Una fractura ósea es una rotura completa o parcial de un hueso. Las causas incluyen traumatismos, sobrecarga y enfermedades que debilitan los huesos.
Los síntomas incluyen una extremidad o articulación que se ve deformada, o un hueso que sobresale de la piel. Si el hueso fracturado es de un brazo o una pierna, es posible que el dedo del pie o de la mano se entumezca o cambie de color en la punta.
El tratamiento suele consistir en volver a colocar el hueso donde corresponde y enyesar para permitir que se recupere. En ocasiones, puede ser necesario recurrir a la cirugía o a varillas metálicas para volver a colocar el hueso.