Presión arterial de 180/120 milímetros de mercurio o más.
Una crisis hipertensiva necesita asistencia médica de inmediato. La presión arterial muy alta puede ocasionar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. También puede dañar los ojos, el cerebro y los riñones.
Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, dolores de cabeza muy fuertes, visión borrosa, malestar estomacal y vómitos. Algunas personas sienten confusión o sufren convulsiones.
Se usan medicamentos para reducir la presión arterial. El tratamiento también puede incluir una hospitalización para observar si hay daños en los órganos.
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