Conmoción
Esta lesión cerebral puede causar dolores de cabeza, mareos, problemas para concentrarse y otros síntomas que, a menudo, mejoran en cuestión de días o semanas.
Perspectiva general
Una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática leve que afecta la función cerebral. Muchas veces, los efectos son a corto plazo y pueden incluir dolores de cabeza y problemas de concentración, memoria, equilibrio, estado de ánimo y sueño.
Las conmociones cerebrales se producen por un impacto en la cabeza o el cuerpo, y se asocian a un cambio en la función cerebral. No todas las personas que sufren un golpe en el cuerpo o en la cabeza tienen una conmoción cerebral.
En algunos casos, la persona pierde el conocimiento, pero la mayoría no.
Las caídas son la causa más común de las conmociones cerebrales. También son muy comunes en atletas que practican deportes de contacto, como el fútbol americano o el fútbol. La mayoría de las personas se recuperan completamente después de una conmoción cerebral.
Síntomas
Los síntomas pueden ser imperceptibles y no aparecer de inmediato. Pueden durar días, semanas o incluso más tiempo.
Los síntomas comunes después de una lesión cerebral traumática leve son dolor de cabeza y pérdida de la memoria o amnesia. La amnesia normalmente implica olvidar el evento que causó la conmoción cerebral.
Los síntomas físicos de una conmoción cerebral pueden ser los siguientes:
- Dolor de cabeza
- Zumbido en los oídos
- Náuseas
- Vómitos
- Fatiga o somnolencia
- Visión borrosa
Otros síntomas de una conmoción cerebral son los siguientes:
- Confusión o desorientación
- Amnesia en relación con el evento
- Mareos o destellos luminosos
Un testigo que observa a una persona con conmoción cerebral puede notar los siguientes síntomas:
- Pérdida temporal de la conciencia, aunque esto no ocurre siempre
- Habla arrastrada
- Respuesta tardía a las preguntas
- Apariencia de aturdimiento
- Olvidos, como hacer las mismas preguntas una y otra vez
Algunos síntomas de una conmoción cerebral pueden presentarse de inmediato. No obstante, en ocasiones, los síntomas no se presentan sino hasta días después de la lesión; por ejemplo:
- Problemas de concentración y de memoria
- Irritabilidad y otros cambios en la personalidad
- Sensibilidad a la luz y al ruido
- Dificultad para dormir
- Sentirse sensible o deprimido
- Cambios en el gusto y el olfato
Síntomas en niños
Las conmociones cerebrales pueden ser difíciles de reconocer en bebés y niños pequeños, ya que no pueden describir cómo se sienten. Las pistas de una conmoción cerebral pueden incluir las siguientes:
- Apariencia de aturdimiento
- Apatía y cansancio fácil
- Irritabilidad y mal humor
- Pérdida del equilibrio y marcha inestable
- Llanto excesivo
- Cambios en la alimentación y en los horarios de sueño
- Falta de interés en los juguetes favoritos
- Vómitos
Cuándo debes consultar a un médico
Consulta con un profesional de atención médica en un plazo de 1 a 2 días si ocurre lo siguiente:
- Tú o tu hijo presentan una lesión en la cabeza, incluso si no se requiere atención médica de emergencia.
Los niños y adolescentes deben consultar con un profesional de atención médica capacitado en la evaluación y el tratamiento de conmociones cerebrales en niños.
Busca atención médica de emergencia para un adulto o niño que haya tenido una lesión en la cabeza y presente los siguientes síntomas:
- Vómitos reiterados o náuseas.
- Pérdida del conocimiento que dura más de 30 segundos.
- Dolor de cabeza que empeora con el tiempo.
- Líquido o sangre que sale de la nariz o de los oídos.
- Cambios en la vista o en los ojos. Por ejemplo, las pupilas, que son las partes negras de los ojos, pueden estar más grandes de lo normal o tener tamaños diferentes.
- Un zumbido en los oídos que no desaparece.
- Debilidad en los brazos o las piernas.
- Cambios en el comportamiento.
