Bultos sólidos o llenos de líquido que se forman dentro de la glándula tiroidea, que es una glándula con forma de mariposa situada en la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán.
La mayoría de los nódulos tiroideos no son graves ni presentan síntomas. Solo un pequeño porcentaje de los nódulos tiroideos son cancerosos. La mayoría de las personas no saben que tienen un nódulo tiroideo hasta que se detecta durante un examen médico de rutina o en una exploración que se hace por otro motivo de salud.
La mayoría de los nódulos tiroideos no causan síntomas, pero algunos pueden crecer lo suficiente como para palparse o verse. Un nódulo grande puede causar falta de aire o problemas al tragar. Algunos nódulos tiroideos producen hormonas, lo que puede causar un trastorno denominado hipertiroidismo. Este causa síntomas como pérdida de peso, sudoración, temblores y latidos irregulares del corazón.
El tratamiento depende del tipo de nódulo tiroideo. Si el nódulo es pequeño y no canceroso, la afección puede controlarse sin tratamiento. Si un nódulo tiroideo produce hormonas, se te puede recomendar un tratamiento con medicamentos o cirugía. El tratamiento de un nódulo canceroso suele implicar una cirugía.
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