Hematoma intracraneal
Esta acumulación de sangre dentro del cráneo es una complicación grave, que puede poner en riesgo la vida, de una lesión en la cabeza.
Perspectiva general
Un hematoma intracraneal es una acumulación de sangre dentro del cráneo. La sangre se puede acumular en el tejido cerebral o debajo del cráneo, y ejercer presión en el cerebro. Suele deberse a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro. También puede deberse a un traumatismo craneal causado por un accidente de coche o una caída.
Algunas lesiones en la cabeza, como las que causan solo un período breve de pérdida del conocimiento, pueden ser menores. Sin embargo, un hematoma intracraneal puede ser mortal. Por lo general, requiere tratamiento inmediato. Esto podría incluir cirugía para extraer la sangre.
Síntomas
Los síntomas de un hematoma intracraneal pueden desarrollarse inmediatamente después de una lesión en la cabeza o pueden tardar varias semanas o más en aparecer. Después de una lesión en la cabeza puede que transcurra un tiempo sin que aparezcan síntomas. Este período se llama intervalo lúcido.
Sin embargo, con el tiempo, la presión en el cerebro aumenta, lo cual ocasiona todos o algunos de los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza que empeora.
- Vómitos.
- Somnolencia y pérdida progresiva del conocimiento.
- Mareos.
- Confusión.
- Diferentes tamaños de pupilas.
- Dificultad para hablar.
Pérdida de movimiento, conocida como parálisis, del lado opuesto del cuerpo donde se produjo la lesión en la cabeza.
A medida que fluye más sangre al cerebro o al espacio estrecho entre el cerebro y el cráneo, pueden aparecer otros síntomas, como los siguientes:
- Sensación de somnolencia o cansancio.
- Convulsiones.
- Pérdida del conocimiento.
Cuándo debes consultar a un médico
Un hematoma intracraneal puede poner en riesgo la vida y, necesita tratamiento de emergencia.
Busca atención médica de inmediato después de un golpe en la cabeza si tú o alguien que conoces sienten lo siguiente:
- Pérdida del conocimiento.
- Un dolor de cabeza intenso que no desaparece.
- Vómitos, debilidad, visión borrosa, problemas para mantenerse firme.
Si no observas síntomas inmediatamente después de haber recibido un golpe en la cabeza, vigila los cambios físicos, mentales y emocionales. Por ejemplo, si alguien parece estar bien luego de una lesión en la cabeza y puede hablar, pero luego pierde el conocimiento, busca atención médica de inmediato.
Incluso si te sientes bien, pídele a alguien que te vigile. La pérdida de memoria tras un golpe en la cabeza puede hacer que te olvides del golpe. Es más probable que alguien a quien le hayas contado sobre el golpe reconozca los signos de advertencia y consiga atención médica inmediata.
Causas
La causa más común de un hematoma intracraneal es una lesión en la cabeza. Una lesión en la cabeza que causa sangrado dentro del cráneo puede deberse a accidentes vehiculares o de bicicleta, caídas, agresiones y lesiones por deportes.
Si eres un adulto mayor, incluso un traumatismo craneal leve puede causar un hematoma. Esto es especialmente cierto si estás tomando un medicamento anticoagulante o un medicamento antiplaquetario, como la aspirina.
Una lesión grave puede causar un hematoma intracraneal incluso si no hay una herida abierta, un moretón u otros daños visibles.
Lo que ocurre en el cerebro que causa la sangrado varía según el tipo de hematoma. Hay tres categorías de hematoma: hematoma subdural, hematoma epidural y hematoma intracerebral. Un hematoma intracerebral también se conoce como hematoma intraparenquimatoso.
Síntomas
Hematoma subdural
Un hematoma subdural se produce cuando los vasos sanguíneos revientan entre el cerebro y la parte más externa de las tres capas de protección que recubren el cerebro. Esta capa más externa se llama duramadre. La sangre que se filtra forma un hematoma que comprime el tejido cerebral. Un hematoma ampliado puede causar una pérdida gradual del conocimiento y posiblemente la muerte.
