Enfermedad de manos, pies y boca
Obtén información sobre los síntomas y el tratamiento de esta infección viral contagiosa. Se caracteriza por la aparición de llagas en la boca y sarpullido en las manos y los pies.
Descripción general
La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral leve y contagiosa frecuente en los niños pequeños. Los síntomas incluyen llagas en la boca y sarpullido en las manos y los pies. La causa más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es el virus de Coxsackie.
No hay un tratamiento específico para esta afección. Lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas que padecen la enfermedad de manos, pies y boca puede ayudar a reducir el riesgo de que tu hijo contraiga esta infección.
Síntomas
La enfermedad de manos, pies y boca puede causar todos los síntomas siguientes, o solo algunos. Por ejemplo:
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Náuseas.
- Lesiones dolorosas similares a ampollas en la lengua, las encías y la cara interna de las mejillas.
- Sarpullido en las palmas de las manos, las plantas de los pies y los glúteos. El sarpullido no pica, pero a veces presenta ampollas. Según el tono de piel, el sarpullido puede ser de color rojo, blanco, gris o manifestarse únicamente con pequeños bultos.
- Irritabilidad en bebés y niños pequeños.
- Pérdida del apetito.
El período habitual desde la infección inicial hasta la aparición de síntomas (período de incubación) es de 3 a 6 días. Los niños pueden tener fiebre y dolor de garganta. A veces, pierden el apetito y no se sienten bien.
Uno o dos días después del comienzo de la fiebre, pueden aparecer llagas dolorosas en la parte delantera de la boca o en la garganta. También puede aparecer un sarpullido en las manos y en los pies, y, a veces, en los glúteos.
Las llagas que aparecen en la parte de atrás de la boca y la garganta podrían sugerir una enfermedad viral relacionada, que se conoce como herpangina. Otras características de la herpangina son: fiebre alta y repentina y, en algunos casos, convulsiones. En casos raros, aparecen llagas en las manos, los pies u otras partes del cuerpo.
Cuándo consultar al médico
La enfermedad de manos, pies y boca suele ser una enfermedad de poca importancia. Normalmente, solo provoca fiebre y síntomas leves durante unos días. Llama al proveedor de atención médica si tu hijo es menor de seis meses, tiene su sistema inmunitario debilitado o tiene llagas en la boca o dolor de garganta que le provoca dolor al beber líquidos. Llámalo también si los síntomas de tu hijo no mejoran luego de 10 días.
Causas
La causa más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es la infección por el virus de Coxsackie 16. Este virus de Coxsackie pertenece al grupo de los enterovirus no polio. Otros tipos de enterovirus también pueden causar la enfermedad de manos, pies y boca.
La mayoría de las personas contraen la infección por el virus de Coxsackie (y la enfermedad de manos, pies y boca) a través de la boca. La enfermedad se trasmite por el contacto con la persona infectada, a través de lo siguiente:
- Secreciones nasales y de la garganta
- Saliva
- Líquido de ampollas
- Heces
- Gotitas respiratorias rociadas por el aire luego de toser o estornudar
Frecuente en guarderías infantiles
La enfermedad de manos, pies y boca es muy común en niños que asisten a la guardería. Esto se debe a que los niños pequeños necesitan ayuda para ir al baño y cambios frecuentes de pañal. Además, tienden a llevarse las manos a la boca.
El niño es más propenso a contagiar a otros durante la primera semana en que padece la enfermedad de manos, pies y boca. Sin embargo, el virus puede permanecer en el organismo durante semanas una vez que desaparecen los síntomas. Esto significa que tu hijo todavía puede infectar a otros niños.
Algunas personas, especialmente los adultos, pueden trasmitir el virus sin mostrar síntomas de la enfermedad.
Los brotes de la enfermedad son más frecuentes en el verano y a principios de otoño en los Estados Unidos. En los climas tropicales, los brotes ocurren durante la estación lluviosa.
No es lo mismo que la glosopeda
La enfermedad de manos, pies y boca no tiene relación con la glosopeda (a veces llamada “fiebre aftosa”), una infección viral que afecta a los animales de granja. No puedes contraer la enfermedad de manos, pies y boca de mascotas u otros animales, ni tampoco se la puedes trasmitir a ellos.
Factores de riesgo
La edad es el principal factor de riesgo de la enfermedad de manos, pies y boca. La enfermedad afecta principalmente a niños pequeños entre 5 y 7 años. Los niños que se encuentran en centros de cuidado infantil son especialmente vulnerables porque la infección se propaga en el contacto de una persona con otra.
Por lo general, la enfermedad de manos, pies y boca afecta a niños pequeños, pero cualquiera puede contraerla.
Se cree que los niños mayores y los adultos tienen inmunidad contra la enfermedad de manos, pies y boca. Suelen producir anticuerpos después de la exposición a los virus que causan la enfermedad. Sin embargo, a veces, los adolescentes aun así contraen la enfermedad de manos, pies y boca.
Complicaciones
La complicación más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es la deshidratación. Además, puede causar llagas en la boca y en la garganta, lo que produce dolor al tragar.
Alienta a tu hijo a que beba líquidos durante la enfermedad. Si los niños se deshidratan demasiado, podrían necesitar la administración de líquidos por vía intravenosa en el hospital.
