Pérdida total o casi total de la audición.
La sordera suele ser consecuencia de daños en el oído interno o en los nervios. Puede causarla una afección presente al nacer, también llamada congénita. El desgaste natural relacionado con la edad suele causar pérdida auditiva. Entre otras causas se encuentran las lesiones, las enfermedades y algunos medicamentos. Estar expuesto a ruidos fuertes durante mucho tiempo también puede causarla.
Las personas con sordera oyen poco o nada.
Para algunas personas, la cirugía o el uso de un dispositivo auditivo pueden permitirles oír un poco más. La lectura de labios, los textos escritos o impresos y la lengua de señas pueden facilitar la comunicación.