Los hematomas subdurales pueden ser:
- Agudos. Este es el tipo más peligroso que, por lo general, está ocasionado por una lesión grave en la cabeza y los síntomas suelen aparecer de inmediato.
- Subagudos. Los síntomas tardan en desarrollarse, a veces días o semanas después de una lesión en la cabeza.
- Crónicos. Este tipo de hematoma es el resultado de lesiones menos graves en la cabeza y puede causar un sangrado lento; los síntomas pueden tardar semanas, e incluso meses, en aparecer. Podrías no recordar haberte lastimado la cabeza. Por ejemplo, golpearte la cabeza mientras subes al auto puede causar un sangrado, especialmente si estás tomando un medicamento anticoagulante.
Los tres tipos requieren atención médica en cuanto aparecen los síntomas. La atención médica rápida puede prevenir el daño cerebral permanente.
Hematoma epidural
Un hematoma epidural se produce cuando un vaso sanguíneo revienta entre la superficie externa de la duramadre y el cráneo. La sangre se filtra entre la duramadre y el cráneo para formar una masa que comprime el tejido cerebral. La causa más común de un hematoma epidural es una lesión en la cabeza. Este tipo también se llama hematoma extradural.
Algunas personas con hematoma epidural permanecen conscientes. Pero la mayoría se siente somnolienta o entra en estado de coma desde el momento de la lesión. Un hematoma epidural que afecta una arteria en tu cerebro puede ser mortal si no recibes tratamiento de inmediato.
Hematoma intracerebral
Un hematoma intracerebral se produce cuando la sangre se acumula en los tejidos del cerebro. Un hematoma intracerebral también se llama hematoma intraparenquimal. Hay muchas causas, incluidas las siguientes:
- Una lesión en la cabeza, que puede generar múltiples hematomas intracerebrales.
- Una rotura de un vaso sanguíneo abultado, conocida como aneurisma.
- Mala conexión de las arterias y venas desde el nacimiento.
- Presión arterial alta.
- Tumores.
- Algunas enfermedades pueden causar una fuga repentina de sangre al cerebro.
Factores de riesgo
Los hematomas intracraneales pueden estar ocasionados por una lesión en la cabeza. Las actividades que aumentan el riesgo para una lesión grave en la cabeza, como montar en moto o bicicleta sin casco, también incrementan el riesgo para un hematoma intracraneal.
El riesgo para un hematoma subdural aumenta con la edad. El riesgo es también mayor para personas que:
- Toman aspirina u otros medicamentos anticoagulantes a diario.
- Tienes un trastorno por consumo de alcohol
Algunas afecciones también pueden aumentar el riesgo para un hematoma intracerebral. Entre ellas, nacer con arterias y venas mal conectadas y tener un vaso sanguíneo abultado en el cerebro, conocido como aneurisma. La presión arterial alta, los tumores y algunas enfermedades también aumentan el riesgo.
Prevención
Para prevenir o minimizar una lesión en la cabeza que pueda causar un hematoma intracraneal:
- Usa un casco y asegúrate de que tus hijos también lo hagan. Utiliza un casco adecuado y correctamente ajustado cuando realices cualquier actividad que pueda causar lesiones en la cabeza. Esto incluye la práctica de deportes de contacto, ciclismo, motociclismo, esquí, equitación, patinaje, monopatín y snowboard.
- Ajusta tu cinturón de seguridad y asegúrate de que tus hijos también lo tengan ajustado. Hazlo cada vez que conduzcas o viajes en un vehículo de motor.
- Protege a los niños pequeños. Utiliza siempre sillas de coche que se ajusten correctamente. Coloca almohadillas protectoras en las encimeras y los bordes de las mesas, bloquea las escaleras y sujeta los muebles o electrodomésticos pesados a la pared para evitar que vuelquen. Evita que los niños se suban a objetos que no sean seguros o estables. Coloca puertas de seguridad en las escaleras y protecciones en las ventanas.
