Cáncer de cabeza y cuello
Obtén información sobre tratamientos innovadores para diferentes tipos de cáncer, como de garganta, boca, lengua, amígdala y otros tipos de cáncer que afectan la cabeza y el cuello.
Perspectiva general
El cáncer de cabeza y cuello comienza en la zona de la cabeza y el cuello. Hay muchos tipos de cáncer que pueden ocurrir en la cabeza y el cuello. Cada tipo comienza como una proliferación de células que puede invadir y destruir tejido corporal sano.
El cáncer de cabeza y cuello a menudo se refiere al tumor maligno que comienza en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales. Sin embargo, otros tipos de cáncer pueden ocurrir en la cabeza y el cuello y, a veces, también se consideran parte de esta categoría.
El cáncer de cabeza y cuello no es un diagnóstico. Más bien, es una categoría de tipos de cáncer que tienen algunas cosas en común. Por ejemplo, muchos tipos de cáncer de cabeza y cuello comparten algunos factores de riesgo y tratamientos. La mayoría de los tipos de cáncer de cabeza y cuello comienza en las células escamosas. Estas células delgadas y planas forman la capa externa de la piel. También recubren el interior de la nariz, la boca y la garganta. Los tipos de cáncer que comienzan en las células escamosas se denominan carcinomas de células escamosas. El cáncer puede comenzar en otros tipos de células en la zona de la cabeza y el cuello, pero es menos común.
El tratamiento que recibirás contra el cáncer de cabeza y cuello depende de muchos factores. Estos factores podrían incluir la ubicación del cáncer, su tamaño y el tipo de células involucradas. Tu equipo de atención médica también considera tu salud general. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia y otras.
Síntomas
Cuándo debes consultar a un médico
Pide una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupe.
Causas
Los expertos no están seguros de qué causa exactamente el cáncer de cabeza y cuello. Las causas de un cáncer pueden depender de dónde comienza el cáncer. Entre los tipos de cáncer de cabeza y cuello están los que comienzan en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales.
El cáncer de cabeza y cuello comienza cuando una célula en la zona de la cabeza y el cuello presenta cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican a la célula qué hacer. En las células sanas, el ADN da instrucciones para crecer y multiplicarse a un ritmo determinado. Las instrucciones indican a las células que deben morir en un momento determinado. En las células cancerosas, los cambios generan instrucciones diferentes. Los cambios les indican a las células cancerosas que creen muchas más células con rapidez. Las células cancerosas pueden seguir viviendo luego del momento en que deberían morir. Esto provoca un exceso de células,
lo que podría formar una masa llamada tumor. El tumor puede aumentar de tamaño e invadir y destruir el tejido corporal sano. Con el tiempo, las células cancerosas pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina, se llama cáncer metastásico.
Factores de riesgo
El cáncer de cabeza y cuello tiene algunos factores de riesgo en común. Estos incluyen el consumo de tabaco y el consumo de alcohol. Otros factores de riesgo dependen de la ubicación del cáncer. Entre los tipos de cáncer de cabeza y cuello están los que comienzan en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales.
En general, los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello son:
- Consumir tabaco. El consumo de tabaco de cualquier tipo aumenta el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer de cabeza y cuello. Ejemplos de tipos de tabaco incluyen cigarrillos, puros, pipas, tabaco de mascar y rapé.
- Consumir alcohol. El consumo frecuente y excesivo de alcohol aumenta el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer de cabeza y cuello.
- Exposición al virus del papiloma humano o VPH. El virus del papiloma humano es un virus común que se transmite por contacto sexual. Para la mayoría de las personas, no causa problemas y desaparece por sí solo. Para otras, puede causar cambios en las células que pueden llevar a muchos tipos de cáncer. Se cree que muchos tipos de cáncer de garganta se deben al virus del papiloma humano.
