Protuberancia de tejido en la vagina debido a una debilidad o un desgarro en el tejido entre el recto y la vagina.
Los desgarros al dar a luz, hacer mucho esfuerzo para evacuar las heces y otras presiones sobre la pared del tejido entre el recto y la vagina pueden derivar en un rectocele. También se denomina prolapso vaginal posterior.
Un rectocele pequeño puede no causar síntomas. Los síntomas pueden incluir una protuberancia blanda de tejido que puede salir por la abertura de la vagina. Esta protuberancia también puede causar problemas para defecar o sensación de tener el recto lleno.
El tratamiento puede incluir ejercicios sencillos para fortalecer los músculos pélvicos o la colocación de un dispositivo en la vagina para mantener los tejidos en su sitio. Si estos tratamientos no funcionan, es posible que se requiera una cirugía para arreglar la protuberancia.