- Confusión o desorientación. Por ejemplo, es posible que la persona no reconozca personas o lugares.
- Habla arrastrada u otros cambios en el habla.
- Cambios evidentes en la función mental.
- Cambios en la coordinación física, como tropiezos o movimientos torpes.
- Convulsiones.
- Mareos que no desaparecen o que desaparecen y vuelven a aparecer.
- Síntomas que empeoran con el tiempo.
- Grandes bultos o moretones en la cabeza, como moretones alrededor de los ojos o detrás de las orejas. Es muy importante buscar atención médica de emergencia si un bebé menor de 12 meses tiene estos síntomas.
Cuando los síntomas se presentan en los atletas
Después de sufrir una conmoción cerebral, nunca vuelvas a practicar un deporte ni a hacer actividad física vigorosa de inmediato. Los expertos recomiendan que los atletas adultos, niños y adolescentes que sufren conmociones cerebrales no vuelvan a practicar un deporte el mismo día en que se produce la lesión. Incluso si la presencia de una conmoción cerebral es solo una sospecha, los expertos no recomiendan regresar a las actividades que puedan poner al atleta en riesgo de sufrir otra conmoción cerebral. El retorno progresivo al aprendizaje y a la actividad física es individual y depende de los síntomas. Siempre lo debe supervisar un profesional de atención médica.
Causas
Durante una conmoción cerebral, el cerebro se desplaza hacia atrás y hacia delante, y choca contra las paredes internas del cráneo. La causa de este movimiento violento puede ser un golpe brusco en la cabeza y el cuello, o en la parte superior del cuerpo. Otra causa puede ser la aceleración o desaceleración repentina de la cabeza, que suele ocurrir durante un accidente automovilístico, en una caída en bicicleta o cuando dos deportistas chocan.
Estos movimientos producen una lesión en el cerebro y afectan su función, generalmente, por un tiempo breve. Algunas veces, una lesión cerebral traumática leve puede producir sangrados en el cerebro o alrededor de este, lo que causa somnolencia prolongada, confusión e incluso la muerte. Las personas que sufren una lesión cerebral deben estar bajo observación durante las horas posteriores al incidente y recibir atención médica de emergencia si los síntomas empeoran.
Factores de riesgo
Los eventos y los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una conmoción cerebral incluyen los siguientes:
- Actividades que puedan llevar a caídas, especialmente en niños pequeños y adultos mayores
- Deportes de alto riesgo, como fútbol americano, hockey, fútbol, rugby, boxeo u otro deporte de contacto
- Falta de equipo de seguridad adecuado y supervisión al practicar deportes de alto riesgo
- Accidentes automovilísticos
- Accidentes de peatones o en bicicleta
- Combate militar
- Maltrato físico
Haber tenido una conmoción cerebral previamente también aumenta el riesgo de sufrir otra.
Complicaciones
Algunas de las posibles complicaciones de una conmoción cerebral incluyen las siguientes:
- Dolores de cabeza postraumáticos. Algunas personas presentan dolores de cabeza relacionados con una conmoción cerebral durante varios días o hasta semanas después de una lesión cerebral.
- Vértigo postraumático. Algunas personas presentan una sensación de vértigo o de mareos durante días, semanas o meses después de una lesión cerebral.
- Síntomas persistentes posteriores a una conmoción o síndrome posconmocional. Una cantidad pequeña de personas puede presentar varios síntomas, a la vez que se prolongan más de lo esperado. Estos pueden ser dolores de cabeza, mareos o problemas de razonamiento. Si estos síntomas persisten durante más de tres meses, se consideran síntomas persistentes posteriores a una conmoción cerebral.
- Efectos de varias lesiones cerebrales. Actualmente, los investigadores estudian los efectos de lesiones repetidas en la cabeza que no causan síntomas, lo que se conoce como impacto subconmocional. Por el momento, no hay pruebas concluyentes que indiquen que las lesiones cerebrales repetidas afectan la función cerebral.