- Respirar sustancias químicas en el aire. La exposición a las sustancias químicas en el aire puede aumentar el riesgo de cáncer en la nariz y los senos paranasales. Los productos químicos en casa y en el trabajo pueden aumentar el riesgo.
- Exponerse al sol o a lámparas de bronceado. La luz ultravioleta del sol aumenta el riesgo de cáncer de piel en la cabeza y el cuello. La luz ultravioleta también puede provenir de las luces utilizadas en las camas de bronceado.
Prevención
Para ayudar a prevenir el cáncer de cabeza y cuello, no fumes y limita la cantidad de alcohol que bebes. Otras medidas que puedes tomar dependen del tipo específico de cáncer. Entre los tipos de cáncer de cabeza y cuello están los que comienzan en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales.
Para reducir el riesgo de cáncer de cabeza y cuello:
No consumas tabaco
Si no fumas ni consumes otros tipos de tabaco, no comiences ahora. Si consumes tabaco, prepara un plan para dejarlo. Habla con un profesional de atención médica sobre cómo abandonarlo.
Bebe alcohol con moderación, si es que lo haces.
Si decides beber alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, significa una bebida al día en el caso de las mujeres y hasta dos bebidas al día en el de los hombres.
Pregunta por la vacuna contra el VPH
Recibir una vacuna para prevenir la infección por VPH puede reducir el riesgo de los tipos de cáncer relacionados con el VPH. Pregúntale a un profesional de atención médica si la vacuna contra el VPH es adecuada para ti.
Protégete la cabeza y el cuello del sol
Usa un sombrero de ala ancha para darles sombra a la cabeza y el cuello. Aunque el día esté nublado, usa un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de al menos 30. Aplica una buena cantidad de protector solar. Vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si estás nadando o sudando.
Diagnóstico
El diagnóstico de cáncer de cabeza y cuello a menudo comienza con un examen de la zona de la cabeza y el cuello. Otras pruebas pueden incluir estudios por imágenes y un procedimiento para extraer algunas células para realizar pruebas. Las pruebas utilizadas para el diagnóstico pueden depender de la ubicación del cáncer. Entre los tipos de cáncer de cabeza y cuello están los que comienzan en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales.
Examen de la zona de la cabeza y el cuello
Un profesional de atención médica puede examinar la zona de la cabeza y el cuello en busca de llagas u otros problemas. El profesional de atención médica podría palparte el cuello en busca de bultos o hinchazón. Para ver el interior de la boca, el profesional de atención médica podría utilizar una luz y un espejo. Para ver el interior de la garganta, a veces se introduce una pequeña cámara. La cámara transmite imágenes que permiten al profesional de la salud buscar signos de cáncer. Para ver el interior de la nariz, se puede pasar una pequeña cámara a través de las fosas nasales.
Estudios por imágenes
Los estudios por imágenes permiten ver el interior del cuerpo. En estas imágenes, pueden observarse el tamaño y la ubicación del cáncer. Algunos estudios por imágenes empleados para el cáncer de cabeza y de cuello son las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas y las tomografías por emisión de positrones.
Extracción de una muestra de tejido para análisis
Una biopsia es un procedimiento en el que se extrae una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. La forma en que se recolectan las células depende de la ubicación del cáncer. Si el cáncer es de fácil acceso, un profesional de atención médica podría cortar parte del tejido con una herramienta de corte. A veces, una aguja puede atravesar la piel y penetrar en el cáncer para extraer algunas células. Hay herramientas especiales que pueden recolectar células del interior de la garganta o de la nariz.
Evaluación de la muestra de tejido en el laboratorio
La muestra de tejido obtenida en la biopsia se envía a un laboratorio para su análisis. Los estudios pueden revelar si las células son cancerosas. Hay otras pruebas especiales que proporcionan más detalles sobre las células cancerosas. Por ejemplo, pueden estudiarse las células en busca de indicios de una infección por el virus del papiloma humano. Tu equipo de atención médica utiliza esta información para elaborar un plan de tratamiento.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello a menudo implica cirugía para extirpar el cáncer. Otros tratamientos pueden incluir radioterapia, quimioterapia y otros medicamentos. El tratamiento puede depender de la ubicación del cáncer. Entre los tipos de cáncer de cabeza y cuello están los que comienzan en la boca, la garganta, los senos paranasales y las glándulas salivales.
