Terapia electroconvulsiva
Este procedimiento puede mejorar rápida y considerablemente los síntomas graves de depresión, manía, catatonia u otras afecciones de la salud mental.
Perspectiva general
La terapia electroconvulsiva es un procedimiento que se realiza bajo anestesia general. En el procedimiento, pequeñas corrientes eléctricas pasan por el cerebro para intencionalmente causar una breve convulsión. La terapia electroconvulsiva parece alterar la neuroquímica cerebral, y estos cambios pueden mejorar rápidamente los síntomas de determinadas enfermedades mentales.
Un ciclo completo de terapia electroconvulsiva suele ser eficaz cuando otros tratamientos no son de ayuda. Sin embargo, puede que este procedimiento no funcione en todas las personas.
Gran parte del estigma de la terapia electroconvulsiva se basa en los antiguos tratamientos en los que se administraban altas dosis de electricidad sin primero dar medicamentos para dormir al paciente. Esto llevaba a más dolor, temor y ansiedad, huesos fracturados y otros efectos secundarios graves.
La terapia electroconvulsiva es hoy mucho más segura. Si bien la terapia electroconvulsiva todavía causa algunos efectos secundarios, ahora las corrientes eléctricas se administran en un contexto controlado para lograr el mayor beneficio con los menores riesgos posibles.
Por qué se debe hacer
Esta terapia puede mejorar de manera rápida y considerable los síntomas graves de varias afecciones de la salud mental, como las siguientes:
- Depresión grave, especialmente cuando están presentes otros síntomas, como una desconexión con la realidad o psicosis, un fuerte deseo de intentar suicidarse o un retraso en el desarrollo.
- Depresión refractaria al tratamiento, una depresión grave que no mejora con medicamentos ni con otros tratamientos.
- Manía grave, un estado de intensa euforia, agitación o hiperactividad que ocurre como parte del trastorno bipolar. Otros signos de manía son comportamientos impulsivos o riesgosos, abuso de sustancias adictivas y psicosis.
- Catatonia, caracterizada por inmovilidad, movimientos extraños o rápidos, mutismo y otros síntomas. Se relaciona con la esquizofrenia y otras enfermedades mentales. En algunos casos, la causa de la catatonia es una enfermedad médica.
- Agitación y agresión en personas con demencia, lo que puede ser difícil de tratar, afectar negativamente la calidad de vida y causar lesiones y aflicción en los demás.
La terapia electroconvulsiva puede ser un buen tratamiento si no puedes tolerar medicamentos o si otros tipos de tratamiento no te han proporcionado alivio. Un profesional de atención médica puede recomendarte terapia electroconvulsiva en los siguientes casos:
- Durante el embarazo, cuando habría que recurrir a menos medicamentos a fin de reducir las probabilidades de dañar al feto en desarrollo
- En adultos mayores que no pueden tolerar los efectos secundarios del medicamento
- En personas que prefieren terapia electroconvulsiva a tomar medicamentos
- Cuando la terapia electroconvulsiva ya surtió efecto
Riesgos
Si bien la terapia electroconvulsiva suele ser segura, los riesgos y efectos secundarios pueden incluir los siguientes:
- Confusión. Después del tratamiento, puedes sentir confusión durante algunos minutos o por varias horas. Puedes no saber dónde estás ni por qué. En raras ocasiones, la confusión puede durar varios días o más, y suele ser más evidente en adultos mayores.
- Pérdida de la memoria. Algunas personas tienen dificultades para recordar acontecimientos que ocurrieron justo antes del tratamiento. O bien pueden tener dificultades para recordar acontecimientos que ocurrieron semanas o meses, o, en raras ocasiones, hasta años, antes del tratamiento. Este trastorno se conoce como amnesia retrógrada. También puedes tener problemas para recordar acontecimientos que ocurrieron durante las semanas del tratamiento. En la mayoría de los casos, estos problemas de memoria suelen mejorar dentro de un par de meses después del tratamiento.
- Efectos secundarios físicos. En los días de tratamiento con terapia electroconvulsiva, puedes tener náuseas y dolores de cabeza, de la mandíbula o de los músculos. Por lo general, un profesional de atención médica puede tratar estos efectos secundarios con medicamentos.
- Complicaciones médicas. Al igual que con cualquier procedimiento médico, especialmente con los que requieren medicamentos para poner a dormir a la persona, hay riesgo de que se presenten complicaciones médicas. Durante la terapia electroconvulsiva, aumentarán por un tiempo limitado tu frecuencia cardíaca y tu presión arterial. Si tienes problemas cardíacos graves, la terapia electroconvulsiva puede ser más riesgosa.
Cómo prepararte
Antes de realizar la primera sesión de terapia electroconvulsiva, necesitas una evaluación completa que suele incluir lo siguiente:
- Antecedentes médicos
- Examen físico
- Evaluación de salud mental
- Análisis de sangre básicos
- Un electrocardiograma para verificar el estado de salud del corazón
- Una conversación sobre los riesgos de la anestesia, es decir, los medicamentos para mantenerte dormido
Esta evaluación ayuda a garantizar que la terapia electroconvulsiva sea un procedimiento seguro para ti.
Lo que puedes esperar
El procedimiento de la terapia electroconvulsiva en sí dura entre 5 y 10 minutos. Esto no incluye el tiempo necesario para la preparación del equipo de atención médica ni el de tu recuperación. La terapia electroconvulsiva puede realizarse durante una hospitalización o como un procedimiento ambulatorio.