- Síndrome del segundo impacto. En raras ocasiones, sufrir una segunda conmoción cerebral antes de que hayan desaparecido los síntomas de una primera conmoción cerebral puede dar lugar a una hinchazón rápida del cerebro que puede causar la muerte. Es importante que los deportistas no vuelvan a hacer deporte si aún tienen síntomas de conmoción cerebral.
Prevención
Estos consejos podrían ayudarte a prevenir o minimizar el riesgo de una conmoción cerebral:
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Usa equipos de protección al hacer deporte y otras actividades recreativas. Comprueba que los equipos se ajusten bien, estén en buen estado de mantenimiento y se usen correctamente. Sigue las reglas del juego y ten espíritu deportivo.
Asegúrate de usar casco cuando andes en bicicleta y motocicleta, o cuando hagas snowboarding o alguna otra actividad en la que puedas sufrir una lesión en la cabeza.
- Usa cinturón de seguridad. El cinturón de seguridad puede prevenir lesiones graves, incluidas las lesiones en la cabeza, durante un accidente de tránsito.
- Haz que tu hogar sea seguro. Mantén la casa bien iluminada. No dejes nada en el suelo que pueda hacer que te tropieces y caigas. Las caídas en el hogar son una de las principales causas de lesiones en la cabeza.
- Protege a tus hijos. Para disminuir el riesgo de lesiones en la cabeza para tus hijos, bloquea las escaleras e instala protección en las ventanas.
- Haz ejercicio con regularidad. Haz ejercicio regularmente para fortalecer los músculos de las piernas y mejorar el equilibrio.
- Educa a otros sobre las conmociones cerebrales. Educar a los entrenadores, deportistas, padres y otras personas sobre las conmociones cerebrales puede ayudar a generar consciencia. Los entrenadores y padres también pueden ayudar a alentar el espíritu deportivo.
Diagnóstico
Para diagnosticar una conmoción cerebral, el profesional de atención médica evaluará los síntomas y revisará tus antecedentes médicos. Es probable que deba realizar pruebas para ayudar a diagnosticar una conmoción cerebral, como un examen neurológico, pruebas cognitivas y estudios por imágenes.
Examen neurológico
El profesional de atención médica hace preguntas detalladas sobre la lesión y, luego, realiza un examen neurológico. Esta evaluación consiste en verificar lo siguiente:
- La visión
- La audición
- La fuerza y la sensibilidad
- El equilibrio
- La coordinación
- Los reflejos
Pruebas cognitivas
El profesional de atención médica puede realizar varias pruebas para evaluar las habilidades cognitivas, que son la capacidad de razonamiento. Las pruebas pueden evaluar varios factores, que incluyen los siguientes:
- Memoria
- Concentración
- Capacidad para recordar información
Pruebas de diagnóstico por imágenes
Es probable que se recomiende la obtención de imágenes del cerebro en el caso de algunas personas que hayan sufrido una conmoción cerebral y que presenten síntomas como dolores de cabeza intensos, convulsiones, vómitos recurrentes o síntomas que empeoran. Mediante los estudios por imágenes, se puede determinar si la lesión causó sangrado o hinchazón en el interior del cráneo.
La tomografía computarizada de la cabeza es una prueba estándar que se realiza en adultos para evaluar el cerebro inmediatamente después de una lesión. En una tomografía computarizada, se utiliza una serie de radiografías para obtener imágenes trasversales del cráneo y del cerebro.
En el caso de los niños, cuando se sospecha que tienen una conmoción cerebral, las tomografías computarizadas solo se utilizan si se cumplen determinados criterios, como el tipo de lesión o los signos de fractura de cráneo. Esto es para reducir la exposición a la radiación en niños pequeños.
La resonancia magnética puede utilizarse para identificar cambios en el cerebro o para diagnosticar complicaciones que pueden ocurrir después de una conmoción cerebral. Una resonancia magnética utiliza imanes potentes y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro.
Observación
Si tú o tu hijo reciben un diagnóstico de conmoción cerebral, deberán pasar la noche en el hospital para que los observen.
