Schedule Now Pay Bill
be_ixf;ym_202411 d_21; ct_50

Queratitis

La inflamación y el enrojecimiento del ojo pueden ser una molestia menor, pero a veces pueden llevar a un problema más grave. Infórmate sobre los síntomas, el tratamiento y la prevención de esta afección ocular potencialmente peligrosa.

Perspectiva general

La queratitis es la inflamación de la córnea, el tejido transparente con forma de cúpula en la parte delantera del ojo, que recubre la pupila y el iris. La queratitis puede relacionarse o no a una infección. La causa de la queratitis no infecciosa puede ser una lesión relativamente leve, por ejemplo, por usar lentes de contacto durante demasiado tiempo o por la presencia de un cuerpo extraño dentro del ojo. La queratitis infecciosa puede deberse a las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos.

Si presentas enrojecimiento en los ojos u otros síntomas de queratitis, pide una cita médica para consultar a un especialista en atención oftálmica. Con la atención oportuna, los casos de leves a moderados de queratitis se pueden tratar de manera eficaz sin pérdida de la visión. Si una infección no se trata o es considerable, la queratitis puede ocasionar complicaciones graves que pueden dañar la visión de forma permanente.

Síntomas

Los síntomas de la queratitis incluyen los siguientes:

  • Enrojecimiento de los ojos
  • Dolor del ojo
  • Exceso de lágrimas u otra secreción de los ojos
  • Dificultad para abrir el párpado debido al dolor o a la irritación
  • Visión borrosa
  • Visión reducida
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia)
  • Sensación de que tienes algo en el ojo

Cuándo debes consultar con un médico

Si notas alguno de los síntomas de la queratitis, solicita una cita médica para consultar de inmediato a un especialista en los ojos. Las demoras en el diagnóstico y el tratamiento de la queratitis puede llevar a complicaciones graves, entre ellas, la ceguera.

Causas

Las causas de la queratitis son las siguientes:

  • Lesiones. Si cualquier objeto rasguña o daña la superficie de la córnea, esto puede derivar en una queratitis no infecciosa. Además, una lesión podría permitir que los microorganismos ingresen a la córnea y causen una queratitis infecciosa.
  • Bacterias, hongos o parásitos. Estos organismos pueden vivir en la superficie de las lentes de contacto o en la funda de estas. La córnea puede contaminarse cuando la lente se encuentra en el ojo, lo que deriva en una queratitis infecciosa. Una mala higiene de las lentes de contacto o el uso excesivo de estas puede ocasionar tanto una queratitis infecciosa como una no infecciosa.
  • Virus. Los virus del herpes (herpes simple y herpes zóster) pueden causar queratitis.
  • Bacterias. Los estafilococos, los estreptococos y las pseudomonas son bacterias comunes en la queratitis.
  • Agua contaminada. Las bacterias, los hongos y los parásitos presentes en el agua (en especial en océanos, ríos, lagos y bañeras) pueden ingresar a los ojos cuando estás nadando o bañándote, y llevar a la queratitis. Sin embargo, aunque te expongas a estos organismos, no es probable que una córnea sana se infecte, salvo que haya alguna descomposición previa de la superficie corneal, por ejemplo, por usar lentes de contacto durante demasiado tiempo.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar queratitis comprenden:

  • Lentes de contacto. Usar lentes de contacto, sobre todo al dormir con ellas, aumenta el riesgo de desarrollar queratitis, sea infecciosa o no infecciosa. El riesgo generalmente es consecuencia de llevar las lentes de contacto puestas más tiempo del recomendado, de desinfectarlas mal o de usarlas para nadar.

    La queratitis es más frecuente en las personas que tienen lentes de contacto de uso prolongado o que las usan de manera continua que en quienes se ponen lentes de contacto de uso diario y se las quitan por la noche.

  • Inmunidad reducida. Si tu sistema inmunitario está debilitado debido a una enfermedad o a algún medicamento, tendrás un riesgo mayor de desarrollar queratitis.
  • Corticoides. El uso de colirios con corticoides para tratar un trastorno ocular puede aumentar el riesgo de desarrollar queratitis infecciosa o empeorar una queratitis existente.
  • Lesión ocular. Si una de las córneas sufrió daño por una lesión anterior, es posible que seas más propenso a desarrollar queratitis.

Complicaciones

Las posibles complicaciones de la queratitis incluyen las siguientes:

  • Inflamación crónica de la córnea y cicatrización
  • Infecciones virales crónicas o recurrentes de la córnea
  • Llagas abiertas en la córnea (úlceras corneales)
  • Reducción temporal o permanente de la visión
  • Ceguera

Prevención

Cuidado de los lentes de contacto

Si usas lentes de contacto, el uso correcto, la limpieza y la desinfección pueden ayudar a prevenir la queratitis. Sigue estos consejos:

  • Elige lentes de contacto de uso diario y quítatelas antes de ir a dormir.
  • Lávate, enjuágate y sécate bien las manos antes de manipular las lentes de contacto.
  • Sigue las recomendaciones del proveedor de atención oftálmica para cuidar las lentes de contacto.
  • Usa únicamente productos esterilizados fabricados específicamente para el cuidado de las lentes de contacto y aquellos productos fabricados para el tipo de lentes de contacto que usas.
  • Reemplaza las lentes de contacto según las recomendaciones.
  • Reemplaza el estuche de las lentes de contacto cada 3 a 6 meses.
  • Desecha la solución del estuche de las lentes de contacto cada vez que las desinfectes. No añadas más solución al estuche aparte de la que ya había del uso anterior.
  • No uses lentes de contacto cuando vayas a nadar.