Antes del procedimiento
Lo siguiente forma parte de la preparación para la terapia electroconvulsiva:
- Anestesia general. La anestesia general es un medicamento que induce el sueño. Por lo general, no podrás comer ni beber después de la medianoche del día del procedimiento, a excepción de un sorbo de agua para tomar los medicamentos de la mañana. Tu equipo de atención médica te dará instrucciones específicas sobre la alimentación antes del procedimiento.
- Un examen físico breve. En este examen se revisa el corazón y los pulmones para garantizar que no hayan ocurrido cambios importantes que afecten el procedimiento.
- Inserción de una vía intravenosa. Mediante esta vía, se administrarán medicamentos o líquidos.
- Colocación en el pecho de los cables del electrocardiograma. El electrocardiograma vigila la frecuencia y el ritmo cardíacos durante el tratamiento y la recuperación.
- Colocación en la cabeza de los cables del electroencefalograma. El electroencefalograma vigila la actividad de las ondas cerebrales durante la convulsión.
- Te colocarán en la cabeza almohadillas con electrodos. Cada almohadilla es del tamaño de un dólar de plata o 2,65 cm. La terapia electroconvulsiva puede ser unilateral, en la cual la corriente eléctrica se enfoca en un solo lado del cerebro, o bilateral si ambos lados del cerebro reciben corrientes eléctricas enfocadas.
Medicamentos
Al comienzo del procedimiento, recibirás estos medicamentos por vía intravenosa:
- Un anestésico o medicamento con te deja inconsciente y sin enterarte del procedimiento
- Un relajante muscular para que la convulsión sea leve y prevenir lesiones
Es posible que recibas otros medicamentos, según las enfermedades que tengas o tus reacciones previas a la terapia electroconvulsiva. Por ejemplo, pueden administrarse medicamentos para ayudar con las náuseas y los dolores de cabeza, como también para controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Equipo
Durante el procedimiento, el profesional de atención médica vigilará la actividad convulsiva mediante la observación de si se producen movimientos en los pies y las manos. Las máquinas vigilarán el cerebro, el corazón, la presión arterial y el consumo de oxígeno. Te administrarán oxígeno a través de una máscara y te colocarán un protector bucal para evitar lesiones en los dientes y la lengua.
Ocasionar una convulsión breve
En el procedimiento, mientras duermes y tus músculos están paralizados, el profesional de atención médica presiona un botón en la máquina de terapia electroconvulsiva. Esto emite a través de los electrodos una pequeña cantidad de corriente eléctrica que llega al cerebro y produce una convulsión que, generalmente, dura menos de un minuto.
Gracias al anestésico y a la parálisis muscular, no te das cuenta de la convulsión. El único signo externo de que estás teniendo una convulsión podrían ser movimientos rítmicos en las manos o los pies. Internamente, la actividad del cerebro aumenta en gran medida. Un electroencefalograma registra la actividad eléctrica del cerebro. Un repentino aumento en la actividad registrada por el electroencefalograma indica el inicio de una convulsión. Luego, el electroencefalograma se estabiliza, lo que indica que la convulsión finalizó.
Unos minutos después, los efectos del relajante muscular y del medicamento de corta duración que te hizo dormir comienzan a desaparecer. Te llevarán al área de recuperación, en donde el equipo de atención médica te vigilará. Cuando te despiertes, es posible que te sientas confundido durante unos minutos, algunas horas o más tiempo.
Series de tratamientos
En EE. UU., los tratamientos con terapia electroconvulsiva generalmente se administran de 2 a 3 veces por semana durante 3 a 4 semanas, para un total de 6 a 12 tratamientos. La cantidad y el tipo de tratamientos que necesitas depende de la gravedad de tus síntomas y de la rapidez con la que mejoran.
Por lo general, puedes volver a tus actividades habituales unas horas después del procedimiento. Sin embargo, el equipo de atención médica puede recomendarte no reanudar tu trabajo, no tomar decisiones importantes ni conducir hasta una o dos semanas después del último ciclo de terapia electroconvulsiva, o por al menos las primeras 24 horas después de una única sesión durante el tratamiento de mantenimiento. Puedes reanudar tus actividades cuando ya no tengas problemas de pérdida de memoria y confusión.
Resultados
Muchas personas comienzan a notar que sus síntomas mejoran después de unos seis tratamientos con terapia electroconvulsiva. Una mejoría total puede llevar más tiempo, y es posible que la terapia electroconvulsiva no funcione para todas las personas. En comparación, la respuesta a los medicamentos antidepresivos puede tardar seis semanas.
Nadie sabe con seguridad cómo la terapia electroconvulsiva ayuda a tratar la depresión grave y otras enfermedades mentales. No obstante, lo que sí se sabe es que la neuroquímica cerebral cambia durante la actividad convulsiva y después de esta. Estos cambios podrían complementarse y, de algún modo, reducir los síntomas de una depresión grave u otras enfermedades mentales. Por ese motivo, la terapia electroconvulsiva funciona mejor en las personas que reciben un ciclo completo de varios tratamientos.
Incluso después de que tus síntomas mejoren, necesitarás tratamiento continuo para la depresión a fin de evitar que vuelva a aparecer. Quizás necesites recibir terapia electroconvulsiva con menos frecuencia. Sin embargo, el tratamiento suele incluir antidepresivos u otros medicamentos, y psicoterapia, que es la terapia de conversación.
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