.
  • Alimentos. Alimentos blandos fáciles de tragar, como puré de manzana o consomé, son las mejores opciones inmediatamente después de la cirugía. Los alimentos como helados y pudines se pueden incorporar a la dieta, si son bien tolerados. Los alimentos que se pueden masticar y tragar con facilidad deben incorporarse a la dieta tan pronto como sea posible. Evita los alimentos ácidos, muy condimentados, crocantes o duros que podrían provocar dolor o sangrado.
  • Reposo. Es importante el reposo en cama durante varios días después de la cirugía; además, deben evitarse las actividades extenuantes, como correr o montar una bicicleta, durante dos semanas después de la cirugía. Tú o tu hijo deberían poder retomar el trabajo o la escuela una vez que hayan retomado una dieta normal, que estén durmiendo normalmente durante la noche y que no necesiten analgésicos. Habla con tu médico acerca de las actividades que hay que evitar.

Cuándo se debe consultar al médico u solicitar atención médica de emergencia

Observe las siguientes complicaciones que requieren una atención médica inmediata:

  • Sangrado Podrías observar pequeñas manchitas de color rojo oscuro provenientes de la nariz o en la saliva, pero siempre que haya sangre de color rojo brillante exige una visita a la sala de emergencias para realizar una evaluación y un tratamiento inmediatos. Tal vez sea necesaria una cirugía para detener el sangrado.
  • Fiebre. Llama a tu médico si tú o tu hijo tienen fiebre de 102 °F (38,9 °C) o más.
  • Deshidratación. Llama a tu médico si observas signos de deshidratación, como por ejemplo disminución de la cantidad de orina, sed, debilitamiento, dolor de cabeza, mareos o aturdimiento. Los signos frecuentes de la deshidratación en niños pueden ser: orinar menos de dos o tres veces por día, o llanto sin lágrimas.
  • Problemas respiratorios. Roncar, o respirar ruidosamente, es frecuente durante la primera semana después de la recuperación. Sin embargo, si tú o tu hijo tienen dificultad para respirar, solicita atención médica de emergencia.

Resultados

Las amigdalectomías para tratar la amigdalitis bacteriana recurrente disminuyen la frecuencia y la gravedad de la faringitis estreptocócica y otras infecciones bacterianas. Las amigdalectomías para tratar la amigdalitis viral tienen un beneficio menor.

Las amigdalectomías para tratar la apnea obstructiva del sueño y otras afecciones no relacionadas con infecciones pueden mejorar los resultados cuando otras estrategias terapéuticas no han sido beneficiosas.

Last Updated: September 3rd, 2022