La intoxicación por monóxido de carbono sucede cuando se acumula este gas en la sangre. El monóxido de carbono es un gas que no tiene olor, sabor ni color. Esta afección puede dañar los tejidos y causar la muerte.
Los síntomas incluyen dolor de cabeza, debilidad, mareos y náuseas. Esta afección también puede causar una visión borrosa, falta de aliento, pérdida del control de los músculos y pérdida del conocimiento.
Cualquier persona expuesta a monóxido de carbono debe salir al aire libre y buscar atención médica de inmediato. Por lo general, el tratamiento consiste en ir a un hospital para obtener oxígeno puro a través de una máscara que se coloca sobre la nariz y la boca.
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