Cirugía
Cuando es posible, los cirujanos utilizan herramientas de corte para extirpar todo el cáncer. También extraen una pequeña cantidad del tejido sano que rodea al cáncer. Este margen de tejido sano ayuda a garantizar la eliminación de todas las células cancerosas.
En ocasiones, el cáncer se propaga a las estructuras cercanas y no se puede eliminar. En su lugar, el tratamiento puede comenzar con otras opciones, como la radioterapia y la quimioterapia.
Algunas operaciones de cáncer de cabeza y cuello pueden afectar tu capacidad para comer y hablar. Tu equipo de atención médica trabaja para minimizar este riesgo. La cirugía reconstructiva puede ayudar a sustituir los huesos y tejidos extirpados durante una operación. Los especialistas en rehabilitación pueden ayudarte a recuperar la capacidad de comer y hablar.
Radioterapia
La radioterapia trata el cáncer con intensos rayos de energía. La energía puede provenir de rayos X, protones u otras fuentes. Durante la radioterapia, te acuestas sobre una mesa mientras una máquina se mueve a tu alrededor. La máquina dirige la radiación a puntos específicos de tu cuerpo.
Se podría dar radiación después de una cirugía para destruir las células cancerosas que puedan quedar. Si la cirugía no es una opción, el tratamiento podría comenzar con radiación.
Quimioterapia
La quimioterapia trata el cáncer con medicamentos potentes. A veces la quimioterapia se utiliza al mismo tiempo que la radioterapia. Cuando se usan al mismo tiempo, la quimioterapia ayuda a que la radioterapia funcione mejor. Si el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo, se podría utilizar quimioterapia para controlarlo.
Terapia dirigida
La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células cancerosas. En el cáncer de cabeza y cuello, se puede aplicar una terapia dirigida cuando el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tratamiento con medicamentos que ayuda al sistema inmunitario a destruir las células cancerosas. El sistema inmunitario combate las enfermedades atacando los gérmenes y otras células que no deberían estar en el cuerpo. Las células cancerosas sobreviven porque se ocultan del sistema inmunitario. La inmunoterapia ayuda a las células del sistema inmunitario a encontrar y destruir las células cancerosas. Quizás sea una opción para los tipos de cáncer de cabeza y cuello que se diseminan a otras partes del cuerpo.
Cuidados paliativos
Los cuidados paliativos son un tipo especial de cuidados médicos que te ayudan a sentirte mejor cuando tienes una enfermedad grave. Si tienes cáncer, los cuidados paliativos pueden ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas. Un equipo de profesionales de atención médica es el encargado de los cuidados paliativos. Este equipo puede incluir a médicos, personal de enfermería y otros profesionales específicamente capacitados. Su objetivo consiste en mejorar la calidad de vida del paciente y la familia.
Los especialistas en cuidados paliativos trabajan contigo, con tu familia y con el equipo de atención médica para ayudar a que te sientas mejor. Todos ellos brindan otra forma de apoyo mientras recibes tratamiento contra el cáncer. Puedes recibir atención paliativa al mismo tiempo que recibes los tratamientos intensos contra el cáncer, como cirugía, quimioterapia o radioterapia. Pregúntale a tu equipo de atención médica si los cuidados paliativos son una opción adecuada para ti.
Cuando los cuidados paliativos se usan junto con todos los otros tratamientos correspondientes, las personas que tienen cáncer pueden sentirse mejor y vivir más.