Prevención de los brotes virales

Algunos tipos de queratitis vírica no pueden eliminarse por completo. Sin embargo, las siguientes medidas pueden controlar las ocasiones en que se presenta esta afección:

  • Si tienes un herpes labial o una ampolla por herpes, evita tocarte los ojos, los párpados y la piel que rodea los ojos, a menos que te hayas lavado cuidadosamente las manos.
  • Usa solamente las gotas para los ojos que te haya recetado un oftalmólogo.
  • Lavarte las manos con frecuencia puede reducir los brotes víricos.

Diagnóstico

Por lo general, el diagnóstico de queratitis comprende lo siguiente:

  • Examen ocular. Aunque puede resultar incómodo abrir los ojos para el examen, es importante que el proveedor de atención médica ocular te examine los ojos.
  • Examen con una linterna de bolsillo. El médico especializado en el ojo puede hacerte un examen ocular con una linterna de bolsillo para comprobar la reacción, el tamaño y otros factores de la pupila. Se puede aplicar una tinción sobre la superficie del ojo. Cuando se usa con luz, esta tinción facilita la visualización de los daños en la superficie de la córnea.
  • Examen con lámpara de hendidura. El proveedor de atención médica ocular examinará los ojos con un instrumento especial denominado lámpara de hendidura. Esta proporciona una fuente de luz brillante y una vista ampliada del ojo para determinar la naturaleza y la extensión de la queratitis, así como el efecto que esta puede tener en otras estructuras del ojo.
  • Análisis de laboratorio. El proveedor de atención médica ocular puede tomar una muestra de lágrimas o algunas células de la córnea para hacer un análisis de laboratorio que pueda determinar la causa de la queratitis y ayudar a elaborar un plan de tratamiento que sea mejor para ti.

Tratamiento

Queratitis no infecciosa

El tratamiento de la queratitis no infecciosa varía según la gravedad. Por ejemplo, con las molestias leves producidas por un rasguño corneal, las gotas de lágrimas artificiales pueden ser el único tratamiento. Sin embargo, si la queratitis causa lagrimeo y dolor significativos, puede que sean necesarios medicamentos tópicos para los ojos.

Queratitis infecciosa

El tratamiento de la queratitis infecciosa varía según la causa.

  • Queratitis bacteriana. El antibiótico en gotas para los ojos es el tratamiento principal para la queratitis bacteriana. Según la gravedad de la infección, la frecuencia de administración de las gotas puede oscilar entre unas cuatro veces al día hasta cada media hora, incluso por la noche. En ocasiones, es posible recurrir a los antibióticos orales de forma suplementaria.
  • Queratitis fúngica. La queratitis causada por hongos suele requerir gotas oculares antimicóticas y medicamentos antimicóticos de administración oral.
  • Queratitis viral. Si la causa de la infección es un virus, las gotas oculares antivirales y los medicamentos antivirales orales pueden ser eficaces. Otros virus solo requieren cuidados médicos de apoyo, como la lágrima artificial.
  • Queratitis por Acanthamoeba. La queratitis debida al parásito Acanthamoeba puede ser difícil de tratar. Se utilizan gotas antiparasíticas para los ojos, pero algunas infecciones por Acanthamoeba pueden ser resistentes a estos medicamentos y requerir tratamiento durante meses. Algunos casos de queratitis por Acanthamoeba pueden requerir un trasplante de córnea.

Si tienes queratitis que no responde a los medicamentos o si causa un daño permanente a la córnea que afecta seriamente la visión, tu oftalmólogo puede recomendarte un trasplante de córnea.

Preparación antes de la cita

Puedes empezar por consultar o llamar al proveedor de atención médica si presentas síntomas relacionados con los ojos que te preocupen. Según el tipo y la gravedad de los síntomas, el proveedor de atención médica puede remitirte a un especialista en afecciones oculares (oftalmólogo).

Lo que puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita médica cuando la programes. Pregunta si hay algo que debas hacer por adelantado, por ejemplo, dejar de llevar lentes de contacto o dejar de usar gotas para los ojos.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo por el que programaste la cita médica.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, incluidas las vitaminas y los suplementos que tomes.
  • Anota las preguntas que quieras hacer durante la cita médica.

Prepara una lista de preguntas para aprovechar al máximo tu cita médica, ya que el tiempo es limitado. En el caso de la queratitis, algunas preguntas básicas que se pueden hacer son las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Cuáles son las otras causas posibles de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque que me indica?
  • Tengo otras afecciones. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Debería consultar a un especialista? ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me receta?
  • ¿Tiene folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
  • ¿Qué determinará si será necesaria una cita de seguimiento?

Además de las preguntas que preparaste, no dudes en hacer más preguntas cuando no entiendas algo.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el proveedor de atención médica te haga varias preguntas, entre las que se incluyen las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener síntomas?
  • ¿Han sido continuos u ocasionales los síntomas?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que haga que los síntomas empeoren?
  • ¿Has tenido alguna lesión en el ojo recientemente?
  • ¿Has ido a nadar o has tomado un baño en un jacuzzi recientemente?
  • ¿Los síntomas afectan a un ojo o a ambos?
  • ¿Usas lentes de contacto?
  • ¿Duermes con lentes de contacto?
  • ¿Cómo limpias tus lentes de contacto?
  • ¿Con qué frecuencia cambias tu estuche para las lentes de contacto?
  • ¿Tuviste un problema similar en el pasado?
  • ¿Estás usando gotas para los ojos o las has usado recientemente?
  • ¿Cómo es tu estado de salud general?
  • ¿Alguna vez tuviste una infección de trasmisión sexual?
  • ¿Estás tomando medicamentos recetados o suplementos?
  • ¿Has cambiado el tipo de cosméticos que usas recientemente?
Last Updated: November 7th, 2024