Por lo general, la enfermedad de manos, pies y boca es una afección menor que solo suele provocar fiebre y síntomas leves durante unos días. En ocasiones, el enterovirus que causa la enfermedad de manos, pies y boca ingresa en el cerebro y provoca complicaciones graves:
- Meningitis viral. Es una infección poco frecuente que causa la inflamación de las membranas (meninges) y del líquido cefalorraquídeo que rodean el cerebro y la médula espinal.
- Encefalitis. Esta enfermedad grave y que puede poner en riesgo la vida implica la inflamación del cerebro. Sin embargo, es poco frecuente.
Prevención
Puedes reducir el riesgo de que tu hijo desarrolle una afección de manos, pies y boca de diversas maneras:
- Lavarse las manos a menudo. Lávate las manos durante al menos 20 segundos. Asegúrate de lavar tus manos después de ir al baño o cambiar un pañal. Lávate las manos antes de preparar o comer alimentos, y después de limpiarte la nariz, toser o estornudar. Si no dispones de agua ni de jabón, utiliza un desinfectante de manos.
- Enseña buenos hábitos de higiene. Enseña a tus hijos a lavarse las manos y ayúdalos a hacerlo con frecuencia. Enséñales a poner en práctica buenos hábitos de higiene en general. Explícales por qué conviene no ponerse los dedos, las manos u otros objetos en la boca.
- Desinfecta las áreas comunes. Limpia las áreas y superficies de gran circulación primero con agua y jabón. Luego, aplica con una solución diluida de lejía y agua. Si te encuentras en un centro de cuidado infantil, sigue un cronograma estricto de limpieza y desinfección. Un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, y en objetos de uso compartido, como los juguetes.
- Evita el contacto cercano. Debido a que la enfermedad de manos, pies y boca es sumamente contagiosa, las personas enfermas deben limitar su exposición a otras personas mientras tengan síntomas. Mantén a los niños con la enfermedad de manos, pies y boca alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tienes la enfermedad, permanece en casa sin ir a trabajar.
Diagnóstico
Probablemente, el proveedor de atención médica de tu hijo determinará si padece la enfermedad de manos, pie y boca u otro tipo de infección vírica evaluando lo siguiente:
- La edad de tu hijo
- Los síntomas de tu hijo
- El aspecto de las llagas o erupciones de tu hijo
El proveedor de atención médica de tu hijo podría tomar una muestra de garganta o de heces. El proveedor de atención médica de tu hijo mandará las muestras al laboratorio para identificar el virus causante de la enfermedad.
Tratamiento
No hay tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca. Por lo general, los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca desaparecen al cabo de 7 a 10 días.
Un anestésico oral tópico puede ayudar a aliviar el dolor de las llagas en la boca. Tomar analgésicos de venta libre que no contengan aspirina, como acetaminofén (Tylenol u otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), puede ayudar a aliviar el malestar general.
Autocuidados
Algunos alimentos y bebidas pueden irritar las ampollas de la lengua, la boca o la garganta. Prueba estos consejos para disminuir el dolor en las ampollas que tiene tu hijo. Estos consejos también pueden hacer que comer y beber sea más fácil.
- Chupa paletas heladas o trozos de hielo.
- Toma helado o sorbetes con un poco de lácteo.
- Bebe bebidas frías, como agua.
- Bebe bebidas calientes, como té.
- Evita los alimentos y bebidas ácidos, como las frutas cítricas, las bebidas de fruta y las gaseosas.
- Come alimentos blandos que no requieran masticar demasiado.
Si tu hijo puede enjuagarse la boca sin tragar, dile que lo haga con agua salada y tibia para que lo alivie. Haz que tu hijo se enjuague varias veces al día para aliviar el dolor y la inflamación de las llagas de la boca y la garganta.
Preparación para la consulta
Puedes empezar por llevar a tu hijo al proveedor de atención médica primaria.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.
Lo que puedes hacer
Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, como el ayuno antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas de tu hijo, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica
- Información personal clave, lo que incluye las situaciones de estrés importantes, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que toma tu hijo, incluidas las dosis
- Preguntas para hacerle al médico de tu hijo
Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
Para la enfermedad de manos, pies y boca, estas son algunas preguntas básicas para hacerle a tu proveedor de atención médica:
- ¿Cuál podría ser la causa de los síntomas de mi hijo?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles de los síntomas de mi hijo?
- ¿Qué pruebas se debe hacer mi hijo?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- Mi hijo tiene otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas?
- ¿Qué puedo hacer en casa para que mi hijo se sienta más cómodo?
- ¿Hay alguna restricción que deba cumplir para ayudarlo?
- ¿Hay folletos u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas de tu hijo?
- ¿Los síntomas de tu hijo han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas de tu hijo?
- ¿Tu hijo ha estado expuesto recientemente a otras personas enfermas?
- ¿Oíste hablar de alguna enfermedad en la escuela o en la guardería de tu hijo?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas de tu hijo?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas de tu hijo?
Qué puedes hacer mientras tanto
Evita todo lo que parezca empeorar los síntomas del niño.
Para ayudar a reducir las molestias del niño, los proveedores de atención médica suelen recomendar estos consejos:
- Descansar.
- Beber suficientes líquidos para impedir la deshidratación.
- Evitar fumar cigarrillos y el humo de segunda mano, así como cualquier otra sustancia que pueda irritar la boca y la garganta.
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