Ensayos clínicos
Los ensayos clínicos son estudios acerca de tratamientos nuevos. Estos estudios permiten probar los tratamientos más recientes. Quizás se desconozcan los posibles efectos secundarios. Pregúntale a tu profesional de atención médica si puedes participar de un ensayo clínico.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Las personas que se enfrentan a una enfermedad grave como el cáncer suelen decir que sienten miedo y preocupación por el futuro. Con el tiempo, encontrarás maneras de hacer frente a tus sentimientos, pero puedes encontrar consuelo siguiendo estas estrategias:
Haz preguntas acerca de tu cáncer
Anota las preguntas que tengas acerca de tu cáncer. Haz estas preguntas en tu próxima cita médica. También puedes pedirle al equipo de atención médica algunos recursos confiables de donde puedas obtener más información. Puede ser útil que alguien te acompañe a tus citas médicas para ayudarte a recordar toda la información que recibas.
Informarte sobre el tipo de cáncer que tienes y las opciones de tratamiento disponibles puede lograr que te sientas más cómodo para tomar decisiones sobre tu atención médica.
Sigue en contacto con tus familiares y amigos
El diagnóstico de cáncer puede también ser estresante para tus familiares y amigos. Intenta que sigan siendo parte de tu vida.
Tus familiares y amigos posiblemente preguntarán si hay algo que puedan hacer por ti. Piensa en algunas tareas con las que podrías necesitar ayuda, como el cuidado de tu hogar si tienes que permanecer en el hospital o simplemente estar presentes cuando quieras charlar.
Busca a alguien con quien hablar
Busca a alguien con quien puedas hablar y que tenga experiencia con personas que padecen enfermedades que ponen en riesgo la vida. Pídele al equipo de atención médica que te sugiera un consejero o trabajador social médico con quien puedas hablar. Para buscar grupos de apoyo, ponte en contacto con la American Cancer Society (Sociedad Americana contra el Cáncer) o pregúntale al equipo de atención médica acerca de grupos locales o en línea.
Preparación antes de la cita
Pide una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupe.
Si existe la posibilidad de que tengas cáncer de cabeza y cuello, es posible que te remitan:
- A un médico especialista en enfermedades del rostro, la boca, los dientes, la mandíbula, las glándulas salivales y el cuello. A este médico se le denomina cirujano oral y maxilofacial.
- A un médico especializado en enfermedades que afectan a los oídos, la nariz y la garganta. A este médico se le denomina otorrinolaringólogo.
Debido a que las citas médicas pueden ser breves, es aconsejable ir preparado. A continuación, encontrarás información útil para prepararte.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones previas a la cita. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debes hacer en las horas previas, como restringir tu dieta antes de un análisis.
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
- Anota la información personal esencial, incluso las situaciones estresantes o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes, junto con las dosis.
- Pídele a un familiar o amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita. Si alguien te acompaña, es posible que recuerde algún detalle que tú olvidaste o pasaste por alto.
- Anota las preguntas que quieras hacerle al equipo de atención médica.
Tu tiempo con el equipo de atención médica puede ser limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovecharlo al máximo. Escribe primero las tres preguntas más importantes para asegurarte de hacerlas antes de que se acabe el tiempo. Escribe el resto de tus preguntas de las más importantes a las menos importantes. Algunas preguntas básicas son las siguientes:
- ¿Qué tipo de cáncer tengo?
- ¿Qué otras pruebas debo hacerme?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Qué podría pasar si decido que no quiero recibir tratamiento?
- ¿Hay algún tratamiento que sea mejor para mi tipo y etapa de cáncer?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tratamiento?
- ¿Debo pedir una segunda opinión? ¿Pueden darme los nombres de los especialistas que recomiendan?
- ¿Cumplo con los requisitos para participar en ensayos clínicos?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendan?
- ¿Qué determina si debo programar una cita de seguimiento?
Lo que puedes esperar del médico
Debes estar preparado para responder preguntas sobre tus síntomas y tu salud, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Qué intensidad tienen los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?
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