Diagnóstico
Diagnosticar un hematoma intracraneal puede ser un desafío porque es posible que las personas que tienen una lesión en la cabeza parezcan estar bien. Por lo general, los profesional de atención médica suponen que el sangrado dentro del cráneo es la causa de la pérdida del conocimiento después de una lesión en la cabeza hasta que se demuestre lo contrario.
Las técnicas de obtención de imágenes son las mejores formas de determinar la posición y el tamaño de un hematoma. Estos son algunos de ellos:
- Tomografía computarizada. Se usa una máquina de rayos X sofisticada que se conecta a una computadora para producir imágenes detalladas del cerebro. En este estudio, permaneces quieto, acostado sobre una mesa móvil que se introduce en un aparato semejante a una gran dona en el cual se producen las imágenes. La tomografía computarizada es la técnica de diagnóstico por imágenes más común para diagnosticar hematomas intracraneales.
- Resonancia magnética. Se hace mediante un campo magnético y ondas de radio para generar imágenes computarizadas. Durante una resonancia magnética, te acuestas en una mesa móvil que se introduce en un tubo.
- Angiografía. Si existe alguna preocupación acerca de un posible aneurisma en el cerebro u otro problema de los vasos sanguíneos, una angiografía puede proporcionar más información. En esta prueba se usan rayos X y una sustancia de contraste especial para producir imágenes del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos del cerebro.
Tratamiento
Los hematomas que son pequeños y no producen ningún síntoma no necesitan eliminarse. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer o empeorar días o semanas después de la lesión. Como resultado, es posible que se te vigile para detectar cambios neurológicos, que se te mida la presión intracraneal y que se te hagan varias tomografías computarizadas de la cabeza.
Si tomas medicamentos anticoagulantes, como warfarina (Jantoven), es posible que necesites terapia para revertir los efectos del medicamento. Esto reducirá el riesgo de más sangrados. Las opciones para revertir el efecto de los anticoagulantes incluyen la administración de vitamina K y plasma fresco congelado.
Cirugía
El tratamiento de los hematomas intracraneales a menudo implica una cirugía. El tipo de cirugía depende del tipo de hematoma que tengas. Estas son algunas opciones:
- Exudado quirúrgico. Si la sangre se encuentra en una sola área y ha cambiado de coágulo sólido a líquido, el médico puede crear una pequeña perforación en el cráneo y utilizar la succión para extraer el líquido.
- Extracción de parte del cráneo, conocida como una craneotomía. Los hematomas grandes pueden requerir que se abra una sección del cráneo para extraer la sangre.
Recuperación
La recuperación tras un hematoma intracraneal puede llevar mucho tiempo y es posible que no se recupere del todo. La mayor recuperación se produce hasta seis meses después de la lesión, y la mejoría suele ser menor a partir de entonces. Si continúas teniendo síntomas neurológicos después del tratamiento, podrías necesitar fisioterapia y terapia ocupacional.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
La paciencia es clave para afrontar las lesiones cerebrales. Los adultos harán la mayor parte de su recuperación durante los primeros seis meses. Puedes continuar teniendo mejoras más pequeñas y más graduales durante un máximo de dos años después del hematoma.
Toma las siguientes medidas para ayudar con tu recuperación:
- Duerme lo suficiente durante la noche y descansa durante el día cuando te sientas cansado.
- Retoma tus actividades habituales gradualmente cuando te sientas más fuerte.
- No participes en deportes de contacto o recreativos hasta que el médico te autorice a hacerlo.
- Consulta con el equipo de atención médica antes de comenzar a conducir, hacer deportes, andar en bicicleta u operar maquinaria pesada. Es probable que tus tiempos de reacción hayan disminuido como consecuencia de la lesión cerebral.
- Consulta al equipo de atención médica antes de tomar medicamentos.
- No bebas alcohol hasta que te hayas recuperado por completo. El alcohol puede retrasar la recuperación y beber en exceso puede aumentar el riesgo de que presentes una segunda lesión.
- Anota las cuestiones que te cueste recordar.
- Habla con alguien en quien confíes antes de tomar decisiones importantes.
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