El profesional de atención médica también puede estar de acuerdo con que la observación se realice en tu casa. Para ello, debes buscar a alguien que se quede a tu lado y te controle, al menos, 24 horas para asegurarse de que los síntomas no empeoran.
Tratamiento
Hay medidas que puedes tomar para ayudar a que tu cerebro se cure y acelerar la recuperación.
Descanso físico y mental
Hacer reposo relativo los primeros días después de una conmoción cerebral le permite al cerebro recuperarse. Los profesionales de atención médica recomiendan que descanses física y mentalmente durante este período. Sin embargo, el reposo absoluto, como acostarse en una habitación oscura sin recibir ningún tipo de estímulos, no ayuda a la recuperación y no se recomienda.
Durante las primeras 48 horas, reduce las actividades que requieren mucha concentración si estas empeoran los síntomas. Por ejemplo, jugar videojuegos, mirar televisión, hacer tareas escolares, leer, enviar mensajes de texto o usar una computadora.
No hagas actividades físicas que empeoren los síntomas. Estas incluyen esfuerzo físico general, deportes o cualquier movimiento vigoroso. No hagas estas actividades hasta que no te causen síntomas.
Después de un período de reposo relativo, aumenta progresivamente la cantidad de actividades diarias si puedes tolerarlas sin que desencadenen síntomas. Puedes comenzar las actividades físicas y mentales a niveles que no causen un empeoramiento importante de los síntomas.
Se ha demostrado que comenzar a hacer ejercicio y actividad física livianos y tolerables a los pocos días de haber sufrido la lesión acelera la recuperación. Las actividades pueden ser andar en bicicleta fija o practicar trote ligero. Pero no hagas ninguna actividad en la que corras un alto riesgo de sufrir otro impacto en la cabeza hasta que te hayas recuperado por completo.
El profesional de atención médica puede recomendarte que reduzcas la jornada escolar o laboral. Quizás necesites tomar descansos durante el día, o modificar o reducir la cantidad de tareas escolares o laborales mientras te recuperas.
El profesional de atención médica puede recomendarte distintas terapias. Podrías necesitar rehabilitación para los síntomas relacionados con la vista, el equilibrio o el pensamiento y la memoria.
Volver a la actividad rutinaria
A medida que tus síntomas mejoran, puedes incorporar progresivamente más actividades que impliquen pensar. Puedes hacer más tareas escolares o laborales, o pasar más tiempo en la escuela o en el trabajo.
Practicar alguna actividad física contribuye a acelerar la recuperación del cerebro. Es posible que el profesional de atención médica te sugiera protocolos deportivos específicos para volver a practicar actividad física. Por lo general, estos implican determinados niveles de actividad física para garantizar que regreses a la actividad de forma segura. No vuelvas a practicar deportes de contacto hasta que no presentes síntomas ni hasta que el profesional de atención médica lo autorice.
Alivio del dolor
Pueden aparecer dolores de cabeza en los días o semanas posteriores a una conmoción cerebral. Para gestionar el dolor, pregúntale al profesional de atención médica si es seguro que tomes un analgésico, como el acetaminofén (Tylenol u otros). No tomes otros analgésicos, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y la aspirina. Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de sangrado.
Preparación antes de la cita
Es importante que un profesional de atención médica evalúe a las personas que hayan tenido una lesión en la cabeza, incluso si no necesitan atención médica de emergencia.
Si tu hijo sufrió una lesión en la cabeza que te preocupa, llama inmediatamente a su profesional de atención médica. Según cuáles sean los síntomas, el profesional de atención médica puede recomendar que tu hijo reciba cuidados médicos de inmediato.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte y aprovechar al máximo el tiempo de la cita.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones o instrucciones previas a la cita. Lo más importante que debes hacer mientras esperas que llegue el día de la cita es evitar las actividades que causan o empeoran los síntomas. No hagas deporte ni actividad física intensa. Minimiza las tareas estresantes o extensas. Cuando programes la cita, pregunta qué medidas tienen que tomar tú o tu hijo para promover la recuperación o prevenir otras lesiones. Los expertos recomiendan que los atletas no retomen la actividad física hasta que los haya evaluado un médico.
- Haz una lista de los síntomas que tú o tu hijo han tenido y menciona hace cuánto los tienen.
- Haz una lista con información médica, como otras enfermedades por las que tú o tu hijo recibieron tratamiento. Incluye cualquier antecedente de lesiones en la cabeza. Además, anota los nombres de los medicamentos, las vitaminas, los suplementos u otros remedios naturales que tú o tu hijo estén tomando.
- Pídele a un familiar o amigo que te acompañe. A veces, puede ser difícil recordar toda la información recibida durante una cita médica. Quizás la persona que te acompaña recuerda información que tú pasaste por alto u olvidaste.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al equipo de atención médica.
En caso de una conmoción cerebral, algunas preguntas básicas que se pueden hacer son las siguientes:
- ¿Tengo una conmoción cerebral?
- ¿Qué tipo de pruebas se necesitan?
- ¿Qué enfoque de tratamiento recomienda?
- ¿Cuándo empezarán a mejorar los síntomas?
- ¿Cuál es el riesgo de sufrir conmociones cerebrales en el futuro?
- ¿Cuál es el riesgo de sufrir complicaciones a largo plazo?
- ¿Cuándo será seguro volver a practicar deportes de competición?
- ¿Cuándo será seguro retomar el ejercicio intenso?
- ¿Es seguro volver a la escuela o al trabajo?
- ¿Es seguro conducir un automóvil u operar equipos eléctricos?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo se pueden gestionar al mismo tiempo?
- ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará eso? ¿Cubrirá mi seguro la consulta con un especialista? Es posible que tengas que llamar a tu proveedor de seguro para obtener algunas de estas respuestas.
- ¿Tiene algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer cualquier otra pregunta que surja durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Estar preparado para responder las preguntas del profesional de atención médica te permitirá reservar tiempo para revisar los puntos en los que quieras profundizar.
Tanto tú como tu hijo deberían estar preparados para responder las siguientes preguntas sobre la lesión y los síntomas relacionados:
- ¿Practicas deportes de contacto?
- ¿Cómo te hiciste esta lesión?
- ¿Qué síntomas tuviste inmediatamente después de la lesión?
- ¿Recuerdas lo que ocurrió justo antes y después de la lesión?
- ¿Perdiste el conocimiento después de la lesión?
- ¿Tuviste convulsiones?
- ¿Has tenido náuseas o vómitos desde que ocurrió la lesión?
- ¿Has tenido dolor de cabeza? ¿Cuánto tiempo después de la lesión comenzaron los dolores de cabeza?
- ¿Has notado algún problema con la coordinación física desde la lesión?
- ¿Has tenido problemas de memoria o de concentración desde que ocurrió la lesión?
- ¿Has notado sensibilidad o cambios en la vista o en la audición?
- ¿Has tenido cambios en el estado de ánimo, incluso irritabilidad, ansiedad o depresión?
- ¿Te has sentido letárgico o te cansas con más facilidad desde la lesión?
- ¿Tienes problemas para dormir o para despertarte?
- ¿Has notado cambios en el sentido del olfato o del gusto?
- ¿Te mareas?
- ¿Qué otros síntomas te preocupan?
- ¿Has tenido alguna lesión en la cabeza con anterioridad?
Qué puedes hacer mientras tanto
Antes de la cita, no realices actividades que aumenten los síntomas y el riesgo de otra lesión cerebral. Por ejemplo, no practiques deportes ni hagas actividades que requieran movimientos vigorosos.
Poco a poco, vuelve a tus actividades cotidianas habituales, como el tiempo que pasas frente a una pantalla, a medida que puedas tolerarlas sin que los síntomas empeoren.
Si tienes dolor de cabeza, el acetaminofén (Tylenol u otros) puede aliviar el dolor. No tomes otros analgésicos, como aspirina o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), si sospechas que tuviste una conmoción cerebral. Esto puede aumentar el riesgo de sangrado.
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